EL CACIQUISMO Y LOS MOVIMIENTOS OBREROS A PRINCIPIOS DEL SIGLO XX. SEGUNDA PARTE
En la
Crónica anterior, describí los movimientos obreros que ocurrieron desde el fin
de la huelga que hubo en Teba en 1902, en la que estuvo presente Pablo
Iglesias, y la finalicé en el año 1905, el año de la gran hambruna, que ya fue
motivo de otra Crónica. Añado los enlaces de ambas para
los que no hayan tenido la ocasión de leerlas.
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/06/el-caciquismo-y-los-movimientos-obreros.html
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/09/la-hambruna-de-1905.html
En esta
Crónica, continuación de la anterior, prosigo con el relato de los hechos que ocurrieron a partir de 1905, y
finalizaré la misma en los primeros meses de
1924, cuando ya había dado los primeros pasos, la dictadura del general Primo
de Rivera.
Aunque el año
1906 compensó con una espléndida cosecha las privaciones del año anterior,
la crisis económica por los que pasaba la población era tremenda. El pueblo sufría los rigores de
la falta de alimentos y de trabajo. El hambre se cebaba en aquellas
familias cuya subsistencia dependía exclusivamente del jornal diario.
Así que, cuando en 1907 se
presentó en Campillos el cobrador de las contribuciones…
Dicen de Málaga que en el pueblo de
Campillos se alteró el orden al presentarse el cobrador de contribuciones, que
aquellos vecinos no pueden satisfacer a causa de la crisis agraria.
19070330 008 La Vanguardia
EL
ALCALDE DE CAMPILLOS
En el inicio de esta Crónica, quiero hacer un recuerdo a la labor que el alcalde de Campillos, José María Hinojosa Carvajal, realizó en el año 1905 en pro del pueblo y de los agricultores, para paliar el hambre que padecían las familias más necesitadas; labor que fue reconocida en la prensa nacional y en la cual se le puso como ejemplo para otros alcaldes de otros pueblos.
Así lo contaba el periodista Juan José Morato Caldeiro, miembro del PSOE y colaborador de El Socialista, en el periódico El Heraldo de Madrid:
«…las
alabanzas que todos prodigan a un alcalde modelo, a un hombre de ideas ultraconservadoras,
a un hombre de corazón grande y de honradez inmaculada, al alcalde de
Campillos, cuyo nombre he olvidado, y lo siento, porque debería ser de todos
conocido.
Campillos
es uno de los pueblos donde la crisis es mayor. Pues bien; en él, ni un solo
día ha faltado jornal a los braceros, y no un jornal que fuera como una
limosna, sino el jornal corriente. La honrada gestión del alcalde hizo que
hubiera fondos en caja, y todos se emplearon en sostener a los braceros; y
cuando faltaron los fondos, el alcalde sacó dinero de su bolsillo y corrió a
Madrid para gestionar la construcción de obras de verdadero y de legítimo
interés general; y los socialistas, y los republicanos, y los hombres de los
demás partidos, y los neutros, y hasta las mujeres y los niños, aclamaron a
esta autoridad modelo, que con modestia no fingida rechazaba todo elogio y huía
de toda manifestación de agradecimiento.
Y el caso se conoce y se comenta en
toda la región, y los mismos que hablan de El Vivillo (bandolero nacido en Estepa) con malsana fruición
alaban al alcalde modelo, y por comentario de sus alabanzas añaden: “¡Si todos
fueran como el alcalde de Campillos!”
Así hablan los obreros que tienen dinero para viajar en ferrocarril ¿que no se dirá y contará
en las inmundas gañanías y en los ratos
que se suspende al trabajo a la voz del aperador para «echar un cigarro», cuando ninguna mordaza ni ningún temor puede atar las lenguas ni ningún respeto
desfigurar los pensamientos?
Y si de esta modestísima
observación de este andariego cronista resulta que si una parte de las clases
populares admiran a El Vivillo, porque es una especie de nivelador social y
porque con amenazas trata a veces de poner dique a las injustas demasías de
algunas autoridades locales, y esa misma parte de las clases populares quizá
daría su vida por el alcalde bueno, la consecuencia que salta a la vista es
que, no en tiempo de crisis—y aparte las reformas radicales—, sino en todos, lo
que hay que hacer es que todos los pueblos tengan buenos alcaldes y buenos Ayuntamientos,
gentes de corazón que administren los intereses de todos como administrarían
los propios y que consideren como empeño de honor el evitar que entre el hambre
en los hogares pobres.
El espectáculo del lujo y de la
ostentación al lado de la más negra miseria, con nada comparable, es demoledor;
pero un derivativo poderoso de este mal, ya que no un remedio, es el
restablecimiento del principio de autoridad basado en el cariño y en el
respeto, para lo cual es indispensable una buena, celosa y equitativa
administración municipal.
Y conste que hablo así dejando a un
lado mis convicciones sociales, como observador imparcial y fiel narrador, que
de otro modo yo celebraría esta situación, dolorosa, es cierto; pero agente eficaz de propaganda
subversiva del régimen económico actual».
JUAN JOSÉ MORATO. Jerez, Abril 1905
19050415 Heraldo de Madrid
Dice Baltasar Peña en su libro «Pequeña historia de la villa de Campillos» (página 110):
El Alcalde, Don José
María Hinojosa, marchó a Madrid para visitar
al diputado por el distrito, Don Francisco Bergamín y García, exponiéndole la angustiosa situación de la villa. El
Sr. Bergamín, que hasta esta fecha se había preocupado poco por las necesidades del pueblo que le concedía su
representación en Cortes, se hizo
cargo inmediatamente de la gravedad del problema, movilizando sus influencias
políticas, y consiguió en pocas semanas que se comenzaran los trabajos de las
carreteras de Sierra Yeguas, Gobantes,
Peñarrubia, Carratraca y explanación del Saucejo a Peñarrubia que, no
sólo vinieron a solucionar el problema de la falta de trabajo planteado, sino que proporcionaron a Campillos una red radial
de carreteras, convirtiéndolo en nudo de comunicaciones importantísimo, y que de una manera decisiva han
contribuido al desarrollo y
prosperidad de nuestra villa.
El motivo de recordarlo, es poner el contrapunto
a las denuncias que desde la Sociedad de obreros de Campillos,
realizaban contra él, en forma de cartas que enviaban al periódico El Socialista:
El alcalde de Campillos ha cometido
una nueva arbitrariedad, de la que han sido víctimas los obreros asociados de
aquel pueblo, a quienes desde hace tiempo viene distinguiendo con su enemiga.
Arrogándose más atribuciones de las
que la ley lo concede, el monterilla citado pidió las cuentas y la lista
nominal de los socios, de la cual se ha valido para despedir de su casa a los
que pertenecían a la Asociación.
Aunque seguramente los trabajadores
arrojados a la calle no echarán gran cosa de menos el momio perdido, pues
ganaban 1,30 pesetas por una jornada de catorce horas y en el cortijo hasta se
les negaba la luz para cenar, por lo cual tenían que hacerlo a obscuras, no por
eso es menos censurable la indigna conducta del alcalde de Campillos, prestándose
a servir de esa manera a los caciques. Porque es de advertir que no sólo ha
arrojado de su casa a los asociados, sino que a éstos no se les facilita
trabajo en las carreteras que por cuenta del Estado van a construirse en la
provincia de Málaga.
Un detalle. Mientras los obreros
eran despedidos de las labores en las propiedades del alcalde, éste se iba muy
satisfecho a la iglesia a una función religiosa, durante la cual se lució por
cierto una brillante iluminación a costa del alumbrado de las calles, que
permanecieron a obscuras mientras aquélla se celebró.
19070412 04 EL SOCIALISTA
Con respecto a la iluminación, hay que recordar que en
1904, se había instalado en Campillos la luz
eléctrica, y que era suministrada por un sistema de generación propiedad del propio
alcalde, José María Hinojosa Carvajal.
A raíz de la carta anterior de la Sociedad obrera, desde el partido socialista, se pusieron en contacto con el ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva, del partido conservador, para denunciar lo que el alcalde estaba realizando contra los obreros.
El concejal socialista Pablo
Iglesias, con una comisión de su partido, ha visitado esta mañana al ministro
de la Gobernación, para protestar contra el alcalde de Campillos, que ha
exigido a las Sociedades obreras las listas de asociados.
19070413 004 ABC
El 10 de febrero de 1908, José María Hinojosa Carvajal dimite y es sustituido en la alcaldía de Campillos por su hermano Salvador Hinojosa Carvajal.
La familia Hinojosa Carvajal, perteneciente al partido conservador, ejerció ininterrumpidamente el mando político de Campillos desde el 1 de julio de 1899, hasta el 2 de octubre de 1923. Casi un cuarto de siglo.
- Francisco Peña Calvente 1 de julio de 1899
- José María Hinojosa Carvajal 1 de agosto de 1901
- Salvador Hinojosa Carvajal 10 de febrero de 1908
- Francisco Peña Calvente 1 de enero de 1912
- Salvador Hinojosa Carvajal 1 de enero de 1914
- José María Hinojosa Carvajal 1 de abril de 1920
- Juan Moreno Cuéllar 2 de octubre de 1923
Francisco Peña Calvente, estaba casado con María José Hinojosa Carvajal, y era el padre de Baltasar Peña Hinojosa. Era médico y abogado.
EL RESURGIMIENTO DEL ASOCIACIONISMO OBRERO
Al
igual que en algunas provincias andaluzas, el anarquismo tuvo una fuerte
implantación social, y el sindicalismo era eminentemente libertario, como era
el caso de Cádiz, Córdoba o Sevilla, en la provincia de Málaga el movimiento
sindicalista estuvo más dividido ideológicamente. En Málaga capital, Ronda y su
serranía predominaba el anarquismo, mientras que en la comarca de Guadalteba,
siempre fue el socialismo la corriente dominante.
Como estas Crónicas sobre el movimiento
obrero de principios del siglo XX, están centradas en Campillos, Teba y su
comarca, necesariamente tenemos que referirnos al movimiento socialista, y su
penetración en el medio rural, y dejar aparte al anarquismo y su desarrollo en
otras comarcas.
Fue a partir de 1909 cuando el socialismo comenzó a recuperarse de la crisis en la que se encontraba sumido desde 1905, el año de la hambruna. Tanto el partido como el sindicato, lograron superar las dificultades que atravesaron en esos años anteriores, e incrementar el número de sus afiliados. La necesidad de ampliar su base de apoyo, exigió un acercamiento del socialismo hacia la población campesina.
La Unión General de Trabajadores, pasó del mínimo de 902
federados agrícolas, con que contaba en septiembre de 1907, a 2.857 en julio de
1912.
Un año antes, en Teba, en julio de 1908 se fundó la Sociedad de obreros agrícolas y similares “Adelante”, que toma el relevo de la ya desaparecida “La Estrella”. Durante casi treinta años, “Adelante”, se convertiría en el referente asociativo de los trabajadores del pueblo de cualquier oficio, hasta la llegada de la guerra civil en 1936. Contaba en sus filas con militantes socialistas, republicanos y societarios, que encontraron en su Centro Obrero el lugar de encuentro de todos los trabajadores de Teba.
En 1908, la Sociedad de Obreros Agrícolas
«Los Esclavos del Terruño» de
Campillos ingresó en el partido socialista. Benito Luna Anoría (Campillos,
1880), que desde 1905 estaba afiliado a la Agrupación Socialista de Sevilla,
influyó decisivamente para que eso ocurriera.
BENITO LUNA ANORIA |
Hasta estas fechas, el partido socialista era un partido muy minoritario. Pablo Iglesias, su fundador, a raíz de las elecciones generales del 8 de mayo de 1910, y gracias a una coalición con los republicanos, fue el primer diputado socialista en el Congreso.
En junio de 1910, Benito Luna, en un
artículo que publicó en el semanario “Vida
Socialista”, explicó la problemática que tenía el campesino para poder sindicarse:
Gracias a ella (la acción
sindicalista), en muchos pueblos el jornal mínimo ha llegado a proporciones
humanas, y digo humanas, porque merced a la acción económica han conseguido que
llegue éste al límite mínimo de subsistencia. En algunos sitios el jornal
mínimo era de setenta y cinco céntimos. Hoy ha subido a una peseta veinticinco
céntimos. La comida que facilitaban los patronos era en su mayoría realmente
inmunda. Hoy es más admisible para los estómagos. La consideración personal del
obrero, en los pueblos que se mantiene la organización, es mayor que antes, y
en fin, la existencia de las Sociedades es un valladar y una amenaza para los
patronos desnaturalizados.
Tienen otra cosa que, en cierto
modo, debilita a los trabajadores agrícolas en sus luchas: la organización casi
patriarcal del patronato. Cada gran terrateniente cuenta con un no corto número
de braceros que forman aparentemente con
él una familia.
“¿Cómo voy a ponerme en contra de
don Fulano, si ha sido el padre de todos nosotros?”
Este es un
inconveniente para la huelga, caso de que ésta llegue a realizarse.
[…]
En las poblaciones rurales se deja
sentir más que en las industriales la presión de las autoridades. El cacique
tiene letra abierta en la banca
de la tiranía. Sin más freno que su capricho, persigue a los que se le antoja,
y siendo el cacique capitalista,
es claro que ha de antojársele mejor perseguir a los trabajadores exigentes que a los sumisos. El que
tiene el poder político, ha dicho un escritor italiano, lo utiliza en su propio
beneficio, y su beneficio es estorbar a los que se le oponen, a los que se
asocian para quebrantar sus ingresos, siempre injustos.
En estas
condiciones, la lucha ha de tener un carácter definitivo y la defensa ha de ser
de la misma naturaleza del ataque. Si el cacique emplea su poder, si la
autoridad que en sus manos tiene la utiliza como arma, lo más inmediato es
luchar por arrebatársela.
19100612 VIDA SOCIALISTA
En septiembre de 1911, Benito Luna
publicó, ahora en El Socialista, lo que él consideraba
requisitos imprescindibles para que el socialismo lograse extenderse entre la
población rural, y que se resumía en la exigencia de elaborar un programa
agrario, en el que debía haber una aproximación al colono y al “pequeño
terrateniente”.
Lo he
pensado muchas veces. El Socialismo debe salir del recinto de las ciudades y
extenderse a las poblaciones rurales, no sólo en su aspecto crítico y
futurista, sino como solución adaptada a las necesidades del presente. Hay que
acercarse al colono, al pequeño terrateniente, y decirle: «¡Vosotros sois también desheredados! ¡Lo que es el
salario para el simple obrero, es la renta para vosotros! El uno y la otra son
dos medios legales que la burguesía emplea para la expoliación de vuestro
trabajo. Sólo bajo las banderas del Socialismo os reivindicaréis; únicamente el
Socialismo es el que puede señalaros el camino de vuestra defensa en la
actualidad, y mañana, el de la emancipación económica».
Bien
sé que el Partido Socialista ha tenido que enseñar a los de la ciudad, antes que
a los del campo; que en el campo le hubiera sido imposible extender sus
doctrinas en los primeros momentos de su vida; mas ahora que el Partido
Socialista ha llegado a adquirir un crédito superior a los demás partidos,
justo es que demuestre, como demostrará, su capacidad para entrar en nuestras
villas, cotos vedados por la ambición de los caciques.
Hace
falta un programa agrario
donde aparezcan desde las más elementales reivindicaciones exigibles desde
luego, hasta las más amplias en todos los órdenes de la vida. Esto es,
reivindicaciones de carácter político, porque la acción agraria no puede
desenvolverse mientras las conquistas del liberalismo no se consoliden en
España y no se garantice en ejercicio por los gobernantes contra las
atrocidades de los caciques; reivindicaciones económicas, empezando por la
reforma del Código civil en sus relaciones con la propiedad y contrato de
arrendamiento, siguiendo con la creación de Cajas agrarias, campos de
experimentación, abolición de censos y foros, obras hidráulicas, vías de
comunicación, expropiación por causa de utilidad social con indemnización;
libertad en toda clase de cultivos, reivindicación de bienes comunales
usurpados, etc., y, por último, reformas de orden municipal, de tal manera que
varíen la estructura de nuestros actuales Municipios.
Dentro
del programa general del Partido encontramos algo. La supresión de los
impuestos indirectos y sustitución por el impuesto progresivo sobre las rentas
superiores a tres mil pesetas; reforma de las leyes de Enjuiciamiento y
Desahucio y de todas aquellas que tiendan directamente a lesionar los intereses
de la clase trabajadora y anulación de todos los contratos enajenando la
propiedad pública. No está, pues, huérfano el Programa del Partido de esta
clase de reivindicaciones en este sentido, como algunos, sin saber lo que
dicen, se figuran. Hay una base que, bien desarrollada y ampliada, daría
excelentes resultados para nuestra causa, y por su carácter práctico
despertarían las conciencias aun dormidas en los ásperos eriales del terruño.
Yo
creo que la campaña debe comenzar en seguida, y así lo espero de los demás
compañeros, a quienes modestamente invito para que den su parecer acerca de
esta materia importantísima.
Hemos
ganado la batalla en los centros fabriles e industriales. Falta conquistar el
campo. ¿Lo conseguiremos?
Benito
Luna
19110609 02 El Socialista
Benito Luna, como vemos, cuestionaba
la actitud mantenida hasta ahora por los socialistas ante el problema agrario.
Según él, era necesario adaptar al socialismo a la agricultura, de forma que
ofreciese soluciones concretas a los problemas específicos de los agricultores.
Reclamaba un programa socialista para el campo, cosa que no existió hasta siete
años más tarde, en el XI Congreso del PSOE celebrado a finales de 1918.
El 1 de enero de 1912, siguiendo con la saga de los Hinojosa Carvajal, es nombrado alcalde de Campillos Francisco Peña Calvente
El 22 de marzo de 1912, se
constituyó en Cañete la Real la Sociedad de obreros agrícolas «La Sabora», y el 13 de abril de 1913, se constituye en Peñarrubia la
Sociedad de agricultores «La
Moral Obrera»
LOS CONGRESOS SOCIALISTAS Y EL PROGRAMA AGRARIO
Benito Luna, participó como
delegado en el IX Congreso del PSOE que inició sus tareas en Madrid el
miércoles 25 de septiembre de 1912. Llevaba la representación de Sevilla, Campillos,
Teba, Huelva, Almería, La Carolina, Montilla, Écija, Morón de la Frontera,
Loja, Puerto de Santa María, Jerez de la Frontera, La Línea, entre otras localidades
más. Como vemos, por la representatividad que tenía en el Congreso, su
significación en el socialismo andaluz era muy grande.
En dicho Congreso, tuvo una participación muy activa, presidiendo la Subcomisión de Actas y participando en la Comisión de Legislación.
Al año siguiente, en 1913, por motivos que se desconocen, Benito Luna se dio de baja en el PSOE, según él por disidencias. Ingresó nuevamente el 19 de Mayo de 1931, una vez proclamada la Segunda República, y poco antes de las elecciones municipales del 30 de mayo en las que estuvo integrado en las listas del PSOE por Campillos.
El 28 de julio de 1914, se inició la Primera Guerra Mundial. Eduardo Dato y el Conde de Romanones, como presidentes del Gobierno, supieron mantener a España en posición de neutralidad durante los años que duró el conflicto.
Durante la Guerra, la economía nacional se vio favorecida por el aumento de la demanda de los países beligerantes. La producción creció en todos los sectores, se dispararon las exportaciones, y la industria creció enormemente. Algunos empresarios obtuvieron grandes ganancias (compañías navieras, mineras, propietarios con cultivos de cereales y distribuidores en general de productos agrarios).
Durante los
años de la primera guerra mundial la agricultura, base de nuestra subsistencia, tomó un gran
impulso y el pueblo de Campillos
vivió una segura época de prosperidad económica. BALTASAR PEÑA HINOJOSA
Pero la Gran Guerra también tuvo
consecuencias sociales muy negativas: la repatriación de emigrantes hizo aumentar
el paro, los salarios crecieron por debajo de los precios, que, hasta el año
1920, tuvieron un gran aumento. Esto se
tradujo en un descenso del nivel de vida para las capas sociales menos favorecidas.
En 1915, el cincuenta y cinco por ciento de los miembros del PSOE eran ya campesinos, particularmente andaluces. Una incorporación a las filas socialistas, a la que no fueron ajenas las excursiones de propaganda realizadas a las zonas agrarias en aquellos momentos. Sin embargo en la UGT, la afiliación campesina no alcanzaba el 10%.
Pero a raíz de estos hechos, el socialismo sufrió un frenazo en su avance de captación de nuevos afiliados. Desde el periódico El Socialista, se achacaba a tres causas principales: la difícil situación económica del país, debida principalmente a la desastrosa y prolongada aventura que a España se le hace correr en Marruecos; la labor del caciquismo rural, que dificulta, agarrota y destruye, en algunos casos, el movimiento reivindicador del proletariado agrícola, y la guerra europea, que había perturbado grandemente el comercio y la industria de todas las naciones, colocando a la clase trabajadora en una situación de miseria y desesperación, que la alejaba de toda organización económica, y política.19150110 01 EL SOCIALISTA
En el X Congreso nacional del PSOE que inició sus tareas en Madrid a finales de octubre de 1915, Antonio López Baeza, un histórico, llevaba la delegación de las Asociaciones obreras de Málaga, Sevilla, Teba y Cañete la Real.
La tarea de elaborar un programa agrícola para el partido, había sido asumida por el catalán Antonio Fabra Ribas, que presentó en el Congreso un proyecto del mismo, y que según él explicó: «…para la redacción del programa mínimo me he inspirado en el proyecto de programa agrario presentado a dicho Congreso por el Grupo Socialista español de París, y en lo propuesto por las Agrupaciones de Madrid, Sevilla, Oviedo, Toledo, Almansa, Villena y Campillos»
En la sesión del 28 de octubre, la ponencia que se creó en dicho Congreso para examinar el proyecto de programa agrario que se había presentado, finalmente dijo que aquello era solo un esbozo, por lo que se acordó, que para el próximo Congreso, se nombrara una Comisión, no muy numerosa, que se debía ponerse en comunicación con las organizaciones agrícolas, para que estas le expusieran sus necesidades y aspiraciones, y que en base a ello, formulara un dictamen, que debía presentar, seis meses antes del siguiente Congreso, al Comité Nacional.
Eladio Fernández Egocheaga, delegado por Riotinto en ese X Congreso del PSOE, en línea con lo que dijo Benito Luna en el anterior, se manifestó de forma radical contra el proyecto de programa presentado, y dijo lo siguiente:
Sería imperdonable que nos
olvidáramos de los problemas del salario en el campo, problema muy importante
en Andalucía y para nuestro partido, que se nutre en gran parte de obreros
campesinos de esta región […]
Pero en cambio hay otro que llega a
los asalariados campesinos, que es el de ganar dos reales más, no trabajar de
sol a sol, ni estar mantenido con gazpacho. Estas aspiraciones inmediatas son
las que deben ser resueltas en este Congreso.
Si hablamos de socialización de la
propiedad, de los medios de producción, no nos entenderán los campesinos; pero
si les hablamos de lo que a más de ser aspiraciones inmediatas de mejoramiento,
son problemas locales y regionales, como la administración de los Pósitos, de
los que se aprovechan los caciques, de las capellanía, etc., sí nos entenderán.
19151029 y 30 EL SOCIALISTA
Eladio Fernández Egocheaga |
ELECCIONES MUNICIPALES EN NOVIEMBRE DE 1915
En las elecciones municipales que se celebraron el 14 de
noviembre de 1915, se produjo por primera vez la
elección de concejales socialistas en dos pueblos de nuestra comarca:
Peñarrubia y Cuevas del Becerro.
En aquella época, cada dos
años había que renovar la mitad de los concejales que conformaban la
corporación. En ellas podían votar todos
los varones mayores de 21 años. Los votos eran a la persona, no al partido.
En esas elecciones, en
Peñarrubia, se disputaban cuatro vacantes, saliendo elegidos José Montero Valle
y Andrés Carmona Pozo, ambos pertenecientes a la Sociedad “La Moral del Obrero” (19151122 El Socialista)
En Cuevas del Becerro, a pesar de todos los manejos caciquiles salieron elegidos Miguel Montero Toscano y Andrés Guerrero Higuero de “La Convencedora”. (19151126 El Socialista)
En Campillos, según denuncia el periódico El Socialista, se cometieron abusos, atropellos e innumerables faltas a la ley. El notario fue requerido para que levantara acta, a lo cual se negó. Los obreros lo hicieron en su lugar, en presencia de testigos, y presentaron una denuncia en los tribunales. No sirvió de nada.
Pero a pesar de la existencia de concejales socialistas en los consistorios, sus influencias, donde no consiguieron el poder, fueron escasas, ya que fueron ignorados y ninguneados. Los comportamientos caciquiles siguieron presentes.
En Cuevas del Becerro, no se realizó ningún pleno durante el primer año de presencia de dichos concejales socialistas, lo que no impidió, que de forma anormal, se aprobaran los presupuestos municipales.
CUEVAS DEL BECERRO,
9.—Cuando en primeros de año tomo posesión el nuevo Ayuntamiento se acordó que
los jueves en primera convocatoria, o los sábados en segunda, se celebrasen
sesiones.
Hasta la fecha no se
ha celebrado sesión alguna. El motivo es que al alcalde no le conviene que se
celebren, y que el gobernador y el ministro de la Gobernación se lo consienten.
Afirmamos esto
porque, denunciando la conducta del alcalde y pidiendo enmienda, se han
dirigido al gobernador y al ministro de la Gobernación nuestros concejales. Ni
el uno ni el otro han hecho caso de las denuncias. Si lo hicieron, y como manda
la ley, ordenaron al alcalde se celebraran sesiones, la autoridad inferior no
les ha hecho caso.
¿Se va a poner en
manos corno las de este alcalde, el problema de la incautación de artículos de
primera necesidad? Si se hiciera así, alza y grande tendríamos.
Además de lo
consignado, ha ocurrido que sin celebrar sesiones ya han sido confeccionados y
aprobados los presupuestos para el año próximo.
Pedimos que se
cumpla la ley, para que el alcalde no siga haciendo lo que le venga en gana.
19161111 El Socialista
LA REVOLUCIÓN RUSA DE
OCTUBRE DE 1917
La decisión
del zar Nicolás II de participar en la Primera Guerra Mundial agravó las condiciones de vida de los pueblos del Imperio ruso.
El desempleo, la inflación y las hambrunas derivadas, propagaron aún más el
descontento social. Las dos facciones del Partido Socialista Obrero, mencheviques y bolcheviques, agitaron entonces el
sentimiento anti zarista y anti burgués organizando huelgas y manifestaciones.
Organizados
en soviets—asambleas
locales de obreros, campesinos y soldados—, los mencheviques abogaban por la vía democrática para gobernar a través
de las instituciones existentes, mientras que los bolcheviques, liderados por Lenin,
defendían la dictadura del proletariado.
En vista del poder de los
revolucionarios, Nicolás II abdicó en marzo de 1917, dando paso a una república
parlamentaria. Se formó un Gobierno provisional que intentaría dar a Rusia una
democracia similar a la que se daba en otros países occidentales. La
incapacidad de dicho Gobierno para responder a las demandas de los obreros y
campesinos, afianzó la popularidad de los
bolcheviques. Lenin llamó a implantar la dictadura del proletariado y
nacionalizar las tierras del país, todo resumido en sus consignas: «Paz, pan y tierra» y «¡Todo el poder para los soviets!».
El golpe definitivo para
apoderarse del poder, llegó el 25 de octubre de 1917, con el asalto del Palacio
de Invierno, sede del Gobierno provisional. El mismo Lenin anunció a toda Rusia
la caída del Gobierno y la victoria de los bolcheviques..
A partir de de esa fecha se
formaría un nuevo gobierno, inédito en la historia de la humanidad, de tipo
comunista, que despertó enormes simpatías en los
sectores progresistas y revolucionarios del mundo entero.
Medio
año más tarde, el 20 de mayo de 1918 se constituye en Campillos la Sociedad
de Obreros “El primero de Mayo”
En el XI Congreso del PSOE celebrado entre el 24 de noviembre y el 3 de diciembre de 1918, el dirigente provincial José Molina Moreno llevaba la representación de Teba, Cañete la Real, Cuevas del Becerro, Serrato, Málaga y Vélez Málaga. En el mismo, además de aprobarse la nueva formulación programática, la reorganización del partido y la renovación de la alianza con la izquierda burguesa, se aprobó, por fin, el Programa agrario del PSOE, que apareció publicado en El Socialista el 1 de mayo de 1919, junto a otros textos programáticos del partido.
FEDERACIÓN AGRÍCOLA
PROVINCIAL DE MÁLAGA
Junto a la propaganda, otro de los medios a los que recurrió el socialismo en su afán por incorporar al campesinado al movimiento socialista, fue impulsar la creación de las Federaciones Agrícolas Provinciales, que sirvieran para unificar las reclamaciones de los trabajadores ante los patronos y ante el poder público. La persona clave en este proceso de organización fue Fernando de los Ríos, a cuyas iniciativas se debió la creación en enero de 1919 de la primera de las Federaciones provinciales andaluza: la de Granada.
La Federación Agrícola Provincial de Málaga, celebró su Congreso constituyente en marzo de 1919, un poco más tarde que la de Granada, asistiendo al mismo 31 delegados de distintas localidades de la provincia, quienes en representación de 7.854 afiliados, acordaron por unanimidad que la nueva Federación ingresara en la UGT.
Las sociedades más numerosas y con mayor peso eran la sociedad La Regeneración Obrera de Antequera, que con 2.100 afiliados estuvo representada por Francisco Sánchez Arroyo; la sociedad 1º de Mayo de Campillos, que con 1.100 estuvo representada por Francisco Raya Bermúdez; La Convencedora de Cuevas del Becerro, con 250 asociados y cuyo delegado fue Diego Fuentes Ortega; Liga Andaluza de Almargen, 125 asociados y representada por Andrés González Almansa y Andrés Flores Guerrero; La Sabora, de Cañete la Real, representada por José Romero Pérez y Francisco Escamilla Naranjo, que ocupó una de las vicepresidencias del Congreso; La Ventana de Serrato, representada por José Ramírez Fuentes, que fue nombrado presidente; La Moral Obrera de Peñarrubia, representada por Andrés Niebla Malavé y Francisco Moreno Ramírez; la Sociedad Adelante de Teba, que con 777 afiliados lo estuvo por Juan Cortés Maldonado, en el que recayó una de las Secretarías del Congreso, y por Saturnino García Guerrero, quien además de ocupar una de las Vicepresidencias, formó parte de la comisión encargada de elaborar el Reglamento de la Federación.
En representación del Comité ejecutivo nacional de la UGT, asistió al Congreso Francisco Largo Caballero, que era diputado a Cortes por Barcelona.
El Regional, 21, 22 y 23 de marzo de 191919190325 03 EL SOCIALISTA
Francisco Largo Caballero |
HUELGAS EN TEBA Y CAMPILLOS
En junio de 1919 se desarrollaron a la par, en Campillos y en Teba, sendas huelgas por los obreros agrícolas contra la patronal, por motivos de incumplimientos de las Bases de trabajo. La de Campillos se radicalizó en extremo, produciéndose la quema de cosechas en el campo, y el destrozo de aperos de labranza en los cortijos. Esto motivó la detención y el encarcelamiento de la junta directiva de la Sociedad “El 1ª de mayo”, y la clausura por varios años del Centro obrero de Campillos.
En Teba la huelga fue más pacífica, pero el encontronazo entre los obreros y patronos, más fuerte, debido a la contratación por parte de estos últimos de mano de obra forastera para realizar la recolección de la cosecha.
Por ahora me limitaré a realizar solo este apunte, porque esta historia será motivo de una Crónica que publicaré próximamente.
ACTOS DE PROPAGANDA
SINDICALES
La Unión General de Trabajadores, se mostraba decidida a incorporar a sus filas al obrero agrícola. Poco después.de la celebración de su XIII Congreso (octubre de 1918), el Comité Nacional decidió llevar a cabo actos propagandísticos por las zonas rurales. Siguiendo estas directrices, entre 1919 y 1920 se organizaron ochenta y seis actos de propaganda en Andalucía, treinta de los cuales tuvieron lugar en la provincia de Málaga.
Entre aquellos actos cabe destacar los mítines celebrados a finales de noviembre de 1919 por el dirigente cordobés Francisco Zafra Contreras en Teba, Campillos, Almargen, Cañete, Cuevas y Ronda. Unos actos en los que Zafra defendió las ventajas de asociarse en las filas de la UGT.
TEBA.- Organizado por la Sociedades
de agricultores y oficios varios, se ha realizado un acto de propaganda
societaria.
Presidió el mitin el compañero José
Escalante, que expuso a los asistentes que llenaban el local los fines que la
Unión General persigue con esta campaña, y terminó combatiendo duramente la
política caciquil.
En representación de la Unión
General habló luego el compañero Zafra, quien describió la vida de ese
organismo desde su fundación, en el año 1888, hasta la fecha, haciendo notar
que cuantas mejoras han conseguido los trabajadores, tanto en el orden social
como en el político, a las campañas eficaces de la Unión son debidas.
Se dirigió luego a la clase media,
incitándola a unirse con los obreros, ya que tantos intereses comunes han de
defender.
La Unión General tiene—dijo—un
programa agrario que condensa las aspiraciones, tanto de los trabajadores
agrícolas como de los pequeños terratenientes, porque a los primeras los
emancipará de la tiranía que sobre ellos ejercen los grandes latifundistas de
la tierra, y a los segundos los redimirá de la usura para que puedan
intensificar su pequeño cultivo, y después de hacer notar la conveniencia de apoderarse
de los Municipios, hoy en manos de los caciques, puso el ejemplo de los
campesinos rusos, que han sabido realizar su emancipación.
Al terminar su discurso, del que se
esperan grandes resultados, el compañero Zafra fue muy aplaudido.
19191125 01 EL SOCIALISTA
Francisco Zafra Contreras |
ALMARGEN, 28. —En el centro obrero,
y con gran concurrencia, se celebró el mitin anunciado, con la intervención del
compañero Francisco Zafra, de Montilla, encargado por la Unión General de la
propaganda en la provincia de Málaga.
Presidió el compañero presidente de
la Sociedad de agricultores, quien, después de explicar el objeto del mitin,
presentó al camarada Zafra.
Este comenzó protestando contra los
manejos caciquiles que pretenden a toda costa deslucir las campañas de la
Unión, impidiendo incluso la expedición de telegramas que anuncian la llegada
de los propagandistas.
Demostró la conveniencia de que
todos los trabajadores se asocien, ingresando en la Unión General. Puso de
manifiesto las mejoras que este importante organismo nacional ha conseguido
arrancar a los poderes públicos respecto a legislación obrera, como la reciente
alcanzada de la jornada de ocho horas.
Hizo un llamamiento a la clase
media, a los pequeños terratenientes, para que se asocien con los obreros del
campo.
Y después de
consagrar unas frases de protesta contra el bloqueo de Rusia, terminó haciendo
notar la conveniencia de invadir los municipios, verdaderas madrigueras del
caciquismo.
19191129 01 EL SOCIALISTA
No olvidó hacer Francisco Zafra en su intervención, una expresa mención a la necesidad de participar en las elecciones municipales que se habían convocado para los primeros días de febrero de 1920, ya que ello permitiría a los trabajadores que sus “intereses de clase” estuviesen representados en los Ayuntamientos y abrir una “nueva brecha en el camino de la lucha hacia la revolución social”.
Gracias a esta propaganda el campesinado se convirtió en el principal sector obrero por el número de afiliados a la UGT en 1920, representando cerca del 30 por ciento del total de sus efectivos. Un porcentaje que se elevaba hasta casi el 50 por ciento en Andalucía.
INSTITUTO DE
REFORMAS SOCIALES
El Instituto de Reformas Sociales (IRS) fue un organismo creado en
1903 por el gobierno conservador de Francisco Silvela. Tenía encomendado el
estudio de «todas las cuestiones que directamente interesen a la mejora y al
bienestar de las clases obreras, tanto agrícolas como industriales, y que
afecten a las relaciones entre capital y trabajo».
El Instituto fue un
elemento decisivo en la modernización de las relaciones laborales, ya que
contribuyó poderosamente al reconocimiento de la importancia de la negociación
colectiva y de los convenios colectivos de trabajo para la resolución de los
conflictos laborales.
En un
principio se componía de treinta miembros, dieciocho de libre elección
gubernamental, y doce elegidos, seis por la patronal, y otros seis por la clase
obrera, en la proporción de
dos representantes de la gran industria, dos de la pequeña industria y dos de
la clase agrícola.
Posteriormente,
a medida que se acentúan los problemas sociales, se realizó una
reestructuración del IRS. Mediante el Real Decreto de 14 de octubre de 1919, la
composición del IRS se estableció en los términos siguientes: 12 vocales de
libre designación del gobierno, 16 nombrados por las entidades que el Instituto
crea conveniente, 16 representantes de la patronal y 16 representantes del
obrero. Por primera vez las mujeres serían electoras y elegibles para cualquier
cargo del Instituto.
Para la realización de las elecciones de Vocales representantes de los elementos patronal y obrero que habían de formar parte del Instituto de Reformas Sociales, conforme con las disposiciones de dicho Real Decreto, se decidió realizar un Censo electoral social, para lo cual se dio de plazo hasta el 31 de diciembre de 1919, a todas las entidades patronales y obreras para que solicitaran su inclusión en dicho Censo, siempre que cumplieran todos los requisitos exigidos por la Real orden del Ministerio de la Gobernación de fecha 30 de octubre. Una vez inscritas en el Censo, se les reconocía el derecho a votar.
Gracias a la documentación existente de esos Censos, hoy podemos hacer un mapa parcial de las Asociaciones patronales y obreras que existían en aquella época.
Las Entidades Patronales agrarias de la comarca de Guadalteba que se inscribieron fueron:
LOCALIDAD |
NOMBRE |
CONSTITUCIÓN |
SOCIOS |
Ardales |
Sindicato agrícola Católico |
17 de febrero de 1919 |
210 |
Campillos |
Sindicato agrícola |
15 de mayo de 1919 |
400 |
Teba |
Sindicato de pequeños terratenientes e industriales |
31 de mayo de 1919 |
67 |
Las Sociedades Obreras de nuestra comarca que se inscribieron fueron:
Almargen |
Los Luchadores |
8 de junio de 1919 |
100 |
Ardales |
La Verdad |
11 de marzo de 1919 |
95 |
Campillos |
El Primero de Mayo |
20 de mayo de 1918 |
1.100 |
Cañete la Real |
La Sabora |
22 de marzo de 1912 |
420 |
Carratraca |
La Aurora Obrera |
20 de octubre de 1919 |
120 |
Cuevas del Becerro |
La Convencedora |
5 de mayo de 1910 |
405 |
Peñarrubia |
La Moral Obrera |
13 de abril de 1913 |
200 |
Serrato |
La Ventana |
17 de abril de 1918 |
251 |
Según el Ministerio: “Fueron
muchas las entidades que dejaron de acudir, por desvío, por descuido o por
creer erróneamente que la inscripción se hacía de oficio y no a instancia de
parte”
ELECCIONES
MUNICIPALES DE 1920
Para el 8 de febrero de 1920, se convocaron elecciones municipales. La unión de socialistas y republicanos llevó en Teba a presentar una candidatura única, que sin embargo no fue admitida por la Junta municipal del Censo.
Sus dirigentes intentaron conseguir por la fuerza la proclamación que solicitaban, irrumpiendo en el salón donde se realizaba el acto, pero su candidatura no fue admitida, y por tanto, al haber solo una candidatura, la oficial, el gobernador civil proclamó por el artículo 29 de la Ley Electoral a la nueva Corporación, el 5 de febrero.
Málaga,
2.- En las elecciones de concejales de Teba, después de admitida la propuesta y
teniendo en nuestro poder recibo de la misma, se nos ha negado el certificado
de proclamación por la Junta Municipal.
Los
caciques y autoridades estaban con los revólveres en la mano.
El
pueblo, indignado, pide la anulación.
Momentos antes de este atropello fuimos a visitar al diputado señor Estrada y al diputado provincial del distrito, para evitar lo hecho, pero habían huido, marchándose en ferrocarril. 19200202 02 El Socialista
En Teba había una agrupación del partido "Unión Republicana", de la que era Presidente Sotero García, Secretario Francisco Hueso, y además José Salguero, Rosario García, José Sevillano, Cosme Guerrero, Tomás Castillero, Antonio Salguero, Evaristo Gómez, Manuel Santaella, Antonio de Lora, Antonio Hueso, Rafael Hueso, Antonio Quirós, Andrés García y Antonio Cordón.
19190715 01 El PopularPrueba de la pujanza que ya el socialismo comenzaba a tener, fueron las doscientos cuatro concejalías que alcanzó en la región en las elecciones municipales de febrero de 1920, y que se repartieron por pueblos de larga tradición societaria como Montilla, donde los nueve concejales obtenidos le permitió hacerse con la alcaldía.
En la provincia de Málaga, los socialistas consiguieron 24 concejalías.
CONGRESO DE LA
FEDERACIÓN AGRÍCOLA DE LA PROVINCIA DE MÁLAGA
El segundo congreso de la Federación Agrícola de la Provincia de Málaga celebrado entre el 20 y el 24 de marzo de 1920, al que asistieron 37 localidades con 7.700 federados, entre ellas, “Adelante” de Teba con 600, delegado Antonio Anaya Rodríguez (fue secretario de ese Congreso); “La Sabora” Cañete la Real con 129, delegado Francisco Escamilla Naranjo (vicepresidente del Congreso); “Juventud Obrera” de Cañete con 100 socios, delegado Antonio Mesa Rodríguez; además Cuevas del Becerro, Serrato…
En el mismo, se dio lectura a una carta de la sociedad “El 1º de Mayo” de Campillos, que con 1.100 federados, no pudo enviar un delegado al Congreso por tener el Centro clausurado desde hace más de un año, pero adhiriéndose a los acuerdos que en él se adoptaran.
En dicho Congreso estuvo presente Francisco Largo Caballero como delegado de la Unión General de Trabajadores.
En líneas generales las propuestas presentadas y aprobadas en este segundo Congreso venían a reforzar las aspiraciones recogidas en el programa agrario del socialismo español, como era la extensión de la ley de accidentes del trabajo a los obreros agrícolas, la supresión del trabajo a destajo, abaratamiento de las subsistencias, apertura de los Centros obreros clausurados o la socialización de la propiedad de la tierra.
19200321 al 25 El RegionalCONGRESO AGRÍCOLA ANDALUZ Y EXTREMEÑO
Fue un mes más tarde, el 18 de
abril 1920, cuando el Comité nacional de la UGT tomó la iniciativa de organizar
un Congreso en el que participaran conjuntamente las sociedades agrarias
andaluzas y extremeñas.
Encomendada la tarea a Fernando
de los Ríos, el Congreso se celebró en Jaén el 14 y 15 de octubre de 1920,
estando representadas en el mismo seis provincias (las dos extremeñas y cuatro
andaluzas) y ochenta mil campesinos. También estuvo presente Largo Caballero en nombre
de la UGT.
Además de
manifestarse en favor de la socialización de la tierra, de la creación de una
Federación regional de Andalucía y Extremadura, y una Federación Nacional de Sociedades
agrícolas de España, las mociones aprobadas en el Congreso incidían en los
principales problemas a los que se enfrentaban los trabajadores agrícolas, cuáles
eran la crisis de trabajo y la carestía de las subsistencias.
En este
sentido, las medidas concretas aprobadas pasaban por la prohibición de la
exportación de artículos de primera necesidad que provocaba su carestía, la
intensificación de los cultivos y el desarrollo de las pequeñas industrias, la
libertad de importación de productos de primera necesidad, el establecimiento
de cooperativas de consumos, la fiscalización del cultivo de las tierras
nombrándose para ello unos Comités locales, la entrega a las organizaciones
agrarias de los predios que estuviesen sin roturar, la repoblación y
conservación de los montes públicos y comunales, la reglamentación de la
jornada máxima de ocho horas, la supresión del destajo, la adecuación de los
salarios a las circunstancias de cada localidad, el control por parte de las
sociedades obreras de los contratos de trabajo, determinando tareas y salarios,
y, por último, la obligatoriedad del cumplimiento de los contratos de trabajo
en todas las provincias.
19201101 04 EL SOCIALISTA
ASCENSO Y CAIDA DEL SOCIALISMO
Como ya he comentado, en 1920, el
campesinado se convirtió en el principal grupo, por número de afiliados, de la
UGT, al representar cerca del cincuenta por ciento del total de sus efectivos
en Andalucía. Por provincias, los treinta mil seiscientos diecisiete federados
con que contaba, se repartían entre Córdoba: trece mil novecientos treinta y
cuatro, Málaga: seis mil novecientos diez, Jaén: cinco mil treinta y ocho,
Granada: mil quinientos treinta y dos, Sevilla: mil trescientos catorce, y
Almería: mil ciento sesenta y nueve.
También, los 4.558 afiliados que existían en Andalucía en junio de 1918 en el PSOE, se elevaron hasta los 26.455 en diciembre de 1920.
Tras la revolución Bolchevique en Rusia, el modelo soviético despertó un gran entusiasmo entre los socialistas españoles y durante un tiempo el PSOE pareció mayoritariamente dispuesto a incorporarse a la Internacional Comunista. Sin embargo, en su segundo Congreso Extraordinario del partido, inaugurado en Madrid el 9 de abril de 1921, se rechazó dicha posibilidad. Fue a partir de aquel momento cuando el socialismo tuvo que hacer frente a una división interna, que dio origen a la escisión comunista del Partido Comunista Obrero Español (PCOE).
Esto motivó una desmovilización
de los militantes y una pérdida de afiliación. El movimiento comunista logró
cierta implantación en Cuevas del Becerro, Almargen, Teba, Cañete la Real,…
Sin embargo, el trasvase de militantes hacia el PCOE fue mínimo, pero produjo cierta atonía y desmovilización entre los militantes. En Andalucía, el número de afiliados descendió de los veintiséis mil cuatrocientos cincuenta y cinco que había a comienzos de 1921, a los mil doscientos cinco del año 1924.
A pesar de la crisis en el socialismo por la escisión comunista, en Teba, tras una travesía del desierto de más de un año, a principios de 1923 volvieron a poner en pie la Sociedad de Obreros Agricultores “Adelante”, que hasta el inicio de la Guerra civil, se convirtió en un referente de asociacionismo socialista agrario en toda la comarca.
LOS
AGRICULTORES DE TEBA SE REORGANIZAN
Hemos
visitado a los obreros agricultores del pueblo de Teba, de esta provincia de
Málaga, cuya organización fue destruida, entre otras sinrazones, por los
embates de unos cuantos titulados comunistas.
Si
para la organización comunista era un estorbo aquella fuerte organización
afecta al Partido Socialista, al lograr su derrumbamiento debieron constituir
la suya. Pues no. Como si el propósito hubiera sido destruirla, una vez logrado,
parece que quedaron satisfechos y nada intentaron en favor de su incomprensible
comunismo.
Dos
pesetas y unas sopas mañaneras de agua, pan y algunas gotas de aceite, y a la
noche, unos garbanzos de la peor calidad, condimentados con gran escasez de mal
tocino, es el jornal de estos obreros del terruño. Además, pernoctan en el
suelo de un inmundo local llamado gañanía, cada cual envuelto en la modesta
manta que posee. Pasan en el campo, a largas distancias del pueblo y de su
familia, toda la temporada que duran las labores y faenas de la Agricultura.
Permanecen
tan esclavos de la tierra corno los siervos de la gleba, con la desventaja de
no contar con la subsistencia que le garantizaba diariamente el feudalismo.
Esclavos del jornal, no lo ganan nada más que cuando necesitan de sus brazos
las labores agrícolas.
Pero
los contratiempos sufridos, con su secuela de represalias a los más
significados, que se vieron en la necesidad de buscar trabajo en los grandes
latifundios de las provincias de Sevilla y Córdoba, no han sido bastantes para
enervar el espíritu combativo de estos honrados trabajadores.
Sentían
la necesidad de la reorganización, porque comprenden que responde a la realidad
de los intereses antagónicos entre ellos y los grandes terratenientes. Estaban
convencidos que los suyos .no pueden dejarlos a merced de los patronos, que se
atreven a pagar sueldos tan miserables, y se han reorganizado con gran
entusiasmo, cuya Junta directiva aprovecha estos días de paro en trabajos
provechosos para consolidar la organización.
Ya
han levantado otra vez el obstáculo social que impida el contrato individual.
Cuando sea oportuno, el contrato de trabajo será colectivo, por medio de un
convenio entre la organización obrera y los patronos, llevado a efecto
«amistosamente» o en lucha de clases.
El
hilo espiritual con EL SOCIALISTA lo han tenido cortado un poco de tiempo; pero
no tardarán en reanudarlo, ahora que tanto interés tiene para los trabajadores
y tanto nos enseña sobre el movimiento nacional e internacional.
19230126 02 El Socialista.
Juan Cortés Maldonado y José Sevillano, como Presidente y Secretario de la Sociedad “Adelante” denunciaron en febrero de 1923, ante el gobernador civil que los propietarios se negaban a contratarlos, y que el alcalde había ordenado el desalojo del Centro obrero por la Guardia municipal, impidiendo a los trabajadores reunirse en él.
El alcalde mandaba detener a los obreros, encerrándolos en la cárcel del pueblo, sin conocimiento del Gobernador civil. “Los propietarios prefieren a los trabajadores forasteros en los cortijos, a los que pagaban por la faena de escarda siete reales y medio, mientras que a los del pueblo les ofrecían solo seis”.
Esto llevó a dirigir, el 23 de marzo, al periodista jerezano Juan Bello Ruiz, desde el periódico El Socialista, un escrito al ministro de la Gobernación, Martín Rosales Martel:
Excelentísimo señor: Con fecha 30
del pasado enero le decía vuecencia al diputado a Cortes por Oviedo, Andrés
Saborit, lo siguiente:
«Recibo su carta, y hoy mismo trato
de averiguar lo que haya ocurrido con respecto a la Sociedad de Obreros
Agricultores de Teba. Lo mismo hago respecto de los Centros Obreros que me dice
continúan cerrados en el distrito de Campillos, para proceder en justicia, como
es siempre mi constante aspiración.»
Pues ha transcurrido casi todo el
mes de febrero, y los Centros Obreros de Campillos, Cañete la Real y Peñarrubia
continúan clausurados. Y en cuanto a los obreros de Teba, tienen el Centro
abierto; pero aquellas autoridades les prohíben penetrar en él a más de tres.
De derecho está constituida la Sociedad de Obreros Agrícolas de Teba, registrada en el Gobierno civil; pero de hecho está suprimida por la voluntad arbitraria de aquellas autoridades locales, que colocan a la puerta del Centro a los agentes de la autoridad con el deliberado y maligno propósito de que los obreros se indignen y los arrollen. Desean echar a presidio a unos cuantos padres de familia por atentado a la guardia civil o municipal, y a otros cuantos al cementerio, a fin de aterrorizar a los demás.
Se le ha denunciado al señor
gobernador civil, por escrito y verbal, la conducta de las autoridades de Teba.
Se le ha hecho comprender hasta dónde llegan en su provocación, y no hemos sido
atendidos.
Por el diputado Andrés Saborit se
le denuncia a vuecencia, y las cosas siguen igual. ¿Son indiscutibles estas
autoridades? ¿Qué es lo que se quiere?
Pues pase lo que pase, los obreros
no renunciarán a sus derechos políticos y sociales.
Y no nos cansaremos en nuestra ya
larga campaña, que recopilamos para nuestra defensa, por lo que pueda ocurrir
el día de mañana.
Nos estamos cargando de razón. Y
que conste una vez más que los provocados son los obreros de Teba una y otra
vez, diariamente.
Y nada más por hoy, señor ministro
de la Gobernación. Veremos cuándo se justifica que «proceder en justicia es
siempre su constante aspiración».
Juan BELLO
Málaga, febrero 1923.
19230223 02 El Socialista.
DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
En un contexto nacional muy conflictivo, influido por el desastre de Annual en la guerra de Marruecos, el 13 de septiembre de 1923 el general Primo de Rivera proclamó el Estado de Guerra, con el visto bueno del rey Alfonso XIII, abriéndose una nueva etapa en la que fueron ilegalizados los partidos políticos y suspendidos los derechos de reunión y asociación.
El directorio militar, hizo cesar a los concejales de todos los Ayuntamientos de España (Gaceta del 1 de octubre de 1923), según ellos, en base a los anhelos del pueblo de “ver sustituidos en las Corporaciones municipales a los hombres, a la vez semilla y fruto de la política partidista y caciquil, que con poca eficacia y escrúpulo venían entorpeciendo la vida administrativa de los pueblos”. También se articuló un mecanismo para la designación de nuevos alcaldes.
En Campillos, el 2 de octubre de 1923, es
nombrado alcalde Juan Moreno Cuellar. Fue el final de las alcaldías de
la familia Hinojosa Carvajal, que estuvo al frente de la corporación casi un
cuarto de siglo. Juan Moreno, solo
duraría en el cargo cinco meses.
A los pocos
días, el 2 de octubre de 1923, ante la presidencia del capitán de la Guardia Civil, Don Antonio Fernández
Álvarez, toma posesión de
nuestra Alcaldía Don Juan Moreno Cuellar. (Baltasar Peña Hinojosa –
Página 115)
Poco
después del golpe, Primo de Rivera consiguió atraer al Partido
Socialista y a la Unión General de Trabajadores para colaborar con la dictadura.
El 1 de octubre de 1923, a la semana del golpe militar, Primo de Rivera entró
en contacto con Manuel Llaneza, alcalde
de Mieres, jefe de los mineros del carbón de la UGT. El general aseguró
a su interlocutor que su gobierno respetaría todas las ventajas sociales
conseguidas por los obreros. La dictadura apoyaría a la clase obrera, promulgando
leyes en su favor. Llaneza, al salir, dijo a la prensa «No hay nada que temer». El PSOE y la UGT aceptaron colaborar
totalmente con el dictador.
A
cambio de su colaboración, Primo de Rivera declaró ilegal en 1923 al partido comunista, al
tiempo que perseguía a los anarquistas de la CNT, enemigos acérrimos de los
socialistas en su lucha por el control de los obreros y campesinos sin tierra.
La
«colaboración» con la dictadura fue objeto de un duro debate interno en el seno
del partido y del sindicato, en el que Largo Caballero, abogó por la
participación en las instituciones de la dictadura que tuvieran que ver con la
«cuestión social».
La
ruptura de los socialistas se consumó cuando en octubre de 1924, Largo
Caballero, secretario general de UGT y miembro de la Ejecutiva del PSOE, aceptó
la propuesta ser representante de los trabajadores en el Consejo de Estado en
el que había también una representación de los patronos.
La
entrada de Largo Caballero en el Consejo de Estado desató una tormenta política
en el seno del socialismo español. Fernando de los Ríos e Indalecio Prieto lo consideraron
un «grave error». Como tanto los Comités Nacionales de UGT como del PSOE
apoyaron mayoritariamente la posición de Largo Caballero, Indalecio Prieto
dimitió el 25 de octubre de 1924 de su puesto en la Comisión Ejecutiva del PSOE, en señal de protesta.
A las cuestiones políticas hemos de añadir las de carácter económico, que se vieron beneficiadas por la bonanza de los felices años veinte, aprovechándose de la favorable coyuntura internacional de dicho periodo, durante el cual hubo un notable crecimiento económico.
Fue en estos momentos de la Dictadura, en los que vio la luz en Teba una nueva sociedad. Se trataba de la Sociedad Artístico Instructiva “La Verdad", que de la mano de los trabajadores de oficio inició su vida en marzo de 1928. La mayoría procedían de “La Luz” y de “El Progreso Social”.
Comentarios
Publicar un comentario