PEDRO VELASCO OLMO. APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA

 

Pedro Velasco Olmo

PEDRO VELASCO OLMO nació en Campillos en 1901. Sus padres se llamaban Pedro Velasco Lozano (1855), trabajador del campo, y Catalina Olmo Guerrero (1859). Vivían en la calle Molinos nº 22. Debían tener una cierta formación, porque en el censo de 1932, ambos manifiestan que sabían leer y escribir.

Pedro era el menor de seis hermanos: Fernando (1884), Juan (1887), Dolores (1888), Antonio (1892), Catalina (1898) y Pedro (1901).

Sus abuelos por parte paterna eran Fernando Velasco Escobar (1824) y María Lozano Fernández (1827); vivían en la calle Guzmanes. Tuvieron cuatro hijos: Antonio, Pedro, María y Fernando. Y por parte materna, Juan Olmo Padilla (1824) y Rosa Guerrero Olmo (1826); vivían en la calle del Carmen. Tuvieron otros cuatro hijos: Juan, Isabel, Catalina y María.

Fernando Velasco Olmo, el hermano mayor, era Guardia civil. El 6 de abril de 1936 había sido ascendido a alférez, siendo destinado como jefe de Línea, a Lebrija (Sevilla) en junio de ese año. En el levantamiento militar de julio, se alineó con los sublevados. En 1942 ya estaba retirado por edad, con el grado de teniente. De él hablaré un poco más adelante, al final de la Crónica.

 El resto de los hermanos, eran:

  • Juan Velasco Olmo (1887). En el censo de 1934, con 47 años, vivía en la calle Molinos nº 22, con sus padres. Era trabajador del campo.
  • Dolores Velasco Olmo (1888). Estaba casada con Juan Rodríguez Segura (1886).Tenía al menos dos hijos, Ana Joaquina (1910) y Pedro Rodríguez Velasco (1913). Vivían en la calle Silla nº 94.
  • Antonio Velasco Olmo (1892). Vivía en la calle Real nº 91. Empleado
  • Catalina Velasco Olmo (1898). Vivía en la calle Molinos nº 34. Sus labores
  • Pedro Velasco Olmo (1901). Soltero. En 1934, vivía en la calle Molinos nº 22, con sus padres. Cuando entró en el ayuntamiento, pasó a vivir en la calle Silla nº 7. En 1932, era dueño de una abacería, palabra hoy en desuso y que se refiere a una tienda o taberna, en la que se venden al por menor, legumbres secas, bacalao, aceite, vinagre, aguardiente, vino, etc. La abacería la tenía en la calle Salgueros nº 18.

A Juan Velasco Olmo, que era catorce años mayor que Pedro, ya en 1923 lo encontramos formando parte de la Sociedad de Obreros Agrícolas de Campillos, de cuya Junta Directiva formaba parte como secretario.

La Sociedad de Obreros Agrícolas de Campillos ha renovado su Junta Directiva, quedando constituida en la siguiente forma:

Presidente, José Llamas Padilla; vicepresidente, Francisco Oliva González; secretario, Juan Velasco Olmo; vicesecretario, Pedro Caro Padilla; tesorero, Cristóbal Romero Olmo; contador, Marcelino Gallardo Valencia (reelegido); vocales: Fernando Royan Río, Alonso Bermudo Franco e Ignacio Valencia García.

Todos estos compañeros se proponen trabajar por el engrandecimiento de la organización

19230930 002 La Libertad

19230929 003 El Socialista

La Sociedad de Obreros “El Primero de Mayo”, próxima al socialismo, se había fundado 20 de mayo de 1918.

Juan debió tener una gran ascendencia en el pensamiento de su hermano menor Pedro, ya que este siguió sus pasos hacia la política y el socialismo, afiliándose en el PSOE en 1930.

En la Causa 6113 de 1939, del Juzgado militar 29 de Málaga, seguida al final de la guerra contra Pedro Velasco Olmo, en la que fue Juez instructor el teniente de infantería don Félix José Chervas Aytes, el brigada del puesto de Campillos, decía refiriéndose a Pedro Velasco:

Desde la organización del Centro Socialista, hacia 1917, fue uno de los organizadores, y desde esa fecha hasta el 18 de Julio de 1936, ha actuado en los diferentes puestos de la organización y dirección. En el año 1930 y cuando la intentona revolucionaria en España, fue el alma de la sublevación en Campillos, que ante la imposibilidad de manifestarse dentro de la localidad, se trasladaron los afiliados y la mayoría de la población civil a las inmediaciones del cementerio. En la manifestación figuraba a la cabeza Pedro Velasco, hasta que fue disuelta por la fuerza pública.

La intentona revolucionaria de 1930 a la que se refiere el brigada de la Guardia civil, es la que se inició en Jaca (Huesca) el 12 de diciembre de 1930, por los capitanes Fermín Galán Rodríguez y Ángel García Hernández, con la intención de derribar la monarquía de Alfonso XIII, e instaurar una república. Aunque la revolución fue un fracaso y los capitanes fueron fusilados, sus efectos se dejaron sentir en la proclamación de la Segunda República española, cuatro meses más tarde.

SEGUNDA REPÚBLICA

En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, Juan Velasco Olmo se presentó como candidato por el partido socialista en el distrito segundo de Campillos, siendo junto al también socialista Francisco Oliva González, el que más votos obtuvo, 258, de todos los distritos. Este distrito segundo, comprendía las calles Real, Santa Ana, Guzmanes y San Benito.

No es necesario recordar que estas elecciones municipales, fueron el camino para la proclamación de la Segunda República en España, que se hizo dos días más tarde, el 14 de abril de 1931.

Debido a las irregularidades que se produjeron en la presentación de candidaturas, en las que se vulneraron los derechos de la candidatura socialista, una vez instaurada la Segunda República, el recién nombrado Gobernador civil de Málaga, Antonio Jaén Morente, suspendió al ayuntamiento elegido en Campillos, al igual que lo hizo en setenta y seis ayuntamientos de la provincia de Málaga, es decir, prácticamente las tres cuartas partes del total de los municipios de la provincia. En su lugar, nombró en cada pueblo, una Comisión Gestora.

Habiéndose formulado protestas, que se estimaron atendibles, contra el resultado electoral habido en este municipio; y usando de las atribuciones conferidas en la Orden circular nº 74 (16 de abril) del Ministerio de la Gobernación:
HE ACORDADO suspender ese Ayuntamiento elegido, y nombrar una Comisión Gestora encargada de la administración municipal, que actuará interinamente y mientras no se resuelva el expediente electoral que se instruye.
 
CAMPILLOS – COMISIÓN GESTORA
Cumpliendo orden Gobierno Civil de la provincia, ha quedado constituida la comisión gestora este Municipio por los señores don Diego Durán Cuellar, don Benito Luna Anoría y don Juan Velasco Olmo, encargando a éste de la presidencia de la misma.
El Presidente, en unión del señor secretario de esta Corporación, don Francisco San Martín Moreno, ha salido para Málaga a ofrecer sus respetos al señor gobernador civil.
19310427 008 La Unión Mercantil

La fecha que se fijó para repetir las elecciones municipales, fue el 31 de mayo de ese año. Hasta esa fecha estuvo al frente del pueblo la Comisión Gestora.

Sobre todo el proceso que se desarrolló en estas elecciones, ya escribí la Crónica: “LAS ELECCIONES MUNICIPALES EN CAMPILLOS DEL 12 DE ABRIL DE 1931. LA SEGUNDA REPÚBLICA”

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/las-elecciones-municipales-en-campillos.html

El asunto más grave con el que se tuvo que enfrentar la Comisión Gestora, presidida por Juan Velasco Olmo, en el poco tiempo que estuvo, fue el intento de incendio de la Iglesia Parroquial de Campillos. Para evitarlo y encargarse de la vigilancia del templo y de las ermitas, se constituyó una Guardia cívica.

Don Juan Velasco Olmo, Presidente de la Comisión Gestora de éste Ayuntamiento.
HAGO SABER: Que por acuerdo de la Junta de Autoridades celebrada hoy, se establece una Guardia interna, sin armas, en la Iglesia Parroquial y en los demás templos que se estime necesario compuesta de vecinos del pueblo de mayores de 25 años, los cuales permanecerán en aquellos desde las diez de la noche en adelante, sin perjuicio de la vigilancia exterior que correrá a cargo de la Guardia cívica y que estará dirigida por el comandante del puesto de la Guardia Civil.
Aunque la prestación de este servicio tendrá el carácter de obligatorio para todos los vecinos no incapacitados, se invita a los que voluntariamente deseen prestarlo, sin distinción alguna de clase, para que se presenten a inscribirse en el registro abierto en las oficinas del Ayuntamiento, de 6 a 8 de la tarde. Una vez inscritos en ese registro, se les pasará aviso indicando el día en que les corresponda prestar el servicio y hora y sitio en donde al efecto deban comparecer.
Campillos 15 de Mayo de 1931
Juan Velasco

Para las elecciones del 31 de mayo en Campillos, solo se presentaron los candidatos socialistas. El motivo por el que no se presentó ninguna candidatura de derecha, es difícil saberlo hoy día. Casi todas las personas de derechas del pueblo, habían pertenecido a la “Unión Patriótica” del general Primo de Rivera, partido que ya había desaparecido, y no existía aún en Campillos un partido que aglutinara a la derecha republicana o monárquica. Además, en la situación de violencia que hubo en los inicios de la Segunda República, había mucha precaución y miedo en significarse políticamente.

Los concejales del primer ayuntamiento republicano del municipio de Campillos, surgido de esas elecciones municipales del 31 de mayo de 1931, fueron:

Cristóbal Barquero Reina (1901)
Benito Luna Anoría (1880)
Pedro Velasco Olmo (1901)
Juan Velasco Olmo (1887)
Francisco Oliva González (1897)
Cristóbal Romero Olmo (1890)
Antonio Albarrán Bermudo (1903)
Manuel Naranjo Trigo (1888)
Diego Gómez González (1904)
Diego Ortiz Gallardo (1890)
Marcos Ramírez Pérez (1890)
Antonio Romero Romero (1898)
Pedro Romero Gallardo
José Sánchez Baca (1891)

Vemos que los dos hermanos Juan y Pedro Velasco Olmo, fueron concejales electos en el ayuntamiento proclamado el 5 de junio de 1931, cuyo alcalde fue Cristóbal Barquero Reina.

Cristóbal Barquero Reina

De los catorce concejales de ese primer ayuntamiento, al menos siete murieron durante la Guerra Civil. Tres de ellos fueron alcaldes de Campillos en distintos momentos de la Segunda República.

Cristóbal Barquero Reina del 5 de junio de 1931 al 29 de mayo de 1932

Pedro Velasco Olmo del 29 de mayo de 1932 al 17 de febrero de 1934

Francisco Oliva González del 17 de febrero de 1934 al 27 de octubre de 1934

Francisco Oliva González del 20 de febrero de 1936 al 17 de abril de 1936

Pedro Velasco Olmo del 17 de abril de 1936 al 13 de septiembre de 1936

Una de las primeras decisiones que tomó la nueva Corporación, a propuesta del alcalde Cristóbal Barquero, fue la supresión de la Guardia Cívica que se había instaurado unas semanas antes, porque estimaba que ya eran innecesarios los servicios de la misma (Acta municipal del 06-06-1931)

Pero centrándonos en las actuaciones que tuvo Pedro Velasco Olmo como concejal, la primera que encontramos, fue proponer que se colocara un retrato de Pablo Iglesias, el fundador del PSOE, en el Salón Capitular y así se acordó por unanimidad. (Acta del 13-06-1931).

Pedro Velasco también propuso a la Corporación,  que se modificaran “los nombres de las calles de la población poniéndole los de personas destacadas del socialismo. El Sr. Presidente (Cristóbal Barquero) opina debe pasar esta propuesta a la comisión respectiva, y el Sr. Luna estima que estos asuntos deben traerse al Ayuntamiento en forma de mociones escritas.

El Sr. Velasco contesta diciendo que los nombres que deben ponerse a las calles están acordados en la Agrupación Socialista, y como todos los concejales pertenecen a ella, y aquel acuerdo se adoptó con la conformidad de todos, es inútil que pase el asunto a las comisiones y que se traiga moción escrita, leyendo a continuación la lista de los nombres que, según la Agrupación Socialista, deben llevar las calles”.

El Ayuntamiento, de acuerdo con la propuesta de Pedro Velasco, acordó por unanimidad modificar los nombres de las calles de la población con los siguientes nuevos nombres:

La calle Lavados llevará el nombre de Fermín Galán

La calle de San Sebastián, el de Ángel García Hernández.

La calle de Primo de Rivera, el de Carlos Marx

La calle de San Benito, el de Federico Engels.

La calle de Santa Ana, el de Manuel Llaneza.

La calle de Guzmanes, el de Tomás Meabe

La calle de Salgueros, el de Antonio García Quejido

La calle de Vallejos, el de Jaime Vera

La calle Alta, el de Concepción Arenal

La calle de Cruz Blanca, el de Juan María Pérez

La calle del Carmen, el de Joaquín Costa

La calle de Molinos, el de 1º de Mayo

La plaza del Cardenal Spínola, el de Plaza de la Libertad.

La Puerta de Teba, el de Avenida de la República

La calle de la Silla continuará con el nombre de Pablo Iglesias, que ya se le dio durante la Dictadura del general Primo de Rivera (Acta 20-06-1931).

En el semanario La Razón de Antequera, se daba una explicación al cambio de nombre de las calles por parte de la Agrupación Socialista de Campillos: 

Por acuerdo de esta Agrupación Socialista y a propuesta del camarada Pedro Velasco, concejal socialista, se cambiaron los nombres a las calles de esta población, cuyo acuerdo fue trasladado al Ayuntamiento, donde sin discusión fue ratificado; pues corno todos los concejales son socialistas y tienen hecho un verdadero estudio de las biografías de los amados camaradas que iban a ostentar los tributos que tan merecidamente se le rendían, no era de esperar otra cosa, quitándoselos a la vez a otros que los detentaban.
La innovación es la siguiente:«Primo de Rivera», hoy «Carlos Marx», maestro del Socialismo; «San Benito», hoy «Federico Engels'', el compañero inseparable de Marx; «Alta», hoy «Concepción Arenal», la heroína de espíritu liberal y preclara inteligencia; «José María Hinojosa», hoy «Fermín Galán», mártir y héroe de Jaca; «San Sebastián», hoy «Ángel García Hernández», quien sucumbió heroicamente como Galán; «Santa Ana», hoy «Manuel Llaneza», el que fue minero y era analfabeto con diez y nueve años, y dado a su desvelo y entereza adquirió una alta inteligencia hasta el punto de haber sido elegido diputado a Cortes por sus grandes dotes intelectuales y firmeza socialista; «Guzmanes», hoy «Tomás Meave», el fundador de las Juventudes Socialistas, el que descubrió el horizonte juvenil que ha de redimir de la ignorancia y del vicio a los futuros socialistas. «Silla», hoy «Pablo Iglesias», el apóstol y maestro del Socialismo Español, el que necesitaríamos un sinnúmero de cuartillas para hacer una mediana apología de su magna obra; «Salguero», hoy « García Quejido», contemporáneo de Pablo Iglesias y luchador; «Vallejos», hoy 
«Jaime Vera», el gran intelectual primero que vino al Socialismo Español: su obra fue inmensamente grande como médico y como socialista; «Cruz Blanca», hoy «Juan M.ª Pérez»: fue cura y por su espíritu liberal mereció el calificativo de hereje por los católicos; fue el que leyó la primera Constitución en la plaza que lleva hoy su nombre; «Carmen», hoy «Joaquín Costa», el gran pedagogo de magnánima hidalguía y firmísimas convicciones republicanas. «Molino», hoy «1.° de Mayo», Fiesta del Trabajo: este nombre se debe a los luctuosos sucesos de la plaza de Waltimore en ese día en Chicago, capital de provincia de los Estados Unidos, cuestión que surgió por la avaricia capitalista cuando los obreros reclamaron la jornada de ocho horas; «Puerta de Teba», hoy «Avenida de la República», lo que servirá de puente para el Socialismo; «Plaza del Cardenal Spínola», hoy «de la Libertad», lo que implica redención y pulverización de cadenas oprobiosas que aniquilan a la Humanidad. Aprovechando esta ocasión, tanto en nombre del pueblo trabajador como en el mío propio enviamos un fraternal saludo a la Agrupación Socialista y a la Corporación Municipal, por haber procedido tan sensatamente en el caso que nos ocupa. 
ANTONIO VALENCIA ROMERO.

 Estos dos primeros actos de la nueva corporación socialista, el de la foto de Pablo Iglesias y el del nombre de personas socialistas para las calles del pueblo, refleja el espíritu de apropiación de las instituciones que traían los nuevos munícipes, convirtiendo al Ayuntamiento en un apéndice de lo que se decidía en la Agrupación Socialista.

NOMBRADO MIEMBRO DEL CONSEJO ESCOLAR LOCAL

Próximo a iniciarse el curso escolar, el 23 de agosto de 1931, se designa a Pedro Velasco Olmo, como representante del Ayuntamiento en el Consejo Local de Primera Enseñanza del nuevo Grupo Escolar “Manzano Jiménez”.


Como miembro de dicho Consejo Escolar, desarrolló una actividad muy intensa, llevando las necesidades de un Grupo Escolar recién inaugurado, a las reuniones del pleno del Ayuntamiento. Hay muchas referencias en las actas municipales a sus preguntas y actuaciones. He aquí unas pocas:

(02-01-1932) El Sr. (Benito) Luna ruega al vocal del Consejo Escolar Sr. Velasco que dicho organismo se preocupe de organizar colonias escolares, y dicho Sr., ofrece tratar de este asunto en la próxima reunión del Consejo.

(02-01-1932) El Sr. Velasco da cuenta de los acuerdos adoptados por el Consejo Escolar relativos a la organización de la cantina, facilitando un desayuno en frío a los escolares, y ruega a la Alcaldía pida precios a fábricas de chocolate y a los panaderos de esta villa para las 400 unidades diarias que aproximadamente se necesitan. La Presidencia ofrece pedir presupuestos y comunicarlos al Consejo Escolar.

(20-02-1932) Por el Sr. (José) Sánchez Bacas se pregunta al vocal del Consejo Escolar respecto a la forma de hacer el reparto del desayuno a los niños, indicando que algunos maestros obligan a los niños a tomar el desayuno en lugar inadecuado. El Sr. Velasco y después el Sr. Alcalde niegan veracidad a los informes que haya recibido el Sr. Sánchez Bacas, interviniendo los Sres. Oliva, Ramírez y Velasco, quedando terminado el incidente.

(01-02-1932) El Sr. Velasco (D. Pedro) pregunta si en las escuelas particulares puede darse enseñanza de religión, contestando afirmativamente la Presidencia (Cristóbal Barquero). Insiste el Sr. Velasco agregando que hoy ha celebrado sesión el Consejo Escolar y que él desea que el Ayuntamiento eleve la consulta. La Presidencia ofrece hacerlo a la Dirección General de 1ª Enseñanza.

(19-02-1932) Pregunta el Sr. Velasco si se ha recordado el informe de la Junta de Instrucción Pública sobre enseñanza religiosa, contestando la Presidencia que de momento no podía contestar, pero que se ocuparía de ello.

NOMBRADO ALCALDE DE CAMPILLOS

Pedro Velasco Olmo fue nombrado alcalde de Campillos el 29 de mayo de 1932, en sustitución de Cristóbal Barquero Reina, permaneciendo en el cargo hasta el 17 de febrero de 1934

Durante ese periodo de tiempo, repasando las actas municipales, no he encontrado ningún hecho significativo que reseñar, pero sí en las noticias de la prensa.

La que expongo, está extraída del periódico 
«El Siglo Futuro» del 12 y 14 de julio de 1932, y es muy significativa y demostrativa de su forma de actuar como alcalde.

Para el sábado, 9 de julio de 1932, estaba anunciado un mitin del partido Comunión Tradicionalista en Campillos, en el que había de hacer uso de la palabra el diputado por Salamanca, don José María Lamamié de Clairac.

La Comunión Tradicionalista, era la organización política del movimiento carlista, por tanto monárquico y defensor de Alfonso de Borbón y Austria, como rey de España. Su lema era “Dios, Patria y Rey”, que sintetiza la aspiración a una monarquía, católica y tradicionalista.

El centro neurálgico del carlismo, estaba en Navarra y en el País Vasco, así como en Cataluña, pero estaban buscando la incorporación de nuevos territorios como era el caso de Andalucía.

Los organizadores solicitaron con la antelación necesaria el correspondiente permiso de la autoridad para la celebración del acto en el teatro Apolo de Campillos. El alcalde, Pedro Velasco, accedió a ello, pero indicando la conveniencia de que el mitin, en vez de celebrarse en el indicado teatro, lo fuese en el local del Sindicato Agrícola de la patronal, alegando que de otra forma pudiera producirse cualquier alteración del orden público.

La comisión organizadora, no tuvo inconveniente en limitar así las proporciones del mitin, al quedar reducido a un local sumamente pequeño, pero en su deseo de que no hubiese entorpecimiento alguno, se avino a las indicaciones del alcalde.

Al anochecer del viernes 8 de julio, los organizadores salieron a la calle, procediendo a la colocación de avisos anunciando el mitin en las esquinas de las calles. Grupos de mozalbetes se opusieron a la colocación de los anuncios, produciéndose entre unos y otros, ligeros incidentes. La Guardia municipal intervino, y todo se redujo a simples discusiones sin importancia.

Cerca de las once de la noche, los grupos contrarios a la colocación de los anuncios, acudieron al domicilio del alcalde, a quien dijeron que los tradicionalistas estaban pegando pasquines en las calles. El alcalde ordenó a los agentes municipales que se impidiese la colocación de la propaganda. Entonces, los tradicionalistas dejaron de colocarlos y se retiraron, aunque según el alcalde, algunos contestaron algo violentamente a los guardias. Los acusados negaron rotundamente esas imputaciones, y afirmaron que fueron ellos víctimas de distintas provocaciones.

El pasquín denunciado al alcalde, que fue causa de los alborotos, decía así:

En el local del Sindicato Agrícola de Campillos se celebrará hoy, sábado, 9 de julio, a las seis de la tarde, un gran mitin de derechas, a cargo del diputado a Cortes don José María Lamamié de Clairac.”

El alcalde, en vista de lo sucedido, decidió suspender el acto, dando cuenta de ello al gobernador civil de la provincia, don Miguel Coloma Rubio. Asimismo ordenó la detención de todos los elementos de derechas que la noche anterior colocaron los pasquines. Para justificar su medida, dijo que la detención se debía a la colocación de los pasquines y a los incidentes que originaron.

A las seis de la mañana del sábado 9, los guardias municipales se personaron en el domicilio de los siguientes señores: don Francisco Hinojosa, don Juan Rebollo, don Antonio Gallego Rebollo, don José Jordán Villavicencio, don Pedro Casasola Lasarte, don Francisco Mateos, don José Guzmán Durán, don Francisco Castillo Linares, don Jerónimo Mora Morgado, don Pascual y don Sebastián Ordóñez y don Juan Sánchez Luna. Todos fueron detenidos y trasladados a la cárcel.

Los señores Hinojosa (Salvador y José María) comenzaron inmediatamente a hacer gestiones telefónicas cerca del Gobierno civil para conocer la resolución del señor Coloma Rubio sobre tales extremos.

El gobernador, al recibir el "telefonema" del alcalde dándole cuenta de la suspensión del acto y exponiéndole los motivos, dio orden de que se permitiese la celebración del mitin con las debidas garantías de seguridad y vigilancia. Con respecto a las detenciones, dijo que nada podía hacer, hasta conocer el oficio del alcalde con los motivos de las mismas.

El diputado a Cortes señor Lamamié de Clairac, que llegó en el expreso para dar el mitin, tan pronto como tuvo conocimiento de las detenciones, se interesó por los señores citados, a los que visitó en la cárcel, acompañado de los señores Hinojosa.

Después, el señor Lamamié de Clairac, que en la estación había sido objeto de un cariñoso recibimiento, se trasladó a la vivienda de la familia Hinojosa, a donde acudieron a saludarle numerosas personas, entre ellas, don José María Casasola, don Diego Moreno, don Francisco Durán, don José Rueda, don Rafael Núñez y don José Bohórquez.

El señor Lamamié, en vista del desconcierto producido con la orden del alcalde y de que muchas comisiones ya no asistirían al acto, convino con los organizadores en la procedencia de aplazarlo hasta el lunes 11 de julio, a las cuatro y media de la tarde, en el teatro Apolo. El alcalde no puso reparo alguno en que el lunes se efectuase en el teatro, y firmó la autorización.

La noche del sábado 9, a las once y media, tras diecisiete horas de cárcel, fueron puestos en libertad todos los detenidos por disposición del alcalde.

Según dijo la prensa, el alcalde de Campillos, señor Velasco, manifestó que para él “la palabra pasquín es sinónimo de algo subversivo”, y que por lo tanto, no podía tolerar se fijasen tales anuncios en las calles.

El día 11 de julio, a las cuatro y media, el teatro Apolo estaba materialmente lleno de público. Según la prensa, “en las butacas había muchas señoras que ostentaban en sus pechos el Crucifijo; en las gradas y otras localidades se apiñan los obreros. Hay muchísimo entusiasmo y ausencia total del enemigo, que aunque tan bravuconamente había procedido el día antes, hoy no hace más que arrojar alguna que otra piedra sobre el tejado metálico del local”.

"El escenario está elegantemente adornado con colgaduras encarnadas de raso y severo estrado. Ocupa la presidencia don Francisco Hinojosa, vicepresidente del Sindicato Agrario, teniendo a su derecha a la señorita Ana Jordán Villavicencio, don José María Hinojosa, don José Lamamié de Clairac, don Salvador Hinojosa; y a la izquierda, doña Concepción Palop de Campos y el digno delegado de la autoridad, jefe de la policía gubernativa, don Francisco Quintas".

Las coacciones de la autoridad municipal dieron por resultado que el mitin, que se pretendía esconder entre las paredes del Sindicato Agrícola, se celebró en el teatro Apolo de Campillos, y ocurrió, que lo que se pretendía reducir a una minoría, resultó un triunfo para los Tradicionalistas.

Este suceso, nos demuestra la forma de gobernar de Pedro Velasco Olmo, y la facilidad con que decide encarcelar a las personas. Igual ocurrió a raíz de los sucesos que ocurrieron en Campillos el 28 de mayo de 1936, cuando detuvo a más de setenta personas de derechas, y también al inicio de la Guerra civil, cuando dio órdenes de detenciones masivas de personas que posteriormente serían asesinadas.

LOS ENTIERROS CATÓLICOS

Ana Casasola Fuentes declaró en la Causa 6113, que Pedro Velasco Olmo, “perseguía a la religión prohibiendo los entierros católicos y denegando los permisos que para éste caso se pedían”

Por otra parte, Federico Manzano Sancho, en su diario “Nuestro tiempo”, dice que el 12 de agosto de 1932, muere Alfonso Alés Casero (esposo de Teresa Palop Casasola). “Es el último entierro católico que se realizó en Campillos durante la Segunda República, no permitiendo los socialistas que se hiciera ningún otro de éste tipo”.

El gobierno de la República, estaba en contra de que las autoridades eclesiásticas, en la mayoría de las ciudades y pueblos de España, se creyeran con “el derecho a guardar las llaves de los cementerios civiles y, en consecuencia, a autorizar los enterramientos de este carácter”. En otras palabras, para ellos, la iglesia se había arrogado el derecho a otorgar o denegar el enterramiento en lugar sagrado, por lo que a los que consideraba disidentes, los sancionaba mandándolos al sector civil del cementerio.

Para evitar esto, el ministro de Justicia Álvaro de Albornoz, legisló secularizando todos los cementerios municipales, y clausurando los cementerios eclesiásticos (ley del 30 de enero de 1932). Hasta entonces muchas necrópolis estaban administradas por iglesias parroquiales o cofradías sacramentales.

En el artículo 1º, de dicha ley, dice: Los cementerios municipales serán comunes a todos los ciudadanos, sin diferencias fundadas en motivos confesionales. En las portadas se pondrá la inscripción de “CEMENTERIO MUNICIPAL”. Sólo podrán practicarse los ritos funerarios en los distintos cultos, en cada sepultura.

En adelante los cementerios debían ser comunes para todas las confesiones, y se unificaban los enterramientos civiles y religiosos.

Pero era el artículo cuarto el que dio lugar a la más grave de las controversias, al exigir una manifestación expresa de querer un entierro religioso para tener derecho a él: El enterramiento no tendrá carácter religioso alguno para los que fallezcan habiendo cumplido la edad de veinte años, a no ser que hubiese dispuesto lo contrario de manera expresa”.

Para los católicos se consideraba ultrajante la necesidad de testar para poder ser enterrado con rito religioso, cuando todo bautizado tiene derecho a ser enterrado según ese rito.

En base a esa ley, desde muchos ayuntamientos se prohibieron que en los entierros se realizaran manifestaciones religiosas fuera del cementerio, y que solo delante de la tumba se permitiría realizar el rito católico, y eso solo si el difunto lo había dejado dicho expresamente. Esto fue motivo continuo de prohibiciones municipales, multas, suspensiones, manifestaciones…

Ya en el acta municipal de Campillos del 26 de marzo de 1932 “Da cuenta la Presidencia (Cristóbal Barquero), que ha consultado a la Superioridad si en los entierros católicos se permiten rezos por las calles”

Se llegó al extremo de fijar el itinerario que debían seguir los entierros, “a fin de evitar las manifestaciones que con motivo de ellos se producen” (Acta del 1 de agosto de 1931)

Se aprueba un dictamen de la Comisión de Gobernación referente al itinerario que deben llevar los entierros, que es el siguiente:

1º - Los que procedan de las calles de Carlos Marx y Avenida de la República se conducirán por estas calles hasta la Plaza de la Libertad, siguiendo por la calle de Ángel García Hernández, al cementerio.

2º - Los de la calle de Fermín Galán, partiendo desde la Avenida de la República, irán por la calle de Federico Engels, siguiendo por la de Ángel García Hernández, los dos tercios que hay de la calle de Fermín Galán, partiendo de la de Federico Engels hasta la de “El 1º de Mayo” el primero y hasta el campo el segundo, entrarán por la calle de “El 1º de Mayo”, siguiendo por la de Ángel García Hernández.

3º - Las mitades y tercios de las calles que median entre las de Carlos Marx y Federico Engels irán por la de Federico Engels hasta tomar la de Ángel García Hernández

4º - Las que parten de la calle de Federico Engels hasta la de Concepción Arenal y hasta llegar al campo, irán por la calle Concepción Arenal, tomando la de Joaquín Costa hasta su destino, incluyendo en ese itinerario el pedazo de calle de “El 1º de Mayo”.

5º - Para los entierros eclesiásticos que entren en la capilla de San Sebastián, seguirán por la calle de Ángel García Hernández continuando por la de Joaquín Costa, y si entran por esta última calle continuarán después por la de García Hernández.

Se acuerda que por la Alcaldía se publique el anterior itinerario y se comunique al Sr. Cura Párroco. 

En esta Crónica, he reflejado el cambio en la denominación de las calles que se produjo en Campillos durante la Segunda República. El lector que lo desee, puede entretenerse en resolver el enigma anterior, y saber por donde pasaban los entierros. Eso sí, sin cruz alzada y sin que doblaran las campanas de la iglesia.

Posiblemente a esto se debiera el incidente que ocurrió con el sacristán.

Pregunta el Sr. Velasco si puede saberse lo ocurrido con el sacristán de esta parroquia, Francisco Rodríguez Ramos, y la Presidencia (Cristóbal Barquero) refiere lo ocurrido diciendo que hizo resistencia al cabo de la Guardia Municipal y este agente lo detuvo. (Acta del 23 de abril de 1932)

VISITA DE MANUEL AZAÑA A CAMPILLOS

Otro hecho importante que ocurrió durante este primer mandato de Pedro Velasco Olmo, ocurrió el 3 de abril de 1933, cuando Manuel Azaña, siendo Presidente del gobierno, paró en Campillos unos momentos, durante su viaje de Málaga a Ronda, siendo agasajado por las autoridades locales.

Sobre esto, ya escribí en la Crónica “LA VISITA DEL MANUEL AZAÑA A CAMPILLOS, SIENDO PRESIDENTE DE GOBIERNO”

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/06/la-visita-del-manuel-azana-campillos.html

Cuando llegó al poder la derecha, tras las elecciones generales de noviembre de 1933, mantuvo como alcalde de Campillos al socialista Pedro Velasco Olmo. A pesar de triunfo de la CEDA de José María Gil Robles en las elecciones, a este no le dejaron formar gobierno.

Benito Luna Anoría, fue elegido diputado a Cortes en esas elecciones generales por la provincia de Málaga, por lo cual renunció a su acta de concejal del ayuntamiento de Campillos.

El 17 de febrero de 1934, ya con el partido Radical de Alejandro Lerroux en el poder y con Alberto Insúa en el gobierno civil (20/12/1933), hubo un relevo en la alcaldía de Campillos. Pedro Velasco Olmo, que llevaba en el puesto desde finales de mayo de 1932, dejó su lugar al también socialista Francisco Oliva González.

EL INTENTO DE GOLPE DE ESTADO EN OCTUBRE DE 1934

Tras la pérdida de las elecciones de 1933, la llegada al poder de las derechas había sido visto con desconfianza desde la izquierda, y desde los sectores más radicales del PSOE, iba ganado terreno la idea de una insurrección contra el gobierno.

Tras la caída el 4 de octubre de 1934, del gobierno de Ricardo Samper, el nuevo presidente del Consejo de ministro, Alejandro Lerroux incluyó en el nuevo gabinete a tres ministros de la CEDA.

Desde El Socialista se afirmaba, el mismo 4 de octubre, que si la CEDA entraba en el Gobierno sería un desafío a la República y a las clases trabajadoras: “En guardia, compañeros. Hemos llegado al límite de los retrocesos”. 

Conocido el nuevo gabinete, la reacción de buena parte de las fuerzas de izquierdas fue la declaración de una huelga general revolucionaria para el día 5 de octubre.

Ese día, se sublevaron los socialistas en muchos puntos de España, entre ellos Teba y otros pueblos del interior de la provincia de Málaga, entre ellos Campillos.

A pesar de que al levantamiento socialista, se le ha querido endulzar con el apelativo de "huelga revolucionaria", lo que realmente se quiso, es dar un golpe de estado para echar fuera al gobierno legal de la derecha e instaurar una dictadura del proletariado.

Pedro Velasco Olmo, fue uno de los acusados de participar en Campillos en el intento de golpe de estado. Los otros acusados de Campillos fueron Francisco Oliva González, alcalde en octubre de 1934 de Campillos, Blas Olmo Escobar, Antonio González Maldonado, José Valencia Valencia y Lorenzo Escobar Valdivia.

En el Consejo de guerra que se celebró en Málaga, en el cuartel de Campos, a finales de noviembre de 1935, Francisco Oliva fue condenado a un año y ocho meses de prisión, y a seis meses los restantes. 

Salvo el alcalde, los demás condenados, al llevar más de seis meses en prisión, inmediatamente recuperaron la libertad.

Esta historia ya la desarrollé en la Crónica “OCTUBRE DE 1934. SEGUNDA PARTE. LOS CONSEJOS DE GUERRA”

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/11/octubre-de-1934-segunda-parte-los.html

MIEMBRO DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE MÁLAGA

Tras las elecciones generales que se celebraron en España el 16 de febrero de 1936, que llevaron al poder al Frente Popular, el día 19 de febrero, el nuevo gobernador civil de Málaga, Valeriano del Castillo, ordena la restitución de todos los ayuntamientos de elección popular establecidos en la primavera de 1931.

Como resultado de esta orden, en Campillos cesa la Comisión gestora presidida por D. José Galeote Moreno (Acción Popular) y toma posesión del ayuntamiento nuevamente el PSOE, reincorporándose como alcalde D. Francisco Oliva González con los concejales elegidos el 31 de mayo de 1931, entre ellos Juan y Pedro Velasco Olmo.

En febrero de 1936, Pedro Velasco era el presidente de la Agrupación Socialista de Campillos, y el secretario de la Sociedad de Obreros de la Tierra “El Primero de Mayo”. Acababa de salir de prisión, en la que había estado por los sucesos ocurridos en Campillos en octubre de 1934.

El 9 de marzo de 1936 Benito Luna Anoría, fue nombrado vicepresidente de la Comisión Gestora de la Diputación Provincial de Málaga, además de vocal de la Comisión de Hacienda y representante en el Patronato Local de Formación Profesional.

Estos nombramientos de Benito Luna, los debieron realizar sin el conocimiento del mismo, porque una semana después, renunció a dichos cargos por ser “incompatible con su empleo en la Administración local”.

El Presidente se lamentó de que la Comisión tenga que verse privada de la valiosa colaboración del señor Luna, proponiendo que del oficio se dé cuenta al Gobernador civil (Enrique Balmaseda Vélez) al objeto de que proceda al nombramiento de otro que le sustituya.
19360315 002 La Unión Mercantil
19360314 012 Diario de Málaga

Benito Luna, en esos momentos, desempeñaba los cargos de Interventor interino de fondos municipales en el Ayuntamiento de Campillos, y también la asesoría jurídica en los Ayuntamientos de Archidona y Ronda.

El 28 marzo 1936, siendo aún concejal, Pedro Velasco pasó a ocupar la Vicepresidencia de la Diputación de Málaga, al ser nombrado sustituto de Benito Luna como representante del ayuntamiento de Campillos.

A continuación se dio lectura a un oficio del gobernador civil, por el que se nombra al concejal del ayuntamiento de Campillos, don Pedro Velasco Olmo, gestor provincial, ocupando la vacante de don Benito Luna.

19360328 012 Diario de Málaga

19360329 006 El Cronista

DE NUEVO ALCALDE DE CAMPILLOS

El 17 de abril de 1936 es nombrado, de nuevo, alcalde de Campillos. Era su segundo mandato como alcalde. Anteriormente lo había sido durante veintiún meses, entre el 29 de mayo de 1932 y el 17 de febrero de 1934.

Lo más importante que ocurrió en este nuevo periodo como alcalde, a nivel local, fueron los sucesos que ocurrieron en Campillos a finales de mayo de 1936, y que ya describí en la Crónica: “SUCESOS OCURRIDOS EN CAMPILLOS LOS DÍAS 28 Y 29 DE MAYO DE 1936”

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/06/sucesos-ocurridos-en-campillos-los-dias.html

ASESINATO DEL RECIÉN NOMBRADO PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN

La desaparición del arte de pesca de cerco denominado “traíña”, era una reivindicación de comunistas y socialistas malagueños para evitar que se esquilmaran los caladeros. Esto desató un grave enfrentamiento entre la UGT y la CNT en los primeros días del mes de junio de 1936, registrándose incidentes muy violentos entre ambos sindicatos.

La huelga convocada por los saladeros de Pesquerías afectos a la CNT, no fue secundada por los tripulantes de los barcos pesqueros, afiliados de la UGT, que continuaban con sus actividades en el puerto, y que luchaban porque no se dificultara por anarquistas, el desembarque y venta de pescados.

Esto planteó un conflicto entre ambos sindicatos. La UGT quería hacer operaciones y la CNT se oponía. La tirantez era muy grande, y acabó desembocando en un baño de sangre entre ambos grupos.

El concejal comunista del ayuntamiento de Málaga, Andrés Rodríguez González, era presidente del Sindicato Provincial de Pescadores de UGT, y era uno de los obreros que más activamente luchaba en Pesquerías para asegurar la expendición del pescado. 

A las seis de la mañana del 10 de junio, cuando Andrés Rodríguez se dirigía desde su domicilio en El Perchel, a las pesquerías, fue agredido por la espalda por unos desconocidos que hicieron sobre él repetidos disparos. Uno de los proyectiles le alcanzó en la nuca, causándole la muerte.

Una vez conocida la noticia, ese día se produjeron diversos actos violentos. A las nueve de la mañana, un grupo se acercó al domicilio de Miguel Ortiz Acevedo, dirigente de la CNT. Al salir éste al dintel de la puerta, con una hija suya de corta edad en los brazos, se la quitaron y, acto seguido dispararon sobre él. Recibió seis balazos, algunos de ellos en el bajo vientre. Los agresores huyeron, y Ortiz fue trasladado al Hospital Noble. Después de curado de urgencia, quedó hospitalizado. Su estado era gravísimo, pero no falleció. Una vez recuperado, fue uno de los que dirigió la primera saca de la Prisión Provincial de Málaga, el 22 de agosto de 1936.

En la calle del Carmen, se produjo otro choque entre elementos de la UGT y de la CNT. Se cruzaron más de cuarenta disparos y uno de los proyectiles alcanzó a un transeúnte, que resultó herido en una pierna.

A las nueve de la mañana del día siguiente, cuando el Presidente de la Diputación provincial, el socialista Antonio Román Reina, salía de su domicilio en El Perchel, y se dirigía a su despacho en la Diputación, y a continuación, acudir al Ayuntamiento para presidir el entierro del concejal comunista Andrés Rodríguez, asesinado el día anterior, al descender las escalinatas del puente de Santo Domingo que dan al pasillo de Santa Isabel, unos individuos que se hallaban apostados cerca de allí, dispararon sobre Román Reina, que cayó mortalmente herido.

La última sesión que presidió Antonio Román Reina fue la del sábado 6 de junio de 1936. Había fijado un pleno para el siguiente sábado, 13 de junio, que no se celebró por su asesinato, y se pospuso al 16 de ese mes, siendo presidido por el Vicepresidente Pedro Velasco Olmo, que quedó como Presidente en funciones. En ella se acordó que la Diputación asumiera los gastos del entierro.

Este sería un hecho muy importante en la vida de Pedro Velasco, ya que pasaría a ocupar dicha presidencia de la Diputación de forma interina. Esa interinidad duró ocho meses, hasta la caída de Málaga el 8 de febrero de 1937. Nunca fue nombrado oficialmente Presidente de la Diputación.

Un par semanas más tarde, fallecía en Campillos, su madre Catalina Olmo Guerrero a la edad de 77 años.

Fuimos recibidos por el secretario particular de la Presidencia señor (Francisco) Román Díaz, el que nos dijo que el vicepresidente señor Velasco Olmo, salió el día anterior para Campillos de donde se le llamó urgentemente con motivo de la grave enfermedad de su señora madre, y que según noticias recibidas, ésta falleció en la tarde de ayer.

19360626 009 Diario de Málaga

19360627 016 La Unión Mercantil

LA GUERRA CIVIL

El inicio de la guerra civil, le sorprendió a Pedro Velasco en Málaga. Como era sábado ese día tenía reunión de la Comisión Gestora Provincial.

Ya se sabía que en África, el día anterior, se había producido un levantamiento militar, y en Málaga, la tensión ya era alta en los cuarteles militares y en el Gobierno civil, por lo que la reunión de la Gestora tuvo una baja asistencia, y en poco tiempo se dio por finalizada. (19360723 006 El Popular)

Pedro Velasco volvió inmediatamente a Campillos, donde permaneció durante las ocho semanas que estuvo el pueblo en poder de las izquierdas, salvo algún viaje puntual a la capital.

En ausencia de la mayoría de los integrantes de la Diputación provincial, un grupo de funcionarios de la corporación, pertenecientes al Frente Popular, el sábado 25 de julio, se reunieron en el despacho de la presidencia de la Diputación y constituyeron un Comité de Administración y Servicios provinciales, presidido por Francisco Román Díaz, el secretario del Presidente, que juntamente con Benjamín Giner Giner, único miembro de la Gestora que se encontraba en Málaga, se encargaron de organizar la vida normal de la Corporación provincial y de los establecimientos a su cargo.

Benjamín Giner Giner, que era vocal de la Gestora Provincial, en ausencia de Pedro Velasco, asumió accidentalmente la presidencia de la Diputación a todos los efectos legales.

Pedro Velasco en Campillos, como alcalde y como presidente del Comité que se formó, fue el mayor responsable de todos los saqueos, detenciones y asesinatos que se produjeron en el pueblo durante las ocho semanas que las izquierdas tuvieron el control del pueblo. Así lo testimonian las declaraciones que al respecto, realizaron muchas personas.

Solo expondré la realizada por Juan Morillo Mendoza (a) “Cabecilla Larga”, que trabajaba como escribiente en las oficinas del Ayuntamiento, y fue nombrado Secretario del Comité de Campillos.

Según sus propias declaraciones, pertenecía a la UGT y al PSOE desde 1918, habiendo desempeñado en el partido socialista y en la UGT los cargos de Presidente (dos veces), dos años fue secretario y técnico de contabilidad, vicepresidente (dos o tres veces) y vocal (dos veces). Fue también presidente de la Bolsa de Trabajo durante unos tres años.

En la Causa 6089 de 1939 seguida contra él, declaró:

Dicho individuo como Presidente del Comité de Guerra y acompañado con sus convecinos como miembros del mencionado Comité llamados Juan Velasco Olmo, Diego Gómez, Francisco Oliva González, Antonio Albarrán, Marcos Ramírez y como secretario un tal Juan Durán, ordenaron los saqueos y registros verificados en Campillos durante la dominación marxista.

Que Pedro Velasco ordenó la detención y asesinato de las personas de derechas entre ellas tres mujeres y sumando una totalidad de 44 personas; manifiesta además que si bien directamente solo sabe haya intervenido el mencionado Pedro Velasco en la persecución y asesinato del boticario de ésta localidad don Diego Núñez Núñez, es cierto que de las detenciones y asesinatos referidos y cometidos en distintas fechas, firmaba el Pedro Velasco su detención y ejecución juntamente con los miembros del repetido Comité.

Ya he realizado varias Crónicas sobre acontecimientos en los que participó Pedro Velasco Olmo. Solo voy a poner el enlace de los dos más significativos.

20 Y 21 DE AGOSTO. ATAQUE A LA CASA CUARTEL DE EL SAUCEJO. 

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/el-ataque-por-parte-de-las-milicias-de.html

28 DE AGOSTO. ASESINATO DEL FARMACÉUTICO DIEGO NÚÑEZ NÚÑEZ. 

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/05/campillos-ocho-semanas-de-terror-en-el_23.html

13 DE SEPTIEMBRE, HUIDA DE CAMPILLOS

La mañana del día 13 de septiembre, en el pueblo se reciben noticias de que había comenzado el ataque nacional. A las pocas horas los milicianos que se encuentran de vigías en la torre de la Iglesia, anuncian que las tropas vienen hacia Campillos.

Parte de la población, asustada por los anuncios que atribuían a los nacionales fusilamientos y desmanes en los pueblos que ocupaban, inicia hacia Málaga su huida en un triste éxodo de miseria y desesperación. Por la carretera de Málaga hacia Peñarrubia y por la de Teba, marchan milicianos, ancianos, mujeres y niños.

A las once y medía de la mañana, la vanguardia de la columna del comandante Rafael Corrales Romero, ocupa el pueblo.

Al ser ocupada la villa de Campillos por las tropas nacionales, y huir a Málaga, Pedro Velasco, ocupó nuevamente el cargo de Presidente interino de la Diputación.

Pero antes de huir, cogió los fondos de la Caja Municipal que ascendían a la cantidad de 21.540,63 pesetas, y se los llevó a Málaga. Sobre este hecho, declaró ante el Juez de Instrucción en la Causa 6113:

Que siete u ocho días antes de la entrada de las tropas nacionales en Campillos, fue depositada en un Banco de Málaga una cantidad aproximadamente de veinte mil pesetas, pero hace constar que dicho dinero lo entregó al Comité de refugiados de Campillos que se constituyó en Málaga, con el fin de que se repartiese y socorriese a aquellos.

Según recoge la prensa, el sábado 19 de septiembre, Pedro Velasco ya asiste a la reunión de la Diputación Provincial.

EL VICEPRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL SE REINTEGRA A SU CARGO

En el día de ayer se reintegró a su cargo de vicepresidente de esta Corporación, en funciones de presidente, don Pedro Velasco Olmo, cesando en la Presidencia accidental el vocal de la Comisión, señor Benjamín Giner Giner.

19360920 002 El Popular

19360921 003 Julio

Dada la precariedad económica en que se encontraba la Diputación provincial para atender a sus establecimientos de Beneficencia, se acordó en esa reunión realizar un viaje a Madrid para pedir fondos al gobierno.

La Diputación carecía en esos momentos de sus ingresos más importantes, que eran las células personales y las aportaciones de los Ayuntamientos de la provincia, por lo que tuvo que recurrir a solicitar a las organizaciones obreras y a los partidos políticos encuadrados en el Bloque Popular, para que ayudaran económicamente para hacer frente a las necesidades de los establecimientos de Beneficencia Provincial que tenía encomendada, tales como las Casas de la Ancianidad y de la Infancia, y que los ancianos y niños a su cargo no carecieran de víveres, ropas, educación, etc.

EL VIAJE A MADRID DEL PRESIDENTE DE LA CORPORACIÓN

Se acordó autorizar al presidente de la Diputación, señor Velasco Olmo, para que en unión de los diputados a Cortes por la provincia y asistido del interventor de fondos accidental, camarada Adolfo Gómez García, marchen a Madrid para gestionar cerca del Gobierno de la República facilite a esta Corporación los medios económicos necesarios para su desenvolvimiento.

19360920 002 El Popular

19360921 003 Julio

DIPUTACIÓN PROVINCIAL. VIAJE A MADRID

En la madrugada de ayer domingo (27 de septiembre) y en cumplimiento del acuerdo adoptado por la Comisión Gestora, salieron, en automóvil para la capital de la República el presidente de este organismo, don Pedro Velasco Olmo, acompañado del diputado a Cortes por la provincia don Vicente Sarmiento Ruiz y del Interventor accidental de la Corporación don Adolfo Gómez García, con el fin de gestionar cerca del Gobierno diversos asuntos de vital importancia e interés para esta Excma. Diputación.

19360929 003 - 19361004 002 El Popular

19360929 002 Vida Nueva

El Dr. Sarmiento, diputado a Cortes, ha regresado de Madrid el pasado sábado (3 de octubre), de donde viene muy satisfecho de las gestiones que allí ha realizado a favor de la Diputación Provincial y de otros asuntos de vital interés para Málaga, habiéndose reintegrado inmediatamente a la Inspección General de Servicios Sanitarios.

19361006 002 El Popular

La mañana del martes 13 de octubre, se produjo un relevo en la Dirección del Hospital Civil, dependiente de la Diputación Provincial. El doctor Aurelio Ramos Acosta con 43 años, diputado de izquierdas en las Cortes de 1933, sustituía al doctor José Gálvez Ginachero, que ya tenía 70 años.

De ese acto, son las fotos que ahora reproduzco:

Pedro Velasco, en primera fila con traje oscuro y corbata

Pedro Velasco Olmo, en ese acto pronunció las siguientes palabras:

Por último Pedro Velasco interviene para hacer el resumen del acto.
Dice que no vayan a esperar de él, que es nada menos que un hombre del campo, un discurso florido. Yo, como Presidente de la Diputación, os digo que nuestra asistencia a la labor sanitaria de Málaga será lo más eficiente posible.
No quiero insistir en las afirmaciones que ya han expuesto con mucha más elocuencia que yo pusiera hacerlo, los compañeros que me han precedido en el uso de la palabra.
Termino prometiéndoos a todos, que la Diputación no se ha equivocado al elegir para Director del Hospital Civil a la persona del doctor Ramos Acosta.
19361014 001 Vida Nueva

CAÍDA DE MÁLAGA

Según declaró Pedro Velasco :Que al ser ocupada Málaga huyó a Almería, y de aquí más tarde a Valencia en concepto de refugiado, siendo trasladado con ese mismo carácter a Sueca (Valencia), más tarde a Riola (Valencia), en donde ocupó el cargo de contable de una colectividad campesina, siendo llamado a quintas dos o tres meses antes de la terminación de la guerra y destinado a Servicios Auxiliares a la base de Instrucción de la 49ª División sita en Moncada (Valencia), por alegar defectos de vista, sorprendiéndole en esa localidad la total terminación de la guerra.

Su hermano Juan Velasco Olmo, no pudo huir, siendo apresado en Málaga y posteriormente fusilado, el 2 de marzo de 1937 (Sumario 333/1937)

Cuando las autoridades locales estaban preparando la huida de Málaga, algunas personas entraron en la habitación donde se encontraba la caja de caudales de la Diputación y se llevaron todo el dinero que había en ella. 

Según un acta que se levantó el día 9 de febrero, “esta ha sido violentada con una palanqueta, y por un orificio abierto en su respaldo, han sido sustraídos cuanto dinero en aquella había, que según el empleado a cuyo cargo se encontraba la Caja de referencia, don José Gallardo Sevillano, excedía en setenta y cinco mil pesetas, más los depósitos en valores y efectivos que se custodiaban en dicha Caja”. (Causa General 1060 Exp.6. Folio 8)

Algunas declaraciones de testigos presenciales, afirman que Pedro Velasco Olmo fue uno de los autores materiales.

Las autoridades nacionales consideraron ese acto, como un hecho delictivo. Pedro Velasco se defendió diciendo: “Que por no creer era de su incumbencia y de su responsabilidad la custodia de los fondos de la caja que en la Diputación existían, no se preocupó exigentemente para nada de la misma, e ignora en consecuencia si fue robada o no, pues el indagado el siete de Febrero fue por la mañana como de costumbre a la Diputación, no notando nada anormal en la misma, y como no entró en la habitación en donde se encontraba la caja, no sabe si fue violentada o no, pues se retiró al medio día a la fonda en donde se hospedaba, marchándose sobre las ocho o nueve de la noche a pie en dirección a Almería; ignora quienes pudieron haber sido los autores del hecho de estos y por lo tanto afirma no haber sido el autor del robo, siendo completamente falso que el dinero lo entregase al Gobierno rojo residente en aquellas fechas en Valencia”.

EL FINAL DE LA GUERRA

A finales del mes de marzo de 1939, la Guerra Civil española estaba terminando. Todas las ciudades del bando gubernamental habían ido cayendo en estos últimos días. Entre las personas que huían, se corrió el rumor que en el puerto de Alicante, el bando franquista permitiría que todo aquél que lo quisiera pudiera exiliarse y abandonar el país. Esto motivó que entre 12.000 y 15.000 personas se concentrasen en el puerto de Alicante con la esperanza de poder abandonar España. El problema era que no se contaba con los barcos necesarios para este multitudinario exilio. Pedro Velasco, fue uno de los que intentó embarcar en Alicante.

Desde el 19 de marzo el viejo barco carbonero inglés Stanbrook, un buque que pertenecía a la naviera británica Stanhope con sede en Manchester, al mando del capitán Archibald Dickson, estaba amarrado en el puerto esperando para realizar una carga de tabaco, naranjas y azafrán. A pesar del riesgo, el capitán permitió embarcar a 2.638 pasajeros; de ellos, 2.240 eran hombres y 398 mujeres; 147 eran niños. 

El Stanbrook zarpó el 28 de marzo a las 11 de la noche. El capitán, en una carta que envió los días 2 y 3 de abril de 1939, al periódico londinense “The Sunday Dispatch” desde Orán (Argelia), cuenta la historia de su viaje a bordo del Stanbrook

El 28 de marzo, alrededor de mil refugiados llegaron al edificio de Aduanas en diversas formas de transporte y de todas las provincias de la España republicana, al mismo tiempo que las autoridades portuarias me solicitaban subir a bordo a estos refugiados y llevarlos a Orán, ya que se encontraban en una situación desesperada y se me dijo que sus pasaportes estaban en orden, y que podrían desembarcar en Argelia sin ninguna dificultad.

Entre los refugiados había un gran número mujeres, chicas jóvenes y niños de todas las edades; incluso criaturas en brazos. Debido al gran número de refugiados me encontraba en un dilema sobre mi propia postura ya que mis instrucciones eran que no debía tomar refugiados a menos de que estuviesen realmente necesitados. No obstante después de ver la condición en que se hallaban los refugiados decidí desde un punto de vista humanitario aceptarlos a bordo, ya que anticipaba que pronto desembarcarían en Orán.

Entre los refugiados había todo tipo de clases de gente, algunos aparentaban ser extremadamente pobres y parecían consumidos por el hambre y mal vestidos, vistiendo una variedad de atuendos que iban desde monos a viejas y desgastadas piezas de uniformes e incluso mantas y otros peculiares trozos de tela.

Había también algunas personas, mujeres y hombres, con una buena apariencia y que asumí eran mujeres y parientes de funcionarios. Algunos de los refugiados parecían llevar consigo todas sus posesiones terrenales cargadas en maletas; bolsas de todas las descripciones, algunas atadas en grandes pañuelos y unos pocos con maletas.

Al poco tiempo los refugiados comenzaron a subir a bordo de una manera ordenada y sus pasaportes eran inspeccionados por los Funcionarios de Aduanas. Eran las 9.00 p.m. y por lo tanto bastante oscuro.

Después de que, entre 800 y 900 refugiados hubiesen subido a bordo, por alguna razón u otra los guardias y funcionarios de Aduanas en el muelle, aparentemente perdieron el control de la pasarela, de tal manera que quedo atascada con una masa forcejeante de personas, que incluía a algunos de los guardias y funcionarios de Aduanas que en ese momento habían decidido unirse al tropel de refugiados, tirando sus armas y equipo para unirse a la estampida por subir a bordo.

Viendo esta súbita avalancha de gente estuve casi inclinado a dejar caer la pasarela y alejar mi nave del muelle, pero dándome cuenta de que si hacía esto por lo menos 100 personas o más caerían al agua decidí, desde un punto de vista humanitario, dejarlos subir a todos a bordo, ya que sabía que sería solo una cuestión de 20 horas llegar a Orán donde podrían desembarcar a tierra.

El número de refugiados embarcados hacía prácticamente imposible que nadie pudiese moverse en la cubierta del buque, ya que las escotillas de las bodegas se habían abierto preparadas para introducir el cargamento y consecuentemente los refugiados solo podía estar a su alrededor sobre la cubierta.

A pesar de mis llamamientos, no pude conseguir que los refugiados bajasen a las bodegas haciendo de esa manera más sitio, aunque más tarde unos pocos bajaron dejando un poco más de sitio, pero sus lugares eran ocupados inmediatamente por más gente que subía a bordo.

Eventualmente, sobre la 10.30 p.m. los últimos de los refugiados estaban a bordo, y yo ya hacía tiempo que había abandonado toda esperanza de subir cualquier cargamento a bordo. […]. Cuando todos los refugiados se hallaron a bordo, era prácticamente imposible dar una descripción adecuada de la escena que mi buque presentaba, y la semejanza más cercana que puedo dar es decir que parecía unos de esos vapores vacacionales del río Támesis en un día festivo, solo que muchas veces peor. Un barco de transporte militar cargado de tropas dejando Inglaterra no se puede comparar de modo alguno con mi barco. De hecho en toda mi experiencia en la mar, que abarca 33 años, nunca he vista nada así y espero no volver a verlo nunca más.

Aparentemente estas últimas prisas por subir a bordo del barco fueron causadas por un rumor de que el lugar iba a ser bombardeado en un gran ataque aéreo. De todas maneras conseguí mantener a los refugiados fuera del puente de mando, y di las órdenes para que se soltasen las amarras y que la pasarela fuese hecha firme al costado del barco ya que no se podía colocar dentro, y maniobré mi navío fuera del puerto comenzando el viaje a Orán. Cuando apenas habíamos salido del puerto el rumor del bombardeo probó ser verdad, y a los 10 minutos de abandonar el puerto se inició un terrorífico bombardeo de la ciudad y del puerto, y el flash de las explosiones se podía apreciar visiblemente y la conmoción de los proyectiles explotando se podía casi sentir.

Al llegar a Orán, veinte horas más tarde, las autoridades francesas negaron la autorización para el desembarco de los viajeros. Dos días después, gracias a las gestiones del capitán Dickson, las autoridades coloniales francesas dejaron desembarcar a las mujeres, los niños, heridos y enfermos. Ante las deplorables condiciones higiénicas, con el consiguiente riesgo de epidemias y demás, casi un mes después se permitía bajar al resto del pasaje.

El Stanbrook en Orán

Uno de los que sí pudo embarcar en el Stanbrook, fue Francisco Lozano Morgado, natural de Campillos (Málaga), nacido el 14/03/1913. De profesión agricultor, Miembro de la UGT, y afiliado a las Juventudes Socialistas de Campillos desde 1931, y a la Agrupación Socialista desde 1933, en las que desempeñó cargos directivos. Durante la guerra luchó en el frente, como comisario del 208 Batallón de la 52ª Brigada Mixta. Fue herido en batalla. Al llegar a Argelia en el Stanbrook, estuvo internado en el campo de concentración de Carnot en Argelia, hasta el 15 de mayo de 1940, que fue enviado a una residencia de refugiados en Fouka Marine en Argel, donde después de pasar unos meses regresó a Carnot formando parte del Grupo Socialista de dicho campo. Cuando fue liberado se estableció en Beni Saf, donde perteneció a las secciones de UGT y PSOE, y luego en Marsella. En 1978 regresó a España.

PEDRO VELASCO, DETENIDO EN EL PUERTO DE ALICANTE

No llegaron más barcos al puerto de Alicante para evacuar a los más de 15.000 refugiados que allí había quedado atrapados. Uno de ellos fue Pedro Velasco Olmo.

Al llegar las tropas nacionales, fueron detenidos y la mayoría conducidos por los soldados de la División Littorio, unidad militar italiana que reforzaba a las tropas franquistas, al campo de concentración de Los Almendros. A Pedro Velasco lo condujeron a la prisión del castillo de Santa Bárbara, que durante la guerra civil había servido para recluir a prisioneros afines al bando nacional, y ahora a los prisioneros afines a la izquierda. En el castillo de Santa Bárbara pudo haber hasta cuatro mil personas detenidas.

Juana María Palop, viuda de Juan Gallegos Cuellar, de alguna manera se enteró de la estancia de Pedro Velasco en el castillo de Santa Bárbara en Alicante, y escribió una carta al director de la prisión pidiendo su traslado a Campillos.


Director de la Prisión Castillo de Sta. Bárbara

Alicante

Muy Sr. Mío: Teniendo noticias que se encuentra en esa prisión Pedro Velasco Olmo, natural de esta, destacado marxista y alcalde que fue durante el dominio rojo en este pueblo, complicado en varios asesinatos, y enterado de todo cuanto ocurrió en esta, creo que si se pudiese conseguir su traslado a este pueblo, sería de un beneficio incalculable para bien quizás de personas [se lee mal esta parte de la carta].

Ruégole tenga la bondad de indicarme si sería posible su traslado a esta para, de acuerdo con sus instrucciones, hacer las diligencias oportunas.

Le saluda y queda de V. atentamente

Juana Mª Palop

Vda. De Gallegos.

Pedro Velasco fue trasladado a Málaga, quedando ingresado en la Primera Brigada de la Prisión Provincial de Málaga.

Rápidamente se le abrió la Causa nº 6113 en el Juzgado nº 29. El Juez Instructor, fue, como ya dije con anterioridad, el teniente de Infantería don Félix José Chervas Aytes. Dieron principio sus actuaciones el 5 de julio de 1939, en Campillos, interrogando a muchos testigos de lo ocurrido durante la alcaldía de Pedro Velasco durante la Segunda República y la Guerra civil. Nadie habló bien de él, salvo Federico Manzano Sancho, que a pesar de la muerte de su padre Miguel Manzano Jiménez en Málaga por las milicias de Campillos, dijo:

Que con respecto a la moralidad pública, es de todo punto intachable, relatando que al huir de Campillos por ser ocupada por las tropas Nacionales, se llevó del Ayuntamiento una cantidad de dinero, teniendo referencias que las repartió entre los refugiados vecinos de Campillos; añade igualmente que al huir de la capital de Málaga, substrajo los fondos de la Diputación de Málaga, y que según ha oído, la cantidad que se llevó la entregó íntegramente al Gobierno rojo. Que deja a salvo la responsabilidad que le cupiera por haber sido el dirigente político máximo durante la dominación marxista en Campillos, y que no supo, no pudo, o no quiso oponerse a los desmanes que se perpetraron.

Antes de seguir adelante, quiero hacer un comentario sobre el Juez instructor, el teniente de infantería don Félix José Chervas Aytes. 

Había nacido el 17 de febrero de 1915. Cuando inició la instrucción contra Pedro Velasco, solo tenía 24 años. También fue el Juez instructor en la Causa 6079 de 1939 contra Cristóbal Romero Olmo, y de la 6061 de 1939 contra Fernando Parejo Romero. Este último, con la llegada de democracia, tras la muerte de Franco, sería elegido alcalde de Campillos (1979 a 1983).

Félix José Chervas Aytes, se casó con una campillera, Catalina Campos Campos, hija de Pedro Campos Pérez y Dolores Campos Fontalva, y hermana de Pedro Campos Campos. El padre y el hijo, recordemos que fueron asesinados, junto a dieciocho personas más, el 15 de agosto de 1936, en el Puente de Hierro. Si no me equivoco, Chervas Aytes se retiró con la graduación de Comandante.

La instrucción sumarial finalizó el 30 de mayo de 1941, casi dos años más tarde.

Tras finalizar la instrucción, fue acusado del delito de Rebelión militar, con circunstancias agravantes de peligrosidad y grave transcendencia de los hechos.

El 25 de abril de 1942 fue juzgado en un Consejo de guerra en Málaga. El Fiscal Jurídico Militar pidió para él la Pena de Muerte.

El 18 de mayo de 1942, Fernando Velasco Olmo, teniente retirado de la Guardia civil, pide al Capitán General  de Granada, el indulto para su hermano Pedro.


No se le concede, y el 16 de julio de 1942, el Auditor de Granada da el visto bueno a la sentencia

Fue ejecutado por fusilamiento, el 22 de septiembre de 1942 por fuerzas de la Guardia civil rural en el Cementerio de San Rafael de Málaga.


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Fernando Velasco Olmo, el hermano mayor de Pedro, era Guardia civil. El 6 de abril de 1936 había sido ascendido a alférez, siendo destinado a Lebrija (Sevilla) en junio de ese año, como jefe de Línea. En el levantamiento militar de julio, se alineó con los militares sublevados.

En Lebrija, entre los días 19 y 21 de Julio, diversos grupos de trabajadores anarquistas armados con escopetas, recorrieron los campos y las casas, desarmando y recogiendo escopetas y pistolas.

El día 23 intentaron volar con dinamita, robada de una cantera cercana a la localidad, la vía férrea que une Cádiz con Sevilla.

A mediodía del 24 de julio una fuerza compuesta por doce miembros de la Guardia Civil y Carabineros, al mando del Jefe de Línea de la Guardia Civil, alférez Fernando Velasco Olmo, ocupa el ayuntamiento de Lebrija sin encontrar resistencia alguna.

Rápidamente, siguiendo las órdenes de Sevilla, el alférez Fernando Velasco Olmo nombra una Comisión Gestora Municipal afecta a la sublevación militar, que se encargará del gobierno del municipio,

Quedan prohibidos los grupos de ciudadanos en la vía pública. Orden a los patronos del acomodo del personal necesario para los trabajos del campo. Aconsejó a los obreros la vuelta al trabajo. Ordenó la entrega de armas.

Lebrija sería ocupada el día 27 de julio, tres días después, por la 5ª Bandera de la Legión, procedente de Sevilla y de Jerez de la Frontera, bajo el mando del Comandante Antonio Castejón Espinosa sin necesidad de pegar un solo tiro.


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