CAÑETE LA REAL, VERANO DEL 36

 

A igual que en otros pueblos de la comarca, en Cañete la Real se constituyó un Comité popular al inicio de la Guerra civil. Sobre él y sus actuaciones no hay mucha información, solo referencias vagas en algunos documentos. De hecho, salvo Francisco Rueda Montilla que estuvo dedicado al tema laboral, no puedo aportar ningún otro nombre de persona que formara parte de dicho comité. Este hecho, me da que pensar que sus actuaciones fueron muy escasas, limitándose más a las labores de intendencia, alimentación, refugiados, cosechas, requisas, etc. No voy a entrar en más detalles sobre esas tareas del comité porque ya las desarrollé cuando describí el funcionamiento del de Campillos:

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/02/el-comite-del-frente-popular-de.html

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/02/el-comite-del-frente-popular-de_28.html

En esa línea, pienso que su implicación en la represión y muerte de personas de derechas del pueblo fue escasa o nula, y que supo mantener, durante más de un mes, el orden y el respeto a las vidas ajenas. De hecho, salvo algún suceso ocurrido aisladamente, algunos de ellos realizados por forasteros, hasta el 22 de agosto no se desató la violencia y la furia criminal en Cañete, coincidiendo con la vuelta de los milicianos que fueron a El Saucejo a atacar el cuartel de la Guardia civil, junto con otros milicianos de la comarca,

Así mismo, pienso que no fue el comité de Cañete, el promotor de esos crímenes, sino las personas exaltadas de izquierda, principalmente socialistas, que se reunían en el bar de Antonio Mesa Orozco (a) el “Rubio Canono”, y donde se decidían la mayor parte de las muertes que se produjeron a partir de ese día.

Voy a seguir un orden cronológico en el desarrollo de los sucesos, y omito todo el relato previo sobre el inicio de la Guerra civil, porque ya lo describí en anteriores Crónicas, y se diferencia poco de lo ocurrido en otros pueblos.

18 DE JULIO

Es detenido en su domicilio, en la calle Los Remedios nº 1, D. José Ruiz Prieto de 37 años de edad, por los individuos el “Chato Balceras”, José Jiménez Orozco, Juan Solís el del “Moro” y Antonio Cabaña el del “Cónsul”. 

Lo condujeron al arresto municipal que se encontraba en el Ayuntamiento, donde permaneció hasta el 7 de agosto, día en que fue llevado a Málaga por unos individuos de la FAI. Era de profesión relojero.

21 DE JULIO

Ese día, en el centro del pueblo, José Ocaña Lancha (a) el “Sopo”, mató a tiros de pistola a un individuo que venía implorando la caridad pública, por el simple hecho de invocar el nombre de Franco. De él no se conoce ni el nombre, y ni los apellidos. Se decía que era vecino de Torre Alháquime (Cádiz)

22 DE JULIO

Expulsan a las doce monjas carmelitas de clausura, que estaban en el Convento del Santísimo Sacramento. Dicho lugar las milicias del pueblo  lo convirtieron en granero.


23 DE JULIO

A las tres de la madrugada, es detenido en su domicilio D. Cristóbal Martín Triguero, por Antonio Gil Fernández (a) “Cazador Grande”, otro apodado “Moro Grande” y otro apodado “Cónsul Chico”. Es sacado de forma violenta, maltratado y asesinado en el sitio denominado el “Cerro” de Cañete. Le cortaron sus partes en vivo y le dieron varias puñaladas, hasta morir.

A la mañana siguiente, el alcalde de Cañete, D. Antonio Mesa Rodríguez, desde el balcón del Ayuntamiento se dirigió al pueblo condenando el crimen, y le respondió de forma airada, Antonio Gil Fernández, uno de los asesinos, aludiendo a que era un fascista, lo que dio lugar a un incidente público. 

Como fue uno de los primeros asesinatos cometidos, y aún existía un cierto control de la autoridad en el municipio, se le practicó la autopsia con presencia del juzgado de instrucción del partido judicial. Fue enterrado en una bóveda del cementerio.

D. Cristóbal Martín Triguero. Natural de Cañete, de 26 años de edad. Hijo de José Martín Bocanegra y Ángela Triguero García. De profesión propietario; afiliado al partido Acción Popular. Casado con Pastora Cuevas Martín, dejando a su muerte dos hijos: José Luis con tres años, y Luis Cristóbal nacido un mes después de su asesinato. Vivía en la calle San Sebastián, nº 4. El padre, José Martín Bocanegra, era el alcalde de Cañete, cuando llegó la Segunda República.

Ese mismo día, el gobernador civil de Málaga, D. José Antonio Fernández Vega, dio la orden de que todos los puestos de la Guardia civil de la provincia, debían abandonar los pueblos y concentrarse en la capital malagueña. El gobernador no estaba muy seguro de la lealtad de los guardias civiles al Gobierno del Frente Popular.

24 AL 25 DE JULIO

En la noche del 24 al 25 de julio, una multitud asaltó el edificio de la parroquia de San Sebastián, sacaron las imágenes a la calle, y después de destrozarlas bárbaramente, hicieron una gran hoguera en la puerta de la Iglesia y las quemaron.

Desaparecieron para siempre las imágenes de Ntro. P. Jesús, obra de Francisco Salzillo; la del Resucitado, y la de la Virgen de la Gloria, talladas por Juan de Astorga en 1850; la de Ntra. Sra. de los Dolores y la de Ntra. Sra. de la Aurora, atribuidas a Pedro Duque Cornejo; y la notable imagen de Ntra. Sra. de Caños Santos, patrona de Cañete la Real, de gran veneración en toda la comarca. Esta imagen, fue arrastrada por las calles antes de ser destruida.

El archivo parroquial, que databa de 1660, fue totalmente arrasado. Lo mismo hicieron con los retablos, de un valor inmenso, destrozándolos y quemándolos, así como los ornamentos sagrados y vestuario.


El 15 de septiembre el jesuita Bernabé Copado, que acompañaba a las tropas del comandante Luis Redondo en la ocupación de Cañete, así describía en su libro “Con la columna Redondo”, el estado de la parroquia:

Quise ver detenidamente la iglesia parroquial, y el espectáculo fue horrible y la impresión tristísima, Tiene el templo una cripta en la parte central dedicada a enterramiento; habían destrozado las bóvedas, habían profanado las tumbas y se habían estado entreteniendo sacrílegamente en lanzar de una parte para otra los cráneos y los huesos.

Esa misma noche, asaltaron el Convento del Santísimo Sacramento de las monjas Carmelitas, quemando los enseres e imágenes, y también las ermitas de N. P. Jesús, el Calvario, la Soledad y los Remedios, y el convento de San Francisco, quemando todas las imágenes y retablos.

También fue destruido el obelisco de jaspe situado en la plaza de la Constitución, que sostenía la imagen de piedra de la Patrona, Nuestra Señora de Caños Santos.

Con anterioridad a esa fecha, ya habían sido destrozadas las iglesias y quemadas las imágenes religiosas de Ronda (19 de julio), Ardales (20), Campillos, Peñarrubia y Sierra Yeguas (21) y Teba (22).

Por esas fechas, debió ser cuando el párroco de Cañete, D. Cayetano Espinosa Morales, decidió marcharse a Málaga. En su ausencia, hizo sus funciones el capellán del convento de las monjas Carmelitas, D. Alfredo Serra García de la Lama.

Sobre los responsables de los saqueos e incendios, Ana Briasco de la Haza y Carmen Bocanegra Cruces en sus declaraciones para la Causa 4678 de 1939, señalan a las Juventudes Socialistas

Que José Mesa Cruces, Francisco Mesa Muñoz, Enrique Mesa Muñoz (16 años), Francisco Baca Gallego, Juan Baca Trujillo, Francisco Solís Domínguez y José Jiménez Fernández, todos ellos pertenecientes a las Juventudes Socialistas, habiendo actuado en los incendios en las Iglesias, saqueos y en persecución a las personas de derechas y de orden.

También José Pimentel Romero (a) “Zapaterichi”, participó en el saqueo e incendio de la Iglesia. En su domicilio se encontró la cama y el colchón del cura párroco don Cayetano Espinosa.

26 DE JULIO

La Guardia municipal y las milicias del Frente Popular, detienen ese día a varias personas, entre ellas:

- Antonio Jiménez Ruiz, de 30 años de edad, era practicante. Es detenido por el policía municipal Antonio Ferrer Romero y por otras personas más, en la casa de su madre en la calle Cardenal Spínola, nº 14. Estuvo detenido, en unión de otras siete personas de derechas, hasta el 7 de agosto que fue llevado a Málaga.

- Antonio Ramírez García, de 37 años de edad. Lo detuvo el jefe de la Guardia municipal José Jiménez González (a) el “Belico”, ingresándolo en el arresto municipal. El 7 de agosto se los llevaron milicianos de la FAI a Málaga.

27 Y 28 DE JULIO

Esos días de julio, sesenta milicianos de Cañete, fueron en camiones a Setenil y Olvera, para apoyar a las milicias de esos pueblos. 

Al producirse el levantamiento militar, Olvera se mantuvo fiel al gobierno del Frente Popular. El sargento del puesto de la Guardia civil de Olvera, José Cortés Camacho, tomó la decisión de unirse al levantamiento, declarar el estado de guerra en el pueblo, a la vez que requería al alcalde para que se sumara al mismo. Al negarse éste, a las cuatro de la tarde del día 20, se presenta el sargento en el ayuntamiento y destituye a toda la Corporación municipal, siendo detenidos y encarcelados el alcalde y los concejales.

Los milicianos, que habían constituido un Comité de defensa, mantuvieron el control en los barrios obreros de Olvera. El día 22 de julio, trataron de asaltar el cuartel de la Guardia civil para neutralizar a los golpistas. 

Hubo unos tiroteos entre ambos bandos, pero los milicianos no tuvieron éxito, ya que la guardia civil de Olvera, recibió el día 26 de julio el apoyo de las fuerzas del cuartel de Algodonales, que batieron a los milicianos que aún quedaban por el pueblo.

Ese mismo día, las autoridades del Frente Popular de Olvera, al verse derrotadas por la guardia civil de Algodonales, se pusieron en contacto con Ronda y Málaga para pedir ayuda.

En Campillos se recibió una llamada telefónica diciendo, “que había peligro que desde Olvera atacaran a Ronda, como así pasó. Así que a la mañana siguiente (27), salimos las milicias de Campillos en camiones y dejamos a los Carabineros en el pueblo”.

Desde Campillos, salieron varios camiones de milicianos que se dirigieron a Setenil, para unirse en ese punto a la columna de Ronda que iba a atacar Olvera. A la columna que salió de Campillos, se unieron también milicianos de otros pueblos de la comarca. Al menos sabemos que fueron de Almargen y Cañete.

De Cañete, en unos camiones salió una expedición de sesenta milicianos en dirección a Olvera. Según declaración de José Pimentel Romero:

“…que en unión de sesenta milicianos de esta, al pueblo de Olvera, al objeto de apoderarse de este, que no estaba por completo de parte de la causa roja, donde asesinaron este día a catorce o quince personas, las cuales sacaron de sus respectivos domicilios y mataron a tiros; que él no mató a ninguno porque se dedicaba a custodiar a los que efectuaban estos hechos”.

Entre los sesenta milicianos que fueron, he podido identificar, además de al propio José Pimentel, a Francisco Baca Trujillo, Francisco Serrano Baca, Francisco Solís Domínguez, Manuel Pérez Baca, Rafael Morón Romero y a Francisco Baca Gallego. De este último, se decía que en su establecimiento se reunían a beber algunos milicianos, y era donde comentaban e incluso proyectaban la realización de sus crímenes.

Esta columna de milicias llegó a ocupar Olvera, pero fue por pocas horas, porque la mañana del 28 de julio, llegó al pueblo una columna mixta procedente de Villamartín, mandada por el capitán de Infantería Mariano Gómez de Zamalloa, “… constituida por su Unidad (Regulares), 2ª Compañía del 1º Tabor, una Sección de Ametralladoras del mismo y fuerzas de la Guardia Civil. Ocupa Olvera a las doce horas después de sostener un fuerte y duro combate.

Los milicianos malagueños se retiraron huyendo en dirección a Torre Alháquime y Setenil, donde asaltaron el cuartel de la Guardia Civil.

Ese tarde noche del día 28 de julio llegan los milicianos a Cañete, Almargen y Campillos con la noticia de que había caído Olvera en poder de los nacionales.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/03/la-presencia-de-las-milicias-de.html

7 DE AGOSTO

Milicianos de la FAI, se llevan presos a Málaga a Antonio Jiménez Ruiz, a Antonio Ramírez García, a Serafín Bocanegra Castaño y a José Ruiz Prieto. Quizá se llevaran a alguna persona más, pero no lo tengo documentado. Pienso que la decisión de llevárselos fue tomada por el Ayuntamiento o por el Comité, para protegerlos de los incontrolados del pueblo. Al poco de llegar a Málaga fueron liberados.

Declaración de Ana Briasco de la Haza y Carmen Bocanegra Cruces

Referente a Francisco Baca Gallego, se por referencia que era un destacado marxista desde 1934 y que durante el Movimiento estuvo actuando con todos los demás, y que el día 7 de agosto, cuando se llevaron los presos a Málaga, entre ellos Serafín Bocanegra, esposo de Carmen Bocanegra, estaba muy contento y dio una cena a las Juventudes Socialistas por creer que los referidos presos iban a ser asesinados ese mismo día.

Ese mismo 7 de agosto, detienen y asesinan a Diego Durán y Fernández de Villavicencio, de 65 años, y a tres de sus hijos Diego, José y Antonio Durán Peñalver de 35, 33 y 30 años de edad respectivamente. Solteros. Los cuatro habían nacido en Teba, donde residían.

Diego Durán, era poseedor de grandes extensiones de tierra en el término municipal de Teba, y también era propietario del cortijo «San Rafael» en el término municipal de Cañete la Real, donde se encontraba ese día cuando fue detenido, junto a sus tres hijos. 

Según declaración de testigos: “Tres sujetos armados procedentes de Málaga se llevaron detenidos al propietario y sus tres hijos, a quienes hicieron subir en caballos. A unos cuatro kilómetros del cortijo, en una cañada conocida como «Azuzailla», los asesinaron”.

Los que los ejecutaron se decía que eran anarquistas de Morón de la Frontera. Recordemos que Morón cayó en poder de las tropas nacionales el 25 de julio, y muchos militantes de la CNT, que era la organización predominante en ese pueblo, huyeron en dirección a Málaga. Es bien conocido y está comprobada la presencia de milicianos de Morón en Campillos, como vimos en la Crónica “EL COMITÉ DEL FRENTE POPULAR DE CAMPILLOS. TERCERA PARTE”

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/03/el-comite-del-frente-popular-de.html

Posiblemente estos milicianos que asesinaron a los miembros de la familia Durán Villavicencio, fueran los mismos que se llevaron detenidos posteriormente a Antonio Jiménez, a Antonio Jiménez Ruiz, a Antonio Ramírez García, a Serafín Bocanegra Castaño y a José Ruiz Prieto.

12 DE AGOSTO

El 12 de agosto asesinan a Manuel Hidalgo Vega, que era el colono del cortijo «El Chozón», del término municipal de Cañete, de donde fue sacado y muerto cerca de la sierra de Ortegícar. No existen más datos sobre como ocurrió la muerte y quienes fueron los ejecutores.

Cuando a Cañete, llegaron noticias de que algo había ocurrido en el cortijo, estas eran escasas y confusas. Pensaban que había sido un obrero que había sido herido en un accidente. Salió de pueblo Manuel Pérez Baca como sanitario, en unión de otros milicianos, con objeto de curarle, pero al enterarse que se trataba de dicho colono, dijo “cuando lo han matado será que es un fascista”.

Sobre Manuel Hidalgo Vega, sabemos que era hijo de Francisco Hidalgo Campos y Virtudes Vega Bonilla. Tenía 37 años. De profesión labrador. Eran cuatro hermanos y dos hermanas. Posiblemente fuera de Antequera como sus hermanos mayores.

20 Y 21 DE AGOSTO

Esos días, mandados por el gobernador civil de Málaga, se produjo el ataque al cuartel de la Guardia Civil de El Saucejo por milicianos de Campillos, Almargen, Teba y Cañete. Sobre dicho ataque, ya me he referido en anteriores Crónicas. Pongo el enlace de la que dediqué a dicho suceso.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/el-ataque-por-parte-de-las-milicias-de.html

Solo me referiré a aquellos milicianos de Cañete de los que tengo confirmación que fueron en la expedición al El Saucejo:

- Francisco Baca Trujillo. Estando atacando el cuartel, con tres o cuatro milicianos regresó en un coche a Cañete para llevar una bomba, pues el declarante (Diego Romero) al verle tan caluroso y tan sofocado, le contestó que había venido a por una bomba a ver si podían tomar el cuartel. La bomba la arrojaron en el tejado de dicho edificio. Cuando regresó la tarde del 21, se paseaba por el pueblo con un correaje amarillo de la Guardia civil. 

- Antonio García Angulo, participó con otros en la voladura del puente del Peinado a fin de impedir que desde Osuna, llegasen refuerzos a la Guardia civil de El Saucejo, lo que realizó mediante la colocación de varios barrenos.

- José Pimentel Romero (a) “Zapaterichi”, “fue uno de los primeros que entró en el cuartel de El Saucejo, apoderándose del caballo que montaba el Teniente, una pistola de las reglamentarias de Guardia Civil que encontró en una de las habitaciones, una cartera de camino también de Guardia Civil y una bandolera de oficial de Guardia Civil, que cuando regresó a este su pueblo lo efectuó subido en el expresado caballo, con la pistola en la mano, y siendo muy aplaudido por sus canallas compañeros marxistas, y haciendo él gran alarde de su victoria”. (Causa 5517)

Además, también se sabe que fueron a El Saucejo: José Capitán Cruces, Manuel Pérez Baca, Rafael Morón Romero, Francisco Asiego Serrano.

22 DE AGOSTO

A partir de los sucesos de El Saucejo, en Cañete la Real las milicias del pueblo desataron una ola de violencia y de asesinatos. No fue, como ocurrió en otros pueblos de la comarca, realizando sacas de personas de la cárcel que eran llevadas a las afueras del pueblo para ser asesinadas.

En este caso, fueron grupos aislados de personas, que sin una planificación, salieron a las calles del pueblo, para realizar asesinatos indiscriminados sobre personas a las que sacaban de sus domicilios, en lo que fue una auténtica cacería humana.

Declaración de José Berlanga Blanco: El dicente iba a bajar al campo y al pasar por las inmediaciones del cementerio, le fue llamada la atención por Manuel Pérez Baca, el que iba armado de escopeta y le dijo: “¡Que te parece la cacería que hemos hecho esta noche! ¿Te gusta?”, señalándole un grupo de personas asesinadas en la noche anterior.

Declaración de Ana Briasco de la Haza en la Causa 4678 de 1939:

Francisco Mesa Muñoz y Enrique Mesa Muñoz, tenían un café en la calle José Antonio Primo de Rivera, al lado de donde vivía José Casimiro Domínguez, que era donde se reunían todos los elementos de izquierda. El padre, Antonio Mesa Orozco y los dos hijos, eran los que intervenían más o menos directamente en todos los desmanes

El padre, Antonio Mesa Orozco (a) “Rubio Canono”, fue el primer teniente de alcalde del primer ayuntamiento de la Segunda República en 1931. Al abandonar el municipio cuando entraron las tropas nacionales, en septiembre de 1936, era el Recaudador Municipal. La nueva corporación municipal, en la sesión del 26 de noviembre de 1936, acordó entablar un procedimiento judicial contra el anterior Recaudador, Antonio Mesa Orozco, por un desfalco de 9.585,45 pesetas.

Ese 22 de agosto, asesinan también a Antonio Fernández Racero de 71 años, jornalero, socialista. También a Carmen Jiménez Serrano de 38 años. Sobre estas dos personas, no puedo aportar más datos adicionales, ya que solo se conoce su nombre y la edad.

24 DE AGOSTO

Ese día asesinan a doce personas. 

Declaración de Ana Briasco de la Haza: Concretando algunos hechos diré, que Antonio Mesa Orozco tenía en su casa el Centro de las Juventudes Socialistas, y en cuyo domicilio se daban las órdenes de persecución y muerte de personas, haciendo notar que el 24 de agosto, día en que se asesinaron a doce personas de derechas, reunió en su casa a los asesinos después de los asesinatos para darles una cena, y como sus hijos Francisco Mesa Muñoz y Enrique Mesa Muñoz, no solo intervenían en estos asesinatos sino que por su cuenta hacían otros, el padre de ellos dijo durante la comida “que bien trabajan mis hijos”.
La familia “Rubio Canono” tenía un establecimiento de café y bebidas en la calle José Antonio Primo de Rivera nº 1, y era donde se reunían todos los elementos izquierdistas e indeseables de esta villa. El padre y sus hijos eran los que intervenían más o menos directamente en todos los desmanes cometidos en esta villa. El padre era figura destacada en la política de izquierda y donde se referían con frecuencia las hazañas realizadas.

1 Cándido Gómez del Rio. Sobre las cinco de la tarde del 24 de agosto, Cuando salía el médico D. Cándido Gómez, del café de Moronta en la plaza del pueblo, Rafael Gil Fernández (a) “Cazador chico”, sin mediar palabra disparó su pistola por la espalda contra él, y aunque herido, siguió caminando hasta llegar donde se encontraba Francisco Baca Trujillo (a) “El Tinaja”, que con un revolver le dio un tiro en la cabeza, dejándolo muerto.


Don Cándido Gómez del Río, había nacido el 10 de diciembre de 1863, en Benaoján (Málaga). Tenía 72 años. Estaba casado con doña Ángeles Briasco de la Haza. Médico titular del pueblo durante cincuenta y un años. Padre de Josefa Gómez Briasco, que también fue asesinada ese mismo día. Hombre muy culto, pacífico, y de profunda religiosidad.

Declaración de Francisco Baca Trujillo: Cuando salía por la tarde del café de Moronta el médico don Cándido Gómez, le hizo varios disparos Rafael Gil Fernández (a) el “Cazador chico”, y aunque herido siguió caminando hasta llegar donde se encontraba el declarante, que con un revolver le dio un tiro en la cabeza, dejándolo muerto. En el acto y cuando iba a la Clínica por la camilla para recoger el cadáver, acompañado de Antonio Fernández “El Meón”, sobre las siete de la tarde, salía de dicha Clínica el médico Corrales, al que también dieron muerte allí mismo.

Declaración de Esteban Ortega Martín: Estando en el establecimiento de Antonio Jiménez Martín, sito en la plaza del Generalísimo, entró Francisco Baca Trujillo (a) “El Tinaja”, acompañado del miliciano apodado “El Meón" provistos de pistola, colgada de la cintura y vestían unas camisetas rojas, y salieron con dirección al establecimiento contiguo denominado Café de Moronta donde se encontraba en la puerta el médico don Cándido Gómez del Río y serian sobre las diecisiete horas del día 24 de agosto, que momento después fue asesinado en dicho lugar y se supone por rumor público muy acentuado que fueron los citados milicianos los que le asesinaron, partiendo estos seguidamente con dirección a la calle del Conde de las Infantas, agarrados uno al otro del brazo; dicha calle da acceso a la plaza en que fue asesinado el citado don Cándido Gómez del Rio, y momentos después sintió unos disparos en dicha calle y se enteró que momentos después habían asesinado al médico don José Corrales Martin, el cual lo vio pasar en una camilla ya cadáver en unión del otro médico asesinado en la Plaza.

2 José Corrales Martín, lo asesinaron en la calle Conde de las Infantas por disparos de escopeta, cuando iba a prestar sus servicios de médico en la Clínica que en dicha calle existía. Que lo asesinó Antonio Fernández apodado “El Meón”.

† José Corrales Martín, 50 años de edad, médico, afiliado a Acción Popular, Casado con Margarita Martín Martín de la Hinojosa, con cinco hijos Gonzala (20), Rafael (17), Diego (15), Andrés (13) y Pepe (8)

Declaración de María Castaño Rojas: Recuerda cuando asesinaron a los médicos ya anteriormente expuestos en el presente expediente don Cándido Gómez y don José Corrales, vio la declarante a Francisco Baca Trujillo en unión de otros varios milicianos, que llevaban en una camilla el día 24 de agosto a los citados médicos que asesinaron, y que suponen que fueran con dirección al cementerio a darles sepultura, y que cuando regresó el encartado de llevarlos vio que en una fuente publica que existe en esta villa a la salida del pueblo en la carretera de Serrato, se estuvo lavando la sangre que traía en las manos.

3 Antonio Domínguez González. Lo detuvieron y asesinaron a tiros en la puerta de su domicilio a las seis de la tarde, Francisco Mesa Muñoz (a) “Rubio Canono grande” y otro apodado “El Luchana chico”. Su cadáver fue conducido al cementerio.

Declaración de Agustín Naranjo González: La tarde del 24 de agosto, encontrándose en la puerta de su domicilio, vio llegar a un grupo de milicianos entre los que se encontraba Francisco Mesa Muñoz (a) el del “Rubio Canono”, llamando a la puerta de casa del vecino Antonio Domínguez González (a) “Quilino”, entrando en la casa uno de los hermanos Galán, el mayor, sacando a la calle al vecino antes dicho en compañía de una hija de corta edad, entonces el Galán retiró a la pequeña del lado de su padre, y otros marxistas que se encontraban formando un grupo enfrente de la casa y entonces vio como uno apodado “El Luchana”, hacía fuego con una escopeta y que una vez en el suelo, Francisco Mesa Muñoz le hizo varios disparos de pistola a bocajarro, rematándolo.

Declaración de Isidro Linero Berdún: En la tarde del 24 de agosto, encontrándose en su domicilio, se enteró de que habían asesinado a los dos médicos de esta localidad y al poco rato de salir a la puerta, vio venir a un grupo de marxistas formado por los individuos apodados “El Luchana”, “El sopo chico” y Francisco Mesa Muñoz, que se dedicaron entre todos a golpear la puerta de Antonio Domínguez González (a) “Quilino”, consiguiendo destrozarla, viendo como otro marxista, Galán, sacaba de su domicilio al citado vecino en compañía de una hija suya de corta edad; que el Galán apartó a la pequeña de su padre y que vio como el “Luchana” armado de una escopeta de dos cañones y el del “Rubio Canono”, con un revolver apuntaban a “Quilino”, en el momento de entrar a en su domicilio, para no presenciar lo que se figuraba iba a ocurrir, oyó varios disparos de revólver y después uno de escopeta, La tranquilidad y el cinismo de Francisco Mesa Muñoz lo demuestran, el que habiendo tenido que ir al café que poseía el padre del mismo a comprar un poco de vino, con objeto de que se reanimara una hija del dicente, vio al encartado afeitando tranquilamente a un parroquiano, como si nada hubiera ocurrido.

Declaración de Carmen Sánchez Ramírez: Vio un grupo de marxistas que llamaban a la puerta del vecino Antonio González (a) “Quilino”, y como este no quería abrir, vio como los citados individuos entraron en una herrería, de donde sacaron un garrote de hierro con el que golpeaban la puerta, hasta conseguir derribarla; … amenazaron a todo aquel que se asomara a la puerta o ventana, refugiándose la dicente en casa de una vecina desde donde oía perfectamente las lamentaciones del citado señor y el llanto de una muchacha, y al poco tiempo oyó varios disparos.

Declaración de Juan José Domínguez Navarrete: Que conocía a Francisco Mesa Muñoz (a) el del “Rubio Canono", que fue el asesino de Rafael Bocanegra Cuevas y Francisco Berlanga Carrasco. Que la tarde del 24 de agosto, se presentaron el encartado en compañía de otro apodado "El Luchana chico", ambos armados y preguntando por su primo, Antonio Domínguez González (a) "Quilino", y al manifestarle que no se encontraba allí, alguien en la calle, dijo que se encontraba en su domicilio, muy cerca. Oyó perfectamente golpear la puerta y al poco rato oyó varios disparos, enterándose que había sido asesinado en la puerta de su casa.

Declaración de Juan Mesa González: Encontrándose en su domicilio, vio llegar a un grupo de marxistas, entre los que conoció a uno apodado el "Sopo chico", otro el "Luchana chico", y Francisco Mesa Muñoz; el “Sopo” golpeó repetidamente la puerta de Antonio Domínguez, hasta que logró derribarla, sacando entonces a dicho señor, en compañía de una de sus hijas de corta edad, a la que retiraron del lado de su padre, viendo como Francisco Mesa Muñoz le hizo cuatro disparos de revólver y el “Luchana” un disparo con la escopeta que le causaron la muerte en la puerta de su casa.

† D. Antonio Domínguez González, Natural de Cañete, de 50 años, del campo, no estaba afiliado a partido político, Hijo de Juan Domínguez Asiego y de Dolores González. De estado viudo de Librada González Domínguez. Dejó dos hijas Dolores (7) y  Caños Santos (5).

4 Antonio Pozo Naranjo, 20 años. Fue detenido en su domicilio por uno apodado “Chico Romo”, por Rafael y su hermano Antonio Serrano Baca. Fue asesinado a tiros, por los dos hermanos antes referidos, Rafael y Antonio, y otro llamado Francisco Solís Domínguez (a) “Moro chico”. Enterrado en una fosa común en el cementerio de Cañete.

† D. Antonio Pozo Naranjo, Natural de Cañete, de profesión panadero, afiliado a Acción Católica, de 20 años de edad. Hijo de José Pozo Dorado y Caños Santo Naranjo Pulido. Vivía en la calle Leonarda Bocanegra.

5 Rafael Bocanegra Briasco, 20 años, del partido Radical. Era auxiliar de la Secretaría del Ayuntamiento. Fue sacado de su casa a las 22 horas por Enrique Mesa Muñoz y cuatro más, entre los que estaban Gabriel Pulido Contero y otro conocido por “Roando”, siendo asesinado en la calle poco después. Era hijo de Rafael Bocanegra Cuevas, que sería asesinado cuatro días después.

Declaración de Francisco Cruces: La noche del 24 de agosto, salió de su casa, después de cenar y al llegar al café de la Plaza, propiedad del padre de Enrique Mesa, encontró a Francisco Javier Pulido Contero (a) el “Niño Roando”, y el “Niño Cachorrita”, los que le invitaron a que les acompañasen para detener a Rafael Bocanegra Briasco, hijo del “Conejito”. Les acompañó hasta el domicilio de este y cuando lo llevaban al Ayuntamiento, los dos se lo llevaron solo y lo asesinaron.

6 Miguel Pérez Almellones, 66 años, labrador, del partido Radical. Fue teniente de alcalde en el periodo Radical-Cedista (octubre 1934); fue detenido y asesinado por José Baca Haro (a) “El Guapo” y por José Capitán Cruces, entre otros más.

7 Josefa Gómez Briasco, de 41 años. El día 24 de agosto, tras asesinar a su padre, don Cándido Gómez del Río, médico del pueblo, un grupo de milicianos entró a su casa forzando la puerta. Ella se abrazó a su madre enferma, pero la arrancaron de sus brazos, dejando a la madre tirada en el suelo.

A ella se la llevaron por la calle Leonarda Bocanegra abajo, junto a su amiga Isabel Piqueras, en dirección al cementerio. Al pasar junto a la verja de una ventana en calle Santa Ana, se aferró a ella; los milicianos le arrancaron una mata grande de pelo, sin que lograran desasirla. Al acercarse uno de ellos, en actitud soez, Josefa le asestó un puntapié en los testículos, derribándolo al suelo. Los demás milicianos, enfurecidos, la asesinaron a tiros en aquel lugar. Rafael Gil Fernández (a) el “Cazador chico”, intervino directamente en la detención y asesinato.


Josefa Gómez Briasco. Nació en Cañete la Real, el 19 de enero de 1895. Soltera. Dedicó su vida al cuidado de su madre, doña Ángeles Briasco de la Haza, de 65 años, que estaba paralítica. Muy religiosa, camarera de la Virgen de la Soledad de Cañete. Participaba activamente en la parroquia

8 Isabel Piqueras Gómez, de 33 años, maestra nacional de Cañete. Tras enterarse del asesinato de don Cándido Gómez, padre de su íntima amiga Josefa Gómez, acude, junto con su madre, a casa de esta para consolarla. Estando en ella, un grupo de milicianos, entre los que iba Rafael Gil Fernández (a) “Cazador chico”, tras forzar la puerta, entraron en la casa y, junto a su amiga se las llevaron detenidas en dirección al cementerio. Isabel fue testigo del asesinato a tiros de su amiga Josefa.

Cuando llegaron al cementerio, arrojaron al suelo el cadáver de aquélla, momento en que decidieron llevar a Isabel a una cueva situada en los alrededores del campo santo, donde fue brutalmente violada y torturada durante más de dos horas, que la llevaron a rogarles que acabaran con su vida. Seguidamente fue conducida hasta el cementerio donde fue asesinada. Los mismos asesinos hicieron una fosa donde enterraron los cuerpos de las dos amigas.

Según la alcaldía que hubo a la entrada de las tropas nacionales: “Isabel ha sido vilmente asesinada por las hordas marxistas de esta población la noche del 24 de agosto de 1936 […] Sobre la conducta profesional social y particular de la que fue Maestra Nacional de la Escuela Unitaria de niñas núm. 1 de esta villa, Doña Isabel Piqueras Gómez, cúmpleme el deber de participarle que fue tan buena en todos los sentidos y tan cumplidora de sus deberes profesionales y religiosos que mereció por ellos el encono de las hordas marxistas, al extremo de que la asesinaron alevosa y criminalmente el día 24 de agosto de 1936 en esta localidad, razón por la que no puede decirse más que murió por Dios y por la Patria dejando gratos y hondos recuerdos entre sus discípulas y entre este vecindario honrado y amante de nuestra querida Patria”.

La Guardia Civil del puesto del pueblo informó: “Informamos a la Superior Autoridad con gran sentimiento, que la maestra Nacional que tenía destino en esta localidad Doña Isabel Piqueras Gómez, Q. E. P. D., era de ideología de pura derecha, asistiendo a todos los actos religiosos y durante período rojo en esta localidad fue detenida, violada y asesinada vilmente por la canalla marxista, habiendo perdido el magisterio una de las principales maestras, pues su conducta profesional, social y particular era elevadísima, habiendo dejado en esta población recuerdos muy dolorosos e imborrables”.


Isabel Piqueras Gómez. Nació en Villa Manrique (Ciudad Real) en el año 1903, soltera. Era Maestra Nacional en Cañete. Físicamente era una mujer muy atractiva, mujer afable y de buen carácter. Además de maestra era catequista, muy religiosa, participando activamente en la parroquia. Vivía en la calle Iglesia Baja.

9 José Romero Mesa, de 63 años. Fue detenido en su domicilio, a las doce de la noche, por Francisco Solís Domínguez (a) “Moro chico”, en compañía de Angelito el de “la Maña”. Su hermana Dolores, para que no se lo llevaran, le hizo entrega de una cartera, según ella, “con tal cantidad de billetes que no podía cerrarse”. Cuando pidió agua para beber, lo metieron en un pilar de cabeza, y luego lo mataron a tiros. Fue enterrado en una fosa, en unión de otras personas, en el cementerio.

† D. José Romero Mesa, natural de Cañete, de 63 años de edad. Hijo de Antonio Romero y Dolores Mesa González. No estando afilado a partido político. Viudo de Dolores Martín Solís, no tuvieron hijos. Vivía en la calle Santa Ana, nº 3.

10 Alfonso Ruiz Jiménez. Fue detenido el 18 de agosto por Juan Gil Carrasco, y después de ponerlo en libertad el día 23, al día siguiente, el 24 es asesinado en la puerta de su domicilio a tiros que le atravesaron el cráneo, por Rafael Baca Contero, Juan Reyes Carrasco y Antonio Solís Baca.

† Alfonso Ruiz Jiménez, natural de Cañete, de 23 años, soltero. Hijo de Manuel Ruiz Domínguez y de María Antonia Jiménez Mesa. Era secretario del juzgado. Simpatizante de Renovación Española. Vivía en la calle Santa Ana nº 20.

11 Francisco Ramírez García. Detenido y asesinado a tiros, el 24 de agosto, por Francisco Solís Domínguez (a) “Moro Chico”, entre otros.

† D. Francisco Ramírez García, natural de Olías (Málaga), de 58 años de edad. Hijo de Juan Ramírez y Antonia García. No estaba afilado a partido político. Casado con Concepción Martínez. No tenían hijos. Vivía en la calle Santa Ana, nº 5.

12 Alfredo Serra y García de la Lama, de 32 años, sacerdote. Capellán del convento de las Carmelitas Descalzas.

El 24 de agosto, hacia las doce de la noche, cuando había terminado de rezar el breviario, llamaron a la puerta principal de la casa en la que se hospedaba, encontrándose allí también su madre que había venido a pasar unos días con su hijo. La dueña se asomó y vio a una patrulla de unos 25 hombres aporreando la puerta, pero antes de abrir fue a avisarle para que huyera por la puerta falsa que daba al campo.

Don Alfredo pudo salir y acercase a las casas próximas para pedir auxilio, pero eran casas de los dirigentes marxistas y se lo negaron. Al dar las doce se encontró rodeado y al verse entre sus enemigos dijo: “¡Me prendéis a la misma hora que al Señor!”, y sin más diálogo se entregó a ellos diciendo: “Sea todo por Dios”. A esto, por toda respuesta, un miliciano le atravesó con un machete, bárbaramente. Y otro de los presentes, al verle sufrir, le disparó un tiro para terminar con su vida. Después, éste contó que al atravesarle con el machete suspiró diciendo: “¡Ay mi alma!”. Fue enterrado en el cementerio de Cañete.

28 DE AGOSTO

Asesinan a Rafael Bocanegra Cuevas de 51 años, corredor y fiscal municipal. Pertenecía al partido Radical.

Declaración de Ana Briasco de la Haza y Carmen Bocanegra Cruces

Ese mismo día (24 de agosto), y dos horas más tarde de haber ido por mi hijo, Rafael Bocanegra Briasco de 20 años, llegó a mi domicilio Enrique Mesa Muñoz (16 años), llevándose a mi esposo Rafael Bocanegra Cuevas con objeto de asesinarlo, pero como salió en compañía de sus dos hijas pequeñas, y al encontrarse con otro cabecilla rojo, por no asesinarle delante de ellas, ordenó que lo dejaran en libertad. Dos días más tarde lo detuvo en su domicilio un Alguacil (Juan Baca Trujillo) para que le acompañara a la cárcel, siendo sacado el día 27 de agosto a la una de la madrugada (ya día 28) y acompañándole en el coche donde le metieron, Francisco Mesa Muñoz, siendo asesinado ese mismo día en la carretera de Peñarrubia.

También asesinan a Francisco Berlanga Carrasco, de 62 años, labrador. El día 26 de agosto, sobre las seis o siete de la tarde, fue detenido en el cortijo “Madre de Dios”, donde se había escondido, por Francisco Asiego Serrano (a) el “Boqui”, por “El Morón”, por José Almellones Carrasco (a) “Esparpajo” y el hijo mayor de “Camadura”. Lo ingresaron en el arresto municipal.

Declaración de Dolores Escalante Romero: Hallándome en el cortijo "Madre de Dios", se refugió Francisco Berlanga, que venía perseguido por cuatro individuos. Dijeron que lo buscaban para asesinarle. Recogí a los niños y con mi esposo nos encerramos en la cocina del cortijo.

El día 28, a la una de la madrugada, amarrado por las muñecas con Rafael Bocanegra Cuevas, los sacaron del arresto que estaba en el Ayuntamiento, metieron en un automóvil y los asesinaron a tiros en la "casilla de Vallejo", entre Teba y Peñarrubia, donde quemaron los cadáveres con gasolina. Juan (a) el del “Moro Grande”, el Rafael Gil (a) el “Cazador Chico” y Francisco Mesa Muñoz (a) el del “Rubio Canono” intervinieron en la muerte.

† Francisco Berlanga Carrasco. Natural de Cañete, de 62 años, hijo de Antonio Berlanga Romero y de María Carrasco Rosado, de profesión labrador, no estaba afiliado a partido político. Casado con María Castaño Rojas, de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, Antonio (32), Francisco (23) y Esperanza (17). Había sido concejal municipal en abril de 1931 y octubre 1934 (Depositario de los Fondos Municipales), desempeñando varias veces el cargo de alcalde.

4 DE OCTUBRE

El día 14 de septiembre, después de haber conquistado el día anterior la población de Almargen, las tropas del comandante Luis Corrales, entran en Cañete la Real. Antes de que llegaran los nacionales al pueblo, se produjo la huida de muchas personas en dirección a Ardales, y después a Málaga. 

Una vez en la capital, y para ayudar a las personas que habían llegado de Cañete, se constituyó un Comité de refugiados, que se encargó de encontrarles alojamiento, alimentación, organizar las milicias propias, relacionarse con los demás Comités y autoridades provinciales, etc.

Estos refugiados, en Málaga se encontraron a muchos paisanos, que o bien les sorprendió la guerra en la capital, y hasta ahora habían pasado desapercibidos, o bien habían sido enviados a Málaga, después de estar detenidos en Cañete.

Es el caso de Antonio Ramírez García, de 37 años. Había sido detenido en su domicilio de Cañete el día 26 de julio, ingresándolo en el arresto municipal. El 7 de agosto se lo llevaron unos milicianos de la FAI con otros detenidos de derechas a Málaga, siendo puestos en libertad poco después.

Cuando llegaron los refugiados de Cañete a la capital, al verlo por la calle, lo denunciaron como fascista, siendo asesinado el 4 de octubre. Se sospecha que participaron en el asesinato: Dolores Muñoz, Caños Santos Baca, Antonio Orozco Martin (a) “Marbella” y uno apodado el “Pajarito”

Antonio Ramírez García, de 37 años. Hijo de Juan Ramírez Becerra y María García Padilla. De profesión agente comercial, afiliado a Acción Popular. Durante el periodo de gobierno del partido Radical y la CEDA, desempeñó el cargo de Juez Municipal de Cañete. Casado con María Jiménez Ortiz, dejando a su muerte cinco hijos: Juan (9), José (8), Antonio (6), María (4 y medio) y Dolores con cuatro meses. Vivía en la calle Santa Ana, nº 33.

Por esas fechas, debieron asesinar también a José Ruiz Prieto, de 37 años. Natural de Almargen, de profesión relojero, No estaba afiliado a partido político. Hijo de José y Matilde. Estaba amancebado con Marina Cuevas Ojeda. Había sido detenido en Cañete el 18 de julio. El 7 de agosto se lo llevaron unos milicianos de la FAI con otros detenidos de derechas a Málaga, los cuales lo pusieron en libertad al poco de llegar. Al intentar volver a Cañete fue asesinado en Casarabonela. No se sabe la fecha del asesinato.

13 DE OCTUBRE

D. Cayetano Espinosa Morales, cura párroco de Cañete, en los primeros días de la guerra civil, se había marchado a Málaga, para encamarse en el sanatorio de San José, que estaba atendido por los hermanos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. En aquella época daban asistencia a unos 120 pacientes psíquicos.

El 17 de agosto, sobre las siete de la tarde, cuando los hermanos de San Juan de Dios, estaban empezando a distribuir la cena a los enfermos del sanatorio, se presentaron seis camionetas con sesenta milicianos de la FAI, armados con fusiles y pistolas. Entre insultos y golpes sacaron del sanatorio a siete de los religiosos, e introducidos en los coches, con el pretexto de que se los llevaban a la cárcel. Pero lo cierto es que los trasladaron a las tapias del cementerio de San Rafael, donde fueron inmediatamente asesinados.

Alguien informó a los milicianos que en el Sanatorio había quedado un octavo religioso. Se presentaron en el mismo y lo apresaron; cerca de la misma finca lo fusilaron. El superior, D. José María Gil, que también estaba en el sanatorio, salvó la vida de milagro.

A partir de esa fecha, se encargó de regir el sanatorio un comité revolucionario, con personas del mismo sanatorio, que se hicieron cargo de la administración. Dicho comité, entre otras cosas, obligaba a los enfermos a trabajar en la huerta y a limpiar el establecimiento.

El 10 de septiembre, el comité, sospechando de Cayetano Espinosa, que se encontraba en el mismo como enfermo, lo entregó al Gobernador civil de Málaga, quien después de ocho días de prisión lo puso en libertad. (Aparece entre los detenidos del 10 de septiembre, en el listado de la Comisaría de Investigación y Vigilancia de Málaga, en la Causa General de Málaga)

Una vez en libertad, al ver que habían asesinado a los religiosos del sanatorio que cuidaban a los enfermos, no volvió al mismo y se alojó en una pensión de Málaga, de donde fue sacado el 13 de octubre por un grupo de milicianos de Cañete, siendo asesinado en el pantano del Agujero.

Al entrar las tropas nacionales en febrero de 1937, sus restos fueron recuperados y hoy descansan en la cripta de la Catedral de Málaga.

El jesuita Bernabé Copado, que iba acompañando a la columna del comandante Luis Redondo cuando conquistó para los nacionales el 14 de septiembre el pueblo de Cañete, en su libro “Con la columna Redondo. Combates y conquistas, Crónica de Guerra”, cuenta su visita a la casa parroquial:

Una casa pobre y humilde pero limpia: un patio de reducidas dimensiones embaldosado con losetas de barro: flores y macetas en un rincón: una anciana de facciones demacradas y rostro pálido en el que se distinguía el sello inconfundible de los sufrimientos más hondos y desconsoladores: junto a ella una buena vecina mujer del pueblo, y al otro lado la joven que defendió y guardó como don preciadísimo al Señor.

La pobre anciana, con voz insinuante al principio, con súplicas que iban empapadas en lágrimas y en sangre de un corazón dolorido y atravesado, y con lamentos y gritos desgarradores después, preguntaba por su hijo: era la madre del Párroco asesinado. Le habían dicho que se lo habían llevado a Málaga: querían sostener aun la piadosa mentira y el caritativo engaño. ¡Pobre anciana! Ya habrá descubierto la tristísima realidad: Málaga está en poder nuestro y el piadoso hijo no ha vuelto a llenar con su presencia aquella casita ni a consolar a aquel corazón lastimado, maltrecho y herido de muerte: había ido a ocupar el sitio que le corresponde a los mártires.

D. Cayetano Espinosa Morales, había nacido en Teba en 1888. Tenía 48 años. Hijo de Cayetano Espinosa Verdugo y Carmen Morales Guerrero. Estudió en el Seminario de Málaga y en el de Sevilla. Era párroco de Cañete la Real. En su ausencia, hacía sus funciones el capellán del convento de las monjas Carmelitas, D. Alfredo Serra García de la Lama.


28 DE OCTUBRE

Antonio Jiménez Ruiz y Serafín Bocanegra Castaño, habían llegado a Málaga como prisioneros de las milicias de la FAI el 7 de agosto. Ingresados en prisión, fueron puestos en libertad a los pocos días. Sabedores que Cañete ya estaba en poder de los militares, quisieron pasarse a zona nacional y llegar a su pueblo. Lo intentaron hacer por Yunquera, con tan mala suerte que fueron identificados por unos refugiados de Cañete que allí se encontraban, los cuales los denunciaron como dos fascistas y los mataron a tiros en el “Llano del Castillo”. En otra documentación, la muerte la fijan el 30 de septiembre.

Antonio Jiménez Ruiz, de 30 años de edad, era practicante, afiliado a Acción Católica. Casado con Lucía Rueda Casasola, de cuyo matrimonio quedaron tres hijos, llamados Francisco (5), Laura (tres y medio) y Antonio (dos y medio)

Serafín Bocanegra Castaño, de 39 años, propietario, afiliado a Acción Popular. (Granada) En el tiempo de la Dictadura de Primo de Rivera, desempeñó el cargo de Juez Municipal. Casado con Carmen Bocanegra Cruces.

12 DE NOVIEMBRE

Una patrulla de milicianos detiene en su domicilio en la calle Carreterías nº 53 de Málaga, y asesinan en el cementerio de San Rafael, a Rafael Briasco de la Haza, de 59 años. Entre los milicianos estaba el que fue alcalde de Cañete Antonio Mesa Rodríguez, Enrique Mesa Muñoz y Antonio Fernández Pérez. Había sido alcalde de Cañete en la década de los años veinte. Era cuñado de Rafael Bocanegra Cuevas, asesinado el día 28 de agosto

Autores materiales, Ana Gamero y su nuera Concha, Miguel Simón, un guardia llamado Plaza Ortiz, un sanitario llamado Oliver, Antonio Fernández Pérez, Enrique Mesa Muñoz.

24 DE DICIEMBRE

Detienen y asesinan a Juan Hurtado Corbacho, de 43 años. Le detuvo, entre otros, el apodado “Moro grande”, en su finca “Cortijo del Parque”. Su cadáver fue encontrado en la Sierra de Ortegícar, en el término de El Burgo. Según parece, los milicianos llegaron al cortijo, y se lo llevaron preso junto a su ganado.

† D. Juan Hurtado Corbacho, natural de Bobadilla, de 44 años de edad. Hijo de Francisco Hurtado Martín y Josefa Corbacho Doble. De profesión labrador, no estando afilado a partido político. Casado con Araceli Martínez Ramos, dejando seis hijos: Josefa (17), Francisco (15), Teresa (13), Antonio (11), Juan (7) y Elvira (5).

Comentarios

Entradas populares de este blog

SIERRA DE YEGUAS, VERANO DEL 36

LA CANTINA ESCOLAR

JUAN MARÍA PÉREZ AVILÉS (1784-1845), CURA Y POLÍTICO. SEGUNDA PARTE

LA GUERRA DE INDEPENDENCIA EN CAMPILLOS. 18 DE MARZO DE 1810