ALMARGEN, VERANO DEL 36

CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL DE ALMARGEN

Cuando el 17 de julio de 1936 se produjo el golpe de estado por los militares, en las capitales y pueblos donde no triunfó el mismo, se crearon unos Comités que, en el ámbito local y provincial, asumieron el poder en sustitución de los ayuntamientos y de otros organismos de la administración. En concreto, asumieron todas las competencias en materia de orden público, defensa, abastecimiento y de la economía local en general.

No he podido encontrar la composición completa del Comité que se constituyó en Almargen, pero con seguridad, entre sus miembros estaban:

  • Aurelio Jurado Flores
  • Isidoro Arjona Orozco
  • Cristóbal Guerrero Durán (Presidente)

Durante el primer mes de guerra, las actuaciones de dicho Comité de Almargen estuvieron hasta cierto punto contenidas, quizás debido a que el Ayuntamiento presidido por Sebastián Ordoñez Orozco (1902), de Izquierda Republicana, el partido de Manuel Azaña, presidente de la República, y de José Antonio Fernández-Vega, gobernador civil de Málaga, mantuvo un principio de autoridad en el pueblo, que quizás moderaba la libre actuación de dicho Comité, cosa que no estaba ocurriendo en los pueblos cercanos. En Almargen, se produjeron algunas detenciones durante ese primer mes, pero a los pocos días los presos eran puestos en libertad.

Una de las primeras actuaciones que tomó el Comité, fue la de requisar las armas de fuego que hubiera en el pueblo. Se practicaron numerosos registros domiciliarios en su busca, la mayoría de las veces con resultados negativos y en algunos casos con incidentes, ante la resistencia a dichos registros que presentaron varios propietarios. Fue escaso el armamento que se requisó, que estaba formado por escopetas de caza y algunos rifles y pistolas, muchas inservibles y otras tantas obsoletas.

El 23 de julio, el gobernador civil de Málaga, dio la orden de que todos los puestos de la Guardia civil de la provincia, debían abandonar los pueblos y concentrarse en la capital malagueña. El gobernador no estaba seguro de la lealtad de los guardias civiles al Gobierno del Frente Popular.

Para ello desde la alcaldía de Campillos, que era cabecera de Linea, se elaboraron unos salvoconductos para que los camiones que debían llevar a los guardias civiles desde los distintos pueblos de la comarca a la capital, pudieran circular sin problemas.

Se ruega a todas las fuerzas del Frente Popular faciliten el paso a éste camión, pues se traslada a Carratraca a recoger las fuerzas de la Guardia Civil de aquel puesto con el fin de trasladarlos a Málaga con las familias, por orden del señor Gobernador Civil.
Campillos a 23 de Julio 1936
El Alcalde

Se ruega a todas las fuerzas del Frente Popular faciliten el paso a éste camión, pues se dirige a Ardales a recoger la fuerza de la Guardia Civil de aquel puesto con el fin de trasladarse a Málaga con las familias, por Orden del Señor Gobernador Civil.
Campillos a 23 de Julio 1936
El Alcalde

 


Al abandonar la Guardia Civil el cuartel y marcharse a Málaga, el Comité de Almargen se adueñó del edificio y lo destinó a prisión. La no presencia de la Guardia Civil, dio pié a que dicho Comité actuara ya sin nada que le pusiera freno o amedrentara, produciéndose a partir de ese momento las primeras detenciones de personas de derechas, y el asalto y destrucción de la iglesia parroquial.

26 DE JULIO

El primer hecho importante que se produjo en esos primeros días, ocurrió el 26 de julio, cuando las imágenes de la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción y los objetos de culto, fueron sacadas de la misma y transportadas en camiones a las afueras del pueblo, donde fueron destruidas y quemadas. Solo se salvaron algunas tablas de la escuela flamenca, que constituían el altar mayor. En la torre de la iglesia los milicianos colocaron una bandera roja.

Altar del Cristo de la Veracruz

Sagrario


28 DE JULIO. COMIENZAN LAS DETENCIONES

A partir del 28 de julio, comenzaron las detenciones de personas de derechas, las cuales fueron llevadas al Cuartel de la Guardia civil, que se había habilitado como cárcel. Allí los detenidos fueron interrogados por los milicianos, que intentaban averiguar sobre la existencia de un complot fascista que decían se había organizado en el pueblo, y los amenazaban con armas en la mano, para que delatasen a todos los elementos fascistas del pueblo, y que dijeran donde tenían las armas escondidas. A los pocos días fueron puestos en libertad.

El Cuartel de la Guardia Civil, estaba ubicado donde hoy está el Ayuntamiento.

DECLARACIÓN DE FRANCISCO PABÓN TORRES.- El 28 de julio se presentó Aurelio Jurado Flores en su casa, armado de una escopeta y una pistola, y procedió a la detención del dicente, conduciéndole al Cuartel de la Guardia civil, que estaba habilitado como cárcel. Le amenazó con las armas que tenía, intimidándole para que delatase a todos los elementos fascistas del pueblo y que le dijera donde tenían las armas. A los pocos días fui puesto en libertad. 
La noche del 29 de julio, procedió a la detención de su hermano Andrés Pabón Torres que era sacerdote, siendo conducido a la misma prisión.

DECLARACIÓN DE CRISTÓBAL GARCÍA ROMERO.- Que el día 29 de julio se presentó Aurelio Jurado en su casa, deteniéndole y llevándole conducido al Cuartel. A los dos días de permanencia en la misma, Aurelio Jurado y Antonio Muriel, lo sacaron y lo llevaron a un olivar que hay detrás del Cuartel, y allí lo encañonaron con dos pistolas por espacio de media hora, con amenazas a su vida, manifestándole el primero que era sabedor de un complot fascista que se había organizado en el pueblo, y que le diera los nombres de los componentes y donde tenían las armas escondidas. En la cárcel permaneció cuatro días, trascurrido los cuales fue puesto en libertad.

DECLARACIÓN DE MIGUEL BARQUERO FERNÁNDEZ.- El día 30 de julio, fue detenido por las Juventudes Socialistas, trasladándole al Cuartel de la Guardia Civil, que estaba destinado a arresto, donde permaneció cuatro días.

DECLARACIÓN DE EMILIO PABÓN BARQUERO.- Que al final del mes de julio último, fue detenido en su domicilio por las milicias de Almargen, siendo llevado a Casa Cuartel de la Guardia Civil, donde estuvo detenido cinco días, al cabo de los cuales, fue puesto en libertad

En otra declaración, esta última persona dice:

El 29 o 30 de Julio se presentó Aurelio Jurado Flores en su casa y procedió a su detención, y la de su hijo Cristóbal Pabón, siendo conducidos al Cuartel de la Guardia civil, habilitada para cárcel. Estando en la cárcel, vio como se llevaban a Cristóbal García Romero, Miguel Rojas Moreno y a su hijo Cristóbal para que les dijeran donde escondían las armas los fascistas, los cuales fueron más tarde asesinados.

DECLARACIÓN DE ESTEBAN GUERRERO MARÍN.- Que el día 31 de julio o 1 de agosto, fue detenido e ingresado en la Casa Cuartel de la Guardia Civil destinado a arresto, donde permaneció hasta tres días después, en que lo llevaron a casa de su padre en calidad de vigilado.

DECLARACIÓN DE CONCEPCIÓN LAVIGNE HINOJOSA.- En los primeros días de Agosto, Isidoro Arjona Orozco, acompañado de otros rojos, se personó en su casa, armado de fusil, para proceder a la detención de sus hijos Juan Ramón y Tomás, conduciéndolos hasta la Casa Cuartel de la Guardia civil, siendo liberados algo después.

10 DE AGOSTO

El 10 de agosto, vuelven a detener a Cristóbal García Romero, Miguel Barquero Fernández, Esteban Guerrero Marín, Francisco Pabón Torres y Emilio Pabón Barquero. También detienen a Rafael Pabón Barquero, hermano del anterior.

DECLARACIÓN DE RAFAEL PABÓN BARQUERO.- Que el día 10 de agosto fue detenido por los milicianos, siendo trasladado al Cuartel de la Guardia Civil, ignorando la causa de la detención.

Rafael Pabón fue presidente del partido Acción Popular en Almargen, pero según él dicho partido, “no llegó a funcionar en el pueblo por falta de ambiente; no se llegó a formalizar lista de socios, ni se pasaron recibos, ni se hizo nada”

11 DE AGOSTO

Ese día, por orden del alcalde Sebastián Ordoñez Orozco, de Izquierda Republicana, y con el visto bueno del Gobernador civil, José Antonio Fernández Vega, del mismo partido, los seis detenidos el día anterior, son trasladados a la Prisión Provincial de Málaga, según parece con la intención de protegerlos de las milicias del pueblo. Pensaban que dentro de la prisión malagueña, estarían más seguros que en Almargen.
 
  • Cristóbal García Romero
  • Miguel Barquero Fernández
  • Esteban Guerrero Marín
  • Rafael Pabón Barquero
  • Emilio Pabón Barquero
  • Francisco Pabón Torres.
Después de estar los seis, un mes en la cárcel de Málaga, el 12 de septiembre fueron puestos en libertad por orden del mismo Gobernador Civil.

Un día más tarde, el 13 de septiembre entraban las tropas del comandante Luis Redondo en Almargen, y las del comandante Rafael Corrales en Campillos. Mucha gente huyó en dirección a Cañete y Ardales, camino de Málaga, donde se encontraron con estos seis almargeños en las calles malagueñas.

Por seguir un orden cronológico, más delante, en esta misma Crónica relataré lo que a estas personas le ocurrió en Málaga, una vez salieron de prisión y recobraron la libertad.

20 Y 21 DE AGOSTO. EL ATAQUE AL CUARTEL DE LA GUARDIA CIVIL DE EL SAUCEJO

El 20 y 21 de agosto, se produjo el asalto a la Casa Cuartel de la Guardia civil de El Saucejo, en la que participaron milicianos de Campillos, Teba, Peñarrubia, Cañete, Ardales, y también de Almargen.

A partir de esa fecha, se precipitaron los acontecimientos en Almargen, y todo lo que no había ocurrido hasta ese momento, ocurrió, y de una manera muy violenta.

Para lo ocurrido en El Saucejo, me remito a mi Crónica «EL ATAQUE POR PARTE DE LAS MILICIAS DE CAMPILLOS A LA CASA CUARTEL DE EL SAUCEJO»

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/el-ataque-por-parte-de-las-milicias-de.html

Haciendo un pequeño resumen, el día 20 de Agosto, el alcalde de Campillos, Pedro Velasco Olmo, tras entrevistarse con el Gobernador civil de Málaga, José Antonio Fernández Vega, y a requerimiento del mismo y del comandante militar de la provincia, fue a El Saucejo a conseguir que los guardias civiles que se encontraban encerrados en el Cuartel, salieran del mismo y marcharan a Málaga.

En un coche y dos camiones, Pedro Velasco, movilizó en Campillos a un grupo de sesenta milicianos armados con fusiles a los que se unieron, ya en El Saucejo, otros milicianos provenientes de Ardales, Peñarrubia, Teba, Cañete y Almargen.

Al llegar a El Saucejo, sobre las seis de la tarde de ese día, se conminó a los guardias civiles a que salieran del cuartel en el plazo de una hora. Desde el cuartel contestaron, que no podían recibir más órdenes que aquellas que vinieran de Sevilla.

Sobre las once de la noche, Pedro Velasco ordenó a los cerca de doscientos milicianos presentes, entre los que se encontraban también milicianos de El Saucejo y Villanueva de San Juan, que tomaran posiciones alrededor de la Casa cuartel. Ordenaron también a la población, que nadie permaneciera fuera de su domicilio, y que nadie se asomara a las puertas o ventanas de las casas.

A las dos y media o tres de la madrugada del día 21 de agosto, los milicianos que lo rodeaban, comenzaron a disparar contra el cuartel con fusiles, pistolas y escopetas de perdigones y, desde el interior, la guardia civil, respondió a los disparos de los atacantes, manteniéndose un tiroteo, con intervalos e intensidad variable, durante toda la noche.

La mañana del día 21, los milicianos que atacaban el cuartel, vieron que el simple intercambio de disparos, no daba los resultados esperados. Contra el mayor número de atacantes, la guardia civil disponía de un mejor armamento. Así que decidieron utilizar bombas de mano y botellas de líquido inflamable.

A las tres de la tarde, con el lanzamiento de bombas de mano y de botellas de líquido inflamable, se intensificó el ataque.

El cuartel estaba acribillado a balazos, y el pabellón superior izquierdo de la planta alta, que tenía un agujero grande en el tejado por efecto de las bombas, se estaba quemando. Parecía que iba a derrumbarse.

Era imposible resistir más. Los guardias se vieron perdidos, y el jefe de línea decidió evacuar el cuartel, saliendo los guardias del mismo con sus familiares, huyendo y dispersándose entre los olivares que había por allí, en dirección a Osuna, cada cual por donde pudo.

Fueron perseguidos, como en una cacería, por un tropel de milicianos del pueblo y de los venidos de fuera, a pie, a caballo y en coche, siendo alcanzados ocho guardias y el padre de uno de ellos, que vivía con su hijo en el cuartel, siendo asesinados en el lugar en que fueron alcanzados.

Mientras tanto, otro grupo de milicianos asaltaron y saquearon el cuartel, donde habían quedado dos guardias civiles heridos, a uno dieron muerte de dos disparos, y a otro lo mataron arrojándolo por encima de una barandilla de las habitaciones de la planta alta, al patio del cuartel.

Muriendo en total once personas: un oficial, un sargento, un cabo, seis guardias civiles y un carabinero, y el padre de uno de los guardias.

Aquella misma tarde, en El Saucejo, un grupo de milicianos fueron a la casa donde se encontraban ocultos el cura párroco del pueblo, don Salvador Lobato Pérez de 35 años y su hermano Rafael de 28 años, de profesión carpintero (eran de Algodonales), siendo conducidos a las afueras del pueblo, por el camino que va a la aldea de Navarredonda, siendo asesinados a tiros por milicianos del pueblo y por algunos de los venidos de Málaga. Posteriormente, los cadáveres fueron trasladados al cementerio siendo quemados y enterrados. Hasta ese día no se había asesinado a nadie en El Saucejo.

Los milicianos que vinieron de los pueblos de Málaga, cuando al atardecer abandonaron El Saucejo, y llegaron a sus pueblos, iban fanfarroneando de su hazaña y diciendo que no había quedado ni el “apuntaor”. Muchos de ellos llevaban de regreso, y mostraban como trofeos de victoria, correajes con la cartuchera, tricornios, vestimentas y zapatos de los guardias civiles muertos, así como las batas y delantales de las mujeres de los guardias, puestos encima de su propia ropa. Uno de Villanueva, llevaba el sable del alférez asesinado.

Con respecto a los milicianos de Almargen que fueron a El Saucejo:

Isidoro Arjona Orozco, 30 años, zapatero, miembro del Comité de Almargen, manifestó que por sus propias manos había dado muerte en El Saucejo a un cura y a un hermano de este. (Sumario nº 82 del Juzgado Militar nº 7).

Declaración de Andrés Fernández Torres.- Vio venir a Aurelio Jurado Flores, miembro del Comité de Almargen, con el resto de la columna, viéndole puesto un uniforme y un correaje.

Venía un individuo conocido por Juan Rivas vestido de Guardia civil, formando Francisco Gómez Palomo (confitero de Almargen) en su puerta, la mofa consiguiente de las cosas que contaba el Rivas.

22 DE AGOSTO, ATAQUE DE UNA COLUMNA FALANGISTA A VILLANUEVA DE SAN JUAN

En el vecino pueblo de Villanueva de San Juan, cuando la noche del 21 de agosto, los milicianos que habían ido a El Saucejo, regresaron al pueblo, culminaron la fiesta con el incendio y destrucción de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista.

Con repiques de campanas, quemaron en la plaza de la Iglesia, llena de gente, los objetos de culto e imágenes, arrastrando éstas a la hoguera con cuerdas al cuello. Ardieron seis esculturas y tres retablos del siglo XVIII. También resultó destrozado el archivo parroquial.

La madrugada del día 22 de agosto, poco antes salir el sol, comenzaron a oírse en el pueblo, voces de alarma que advertían: ¡Qué vienen los fascistas! ¡Qué vienen los fascistas!

Enseguida empezó a sonar un intenso tiroteo, y al rato, irrumpió una columna formada en Olvera, y que procedía de Morón, dirigida por el teniente de navío Manuel Mora-Figueroa, y compuesta por falangistas y Guardia civil de Cádiz, a la que se incorporaron otros falangistas de Villanueva, Morón de la Frontera, El Arahal, Puebla de Cazalla y Lantejuela.

Ese día huyeron de Villanueva más de seiscientas personas. Unos se fueron al campo, otros a El Saucejo, a unos diez kilómetros andando, pero la mayoría tomaron la dirección de Almargen.

La columna falangista de Manuel Mora-Figueroa se retiró de Villanueva el mismo día 22, después de entregar una treintena de fusiles y algunas municiones a sus correligionarios locales, y tras haber dejado también constituida una Comisión gestora municipal.

En Almargen, la proximidad de las tropas nacionales en la vecina Villanueva de San Juan, a poco más de veinte kilómetros, produjo una profunda inquietud, y cuando tuvieron noticias que la columna de Mora-Figueroa había abandonado el pueblo, se pensó en organizar una columna de milicianos, conjuntamente con los de El Saucejo, para atacar a las escasas fuerzas que habían quedado en el pueblo y reconquistarlo. Para ello solicitaron refuerzos a Málaga.

Pero antes de marchar a Villanueva, pensaron que debían asegurase que en Almargen no iba a ocurrir nada en su ausencia, y que las derechas no aprovecharían la ocasión para tomar el control del pueblo. Para ello en la mañana del día 26 de agosto, y a lo largo de todo el día, se produjo la detención de más de cuarenta personas de derechas, que fueron encerradas en el patio del Cuartel de la Guardia civil, que se encontraba deshabitado y abandonado. De lo que ocurrió con estas personas, más adelante me ocuparé.

Pero por dejar cerrado la historia de Villanueva de San Juan, el día 28 de agosto, sobre las cinco de la mañana, una columna de milicianos y Carabineros, formada en Almargen y El Saucejo, 
y milicianos malagueños del grupo "Pancho Villa" y del grupo "Chapais" del también malagueño cabo de Asalto Rafael Navas, y que se había reunido en Algámitas, se dirigió a Villanueva con el propósito de echar del pueblo a los falangistas. Aunque algunos de sus componentes iban a caballo, el grueso de la fuerza llegó en camiones de transporte de mercancías requisados. Los camiones se quedaron a unos tres o cuatro kilómetros de la población, y desde ahí los milicianos avanzaron desplegados por el camino del Toril.

Al llegar a Villanueva comenzaron a disparar. La lucha que se entabló fue dura y prolongada. La resistencia duró hasta las doce del mediodía, momento en que los pocos defensores que quedaban, huyeron hacia Morón y Puebla de Cazalla. Una patrulla de caballería, que se había apostado en el lugar por donde forzosamente tenían que pasar los nacionales al huir del pueblo, les cortó la retirada, siendo abatidos ocho falangistas.

23 DE AGOSTO

El día 23 de agosto, en Almargen, detienen al religioso Francisco Torres Torres. Se encontraba en casa de su tía paterna Modesta Torres Barquero. También detienen al sacerdote Andrés Pabón Torres, en el domicilio de sus padres.

El mismo día que fueron detenidos, unos milicianos que habían venido de Ronda, en un camión se llevaron a los dos religiosos a la cárcel rondeña.

Al pasar el camión frente a la Estación, camino de Ronda, Isabel Solís Pinto (a) “La Patacona”, se puso delante del camión, que tuvo que detenerse. Demostrando un gran regocijo, bailando y dando grandes voces a los milicianos, les pedía que los matasen allí mismo, para que ella lo viera, y convencerse de que no escaparían. Esa mujer, viuda de 43 años, fue sometida más tarde en Málaga, por varios delitos, a un proceso sumarísimo por las fuerzas nacionales, el número 187, por el que fue condenada en un Consejo de guerra a 12 años y un día de reclusión.

En la noche del 24 de agosto, los dos sacerdotes fueron sacados de la cárcel de Ronda, y subidos al coche de la muerte, al cual le llamaban "Drácula", los llevaron cerca a una casa blanca, que estaba distante un kilómetro del cementerio de Ronda, donde fueron asesinados a tiros. Posteriormente, en un camión transportaron sus cuerpos al cementerio.

Francisco Torres Torres. Natural de Almargen. Tenía 23 años de edad. Era Fraile Minorista. Hijo de José Torres Barquero y Elena Torres Acevedo.

Andrés Pabón Torres. Nacido en Almargen. Tenía 26 años de edad. Presbítero. Estaba recién ordenado sacerdote en Sevilla, y aun no había ocupado ningún cargo ministerial. Era hijo de (†) Francisco Pabón Barquero, de 58 años, que fue asesinado el 27 de agosto, tres días más tarde que su hijo, y de Expectación Torres Barquero. Era sobrino del Canónigo de la Catedral de Sevilla, Andrés Pabón Barquero.


26 DE AGOSTO

Como ya he comentado con anterioridad, milicianos de Almargen, detienen ese día a más de cuarenta personas de derechas, que son encerradas en el patio de Armas de la Casa Cuartel de la Guardia civil. El patio, de forma rectangular, estaba en el centro del Cuartel, rodeado por la edificación en la que se encontraban las dependencias oficiales y las viviendas de las familias de los guardias. Hacia el patio se abrían puertas y ventanas pertenecientes a la zona edificada.

En la Causa General 1058 Exp. 5, aparecen las declaraciones que los familiares realizaron sobre la detención de esas más de cuarenta personas, y en ellas aportan el nombre de los que intervinieron en dichas detenciones. Realizando una lectura exhaustiva de todas las declaraciones, se determina que fueron más de cincuenta milicianos los que ese día 26 realizaron la redada contra dichas personas. La mayoría fueron detenidas en sus propios domicilios, sin que supieran por qué se les privaba de la libertad.

No voy a poner los nombres de todos los que intervinieron en las detenciones, pero sí los que aparecen como los más frecuentes y relevantes:
  • José Chito Herrera
  • Antonio Jiménez Peñalvo (a) Ropasuelta
  • Antonio Moreno Durán
  • Francisco Jiménez Frías
  • Antonio Ordóñez Peñalvo
  • José Capitán Carabante
Es de suponer, que conforme a lo largo del día, iban llegando más y más prisioneros al cuartel, ellos mismos fueron deduciendo que casi todos eran militantes del partido Acción Popular, del partido Agrario o del partido Radical, partidos legales, republicanos y de derechas. Ninguno de las personas que se encontraban en el patio, ni en su más remota idea, podían imaginar lo que esa misma noche les esperaba.

A las doce de la noche de ese día 26, en las puertas y ventanas que daban al patio interior del Cuartel, donde se encontraban los prisioneros, se apostaron milicianos armados con escopetas, rifles, pistolas. Según alguna declaración eran cerca de cien. Entre ellos, por lo que testimonian algunos testigos, había también milicianos venidos de Ardales.

Al recibir una orden, ya acordada, las ventanas y puertas que daban al patio se abrieron, y desde las mismas, una multitud de milicianos abrieron fuego contra las personas inocentes e indefensas que tranquilamente dormitaban, o sentadas, charlaban tranquilamente en esa noche del mes de agosto.

La matanza fue terrible. Aquel lugar era una auténtica ratonera, sin un lugar donde poder resguardarse de la lluvia de balas que estaba cayendo sobre ellos. Fue una auténtica cacería humana. Según los testimonios, entre veintiuna y veintidós personas fallecieron en el patio del Cuartel.

Cuando los milicianos cesaron en el fuego, y entraron en el patio, el espectáculo era dantesco. Muertos, personas gravemente heridas, otras agonizantes que eran rematadas en el sitio con el tiro de gracia, y otras que milagrosamente habían escapado con vida, posiblemente porque se arrojaron al suelo y se cubrieron con los cadáveres de los que iban cayendo.



Esa noche, sacaron a los cadáveres del Cuartel y los echaron en el remolque de un camión que se encontraba estacionado en la puerta del mismo, con el propósito de incinerarlos fuera de la población.

Así lo cuentan Antonio Moreno Barrientos y Juan Capitán Carabante, dos de los milicianos que estuvieron disparando desde las ventanas y las puertas del Cuartel.

DECLARACIÓN DE ANTONIO MORENO BARRIENTOS.- En la noche en que fueron asesinados 22 personas dentro de la sala de armas del Cuartel, el declarante que se hallaba provisto de una escopeta de dos cañones, hizo varios disparos por la ventana de dicha sala de armas, más próxima a la puerta principal. Que también hicieron fuego a la misma sus convecinos Antonio y José Ramírez Domínguez, Antonio y Andrés Sánchez Gómez, apodados los “Videro”, Diego Durán Flores, Rafael Sánchez, Manuel García Guerrero, Antonio Moreno Lebrón, Miguel Cano García, Sebastián y Juan Ordoñez Orozco, el apodado “Bocanegra”, Pedro Pérez Guerrero, Pedro Hidalgo Aguilar y Juan Ríos Luna (16 personas), todos los cuales hicieron fuego sobre las 22 personas, que eran asesinadas.

DECLARACIÓN DE JUAN CAPITÁN CARABANTE.- Que efectivamente, en la noche en que fueron asesinadas las 22 personas de derechas en la Casa Cuartel, el dicente estuvo haciendo fuego con un revólver y una escopeta por una de las ventanas. Que además se hallaban sus convecinos José Chito Herrera, Manuel García Guerrero, José Romero, Francisco Comitre Marín, Cristóbal Moreno Durán, Cristóbal Guerrero Durán, Pedro Herrera Domínguez, Joaquín Morales Gallardo, Salvador del Río González (10 personas), y otros muchos que no recuerda, pues esa noche había cerca de cien personas, todas pegando tiros por las ventanas y puertas; que después de muertos todos fueron conducidos en una camioneta y quemados con gasolina en “La Rabaneda”.

Alfonso Ruiz Padilla, en su libro “Historias de pueblos del norte de Málaga, durante la Guerra Civil”, identifica este lugar con el cortijo “Los Rabanales”, perteneciente al término de Teba, situado en la carretera antigua de Almargen a Campillos.

Pero no acabó esa noche la fiesta con esos asesinatos, porque a la par que cargaban en el remolque de un camión los cadáveres, en otro camión subían del mismo cuartel de la Guardia civil a otros dieciocho presos, que serían asesinados en la madrugada del 27 de agosto, en la carretera de Campillos a Peñarrubia (en algunas declaraciones se refieren a la carretera de Peñarrubia a Ardales).

Una mujer, Rita Torres Torres, casada con Modesto García Romero, asesinado esa misma noche, y que vivía cerca del Cuartel, declaró:

La noche del 26 de Agosto que fueron cometidos los asesinatos de las personas de orden, escuché ruidos de camiones y al asomarme a la ventana de mi casa, pude ver que estaba parado un camión frente a mi puerta. Al mirar para ver si podía reconocer a alguno de los milicianos que iban en el camión armados de escopetas, donde conducían a los 18 mártires, que posteriormente serían quemados en la carretera de Peñarrubia, en la mañana del 27. Un poco más arriba, otro camión que conducía a otros tantos que ya habían sido asesinados en el Cuartel de Guardia civil. Pude ver salir a Francisco Gómez Palomo (confitero) en unión de su cuñado Francisco Morgado y otro individuo que no llegué a conocer, el cual llevaba al hombro una lata de gasolina y que echó en el camión que conducía los cadáveres, que amanecieron quemados en el término de Teba.

Sobre las dieciocho personas que subieron en el camión y fueron asesinados en la mañana del 27 de agosto, en la carretera de Campillos a Peñarrubia, continúa declarando Antonio Moreno Barrientos

También manifiesta que cuando fueron sacados los 18 que en la misma noche fueron asesinados, este mismo individuo manifiesta hizo los disparos, interviniendo además Pedro Hidalgo Aguilar, Miguel Cano García, Antonio y José Ramírez Domínguez (a) “Malacatruyo”, Manuel y Antonio García Guerrero, Antonio Moreno Lebrón, Juan Ordoñez Orozco y el citado “Bocanegra”, que era natural de Yunquera (10 personas), todos los cuales hicieron fuego sobre los que fueron matados.

Semanas más tarde fueron encontrados sus cadáveres y trasladados al cementerio de Almargen, no pudiéndose apreciar la clase de heridas que presentaban por el estado de descomposición de los mismos. A las familias les dijeron que los habían llevado a Málaga, y que se encontraban bien de salud.

La crueldad con que se emplearon contra las victimas fue infinita e inhumana. En testimonios de testigos, se habla de decapitaciones, y de personas empujadas, aún vivas, al fuego.

DECLARACIÓN DE ANTONIO MORENO BARRIENTOS.- Cuando fueron sacados los cadáveres para quemarlos, intervinieron los convecinos Juan Romero Barrientos y Rafael Castillo Velasco; estos dos rociaron con gasolina los cadáveres y le prendieron fuego; así mismo hace constar, que como daban señales de vida sus convecinos Miguel González Morgado y Tomás Palop Lavigne, el de la misma vecindad José Ríos Luna y Andrés Sánchez Gómez, le empujaron para el interior del fuego.

Con respecto a haber sido decapitado su convecino don Juan Barquero Morgado, manifiesta que sabe fue cometido este hecho por sus convecinos José Romero Barquero, Mariano Castillo Velasco y José Chito Herrera.


Pongo el texto de la declaración de Antonio Moreno Barrientos, para que se vea que no me invento, ni exagero nada. Se puede observar que la declaración la firmó poniendo su huella dactilar

En el listado de personas muertas ese día en Almargen, que se puede ver en la Causa General 1059. Exp.5, el número de fallecidos son treinta y nueve.

El saber quienes murieron en la Casa Cuartel, y quienes lo hicieron en la saca que realizaron las milicias, es una tarea muy difícil, porque los que murieron en el Cuartel, sus cadáveres fueron quemados con gasolina, y los segundos, debido al avanzado estado de descomposición que estaban cuando se descubrieron los cuerpos, estaban irreconocibles, según los propios familiares.

Sin embargo, en algunos testimonios de la Causa General, se precisa el lugar en que fallecieron ciertas personas. Yo no voy a realizar esa distinción, 
porque seguro en algún caso erraría, por lo que me voy a limitar a dar el nombre de los treinta y nueve que esa noche del 26 al 27 de agosto fueron asesinados:

Juan Barquero Morgado (52). Labrador. Casado en segundas nupcias con Isabel Fernández González. Tenía once hijos: (†) Diego (28), (†) Andrés (26), Ana (24), Isabel (23), Francisco (19), (†) Juan (18), Dolores (17), Carmen (15), Antonia (11), José Antonio (9) y Manuel (7). Detenido el 26 por la mañana, en su domicilio, junto a sus hijos Diego y Andrés.

Diego Barquero Fernández (28). Soltero. Labrador Hijo de (†) Juan Barquero Morgado

Andrés Barquero Fernández (26). Soltero. Labrador. Hijo de (†) Juan Barquero Morgado

Diego Barquero Morgado (49). Campo. Industrial. Hijo de Diego Barquero Avilés y Ana Morgado Gil. Casado con Francisca Pabón Fernández. Tenían seis hijos (†) Diego (23), Antonia (19), José (14), Ana (11), Francisca (11) y Andrés (7). Detenido el 26 de agosto, en su domicilio, junto a su hijo Diego.

Diego Barquero Pabón (23). Campo. Soltero. Hijo de (†) Diego Barquero Morgado y Francisca Pabón Fernández.

José Barquero Morgado (55). Campo. Hijo de Diego Barquero Avilés y Ana Morgado Gil. Casado con Antonia Pabón Fernández. Tuvieron cuatro hijos Ana (30), (†) Andrés (29), Antonia (25) y Diego (22). Detenido en su domicilio el día 26

Andrés Barquero Pabón (26). Campo. Hijo de (†) José Barquero Morgado y Antonia Pabón Fernández. Casado con Dolores Torres González. Tuvo una hija póstuma, Antonia Barquero Torres. Detenido en su domicilio el día 26.

Juan Claudio Arjona Morgado (56). Labrador. Hijo de Francisco Arjona Morgado y Dolores Morgado Gil. Casado con Dolores Jiménez Mesa, en segundas nupcias. De cuyo matrimonio deja una hija, Dolores. Tenía dos hijos anteriores a este matrimonio (†) Francisco (26) y Carmen Arjona Barquero (24). Detenido el 26 de agosto, en su domicilio, junto a su hijo Francisco.

Francisco Arjona Barquero (27). Labrador. Soltero. Hijo de (†) Juan Claudio Arjona Morgado y de Catalina Barquero Rebollo.

Antonio Barquero García (68). Labrador. Hijo de Antonio Barquero García y Josefa García Rojas. Casado (Viudo) con María Rojas Moreno. Padres de (†) Antonio y Francisco Barquero Rojas

Antonio Barquero Rojas (40). Labrador. Hijo de (†) Antonio Barquero García y de María Rojas Moreno. Casado con Luisa Barquero Flores. Tenía seis hijos: Antonio (19), María (18), Juan (17), Damián (12), Carmen (10) y Casilda (5). Al padre y al hijo los detuvieron el 26 por la mañana, en el domicilio del hijo.

Francisco Fernández Barquero (53). Labrador. Hijo de Andrés Fernández Avilés y Hermenegilda Barquero Barquero. Casado con Antonia Marín Durán. Tenían tres hijos Isabel (24), (†) Andrés (23) y (†) Pedro (19). Detenido el 26 de agosto, en su domicilio, junto a sus hijos Andrés y Pedro.

Andrés Fernández Marín (23). Labrador. Soltero. Hijo de (†) Francisco Fernández Barquero y Antonia Marín Durán

Pedro Fernández Marín (19). Labrador. Soltero. Hijo de (†) Francisco Fernández Barquero y Antonia Marín Durán

Modesto García Romero (54). Labrador. Hijo de Cristóbal García Flores y Carmen Romero Rueda. Casado con Rita Torres Torres. Tenía diez hijos Carmen (23), Dolores (21), Modesta (18), Rita (16), Cristóbal (15), Juan (14), Presentación (12), Modesto (11), Miguel (10) y Alonso García Torres (8). Detenido el 26 de agosto, en su domicilio.

Miguel García Romero (64). Labrador. Hijo de Cristóbal García Flores y Carmen Romero Rueda. Casado en segundas nupcias con Juana Pabón Barquero, de cuyo matrimonio deja tres hijos: Carmen, Francisca y Juana. Detenido el 26 de agosto, en su domicilio, junto a sus hijos Cristóbal y Rafael

Cristóbal García Pabón (31). Médico. Soltero. Hijo de (†) Miguel García Romero y Juana Pabón Barquero.

Rafael García Pabón (19). Labrador. Soltero. Hijo de (†) Miguel García Romero y Juana Pabón Barquero.

Francisco Ramón Fernández García (29). Campo. Soltero. Hijo de Esteban Fernández Acebedo y Francisca García Romero. Casado con Julia Romero Fernández. No tuvo hijos.

Cristóbal Fernández García (25). Campo. Soltero. Hijo de Esteban Fernández Acebedo y Francisca García Romero.

Esteban Fernández García (20). Campo. Soltero. Hijo de Esteban Fernández Acebedo (ex alcalde) y Francisca García Romero.

Rafael Pabón García (23) Labrador. Soltero. Hijo de Rafael Pabón Barquero y Patrocinio García Romero. Detenido el 26 de agosto en el domicilio paterno. Hermano de (†) Cristóbal y (†) Francisco Pabón García que serían asesinados al día siguiente.

Francisco Pabón Barquero (59) Labrador. Hijo de Rafael Pabón Fernández y Francisca Barquero García. Casado con Expectación Torres Barquero. Padre de Francisco (28), Rafael, Francisca y (†) Andrés Pabón Torres (26). A este último, que era presbítero, lo habían asesinado en Ronda el 23 de agosto

José González Morgado (41). Labrador. Hijo de Juan González Flores y Dolores Morgado Gil. Casado con Catalina Morgado Barquero. Tenían cinco hijos Juan (11), José (8), Dolores (7), Catalina (6) y Miguel González Morgado (medio año)

† Juan González Morgado (34). Labrador. Hijo de Juan González Flores y de Dolores Morgado Gil. Casado con Ana Morgado Barquero. Tenían cinco hijos Dolores (10), Catalina (8), Ana (7), Carmen (4) y Basilia.

Miguel González Morgado (31). Soltero. Labrador. Era hijo de Juan González Flores y Dolores Morgado Gil.

Juan Morgado Chacón (38). Labrador. Hijo de José Morgado Gil y María Chacón Berdugo. Casado con Carmen Morgado Barquero. Tenían un hijo José Morgado Morgado. Lo detuvieron el día 26 a las ocho y media de la mañana.

José Torres Morgado (32). Labrador. Hijo de Andrés Torres Fernández y Carmen Morgado Gil. Viudo de Isidora Barquero Escribano. Sin Hijos. Detenido el día 26 junto con su padre, pero a este último lo pusieron en libertad.

Francisco Fernández Torres (42). Labrador. Hijo de Gregorio Fernández Acebedo y Ana Torres Fernández. Casado con Virtudes García Romero. Tenían ocho hijos Gregorio (14), Ana (12), Carmen (11), Virtudes (9), Aurora (7), Cristóbal (5), Julia (2) y Encarnación Fernández García (1 mes). Lo detuvieron en su domicilio el día 26.

Gregorio Fernández Torres (39). Labrador. Hijo de Gregorio Fernández Acebedo y Ana Torres Fernández. Casado con Elvira Torres Morgado, hermana de José Torres Morgado, de cuyo matrimonio deja Seis hijos: Gregorio, Andrés, Francisco, José, Ana y Esteban. Lo detuvieron en su domicilio el día 26

Francisco Torres González (29) Labrador. Hijo de (†) Juan Torres Barquero y Dolores González Morgado. Casado con Francisca Morgado Fernández. Fue detenido junto con su padre a eso de las once de la noche del 26 de agosto. A su padre lo asesinaron al día siguiente del hijo.

Andrés González Vázquez (21) Estudiante. Soltero. Hijo de Andrés González Almansa (Fiscal) y Carmen Vázquez Velasco

Manuel García Padilla (45). Natural de Cañete la Real. Industrial. Sus padres se llamaban Antonio e Isabel. Casado con Rosalía González Zamudio. No tenían hijos.

Benito Torres Torres (37) Labrador. Hijo de Andrés Torres Fernández y Dolores Torres Torres. Casado con Carmen Torres Morgado, hermana de José Torres Morgado, de cuyo matrimonio deja cinco hijos: Dolores, Andrés, Benito, Francisco y Carmen.

Juan Fernández Torres (19) Labrador. Soltero. Hijo de Francisco Fernández González y Ana Torres Pérez

Juan Ramón Palop Casasola (55). Natural de Campillos. Labrador. Hijo de Juan Ramón Palop Sanz y de Concepción Casasola Oliva. Casado con Concepción Lavigne Hinojosa, de Teba. Tenían, al menos, siete hijos: (†) Juan Ramón (27), (†) José María (26), Concepción (24), Carmen (21), (†) Tomás (18), Manuel (16) y Eduardo (15). Desde 1918 vivían en Almargen. Al padre y a los hijos Juan Ramón, José María y Tomás, los detuvieron en su domicilio, la tarde del día 26 de agosto.

Juan Ramón Palop Lavigne (27). Labrador. Hijo de Juan R. Palop Casasola y Concepción Lavigne Hinojosa

José María Palop Lavigne (26). Estudiante. Hijo de Juan R. Palop Casasola y Concepción Lavigne Hinojosa

Tomás Palop Lavigne (18 años). Estudiante. Hijo de Juan R. Palop Casasola y Concepción Lavigne Hinojosa


Como he dicho anteriormente, en algunas declaraciones de familiares, se afirma que en las muertes de los vecinos de Almargen, al igual que ocurrió en Campillos el 15 de agosto de 1936, también participaron milicianos venidos de Ardales. Este hecho se confirma también por declaraciones realizadas por vecinos de este pueblo y de Peñarrubia.

DECLARACIÓN DE FRANCISCO RODRÍGUEZ GÓMEZ (A) “PACO EL CARTUCHO” (ARDALES).- Que sabe que salieron milicianos (de Ardales), cuyos jefes eran “Pepe el de Naza” y Antonio el de “Padilla”, a Campillos y Almargen con objeto de asesinar a los presos.

DECLARACIÓN DE JOSÉ PAZ DOMÍNGUEZ (A) “FRASQUETE” (ARDALES).- La patrulla llevaban sus pañuelos rojos al cuello y hacían alardes. Participó en los hechos de Campillos cuando asesinaron a 15 o 20 personas, y de Almargen.

DECLARACIÓN DE DIEGO RODRÍGUEZ GALVÁN (A) “DIEGO CAPOTE” (PEÑARRUBIA).- Intervino Juan Rivas Trujillo en el enterramiento de nueve vecinos de Almargen que fueron asesinados en el kilómetro tres de la carretera de Peñarrubia a Málaga por vecinos del pueblo de Ardales, desconociendo el nombre de ellos, viéndolo personalmente porque ese día pasaba por el referido lugar al ir de la casilla de Peones Camineros al pueblo, donde lo requirió el Comité para dejarlo cesante.

28 DE AGOSTO

Como ya comenté con anterioridad, el día 28 de agosto, sobre las cinco de la mañana, una columna formada por Carabineros y milicianos de Almargen y de El Saucejo, y milicianos malagueños del grupo "Pancho Villa" y del grupo "Chapais" del también malagueño cabo de Asalto Rafael Navas, reunida en Algámitas, se dirigió a Villanueva de San Juan con el propósito de echar del pueblo a los falangistas que habían conquistado el pueblo el día 22.

Al llegar la columna a Villanueva comenzaron a disparar, entablándose una lucha dura y prolongada. La resistencia de los falangistas duró hasta las doce del mediodía en que los pocos defensores que quedaban, huyeron hacia Morón y Puebla de Cazalla.

"Pancho Villa" era el apodo de Francisco Igeño Toledo, el jefe del grupo. Estaba formado por veinte hombres, todos afiliados a la UGT. Su segundo era Luis González Calleja. La tarde anterior habían estado en Teba, junto con el cabo Navas, donde dejaron un buen rastro de sangre a su paso.

Ese mismo día 28 de agosto, milicianos de Almargen, sacaron a seis personas que se encontraban detenidas en una sala del Cuartel de la Guardia Civil, y se los llevaron al patio del mismo, donde el día anterior habían matado a veintidós personas. Previamente, según declaración de Consuelo Torres González, una multitud de milicianos rodearon el edificio para que no escapase ninguno.

Uno de los presos, Juan Barquero Fernández de 18 años, cuando llegó al patio y vio que iba a ser asesinado, saltó por las tapias del mismo y escapó, disparando sobre él Juan Moreno Barrientos, que se hallaba en la puerta falsa, resultando herido en una pierna, lográndose esconder hasta que momentos después fue descubierto en el domicilio de Miguel Barquero Barquero, donde le remataron. A este último lo asesinaron el 7 de septiembre.

DECLARACIÓN DE FRANCISCO PABÓN TORRES.- Los detenidos fueron sacados de una sala que existía en el mencionado cuartel, y trasladados al patio del mismo edificio, en donde empezaron a disparar sobre ellos desde la puerta de entrada al cuartel. Juan Barquero, logró saltar la tapia del patio a pesar de ser herido en una pierna, por un hermano del encartado llamado Juan Moreno Barrientos, siendo rematado más tarde, al ser encontrado en uno de los corralitos de la casa vecina, llamada Catalina Torres Barquero (esposa de Miguel Barquero), efectuando tal hecho un individuo llamado Abdón Barros Barros.


DECLARACIÓN DE CONSUELO TORRES GONZÁLEZ.- Le consta la participación de Antonio Moreno Barrientos en los asesinatos de su padre y de seis más, el día 28, debido a que aquel día, con su hermana Isabel, poco antes de perpetrarse bajó a casa de uno de los componentes del Comité, a fin de implorar del mismo intercediera acerca de la liberación de su padre.
Cuando regresaba de dicha gestión, oyó varias detonaciones; aceleraron el paso y cuando ya estaban cerca de su casa, que se encuentra a unos diez metros de la Casa Cuartel de la Guardia civil, le salió al paso el vecino Pepe Romero y Antonio Moreno Barrientos, los que se encontraban armados de sendas escopetas en los alrededores de dicho cuartel, y en actitud de estar disparando en unión de otros contra su padre y seis más.
Fueron encañonadas por un tal Pepe Romero y por el encartado, conminándoles para que se volviesen hacia atrás, viendo más lejos de ellos a una multitud de milicianos, que con el fin de que no se escapase ninguno, rodeaban el edificio. Uno logró saltar la tapia del Cuartel, siendo perseguido y herido, y rematado más tarde, al ser encontrado en un corralillo anejo a la casa de la declarante.

A los cinco detenidos restantes, una vez en el patio, los milicianos que ya estaban preparados, empezaron a disparar sobre ellos desde la puerta de entrada al cuartel. Murieron todos.

Juan Barquero Fernández (18). Soltero. Labrador. Hijo de Juan Barquero Morgado y Ana Fernández González. Lo detienen la tarde del 27 de agosto en casa de Antonia la de Cayetano. La noche anterior habían asesinado a su padre y a sus dos hermanos (†) Diego (28) y (†) Andrés (26). Al saber que iban a por él, pudo escapar por el corral, pero lo detuvieron en casa de su vecino Rafael Mesa (a) “Don Quintín”, y conducido a la casa cuartel, convertida en cárcel. De allí se volvió a escapar, antes de que lo mataran.

Cristóbal Pabón García (21) Estudiante. Soltero. Hijo de Rafael Pabón Barquero y Patrocinio García Romero. Detenido el 26 de agosto en el domicilio paterno. Hermano de (†) Rafael y (†) Francisco Pabón García. A Rafael lo asesinaron el día anterior.

Francisco Pabón García (19) Estudiante. Soltero. Hijo de Rafael Pabón Barquero y Patrocinio García Romero. Detenido el 26 de agosto en el domicilio paterno. Hermano de (†) Cristóbal y (†) Rafael Pabón García. A este último los asesinaron el día anterior.

Miguel Rojas Moreno (59). Labrador. Hijo de Miguel Rojas García y María del Rosario Moreno López. Casado con María Romero Gil. Sin hijos. Fue detenido el 26 de agosto.

Juan Torres Barquero (53) Labrador. Hijo de Francisco Torres Fernández y de Isabel Barquero Rojas. Casado con Dolores González Morgado. Tenían cuatro hijos (†) Francisco (29), Isabel, Dolores y Consuelo. Fue detenido el 26 de agosto junto con su hijo Francisco Torres González, que fue uno de los asesinados el día anterior.

Antonio Jurado García (35) Soltero. Propietario. Industrial. Hijo de Juan Jurado Penacho y Juana García Pabón.

Ese mismo día 28 de agosto, además de la columna que fue a Villanueva de San Juan, y del asesinato de seis personas en el Cuartel de la Guardia Civil, también ocurrió que la fábrica de aguardiente “El Alambique”, propiedad de Francisco Ramírez, situada a las afueras del pueblo, fue convertida en cárcel de mujeres.

Carmen Torres Morgado, declaró que ese día la detuvieron, “así como otra porción de señoras, a quien encerraron en un alambique, en unión incluso de los niños pequeños, con propósito de quemarlas vivas, según allí se decía”.

Isidoro Arjona Orozco (1906), de oficio zapatero, miembro del Comité de Almargen, era el jefe de los milicianos encargado de la cárcel de mujeres. Fue fusilado el 14 de noviembre de 1939 en las proximidades del cementerio de San Rafael.

Sobre el 6 o 7 de septiembre, según declaró Concepción Lavigne Hinojosa, “fue secuestrada por tres individuos que la condujeron a una huerta, y a los ocho días de este secuestro, se presentó en la huerta Isidoro Arjona Orozco, a quien acompañaban otro miliciano y una miliciana, procediendo esta, por ordenes imperativas de Isidoro, a registrarla minuciosamente, acusando a aquella constantemente, y con toda insistencia, a que no se le quedara nada por registrar, incluso los zapatos. El registro iba encaminado a descubrir posible tenencia de alhajas o de dinero, encontrando tan solo tres pesetas, que se apropió. Terminado aquel registro, fue conducida hasta un alambique que habían destinado como prisión de mujeres”.

4 DE SEPTIEMBRE, ENTRADA DE LAS TROPAS NACIONALES EN EL SAUCEJO

A la cinco de la madrugada del viernes 4 de septiembre, una columna mandada por el comandante de Caballería Luis Redondo García, sale de Osuna y se pone en camino hacia El Saucejo. Tras reparar el puente de Maturana, sobre el arroyo Peinado, afluente del Genil, cuya bóveda había sido destruida por la explosión de una carga de dinamita, la columna tras vencer una ligera resistencia por los Cerros Blancos, entró en El Saucejo sobre las doce de la mañana.

Comandante Luis Redondo, en el centro

No voy a extenderme más en la conquista de El Saucejo por los nacionales y sobre el avance de la columna del comandante Redondo en los días sucesivos en otros pueblos, porque es un tema que necesitaría mucho espacio, y pienso desarrollarlo en una futura Crónica.

Solo voy exponer, por tener un referente cronológico, la fecha en que son ocupados por esta columna, esos otros pueblos

7 DE SEPTIEMBRE

Por la tarde se ocupa Los Corrales

Ese día asesinaron en Almargen a dos personas más, uno era maestro nacional, y otro era la persona que ocultó a Juan Barquero Fernández el día 28 de agosto, cuando saltó la tapia del Cuartel y se refugió en su casa. Entre los asesinos estaba Abdón Barros Barros.

Ángel Roldán Agudo (32) Natural de Madrid. Maestro nacional. Casado con Asunción Fortea Esquerra. Tenían dos hijos Miguel y Jaime Roldán Fortea.

Miguel Barquero Barquero (62). Labrador. Hijo de Miguel Barquero Espada y Juana Barquero García. Casado con Catalina Torres Barquero. Tenía tres hijos: Blas, Isabel y María Barquero Torres. Fue detenido ese mismo día en su casa, y de ahí fue llevado al lugar llamado “El Matagallar” donde fue asesinado. Su cadáver fue incinerado.


8 DE SEPTIEMBRE

Por la tarde ocupan Martín de la Jara

10 DE SEPTIEMBRE

El 10 de septiembre, cuando era conducida Isabel Torres González y otras vecinas a la cárcel en la fábrica de aguardiente “El Alambique”, en las afueras de Almargen, pasaron por la puerta de los almacenes de Juan Ramón Palop Casasola, situados a un kilómetro de la cárcel, y que los habían destinado a cocina para los milicianos.

En las cocinas prestaba servicio Isabel Solís Pinto (a) “La Patacona”, que a grandes voces gritaba a los milicianos, que estaban comiendo en el interior, para que se asomaran y vieran a las señoritas, amenazando a estas con que allí les esperaba su merecido, y diciéndoles “ya veréis, con lo que se les tiene preparado tienen bastante”.

11 DE SEPTIEMBRE

Por la mañana tomaron Algámitas y Villanueva de San Juan

12 DE SEPTIEMBRE

Según el periódico 
«La Unión», ese día llegaron a El Saucejo tres adolescentes de Almargen, que se encontraban encerrados junto con sus madres en la cárcel de mujeres existente en la fábrica de aguardientes. Se trataban de Gregorio Fernández García, hijo de Francisco Fernández Torres; de Juan García Torres, hijo de Modesto García Romero, ambos asesinados la noche del 26 al 27 de agosto; y de Emilio Pabón García, hermano de Rafael, Cristóbal y Francisco Pabón García, asesinados el primero el día 27, y los otros dos el 28 de agosto

El Saucejo, 12, a las 23:30 (De nuestro servicio especial).
Nos refieren los pequeños fugitivos que ellos también habían sido encerrados en la cárcel de mujeres, pero al ver los crímenes que los rojos cometían a diario, asesinando a mujeres indefensas (en Almargen no se mató a ninguna mujer), resolvieron fugarse, fuera como fuera, porque temían ser asesinados, como lo habían sido sus familiares. Aprovecharon la obscuridad de la noche, y por el tapial de una corraleta de la parte trasera del edificio de la fábrica—hoy cárcel— saltaron desde una altura temeraria, echando a correr en dirección al pueblo de El Saucejo.
Tardaron seis horas justas en llegar a dicho pueblo; se presentaron a las primeras fuerzas de avanzada, contándoles su odisea. Los pobres niños, que ofrecían un lastimoso estado, fueron muy atendidos y cariñosamente tratados por las fuerzas de la columna Redondo.
Refieren los huidos, escenas desgarradoras; cuentan cómo los rojos sacaron de las casas a sus padres y hermanos para fusilarles, sin tener en cuenta el llanto y las lamentaciones de las infelices criaturas.
Uno de los fugitivos, dirigiéndose a los requetés de la columna Redondo, le pedía con apremio:
—-¡Por Dios, vayan ustedes pronto al pueblo de Almargen para salvar a nuestros padres y hermanos!
Cuando salimos de nuestro encierro en Almargen rezamos a Dios, y Dios nos ha salvado, decían los pequeños fugitivos, los ojos arrasados en lágrimas.
También hemos conversado con Antonia Barquero y un hermano suyo. Son vecinos del mismo pueblo de Almargen, y nos han referido infinidad de crímenes y asesinatos que los marxistas cometieron en presencia de aquéllos. Al marido de Antonia se lo llevaron varios marxistas a Málaga, y ella supone que le habrán asesinado; desde entonces no ha vuelto a tener noticias suyas.
Nos dijo también Antonia que ella, con dos hijos pequeños y sus hermanos, su sobrina Isabel María y algunas vecinas huidas como ellas de Almargen, se refugiaron ayer en un cortijo próximo al pueblo de Los Corrales.
También cuenta Antonia que otras mujeres vecinas de Almargen pudieron escapar, perseguidas muy de cerca por los rojos. Cuentan que los marxistas asesinaron en Almargen al sacerdote don Andrés Pabón Torres, sobrino del canónigo de la Catedral de Sevilla don Andrés Pabón Barquero. Murió como un mártir, gritando hasta el último momento ¡Viva Cristo Rey! — Cermeño 
19360914 07 La Unión

13 DE SEPTIEMBRE

A primeras horas de la mañana del 13 de septiembre la columna del comandante Luis Redondo, se dirigió hacia Almargen. En los alrededores del pueblo, hubo un fuerte combate. Sobre las ocho y media de la mañana, las fuerzas nacionales entraron en el pueblo, encontrándolo casi desierto. Muchos prisioneros fueron liberados. Según declaró un testigo, “cuando se recibió la noticia de la .proximidad del Ejército, se llevaron cuantos objetos de valor encontraron, y los que ofrecían dificultades para el transporte, fueron destruidos. Así hicieron con el trigo, que formado en grandes montones fue rociado, con gasolina y quemado”.

A la par que entraban las tropas del comandante Luis Redondo en Almargen, ese mismo día también lo hacían las del comandante Rafael Corrales en Campillos.

Con Campillos y Almargen en poder de los nacionales, se produjo la huida de muchas personas en dirección a Ardales, y después a Málaga. Una vez en la capital, y para ayudar a las personas que habían llegado de Almargen, se constituyó un Comité de refugiados, que se encargó de encontrarles alojamiento, alimentación, organizar las milicias propias, relacionarse con los demás Comités y autoridades provinciales, etc., tal como ya vimos en la Crónica «PERSONAS ASESINADAS POR LAS MILICIAS DEL FRENTE POPULAR, FUERA DE CAMPILLOS», con las milicias de Campillos.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/06/personas-asesinadas-por-las-milicias.html

La misión de dicho comité era el repartir entre los refugiados la cuota que como tal era suministrada a los refugiados diariamente; dar informes para la concesión de licencia de armas a los militantes de los partidos afectos al Frente Popular; así como la concesión de salvoconductos y otros documentos tales como cartillas para socorro de refugiados; avales al personal del pueblo que perteneciese a los mencionados partidos y que lo necesitara.

El Comité de Almargen en Málaga estaba constituido por:

  • Juan Cosme Romero Barrientos (27 años)
  • Cristóbal Moreno Durán (a) “Peteneras” (25)
  • Cristóbal Guerrero Durán (25). Presidente del Comité en Ardales
  • Rafael González Mesa
  • Francisco Chito Herrera
  • Aurelio Jurado Flores. Fusilado el 26 de octubre de 1940
  • Antonio Lora Salazar
26 DE SEPTIEMBRE EN MÁLAGA

Recordemos que el 11 de agosto, seis vecinos de Almargen fueron enviados a la Prisión Provincial de Málaga, y después de estar un mes en la cárcel, el 12 de septiembre fueron puestos en libertad por orden del mismo Gobernador Civil. Se trataban de

  • Cristóbal García Romero. En Almargen, habían matado a sus hermanos Modesto y Miguel, y a sus sobrino Cristóbal y Rafael García Pabón, la noche del 26 al 27 de agosto
  • Miguel Barquero Fernández. Sería asesinado en Málaga el 10 de octubre de 1936
  • Esteban Guerrero Marín
  • Rafael y Emilio Pabón Barquero. Habían asesinado en Almargen a su hermano Francisco y a su sobrino, el sacerdote Andrés Pabón Torres.
  • Francisco Pabón Torres.
Cuando fueron puestos en libertad, salvo Miguel Barquero, todos los demás se fueron a hospedar en el Hotel Venecia, y allí se presentó el 26 de septiembre Aurelio Jurado Flores, con otros milicianos más de Almargen.

A los cinco los sacaron del hotel a la calle por medios violentos, encañonándolos con pistolas, diciendo “estos son los fascistas que han pegado tiros por las ventanas”, y otras frases semejantes. Gracias a un carabinero que se presentó en aquel momento, y que con una pistola se interpuso ante los milicianos, pudieron ser salvados de que los mataran.

El carabinero los llevó al Comité de Investigación, donde permanecieron hasta el día 29 de septiembre, en que fueron puestos a disposición del Juzgado Instructor Especial nº 3´el cual les abrió la Causa nº 18 sobre sedición. Hasta que se celebrara el juicio por el Tribunal Popular, fueron conducidos al vapor “Marqués de Chávarri”, que había sido habilitado como prisión.

Los miembros del Comité de Almargen los acusaban de “que todos los denunciados pertenecen a Acción Popular, y están controlados por Falange Española, que no han podido observar peor conducta en contra de los trabajadores y del régimen”

Miguel Barquero Fernández, cuando fue liberado, no se alojó en dicho Hotel y se buscó otro refugio. Fue una decisión errónea, porque el 10 de octubre lo detienen en Málaga y lo asesinan.

Miguel Barquero Fernández (43) Labrador. Hijo de Andrés Barquero Barquero y María Fernández Avilés. Casado con Carmen Lora Castillero. Tenían dos hijos Andrés y María. Su esposa declaró que fue detenido en Málaga por Pedro Herrera Lebrón y dos forasteros, ignorando lo que pudo suceder entre su detención y muerte.

Con respecto a los otros cinco, el Tribunal Popular con fecha 28 de noviembre se inhibió del conocimiento de la causa a favor del Jurado de Urgencia

Con fecha 2 de febrero de 1937, el Jurado de Urgencia dictó providencia, autorizada por el Presidente del Jurado, Benito Luna Anoría, señalando la vista del juicio para el 5 de febrero.

El 8 de febrero de 1937 entraron las tropas nacionales en Málaga

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