CAÑETE LA REAL, VERANO DEL 36
A igual que en otros pueblos de la comarca, en
Cañete la Real se constituyó un Comité popular al inicio de la Guerra civil. Sobre él y
sus actuaciones no hay mucha información, solo referencias vagas en algunos
documentos. De hecho, salvo Francisco Rueda Montilla que estuvo dedicado al tema laboral, no puedo aportar ningún otro nombre de persona que formara parte de dicho comité. Este hecho, me da que pensar que sus actuaciones fueron muy escasas,
limitándose más a las labores de intendencia, alimentación, refugiados, cosechas,
requisas, etc. No voy a entrar en más detalles sobre esas tareas del comité porque ya
las desarrollé cuando describí el funcionamiento del de
Campillos:
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/02/el-comite-del-frente-popular-de.html
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/02/el-comite-del-frente-popular-de_28.html
En esa línea, pienso que su implicación en la represión y
muerte de personas de derechas del pueblo fue escasa o nula, y que supo mantener,
durante más de un mes, el orden y el respeto a las vidas ajenas. De hecho,
salvo algún suceso ocurrido aisladamente, algunos de ellos realizados por
forasteros, hasta el 22 de agosto no se desató la violencia y la furia
criminal en Cañete, coincidiendo con la vuelta de los milicianos que fueron a
El Saucejo a atacar el cuartel de la Guardia civil, junto con otros milicianos
de la comarca,
Así mismo, pienso que no fue el comité de Cañete, el promotor de esos crímenes, sino las personas exaltadas de izquierda, principalmente socialistas, que se reunían en el bar de Antonio Mesa Orozco (a) el “Rubio Canono”, y donde se decidían la mayor parte de las muertes que se produjeron a partir de ese día.
Voy a seguir un orden cronológico en el
desarrollo de los sucesos, y omito todo el relato previo sobre el inicio de la
Guerra civil, porque ya lo describí en anteriores Crónicas, y se diferencia poco
de lo ocurrido en otros pueblos.
18 DE JULIO
Es detenido en su domicilio, en la calle Los Remedios nº 1, D. José Ruiz Prieto de 37 años de edad, por los individuos el “Chato Balceras”, José Jiménez Orozco, Juan Solís el del “Moro” y Antonio Cabaña el del “Cónsul”.
Lo condujeron al arresto municipal que se encontraba en el
Ayuntamiento, donde permaneció hasta el 7 de agosto, día en que fue llevado a
Málaga por unos individuos de la FAI. Era de profesión relojero.
21 DE JULIO
Ese día, en el centro del pueblo, José Ocaña
Lancha (a) el “Sopo”, mató a tiros de pistola a un individuo que venía
implorando la caridad pública, por el simple hecho de invocar el nombre de
Franco. De él no se conoce ni el nombre, y ni los apellidos. Se decía que era
vecino de Torre Alháquime (Cádiz)
22 DE JULIO
Expulsan a las doce monjas carmelitas de clausura, que estaban en el Convento del Santísimo Sacramento. Dicho lugar las milicias del pueblo lo convirtieron en granero.
23 DE JULIO
A las tres de la madrugada, es detenido en su
domicilio D. Cristóbal
Martín Triguero, por Antonio Gil Fernández (a) “Cazador Grande”, otro
apodado “Moro Grande” y otro apodado “Cónsul Chico”. Es sacado de forma
violenta, maltratado y asesinado en el sitio denominado el “Cerro” de Cañete.
Le cortaron sus partes en vivo y le dieron varias puñaladas, hasta morir.
A la mañana siguiente, el alcalde de Cañete, D. Antonio Mesa Rodríguez, desde el balcón del Ayuntamiento se dirigió al pueblo condenando el crimen, y le respondió de forma airada, Antonio Gil Fernández, uno de los asesinos, aludiendo a que era un fascista, lo que dio lugar a un incidente público.
Como fue
uno de los primeros asesinatos cometidos, y aún existía un cierto control de la autoridad en el
municipio, se le practicó la autopsia con presencia del juzgado de instrucción
del partido judicial. Fue enterrado en una bóveda del cementerio.
† D. Cristóbal
Martín Triguero. Natural de Cañete, de 26 años de edad. Hijo de José Martín Bocanegra y Ángela Triguero
García. De profesión
propietario; afiliado al partido Acción Popular. Casado con Pastora Cuevas
Martín, dejando a su muerte dos hijos: José Luis con tres años, y Luis
Cristóbal nacido un mes después de su asesinato. Vivía en la calle San Sebastián, nº 4. El padre, José
Martín Bocanegra, era el alcalde de Cañete, cuando llegó la Segunda República.
Ese mismo día, el gobernador civil de Málaga, D. José Antonio
Fernández Vega, dio la orden de que todos los puestos de la Guardia civil de la
provincia, debían abandonar los pueblos y concentrarse en la capital malagueña.
El gobernador no estaba muy seguro de la lealtad de los guardias civiles al
Gobierno del Frente Popular.
24 AL 25 DE JULIO
En la noche del 24 al 25 de julio, una multitud
asaltó el edificio de la parroquia de San Sebastián, sacaron las imágenes a la
calle, y después de destrozarlas bárbaramente, hicieron una gran hoguera en la
puerta de la Iglesia y las quemaron.
Desaparecieron para
siempre las imágenes de Ntro. P. Jesús, obra de Francisco Salzillo; la del
Resucitado, y la de la Virgen de la Gloria, talladas por Juan de Astorga en
1850; la de Ntra. Sra. de los Dolores y la de Ntra. Sra. de la Aurora,
atribuidas a Pedro Duque Cornejo; y la notable imagen de Ntra. Sra. de Caños
Santos, patrona de Cañete la Real, de gran veneración en toda la comarca. Esta imagen,
fue arrastrada por las calles antes de ser destruida.
El archivo parroquial,
que databa de 1660, fue totalmente arrasado. Lo mismo hicieron con los
retablos, de un valor inmenso, destrozándolos y quemándolos, así como los
ornamentos sagrados y vestuario.
El 15 de septiembre el jesuita Bernabé Copado, que acompañaba a las tropas del comandante Luis Redondo en la ocupación de Cañete, así describía en su libro “Con la columna Redondo”, el estado de la parroquia:
Quise ver detenidamente la iglesia parroquial, y el
espectáculo fue horrible y la impresión tristísima, Tiene el templo una cripta
en la parte central dedicada a enterramiento; habían destrozado las bóvedas, habían profanado las tumbas y se habían estado entreteniendo sacrílegamente en
lanzar de una parte para otra los cráneos y los huesos.
Esa misma noche, asaltaron el Convento del
Santísimo Sacramento de las monjas Carmelitas,
quemando los enseres e imágenes, y también las ermitas de N. P. Jesús, el
Calvario, la Soledad y los Remedios, y el convento de San Francisco, quemando
todas las imágenes y retablos.
También fue destruido el
obelisco de jaspe situado en la plaza de la Constitución, que sostenía la
imagen de piedra de la Patrona, Nuestra Señora de Caños Santos.
Con anterioridad a esa fecha, ya habían sido
destrozadas las iglesias y quemadas las imágenes religiosas de Ronda (19 de
julio), Ardales (20), Campillos, Peñarrubia y Sierra Yeguas (21) y Teba (22).
Por esas fechas, debió ser cuando el párroco de
Cañete, D. Cayetano Espinosa Morales, decidió marcharse a Málaga. En su ausencia, hizo sus funciones el capellán del convento de
las monjas Carmelitas, D. Alfredo Serra
García de la Lama.
Sobre los responsables de los saqueos e
incendios, Ana Briasco de la Haza y Carmen Bocanegra Cruces en sus
declaraciones para la Causa 4678 de 1939, señalan a las Juventudes Socialistas
Que José Mesa Cruces, Francisco Mesa Muñoz, Enrique Mesa Muñoz (16 años), Francisco Baca Gallego, Juan Baca Trujillo, Francisco Solís Domínguez y José Jiménez Fernández, todos ellos pertenecientes a las Juventudes Socialistas, habiendo actuado en los incendios en las Iglesias, saqueos y en persecución a las personas de derechas y de orden.
También José Pimentel Romero (a) “Zapaterichi”,
participó en el saqueo e incendio de la Iglesia. En su domicilio se encontró la
cama y el colchón del cura párroco don Cayetano Espinosa.
26 DE JULIO
La Guardia municipal y las milicias del Frente
Popular, detienen ese día a varias personas, entre ellas:
- Antonio
Jiménez Ruiz, de 30 años de edad, era practicante. Es detenido por el policía
municipal Antonio Ferrer Romero y por otras personas más, en la casa de su
madre en la calle Cardenal Spínola, nº 14. Estuvo detenido, en unión de otras siete
personas de derechas, hasta el 7 de agosto que fue llevado a Málaga.
- Antonio
Ramírez García, de 37 años de edad. Lo detuvo el jefe de la Guardia municipal José
Jiménez González (a) el “Belico”, ingresándolo en el arresto municipal. El 7 de
agosto se los llevaron milicianos de la FAI a Málaga.
27 Y 28 DE
JULIO
Esos días de julio, sesenta milicianos de Cañete, fueron en camiones a Setenil y Olvera, para apoyar a las milicias de esos pueblos.
Al producirse el levantamiento militar, Olvera se
mantuvo fiel al gobierno del Frente Popular. El sargento del puesto de la Guardia civil de Olvera, José Cortés Camacho, tomó la decisión de unirse
al levantamiento, declarar el estado de guerra en el pueblo, a la vez que requería al alcalde para que se sumara al mismo. Al negarse éste, a las cuatro de la
tarde del día 20, se presenta el sargento en el ayuntamiento y destituye a toda
la Corporación municipal, siendo detenidos y encarcelados el alcalde y los
concejales.
Los milicianos, que habían constituido un Comité de defensa, mantuvieron el control en los barrios obreros de Olvera. El día 22 de julio, trataron de asaltar el cuartel de la Guardia civil para neutralizar a los golpistas.
Hubo unos tiroteos entre ambos bandos, pero los milicianos no tuvieron éxito, ya que la guardia civil de Olvera, recibió el día 26 de julio el apoyo de las fuerzas del cuartel de Algodonales, que batieron a los milicianos que aún quedaban por el pueblo.
Ese mismo
día, las autoridades del Frente Popular de Olvera, al verse derrotadas por la guardia civil de
Algodonales, se pusieron en contacto con Ronda y Málaga para pedir ayuda.
En
Campillos se recibió una llamada telefónica diciendo, “que había peligro que desde Olvera atacaran a Ronda, como así pasó.
Así que a la mañana siguiente (27), salimos las milicias de Campillos en
camiones y dejamos a los Carabineros en el pueblo”.
Desde
Campillos, salieron varios camiones de milicianos que se dirigieron a Setenil,
para unirse en ese punto a la columna de Ronda que iba a atacar Olvera. A la
columna que salió de Campillos, se unieron también milicianos de otros pueblos
de la comarca. Al menos sabemos que fueron de Almargen y Cañete.
De Cañete, en unos camiones salió una expedición de sesenta milicianos en dirección a Olvera. Según declaración de José Pimentel Romero:
“…que en
unión de sesenta milicianos de esta, al pueblo de Olvera, al objeto de
apoderarse de este, que no estaba por completo de parte de la causa roja, donde
asesinaron este día a catorce o quince personas, las cuales sacaron de sus
respectivos domicilios y mataron a tiros; que él no mató a ninguno porque se
dedicaba a custodiar a los que efectuaban estos hechos”.
Entre los sesenta milicianos que fueron, he podido identificar, además de al propio José Pimentel, a Francisco Baca Trujillo, Francisco Serrano Baca, Francisco Solís Domínguez, Manuel Pérez Baca, Rafael Morón Romero y a Francisco Baca Gallego. De este último, se decía que en su establecimiento se reunían a beber algunos milicianos, y era donde comentaban e incluso proyectaban la realización de sus crímenes.
Esta
columna de milicias llegó a ocupar Olvera, pero fue por pocas horas, porque la
mañana del 28 de julio, llegó al pueblo una
columna mixta procedente de Villamartín, mandada por el capitán de Infantería
Mariano Gómez de Zamalloa, “… constituida por su Unidad (Regulares), 2ª Compañía del 1º Tabor,
una Sección de Ametralladoras del mismo y fuerzas de la Guardia Civil. Ocupa
Olvera a las doce horas después de sostener un fuerte y duro combate.
Los
milicianos malagueños se retiraron huyendo en dirección a Torre Alháquime y
Setenil, donde asaltaron el cuartel de la Guardia Civil.
Ese tarde
noche del día 28 de julio llegan los milicianos a Cañete, Almargen y Campillos
con la noticia de que había caído Olvera en poder de los nacionales.
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/03/la-presencia-de-las-milicias-de.html
7 DE AGOSTO
Milicianos de la FAI, se llevan presos a Málaga a Antonio Jiménez Ruiz, a Antonio Ramírez García, a Serafín Bocanegra Castaño
y a José Ruiz Prieto. Quizá se llevaran a alguna persona más, pero no lo tengo
documentado. Pienso que la decisión de llevárselos fue tomada por el
Ayuntamiento o por el Comité, para protegerlos de los incontrolados del pueblo. Al
poco de llegar a Málaga fueron liberados.
Declaración de Ana Briasco de la Haza y Carmen
Bocanegra Cruces
Referente
a Francisco Baca Gallego, se por referencia que era un destacado marxista desde
1934 y que durante el Movimiento estuvo actuando con todos los demás, y que el
día 7 de agosto, cuando se llevaron los presos a Málaga, entre ellos Serafín
Bocanegra, esposo de Carmen Bocanegra, estaba muy contento y dio una cena a las
Juventudes Socialistas por creer que los referidos presos iban a ser asesinados
ese mismo día.
Ese mismo 7 de agosto, detienen
y asesinan a Diego Durán y Fernández de Villavicencio, de 65 años, y a tres
de sus hijos Diego, José y Antonio Durán Peñalver de 35,
33 y 30 años de edad respectivamente. Solteros. Los cuatro habían nacido en
Teba, donde residían.
Diego Durán, era poseedor de grandes extensiones de tierra en el término municipal de Teba, y también era propietario del cortijo «San Rafael» en el término municipal de Cañete la Real, donde se encontraba ese día cuando fue detenido, junto a sus tres hijos.
Según
declaración de testigos: “Tres sujetos armados procedentes de Málaga se
llevaron detenidos al propietario y sus tres hijos, a quienes hicieron subir en
caballos. A unos cuatro kilómetros del cortijo, en una cañada conocida como «Azuzailla»,
los asesinaron”.
Los que los ejecutaron se decía que eran anarquistas
de Morón de la Frontera. Recordemos que Morón cayó en poder de
las tropas nacionales el 25 de julio, y muchos militantes de la CNT, que era la
organización predominante en ese pueblo, huyeron en dirección a Málaga. Es bien conocido y está
comprobada la presencia de milicianos de Morón en Campillos, como vimos en la
Crónica “EL COMITÉ DEL FRENTE POPULAR DE CAMPILLOS. TERCERA PARTE”
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/03/el-comite-del-frente-popular-de.html
Posiblemente estos
milicianos que asesinaron a los miembros de la familia Durán Villavicencio, fueran
los mismos que se llevaron detenidos posteriormente a Antonio Jiménez, a Antonio Jiménez Ruiz, a
Antonio Ramírez García, a Serafín Bocanegra Castaño y a José Ruiz Prieto.
12 DE AGOSTO
El 12 de agosto asesinan
a Manuel Hidalgo Vega, que era el colono del cortijo «El Chozón», del
término municipal de Cañete, de donde fue sacado y muerto cerca de la sierra de
Ortegícar. No existen más datos sobre como ocurrió la muerte y quienes fueron
los ejecutores.
Cuando a Cañete, llegaron noticias de que algo
había ocurrido en el cortijo, estas eran escasas y confusas. Pensaban que había
sido un obrero que había sido herido en un accidente. Salió de pueblo Manuel Pérez
Baca como sanitario, en unión de otros milicianos, con objeto de curarle, pero
al enterarse que se trataba de dicho colono, dijo “cuando lo han matado será que es un fascista”.
Sobre Manuel Hidalgo
Vega, sabemos que era hijo de Francisco Hidalgo Campos y Virtudes Vega Bonilla.
Tenía 37 años. De profesión labrador. Eran cuatro hermanos y dos hermanas.
Posiblemente fuera de Antequera como sus hermanos mayores.
20 Y 21 DE AGOSTO
Esos días, mandados por el gobernador civil de Málaga,
se produjo el ataque
al cuartel de la Guardia Civil de El Saucejo por milicianos de Campillos,
Almargen, Teba y Cañete. Sobre dicho ataque, ya me he referido en anteriores
Crónicas. Pongo el enlace de la que dediqué a dicho suceso.
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/el-ataque-por-parte-de-las-milicias-de.html
Solo me referiré a aquellos milicianos de
Cañete de los que tengo confirmación que fueron en la expedición
al El Saucejo:
- Francisco Baca Trujillo. Estando atacando el cuartel, con tres o cuatro milicianos regresó en un coche a Cañete para llevar una bomba, pues el declarante (Diego Romero) al verle tan caluroso y tan sofocado, le contestó que había venido a por una bomba a ver si podían tomar el cuartel. La bomba la arrojaron en el tejado de dicho edificio. Cuando regresó la tarde del 21, se paseaba por el pueblo con un correaje amarillo de la Guardia civil.
- Antonio García Angulo, participó con otros en la
voladura del puente del Peinado a fin de impedir que desde Osuna, llegasen
refuerzos a la Guardia civil de El Saucejo, lo que realizó mediante la
colocación de varios barrenos.
- José Pimentel Romero (a) “Zapaterichi”, “fue uno de los primeros que entró en el cuartel
de El Saucejo, apoderándose del caballo que montaba el Teniente, una pistola de
las reglamentarias de Guardia Civil que encontró en una de las habitaciones, una
cartera de camino también de Guardia Civil y una bandolera de oficial de
Guardia Civil, que cuando regresó a este su pueblo lo efectuó subido en el
expresado caballo, con la pistola en la mano, y siendo muy aplaudido por sus
canallas compañeros marxistas, y haciendo él gran alarde de su victoria”. (Causa
5517)
Además, también se sabe que fueron a El Saucejo: José Capitán Cruces,
Manuel Pérez Baca, Rafael Morón Romero, Francisco Asiego Serrano.
22 DE AGOSTO
A partir de los sucesos de El Saucejo, en Cañete
la Real las milicias del pueblo desataron una ola de violencia y de asesinatos.
No fue, como ocurrió en otros pueblos de la comarca, realizando sacas de personas de la cárcel que eran
llevadas a las afueras del pueblo para ser asesinadas.
En este caso, fueron grupos aislados de personas, que sin
una planificación, salieron a las calles del pueblo, para realizar asesinatos
indiscriminados sobre personas a las que sacaban de sus domicilios, en lo que
fue una auténtica cacería humana.
Declaración de José
Berlanga Blanco: El dicente iba a bajar al campo y al pasar por
las inmediaciones del cementerio, le fue llamada la atención por Manuel Pérez
Baca, el que iba armado de escopeta y le dijo: “¡Que te parece la cacería que hemos hecho esta noche! ¿Te gusta?”,
señalándole un grupo de personas asesinadas en la noche anterior.
Declaración de Ana Briasco de la Haza en la
Causa 4678 de 1939:
Francisco Mesa Muñoz y Enrique Mesa Muñoz, tenían un café en la calle José Antonio Primo de Rivera, al lado de donde vivía José Casimiro Domínguez, que era donde se reunían todos los elementos de izquierda. El padre, Antonio Mesa Orozco y los dos hijos, eran los que intervenían más o menos directamente en todos los desmanes
El padre, Antonio Mesa Orozco (a) “Rubio Canono”, fue el primer teniente de alcalde del primer ayuntamiento de la Segunda República en 1931. Al abandonar el municipio cuando entraron las tropas nacionales, en septiembre de 1936, era el Recaudador Municipal. La nueva corporación municipal, en la sesión del 26 de noviembre de 1936, acordó entablar un procedimiento judicial contra el anterior Recaudador, Antonio Mesa Orozco, por un desfalco de 9.585,45 pesetas.
Ese 22 de agosto, asesinan también a Antonio Fernández Racero de 71 años, jornalero, socialista. También
a Carmen Jiménez Serrano de 38 años.
Sobre estas dos personas, no puedo aportar más datos adicionales, ya que solo se conoce su nombre y la edad.
24 DE AGOSTO
Ese día asesinan a doce personas.
Declaración de Ana Briasco de la Haza: Concretando algunos hechos diré, que Antonio Mesa Orozco tenía en su casa el Centro de las Juventudes Socialistas, y en cuyo domicilio se daban las órdenes de persecución y muerte de personas, haciendo notar que el 24 de agosto, día en que se asesinaron a doce personas de derechas, reunió en su casa a los asesinos después de los asesinatos para darles una cena, y como sus hijos Francisco Mesa Muñoz y Enrique Mesa Muñoz, no solo intervenían en estos asesinatos sino que por su cuenta hacían otros, el padre de ellos dijo durante la comida “que bien trabajan mis hijos”.La familia “Rubio Canono” tenía un establecimiento de café y bebidas en la calle José Antonio Primo de Rivera nº 1, y era donde se reunían todos los elementos izquierdistas e indeseables de esta villa. El padre y sus hijos eran los que intervenían más o menos directamente en todos los desmanes cometidos en esta villa. El padre era figura destacada en la política de izquierda y donde se referían con frecuencia las hazañas realizadas.
1 Cándido Gómez del Rio. Sobre las cinco de la tarde del 24 de agosto, Cuando salía el
médico D. Cándido Gómez, del café de Moronta en la plaza del pueblo, Rafael Gil
Fernández (a) “Cazador chico”, sin mediar palabra disparó su pistola por
la espalda contra él, y aunque herido, siguió caminando hasta llegar donde se
encontraba Francisco Baca Trujillo (a) “El Tinaja”, que con un revolver
le dio un tiro en la cabeza, dejándolo muerto.
† Don Cándido Gómez del Río, había nacido el 10 de diciembre de
1863, en Benaoján (Málaga). Tenía 72 años. Estaba casado con doña Ángeles
Briasco de la Haza. Médico titular del pueblo durante cincuenta y un años.
Padre de Josefa Gómez Briasco, que también fue asesinada ese mismo día. Hombre
muy culto, pacífico, y de profunda religiosidad.
Declaración de Francisco Baca
Trujillo: Cuando salía por la tarde
del café de Moronta el médico don Cándido Gómez, le hizo varios disparos Rafael
Gil Fernández (a) el “Cazador chico”, y aunque herido siguió caminando hasta
llegar donde se encontraba el declarante, que con un revolver le dio un tiro en
la cabeza, dejándolo muerto. En el acto y cuando iba a la Clínica por la
camilla para recoger el cadáver, acompañado de Antonio Fernández “El Meón”,
sobre las siete de la tarde, salía de dicha Clínica el médico Corrales, al que
también dieron muerte allí mismo.
Declaración de Esteban
Ortega Martín: Estando en el establecimiento de Antonio
Jiménez Martín, sito en la plaza del Generalísimo, entró Francisco Baca
Trujillo (a) “El Tinaja”, acompañado del miliciano apodado “El Meón"
provistos de pistola, colgada de la cintura y vestían unas camisetas rojas, y
salieron con dirección al establecimiento contiguo denominado Café de Moronta
donde se encontraba en la puerta el médico don Cándido Gómez del Río y serian
sobre las diecisiete horas del día 24 de agosto, que momento después fue
asesinado en dicho lugar y se supone por rumor público muy acentuado que fueron
los citados milicianos los que le asesinaron, partiendo estos seguidamente con
dirección a la calle del Conde de las Infantas, agarrados uno al otro del
brazo; dicha calle da acceso a la plaza en que fue asesinado el citado don Cándido
Gómez del Rio, y momentos después sintió unos disparos en dicha calle y se
enteró que momentos después habían asesinado al médico don José Corrales
Martin, el cual lo vio pasar en una camilla ya cadáver en unión del otro médico
asesinado en la Plaza.
2 José
Corrales Martín, lo asesinaron en la calle Conde de las Infantas por disparos de
escopeta, cuando iba a prestar sus servicios de médico en la Clínica que en
dicha calle existía. Que lo asesinó Antonio Fernández apodado “El Meón”.
† José Corrales Martín, 50 años de edad, médico,
afiliado a Acción Popular, Casado con Margarita Martín Martín de la Hinojosa,
con cinco hijos Gonzala (20), Rafael (17), Diego (15), Andrés (13) y
Pepe (8)
Declaración de María Castaño
Rojas: Recuerda cuando asesinaron a los médicos ya anteriormente expuestos en
el presente expediente don Cándido Gómez y don José Corrales, vio la declarante
a Francisco Baca Trujillo en unión de otros varios milicianos, que llevaban en
una camilla el día 24 de agosto a los citados médicos que asesinaron, y que
suponen que fueran con dirección al cementerio a darles sepultura, y que cuando
regresó el encartado de llevarlos vio que en una fuente publica que existe en
esta villa a la salida del pueblo en la carretera de Serrato, se estuvo lavando
la sangre que traía en las manos.
3 Antonio Domínguez González. Lo detuvieron y asesinaron a tiros en la
puerta de su domicilio a las seis de la tarde, Francisco Mesa Muñoz (a) “Rubio
Canono grande” y otro apodado “El Luchana chico”. Su cadáver fue conducido al
cementerio.
Declaración de Agustín
Naranjo González: La
tarde del 24 de agosto, encontrándose en la puerta de su domicilio, vio llegar
a un grupo de milicianos entre los que se encontraba Francisco Mesa Muñoz (a)
el del “Rubio Canono”, llamando a la puerta de casa del vecino Antonio
Domínguez González (a) “Quilino”, entrando en la casa uno de los hermanos
Galán, el mayor, sacando a la calle al vecino antes dicho en compañía de una
hija de corta edad, entonces el Galán retiró a la pequeña del lado de su padre,
y otros marxistas que se encontraban formando un grupo enfrente de la casa y
entonces vio como uno apodado “El Luchana”, hacía fuego con una escopeta y que
una vez en el suelo, Francisco Mesa Muñoz le hizo varios disparos de pistola a
bocajarro, rematándolo.
Declaración de Isidro
Linero Berdún:
En la tarde del 24 de agosto, encontrándose en su domicilio, se enteró de que
habían asesinado a los dos médicos de esta localidad y al poco rato de salir a
la puerta, vio venir a un grupo de marxistas formado por los individuos
apodados “El Luchana”, “El sopo chico” y Francisco Mesa Muñoz, que se dedicaron
entre todos a golpear la puerta de Antonio Domínguez González (a) “Quilino”,
consiguiendo destrozarla, viendo como otro marxista, Galán, sacaba de su
domicilio al citado vecino en compañía de una hija suya de corta edad; que el
Galán apartó a la pequeña de su padre y que vio como el “Luchana” armado de una
escopeta de dos cañones y el del “Rubio Canono”, con un revolver apuntaban a “Quilino”,
en el momento de entrar a en su domicilio, para no presenciar lo que se figuraba
iba a ocurrir, oyó varios disparos de revólver y después uno de escopeta, La
tranquilidad y el cinismo de Francisco Mesa Muñoz lo demuestran, el que
habiendo tenido que ir al café que poseía el padre del mismo a comprar un poco
de vino, con objeto de que se reanimara una hija del dicente, vio al encartado
afeitando tranquilamente a un parroquiano, como si nada hubiera ocurrido.
Declaración de Carmen
Sánchez Ramírez: Vio
un grupo de marxistas que llamaban a la puerta del vecino Antonio González (a) “Quilino”,
y como este no quería abrir, vio como los citados individuos entraron en una
herrería, de donde sacaron un garrote de hierro con el que golpeaban la puerta,
hasta conseguir derribarla; … amenazaron a todo aquel que se asomara a la
puerta o ventana, refugiándose la dicente en casa de una vecina desde donde oía
perfectamente las lamentaciones del citado señor y el llanto de una muchacha, y
al poco tiempo oyó varios disparos.
Declaración de Juan José
Domínguez Navarrete: Que conocía
a Francisco Mesa Muñoz (a) el del “Rubio Canono", que fue el asesino de
Rafael Bocanegra Cuevas y Francisco Berlanga Carrasco. Que la tarde del 24 de
agosto, se presentaron el encartado en compañía de otro apodado "El
Luchana chico", ambos armados y preguntando por su primo, Antonio
Domínguez González (a) "Quilino", y al manifestarle que no se
encontraba allí, alguien en la calle, dijo que se encontraba en su domicilio,
muy cerca. Oyó perfectamente golpear la puerta y al poco rato oyó varios
disparos, enterándose que había sido asesinado en la puerta de su casa.
Declaración de Juan Mesa González: Encontrándose en su domicilio, vio
llegar a un grupo de marxistas, entre los que conoció a uno apodado el
"Sopo chico", otro el "Luchana chico", y Francisco Mesa
Muñoz; el “Sopo” golpeó repetidamente la puerta de Antonio Domínguez, hasta que
logró derribarla, sacando entonces a dicho señor, en compañía de una de sus
hijas de corta edad, a la que retiraron del lado de su padre, viendo como
Francisco Mesa Muñoz le hizo cuatro disparos de revólver y el “Luchana” un
disparo con la escopeta que le causaron la muerte en la puerta de su casa.
† D. Antonio Domínguez
González, Natural de Cañete, de 50 años, del campo, no estaba afiliado a
partido político, Hijo de Juan Domínguez Asiego y de Dolores González. De
estado viudo de Librada González Domínguez. Dejó dos hijas Dolores (7) y Caños Santos (5).
4 Antonio Pozo Naranjo, 20 años. Fue detenido en su domicilio por uno
apodado “Chico Romo”, por Rafael y su hermano Antonio Serrano Baca. Fue
asesinado a tiros, por los dos hermanos antes referidos, Rafael y Antonio, y
otro llamado Francisco Solís Domínguez (a) “Moro chico”. Enterrado en una fosa común en el cementerio de Cañete.
† D. Antonio
Pozo Naranjo, Natural de Cañete, de profesión panadero, afiliado a Acción
Católica, de 20 años de edad. Hijo de José Pozo Dorado y Caños Santo Naranjo
Pulido. Vivía en la calle Leonarda Bocanegra.
5 Rafael Bocanegra Briasco, 20 años, del partido Radical. Era auxiliar de la Secretaría del Ayuntamiento. Fue sacado de su casa a las 22 horas por Enrique Mesa Muñoz y cuatro más, entre los que estaban Gabriel Pulido Contero y otro conocido por “Roando”, siendo asesinado en la calle poco después. Era hijo de Rafael Bocanegra Cuevas, que sería asesinado cuatro días después.
Declaración de Francisco
Cruces: La noche del 24 de agosto, salió de su casa, después de cenar y al
llegar al café de la Plaza, propiedad del padre de Enrique Mesa, encontró a
Francisco Javier Pulido Contero (a) el “Niño Roando”, y el “Niño Cachorrita”,
los que le invitaron a que les acompañasen para detener a Rafael Bocanegra
Briasco, hijo del “Conejito”. Les acompañó hasta el domicilio de este y cuando
lo llevaban al Ayuntamiento, los dos se lo llevaron solo y lo asesinaron.
6 Miguel Pérez Almellones, 66 años, labrador, del partido Radical. Fue teniente de alcalde en el periodo Radical-Cedista (octubre 1934); fue detenido y asesinado por José Baca Haro (a) “El Guapo” y por José Capitán Cruces, entre otros más.
7 Josefa Gómez Briasco, de 41 años. El día 24 de agosto, tras asesinar a su
padre, don Cándido Gómez del Río, médico del pueblo, un grupo de milicianos
entró a su casa forzando la puerta. Ella se abrazó a su madre enferma, pero la
arrancaron de sus brazos, dejando a la madre tirada en el suelo.
A ella se la llevaron por la calle Leonarda Bocanegra abajo,
junto a su amiga Isabel Piqueras, en dirección al cementerio. Al pasar junto a
la verja de una ventana en calle Santa Ana, se aferró a ella; los milicianos le
arrancaron una mata grande de pelo, sin que lograran desasirla. Al
acercarse uno de ellos, en actitud soez, Josefa le asestó un puntapié en los
testículos, derribándolo al suelo. Los demás milicianos, enfurecidos, la
asesinaron a tiros en aquel lugar. Rafael Gil Fernández (a) el “Cazador chico”, intervino
directamente en la detención y asesinato.
† Josefa Gómez Briasco. Nació en Cañete la
Real, el 19 de enero de 1895. Soltera.
Dedicó su vida al cuidado de su madre, doña
Ángeles Briasco de la Haza, de 65 años, que estaba paralítica. Muy religiosa,
camarera de la Virgen de la Soledad de Cañete. Participaba activamente en la
parroquia
8 Isabel Piqueras Gómez, de 33 años, maestra nacional de Cañete. Tras
enterarse del asesinato de don Cándido Gómez, padre de su íntima amiga Josefa
Gómez, acude, junto con su madre, a casa de esta para consolarla. Estando en
ella, un grupo de milicianos, entre los que iba Rafael Gil Fernández (a) “Cazador
chico”, tras forzar la puerta, entraron en la casa y, junto a su
amiga se las llevaron detenidas en dirección al cementerio. Isabel fue testigo
del asesinato a tiros de su amiga Josefa.
Cuando llegaron al cementerio,
arrojaron al suelo el cadáver de aquélla, momento en que decidieron llevar a
Isabel a una cueva situada en los alrededores del campo santo, donde fue
brutalmente violada y torturada durante más de dos horas, que la llevaron a
rogarles que acabaran con su vida. Seguidamente fue conducida hasta el
cementerio donde fue asesinada. Los mismos asesinos hicieron una fosa donde
enterraron los cuerpos de las dos amigas.
Según la alcaldía que hubo a la entrada de las tropas nacionales: “Isabel
ha sido vilmente asesinada por las hordas marxistas de esta población la noche
del 24 de agosto de 1936 […] Sobre la conducta profesional social y particular
de la que fue Maestra Nacional de la Escuela Unitaria de niñas núm. 1 de esta
villa, Doña Isabel Piqueras Gómez, cúmpleme el deber de participarle que fue
tan buena en todos los sentidos y tan cumplidora de sus deberes profesionales y
religiosos que mereció por ellos el encono de las hordas marxistas, al extremo
de que la asesinaron alevosa y criminalmente el día 24 de agosto de 1936 en esta
localidad, razón por la que no puede decirse más que murió por Dios y por la
Patria dejando gratos y hondos recuerdos entre sus discípulas y entre este
vecindario honrado y amante de nuestra querida Patria”.
La
Guardia Civil del puesto del pueblo informó: “Informamos a la Superior
Autoridad con gran sentimiento, que la maestra Nacional que tenía destino en
esta localidad Doña Isabel Piqueras Gómez, Q. E. P. D., era de ideología de pura
derecha, asistiendo a todos los actos religiosos y durante período rojo en esta
localidad fue detenida, violada y asesinada vilmente por la canalla marxista,
habiendo perdido el magisterio una de las principales maestras, pues su
conducta profesional, social y particular era elevadísima, habiendo dejado en
esta población recuerdos muy dolorosos e imborrables”.
† Isabel Piqueras Gómez. Nació en Villa Manrique (Ciudad Real) en el año 1903, soltera. Era
Maestra Nacional en Cañete. Físicamente era una mujer muy atractiva, mujer
afable y de buen carácter. Además de maestra era catequista, muy religiosa,
participando activamente en la parroquia.
Vivía en la calle Iglesia Baja.
9 José Romero Mesa, de 63 años. Fue detenido en su domicilio, a
las doce de la noche, por Francisco Solís Domínguez (a) “Moro chico”, en
compañía de Angelito el de “la Maña”. Su hermana Dolores, para que no se lo
llevaran, le hizo entrega de una cartera, según ella, “con tal cantidad de billetes que no podía cerrarse”. Cuando pidió agua para beber, lo metieron
en un pilar de cabeza, y luego lo mataron a tiros. Fue enterrado
en una fosa, en unión de otras personas, en el cementerio.
† D. José Romero Mesa, natural de Cañete, de 63
años de edad. Hijo de Antonio Romero y Dolores Mesa González. No estando
afilado a partido político. Viudo de Dolores Martín Solís, no tuvieron hijos. Vivía
en la calle Santa Ana, nº 3.
10 Alfonso Ruiz Jiménez. Fue detenido el 18 de agosto por Juan Gil
Carrasco, y después de ponerlo en libertad el día 23, al día siguiente, el 24 es
asesinado en la puerta de su domicilio a tiros que le atravesaron el cráneo, por
Rafael Baca Contero, Juan Reyes Carrasco y Antonio Solís Baca.
† Alfonso
Ruiz Jiménez, natural de Cañete, de 23 años, soltero. Hijo de Manuel Ruiz Domínguez y de María
Antonia Jiménez Mesa. Era secretario del juzgado. Simpatizante de Renovación
Española. Vivía en la calle Santa Ana nº 20.
11 Francisco Ramírez García. Detenido y asesinado a tiros, el 24 de agosto, por
Francisco Solís Domínguez (a) “Moro Chico”, entre otros.
† D.
Francisco Ramírez García, natural de Olías (Málaga), de 58 años de edad. Hijo de Juan
Ramírez y Antonia García. No estaba afilado a partido político. Casado con
Concepción Martínez. No tenían hijos. Vivía en la calle Santa Ana, nº 5.
12 Alfredo Serra y García de la Lama, de 32 años, sacerdote.
Capellán del convento de las Carmelitas Descalzas.
El 24 de agosto, hacia las doce de la noche, cuando había
terminado de rezar el breviario, llamaron a la puerta principal de la casa en
la que se hospedaba, encontrándose allí también su madre que había venido a
pasar unos días con su hijo. La dueña se asomó y vio a una patrulla de unos 25
hombres aporreando la puerta, pero antes de abrir fue a avisarle para que
huyera por la puerta falsa que daba al campo.
Don Alfredo pudo salir y acercase a las casas próximas para
pedir auxilio, pero eran casas de los dirigentes marxistas y se lo negaron. Al
dar las doce se encontró rodeado y al verse entre sus enemigos dijo: “¡Me prendéis a la misma hora que al Señor!”, y sin más diálogo se entregó a ellos
diciendo: “Sea todo por Dios”. A
esto, por toda respuesta, un miliciano le atravesó con un machete,
bárbaramente. Y otro de los presentes, al verle sufrir, le disparó un tiro para
terminar con su vida. Después, éste contó que al atravesarle con el machete
suspiró diciendo: “¡Ay mi alma!”. Fue
enterrado en el cementerio de Cañete.
28 DE AGOSTO
Asesinan a Rafael
Bocanegra Cuevas de 51 años, corredor y fiscal municipal. Pertenecía al
partido Radical.
Declaración de Ana Briasco de la Haza y Carmen
Bocanegra Cruces
Ese
mismo día (24 de agosto), y dos horas más tarde de haber ido por mi hijo,
Rafael Bocanegra Briasco de 20 años, llegó a mi domicilio Enrique Mesa Muñoz
(16 años), llevándose a mi esposo Rafael Bocanegra Cuevas con objeto de
asesinarlo, pero como salió en compañía de sus dos hijas pequeñas, y al
encontrarse con otro cabecilla rojo, por no asesinarle delante de ellas, ordenó
que lo dejaran en libertad. Dos días más tarde lo detuvo en su domicilio un
Alguacil (Juan Baca Trujillo) para que le acompañara a la cárcel, siendo sacado
el día 27 de agosto a la una de la madrugada (ya día 28) y acompañándole en el
coche donde le metieron, Francisco Mesa Muñoz, siendo asesinado ese mismo día
en la carretera de Peñarrubia.
También asesinan a Francisco Berlanga Carrasco, de 62 años, labrador. El día 26 de
agosto, sobre las seis o siete de la tarde, fue detenido en el cortijo “Madre
de Dios”, donde se había escondido, por Francisco Asiego Serrano (a) el
“Boqui”, por “El Morón”, por José Almellones
Carrasco (a) “Esparpajo” y el hijo mayor de “Camadura”. Lo ingresaron en
el arresto municipal.
Declaración de Dolores Escalante Romero: Hallándome en el cortijo "Madre de Dios", se refugió Francisco Berlanga, que venía perseguido por cuatro individuos. Dijeron que lo buscaban para asesinarle. Recogí a los niños y con mi esposo nos encerramos en la cocina del cortijo.
El día 28, a la una de la madrugada, amarrado
por las muñecas con Rafael Bocanegra Cuevas, los sacaron del arresto que estaba
en el Ayuntamiento, metieron en un automóvil y los asesinaron a tiros en la "casilla
de Vallejo", entre Teba y Peñarrubia, donde quemaron los cadáveres con gasolina.
Juan (a) el del “Moro Grande”, el Rafael Gil (a) el “Cazador Chico” y Francisco
Mesa Muñoz (a) el del “Rubio Canono” intervinieron en la muerte.
† Francisco Berlanga
Carrasco.
Natural de Cañete, de 62 años, hijo de Antonio Berlanga Romero y de María
Carrasco Rosado, de profesión labrador, no estaba afiliado a partido político.
Casado con María Castaño Rojas, de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, Antonio
(32), Francisco (23) y Esperanza (17). Había sido concejal municipal en abril de 1931
y octubre 1934 (Depositario de los Fondos Municipales), desempeñando varias
veces el cargo de alcalde.
4 DE OCTUBRE
El día 14 de septiembre, después de haber conquistado el día anterior la población de Almargen, las tropas del comandante Luis Corrales, entran en Cañete la Real. Antes de que llegaran los nacionales al pueblo, se produjo la huida de muchas personas en dirección a Ardales, y después a Málaga.
Una vez en
la capital, y para ayudar a las personas que habían llegado de Cañete, se
constituyó un Comité de refugiados, que se encargó de encontrarles alojamiento,
alimentación, organizar las milicias propias, relacionarse con los demás
Comités y autoridades provinciales, etc.
Estos refugiados, en Málaga se encontraron a muchos paisanos, que o bien les
sorprendió la guerra en la capital, y hasta ahora habían pasado desapercibidos,
o bien habían sido enviados a Málaga, después de estar detenidos en Cañete.
Es el caso de Antonio Ramírez García, de 37 años. Había sido
detenido en su domicilio de Cañete el día 26 de julio, ingresándolo en el
arresto municipal. El 7 de agosto se lo llevaron unos milicianos de la FAI con otros
detenidos de derechas a Málaga, siendo puestos en libertad poco después.
Cuando llegaron los refugiados de Cañete a la
capital, al verlo por la calle, lo denunciaron como fascista, siendo asesinado
el 4 de octubre. Se sospecha que participaron en el asesinato: Dolores Muñoz, Caños
Santos Baca, Antonio Orozco Martin (a) “Marbella” y uno apodado el “Pajarito”
† Antonio
Ramírez García, de 37 años. Hijo de Juan Ramírez Becerra y María García
Padilla. De profesión agente comercial, afiliado a Acción Popular. Durante
el periodo de gobierno del partido Radical y la CEDA, desempeñó el cargo de
Juez Municipal de Cañete. Casado con María Jiménez Ortiz, dejando a su muerte cinco hijos:
Juan (9), José (8), Antonio (6), María (4 y medio) y Dolores con cuatro meses.
Vivía en la calle Santa Ana, nº 33.
Por esas fechas, debieron asesinar también a José Ruiz Prieto, de 37 años. Natural
de Almargen, de profesión relojero, No estaba afiliado a partido político. Hijo
de José y Matilde. Estaba amancebado con Marina Cuevas Ojeda. Había sido
detenido en Cañete el 18 de julio. El 7 de agosto se lo llevaron unos milicianos
de la FAI con otros detenidos de derechas a Málaga, los cuales lo pusieron en
libertad al poco de llegar. Al intentar volver a Cañete fue asesinado en Casarabonela.
No se sabe la fecha del asesinato.
13 DE OCTUBRE
D. Cayetano Espinosa Morales, cura párroco de
Cañete, en los primeros días de la guerra civil, se había
marchado a Málaga, para encamarse en el sanatorio de San José, que estaba
atendido por los hermanos de la Orden
Hospitalaria de San Juan de Dios. En aquella
época daban asistencia a unos 120 pacientes psíquicos.
El 17 de agosto, sobre
las siete de la tarde, cuando los hermanos de San Juan de Dios, estaban
empezando a distribuir la cena a los enfermos del sanatorio, se presentaron
seis camionetas con sesenta milicianos de la FAI, armados con fusiles y
pistolas. Entre insultos y golpes sacaron del sanatorio a siete de los religiosos,
e introducidos en los coches, con el pretexto de que se los llevaban a la
cárcel. Pero lo cierto es que los trasladaron a las tapias del cementerio de
San Rafael, donde fueron inmediatamente asesinados.
Alguien informó a los
milicianos que en el Sanatorio había quedado un octavo religioso. Se
presentaron en el mismo y lo apresaron; cerca de la misma finca lo fusilaron. El
superior, D. José María Gil, que también estaba en el sanatorio, salvó la vida
de milagro.
A
partir de esa fecha, se encargó de regir el sanatorio un comité revolucionario,
con personas del mismo sanatorio, que se hicieron cargo de la administración.
Dicho comité, entre otras cosas, obligaba a los enfermos a trabajar en la
huerta y a limpiar el establecimiento.
El 10 de septiembre, el
comité, sospechando de Cayetano Espinosa, que se encontraba en el mismo como
enfermo, lo entregó al Gobernador civil de Málaga, quien después de ocho días
de prisión lo puso en libertad. (Aparece entre
los detenidos del 10 de septiembre, en el listado de la Comisaría de
Investigación y Vigilancia de Málaga, en la Causa General de Málaga)
Una vez en libertad, al
ver que habían asesinado a los religiosos del sanatorio que cuidaban a los
enfermos, no volvió al mismo y se alojó en una pensión de Málaga, de donde fue
sacado el 13 de octubre por un grupo de milicianos de Cañete, siendo asesinado
en el pantano del Agujero.
Al entrar las tropas
nacionales en febrero de 1937, sus restos fueron recuperados y hoy descansan en
la cripta de la Catedral de Málaga.
El jesuita Bernabé
Copado, que iba acompañando a la columna del comandante Luis Redondo cuando
conquistó para los nacionales el 14 de septiembre el pueblo de Cañete, en su
libro “Con la columna Redondo. Combates y
conquistas, Crónica de Guerra”, cuenta
su visita a la casa parroquial:
Una casa pobre y humilde pero limpia: un patio de reducidas
dimensiones embaldosado con losetas de barro: flores y macetas en un rincón:
una anciana de facciones demacradas y rostro pálido en el que se distinguía el
sello inconfundible de los sufrimientos más hondos y desconsoladores: junto a
ella una buena vecina mujer del pueblo, y al otro lado la joven que defendió y
guardó como don preciadísimo al Señor.
La pobre anciana, con voz insinuante
al principio, con súplicas que iban empapadas en lágrimas y en sangre de un
corazón dolorido y atravesado, y con lamentos y gritos desgarradores después,
preguntaba por su hijo: era la madre del Párroco asesinado. Le habían dicho que
se lo habían llevado a Málaga: querían sostener aun la piadosa mentira y el caritativo
engaño. ¡Pobre anciana! Ya habrá descubierto la tristísima realidad: Málaga
está en poder nuestro y el piadoso hijo no ha vuelto a llenar con su presencia
aquella casita ni a consolar a aquel corazón lastimado, maltrecho y herido de
muerte: había ido a ocupar el sitio que le corresponde a los mártires.
†
D. Cayetano Espinosa Morales, había nacido en Teba en 1888. Tenía 48 años. Hijo de Cayetano
Espinosa Verdugo y Carmen Morales Guerrero. Estudió en el Seminario de Málaga y
en el de Sevilla. Era párroco de Cañete la Real. En su ausencia, hacía sus
funciones el capellán del convento de las monjas Carmelitas, D. Alfredo Serra García de la Lama.
Antonio Jiménez Ruiz y Serafín Bocanegra
Castaño, habían llegado a Málaga como prisioneros de las milicias de la FAI el
7 de agosto. Ingresados en prisión, fueron puestos en libertad a los pocos
días. Sabedores que Cañete ya estaba en poder de los militares, quisieron
pasarse a zona nacional y llegar a su pueblo. Lo intentaron hacer por Yunquera,
con tan mala suerte que fueron identificados por unos refugiados de Cañete que
allí se encontraban, los cuales los denunciaron como dos fascistas y los
mataron a tiros en el “Llano del Castillo”.
En otra documentación, la muerte la fijan el 30 de septiembre.
† Antonio Jiménez Ruiz,
de 30 años de edad, era practicante, afiliado a Acción Católica. Casado con
Lucía Rueda Casasola, de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, llamados
Francisco (5), Laura (tres y medio) y Antonio (dos y medio)
†
Serafín Bocanegra Castaño, de 39
años, propietario, afiliado a Acción Popular. (Granada) En el tiempo de la
Dictadura de Primo de Rivera, desempeñó el cargo de Juez Municipal. Casado con
Carmen Bocanegra Cruces.
12 DE NOVIEMBRE
Una patrulla de milicianos detiene en su
domicilio en la calle Carreterías nº 53 de Málaga, y asesinan en el cementerio
de San Rafael, a Rafael Briasco de la
Haza, de 59 años. Entre los milicianos estaba el que fue alcalde de Cañete
Antonio Mesa Rodríguez, Enrique Mesa Muñoz y Antonio
Fernández Pérez. Había sido alcalde
de Cañete en la década de los años veinte. Era cuñado de Rafael Bocanegra Cuevas, asesinado el día 28 de agosto
Autores materiales, Ana Gamero y su nuera
Concha, Miguel Simón, un guardia llamado Plaza Ortiz, un sanitario llamado
Oliver, Antonio Fernández Pérez, Enrique Mesa Muñoz.
24 DE DICIEMBRE
Detienen y asesinan a Juan Hurtado Corbacho, de 43 años. Le detuvo, entre otros, el
apodado “Moro grande”, en su finca “Cortijo del Parque”. Su cadáver fue
encontrado en la Sierra de Ortegícar, en el término de El Burgo. Según parece, los milicianos llegaron al cortijo, y se lo llevaron preso junto a su ganado.
† D. Juan Hurtado Corbacho, natural de Bobadilla, de 44 años de edad. Hijo de Francisco Hurtado Martín y Josefa Corbacho Doble. De profesión labrador, no estando afilado a partido político. Casado con Araceli Martínez Ramos, dejando seis hijos: Josefa (17), Francisco (15), Teresa (13), Antonio (11), Juan (7) y Elvira (5).
Es una pena que la historia la escriban siempre los vencedores. Leyendo esto, parece que los que defendían al gobierno legítimo eran unos asesinos desalmados y sus víctimas unos pobrecillos indefensos. Los adjetivos de canalla marxista y eso, son poco objetivos. A lo mejor, poniéndonos en el contexto histórico, resulta que los señoritos eran unos explotadores que humillaron a los obreros hasta niveles insospechados. Unos obreros que estaban esperanzados en un gobierno que les prometía tierra y libertad y resulta que unos militares golpistas acabaron con sus esperanzas. Un historiador debe ser objetivo. Cuando entró el carlista Redondo con sus integristas católicos y fusilaban a los cañeteros después de cada misa. ¿A quién matarían, si los asesinos habían huido del pueblo? Leyendo esto, parece que la iglesia no hubiera tenido nada que ver en la situación de explotación y pobreza de la clase jornalera. Parece que una figura de yeso era bastante más más importante que la vida de un obrero, espero que no siga siéndolo. Decir que los milicianos se juntaron para atacar el cuartel del Saucejo es faltar a la verdad. Los guardias del Saucejo se sublevaron contra el gobierno legítimo, los milicianos eran el arma de la República. Comprendo que la dictadura vendiera su golpe de estado como una cruzada, pero hoy, con lo que sabemos, pretender justificar una rebelión militar, que además asesinó bastante más personas inocentes que la "canalla marxista", no es de recibo. He contado de este relato 15 víctimas mortales asesinados hasta el 14 de septiembre, que fue cuando llegaron los carlistas a traer "paz", hay tantas declaraciones que en vez de 15 parecen 30. No justificaré ningún asesinato jamás, ni uno solo. Pero es que en Cañete fueron asesinados por los fascistas unas 60 personas en represalia por estas15 muertes. ¿Se imaginan las declaraciones cruzadas de las familias de 60 cañeteros? Harían falta varios blogs como este. Saludos.
ResponderEliminarManuel Toscano.
Gracias Manuel por su comentario, pero creo que no ha entendido el sentido de mi Crónica “CAÑETE LA REAL, VERANO DEL 36”. En primer lugar esta historia la he escrito yo, y no me considero vencedor de nada, ni de nadie, y menos de una guerra que ocurrió hace ochenta y ocho años. Cuando comenzó la guerra, mi madre tenía tres años, así que imagínese yo.
EliminarComo el título indica, estoy contando lo que ocurrió ese verano hasta la entrada de las tropas carlistas del comandante Redondo el 14 de septiembre de 1936, no lo que ocurrió después, que podría ser motivo de otra Crónica, que me gustaría escribir si tuviera la información suficiente sobre esos hechos, que desgraciadamente no los tengo.
No me voy a extender en este particular, pero si usted quiere conocer mi opinión sobre lo que fue la República y la Guerra civil, lea la Crónica que tengo publicada, hace más de un año, en este blog, “INTRODUCCIÓN A LA CRÓNICA SOBRE LA GUERRA CIVIL EN CAMPILLOS”, y en ella dejo claro que no me considero un historiador, porque es que no lo soy.
Lo de decir en su comentario que “LOS ADJETIVOS DE CANALLA MARXISTA Y ESO, SON POCO OBJETIVOS”, como si fuera de mi cosecha, demuestra que no ha entendido lo que en la Crónica sobre Cañete escribo. Quizás sea mi culpa. Esas palabras aparecen en dos ocasiones en la Crónica, y en ambas escritas entre comillas y en cursiva, y son transcripciones de declaraciones de testigos o de la guardia civil, cuya documentación poseo. No son palabras mías.
Y sobre lo ocurrido en El Saucejo, puede leer lo que escribo en “EL ATAQUE POR PARTE DE LAS MILICIAS DE CAMPILLOS A LA CASA CUARTEL DE EL SAUCEJO”
Nada más. Un saludo
Gracias amigo, no es mi intención molestarle. Lleva usted razón en que no hay datos de lo que ocurrió después, lógicamente no iban a dejar constancia de sus crímenes. Soy consciente de que el artículo se basa en testimonios de la época, pero comprenda que un lector poco informado tras leerlo detenidamente, pueda sacar conclusiones injustas al no tener información comparativa. En cuanto a sus otros artículos, créame que los leeré con interés cuando el tiempo me lo permita. Me reitero en agradecer su carácter divulgativo, tan necesario y siento gran curiosidad por sus fuentes puesto que llevo años estudiando el tema y encuentro en sus escritos nuevas informaciones que desconocía. Saludos.
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