MITIN DE JOSÉ MARÍA LAMAMIÉ DE CLAIRAC EN CAMPILLOS

 


En la Crónica «JOSÉ MARÍA HINOJOSA LASARTE. POLÍTICO. PRIMERA PARTE», me referí a un mitin que se debía celebrar en Campillos el sábado 9 de julio de 1932, por parte del diputado don José María Lamamié de Clairac, perteneciente a la Comunión Tradicionalista. Dicho acto no se pudo celebrar por la prohibición del mismo por parte del alcalde socialista, Pedro Velasco Olmo. En dicha Crónica, solo mencioné lo sucedido y dejé escrito que merecía la pena volver sobre este tema en una futura Crónica, que aunque sería breve, también sería muy ilustrativa sobre la manera de llevar el poder que tenían las nuevas autoridades municipales de la Segunda República.

Recordemos que desde el 29 de mayo de ese año, el alcalde de Campillos era Pedro Velasco Olmo, por tanto llevaba en el cargo unas seis semanas. El ayuntamiento era totalmente socialista, con sus catorce concejales perteneciendo a esa filiación.

El sábado 9 de julio de 1932, estaba anunciado en Campillos, un mitin de propaganda organizado por el “Círculo Tradicionalista”, en el que había de hacer uso de la palabra don José María Lamamié de Clairac, de la «Comunión Tradicionalista», Diputado perteneciente a la minoría agraria parlamentaria.

La «Comunión Tradicionalista» fue la organización política del movimiento Carlista, de carácter tradicionalista y monárquico, que surgió durante la primera mitad del siglo XIX, la cual pretendía el establecimiento de una rama alternativa de la dinastía de los Borbones. Combatía el liberalismo, y hacía bandera de la defensa de la religión católica, de España y de la monarquía tradicional, resumida en su lema «Dios, Patria y Rey». Durante el Sexenio Revolucionario, la Restauración y la Segunda República actuó en la política parlamentaria. Tomó parte en la conspiración contra la República y en la guerra civil española, con la milicia del Requeté.

Como ya vimos en una anterior Crónica, José María Hinojosa, buscando su ubicación política, a principios de 1932, empezó a tomar contacto con la Comunión Tradicionalista, y cómo el 4 de enero de ese año, había participado con Lamamié de Clairac y Gil Robles, en un mitin que hubo en el teatro Lara de Málaga.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2024/08/jose-maria-hinojosa-lasarte-politico.html

José María Lamamié de Clairac y de la Colina (1887), era salmantino, abogado y ganadero de reses bravas, procedente de una familia de ascendencia francesa. Miembro fundador de la Asociación Nacional Católica de Propagandistas, y del sindicalismo católico agrario de la Confederación Nacional Católico-Agraria (CNCA) en Salamanca, de la que fue presidente en abril de 1931. Fue protector de José María Gil Robles (1898), a la sazón abogado de la CNCA. Ambos habían sido elegidos diputados en junio de 1931, por la circunscripción de Salamanca dentro de la lista de la Derecha Republicana y Agrarios.

Su carrera parlamentaria estuvo marcada por dos asuntos fundamentales: oposición total a la política agraria republicana, y oposición a la laicidad del Estado. Defendió en las Cortes a la Compañía de Jesús, cuando un decreto del 23 de enero de 1932, ordenaba su disolución. Tuvo un hijo capellán requeté, muerto en el curso de la guerra civil. Además del hijo muerto, tuvo otros tres hijos sacerdotes jesuitas, y tres hijas religiosas esclavas del Sagrado Corazón de Jesús.


Los organizadores del mitin en Campillos, solicitaron con la antelación necesaria el correspondiente permiso de la autoridad para la celebración del acto en el teatro Apolo. El alcalde, el socialista Pedro Velasco Olmo, accedió a ello, pero indicando la conveniencia de que el mitin, en vez de celebrarse en el indicado teatro, lo fuese en el local del Sindicato Agrícola, en la calle Guzmanes, alegando que de otra forma pudiera producirse cualquier alteración del orden público.

La comisión organizadora, no tuvo inconveniente en limitar así las proporciones del mitin, al quedar reducido a un local más pequeño, pero en su deseo de que no hubiese entorpecimiento alguno, se avino a las indicaciones del alcalde, y se comunicó en los pueblos limítrofes, de los que se esperaba la asistencia de muchas personas, que desistiesen del viaje ante la imposibilidad de dar cabida a todos en el salón sindical.

Al anochecer del día anterior, algunos de los organizadores salieron a la calle, procediendo a la colocación de carteles en las esquinas anunciando el mitin. Un grupo de personas, la mayoría jóvenes, se enfrentaron a ellos, oponiéndose a la colocación de los “pasquines”, suscitándose entre unos y otros, ligeros incidentes verbales. La Guardia municipal intervino, y todo se redujo, en principio, a simples discusiones sin importancia.

El pasquín anunciador decía así:

«En el local del Sindicato Agrícola de Campillos se celebrará hoy, sábado 9 de julio, a las seis de la tarde, un gran mitin de derechas, a cargo del diputado a Cortes don José María Lamamié de Clairac»

Cerca de las once de la noche, el grupo de personas contrarias a la colocación de los anuncios del mitin, acudieron al domicilio del alcalde, Pedro Velasco, a quien dijeron que los tradicionalistas estaban pegando “pasquines” en las calles. El alcalde ordenó a los agentes municipales que impidiesen que se siguieran colocando carteles, y además decidió suspender el acto, dando cuenta de ello al gobernador civil de la provincia, Miguel Coloma Rubio.

Ante el requerimiento de los guardias municipales, los que estaban colocando los carteles del mitin parece que se retiraron, pero algunos, según palabras del alcalde, contestaron algo violentamente a los guardias. Estos, posteriormente, negaron rotundamente esas imputaciones, y afirmaron que fueron ellos las víctimas de distintas provocaciones.

Esa noche, el alcalde ordenó la detención de todas las personas de derechas que la noche anterior habían estado colocando los pasquines. Para justificar su medida, el alcalde dijo que la detención se debía a la colocación de los pasquines, y a los incidentes que originaron.

Por nuestra parte, hemos de añadir que somos testigos de que el alcalde de Campillos, señor Velasco, manifestó ante varios periodistas que para él “la palabra pasquín es sinónimo de algo subversivo”, y que por lo tanto, no podía tolerar se fijasen tales anuncios en las calles.
19320712 003 El Siglo Futuro 

Esa era la mentalidad del alcalde socialista, y no tuvo mejor solución que detener a los “subversivos”.

A las seis de la mañana del sábado 9 de julio, los guardias municipales se personaron en el domicilio de las siguientes doce personas, siendo detenidos y trasladados a la cárcel:


Francisco Hinojosa Lasarte,
Juan Rebollo (Rueda),
Antonio Gallego Rebollo,
José Jordán Villavicencio,
Pedro Casasola Lasarte,
Francisco Mateos (Padilla),
José Guzmán Durán,
Francisco Castillo Linares,
Jerónimo Mora Morgado,
Pascual Ordóñez (Cano)
Sebastián Ordóñez (Cano)
Juan Sánchez Luna. 

Salvador Hinojosa Carvajal y su hijo José María Hinojosa, comenzaron inmediatamente a realizar gestiones telefónicas cerca del Gobierno civil para conocer la resolución del señor Coloma Rubio sobre lo que había ocurrido en el pueblo. Habían detenido a Francisco Hinojosa, vicepresidente del Sindicato Agrario, hijo y hermano de ellos.

El gobernador, al recibir el telefonema del alcalde dándole cuenta de la suspensión del acto y exponiéndole los motivos, dio orden inmediata de que se permitiese la celebración del mitin, con las debidas garantías de seguridad y vigilancia. Pero el telefonema de contestación, a las tres de la tarde del sábado, no había llegado a Campillos. Con respecto a las detenciones, el señor Coloma Rubio dijo que nada podía hacer hasta conocer el oficio del alcalde con los motivos de las mismas.

LA LLEGADA EN TREN DE JOSÉ MARÍA LAMAMIÉ DE CLAIRAC

La mañana del sábado 9, el diputado a Cortes señor Lamamié de Clairac, desconocedor de los acontecimientos que habían tenido lugar, llegó en el expreso a Bobadilla procedente de Madrid. En la estación fue objeto de un cariñoso recibimiento, y tan pronto como tuvo conocimiento de lo ocurrido, visitó en la cárcel de Campillos a los detenidos, acompañado de Salvador y José María Hinojosa.

Después, el señor Lamamié de Clairac, se trasladó al domicilio de los señores Hinojosa, en la calle Santa Ana, a donde acudieron a saludarle numerosas personas, entre ellas, don José María Casasola, don Diego Moreno, don Francisco Durán, don José Rueda, don Rafael Núñez y don José Bohórquez. Los señores Hinojosa atendieron al señor Lamamié de Clairac y a quienes les visitaban, “con proverbial galantería”.

El señor Lamamié de Clairac, en vista del desconcierto producido con la orden del alcalde y que muchas comisiones locales, ya no asistirían al acto, acordó con los organizadores del mismo, en que lo procedente era aplazar el mitin para el lunes 11, pese que el telefonema del gobernador, ordenaba que se autorizase. El alcalde, desbordado por la situación creada, no puso reparo alguno en que el lunes se efectuase la conferencia en el teatro, y firmó la autorización. En consecuencia, se mandó información a los pueblos, anunciando la celebración del mitin el lunes, a las cuatro y media de la tarde, en el teatro Apolo.

TEATRO APOLO

VISITA A CARRATRACA Y AL PANTANO DEL CHORRO

Los señores Hinojosa, con el señor Francisco Durán y los representantes de la prensa malagueña, acompañaron al señor Lamamié de Clairac a Carratraca, donde don Juan Serratosa Ballesteros, dueño del Balneario, les había preparado un suculento almuerzo en el hotel del mismo.

Terminado el almuerzo se organizó una gira al pantano del Chorro, donde el señor Lamamié de Clairac, con sus acompañantes, a los que se sumaron el señor Juan Serratosa y algunos amigos de Carratraca, recorrieron, embarcados en una “gasolinera”, todo el pantano, y después admiraron, en toda su grandeza, la maravillosa obra del conde de Guadalhorce.

Nuevamente se volvió al pueblo de Carratraca, donde se visitó el Balneario, acompañados del médico militar, don José María Serratosa, hermano de don Juan Serratosa, que atendió cumplidamente a todos. Poco después de las ocho de la noche, el señor Lamamié de Clairac emprendió la marcha a Málaga, acompañado de José María Hinojosa.

Juan Serratosa Ballesteros, industrial de 46 años, ex alcalde. Murió en las proximidades del cementerio de San Rafael el 4 de noviembre de 1936. Su hermano José María en la saca que se hizo en la Prisión Provincial el 24 de septiembre de 1936

PUESTA EN LIBERTAD DE LOS DETENIDOS

Hasta las once y media de la noche de ese sábado, no fueron puestos en libertad los doce detenidos, por orden del gobernador. Fue muy duramente censurada la actitud del alcalde, que no quería que el acto llegara a efectuarse, y llegó a decir que estaba dispuesto a que en el teatro Apolo de ninguna forma se llevase a efecto. “Esto lo decía basado en que como el teatro es el local mayor del pueblo, a más capacidad, mayor número de oyentes y mayor propaganda. Pero el alcalde propone y el gobernador dispone, habría que decir aquí”.

Pero no conforme con lo realizado hasta ahora, en la noche del domingo practicó una nueva detención. Según personas bien informadas, la detención se efectuó de la manera siguiente: José Guzmán Durán (26 años, Cruz Blanca nº 35), se hallaba el domingo con varios amigos sentados a la puerta del casino. Unos guardias municipales se acercaron al grupo y cachearon a los contertulios. Seguidamente se retiraron. Pero cuando el joven Guzmán disponía a marchar a su domicilio, por la calle de Santa Ana, le salió al encuentro el cabo de los municipales, y encañonándolo con la pistola, le detuvo.

Unas mujeres, que pasaban por la calle, al ver la actitud descompuesta del guardia, prorrumpieron en gritos, creyéndose se trataba de otra cosa. Se produjo algún revuelo y el detenido ingresó en la cárcel, donde aún se hallaba cuando comenzó el mitin el día siguiente.

CONFERENCIA «LA SALVACIÓN DE ESPAÑA, POR LA TRADICIÓN» EN MÁLAGA

La conferencia que iba a pronunciar José María Lamamié de Clairac el domingo 10 de julio, en la sala «Petit Palais» había despertado una enorme expectación. Era el primer acto tradicionalista que se realizaba en la capital, después de la proclamación de la Segunda República.

Desde una hora antes de la anunciada para la conferencia, el local presentaba un brillantísimo aspecto. A las once y media de la mañana, hizo su entrada en la sala don José María Lamamié de Clairac, precedido de la Junta provincial de la Comunión Tradicionalista.

Ocuparon la presidencia el jefe provincial, don Ricardo Huelin Müller, quien tenía a su derecha al señor Delegado de la autoridad, a don José María Lamamié de Clairac, a don José María Hinojosa, y a su izquierda, a don Juan García de Alcaráz, don Feliciano González, don Enrique Huelin Huelin y al Marqués de la Paniega.

José María Hinojosa en brillantes palabras presenta al orador, del que dice es ya conocido de los malagueños por su actuación en el mitin católico de enero, junto a Gil Robles. Dice que este acto es puramente Tradicionalista, y en él se han de exponer los salvadores principios que encarnan nuestro lema, «Dios, Patria y Rey».

Después de dar la conferencia, y tras comer en los Baños del Carmen, por la tarde, Lamamié de Clairac inauguró el nuevo Círculo Tradicionalista, instalado en la calle Marqués de Guadiaro nº 1. También José María Hinojosa hizo en este acto la presentación.

A la mañana siguiente, de nuevo en el «Petit Palais», Lamamié de Clairac, dio otra conferencia pero esta vez solo para mujeres.

EL MITIN EN CAMPILLOS

Por fin, la tarde del lunes 11 de julio, el diputado de las Cortes Constituyentes don José María Lamamié de Clairac, pudo desarrollar su anunciada conferencia en Campillos, donde iba a dar a conocer el programa Tradicionalista.

El entusiasmo en el pueblo era extraordinario. Horas antes de la anunciada para la disertación, llegaron a Campillos comisiones de Ronda, Almargen. Cañete la Real, Peñarrubia, Teba, Sierra de Yeguas y Ardales.

En previsión de posibles alteraciones del orden, algunas parejas de la guardia civil vigilaban en las inmediaciones del teatro. Por fortuna no fue precisa su intervención; muchas personas presenciaron la entrada y salida del acto con el mayor respeto, sin causar la más leve molestia a nadie.

Cuando entramos en el teatro Apolo, nos encontramos con que estaba materialmente lleno de público. En las butacas había muchas señoras que ostentan en sus pechos el Crucifijo; en las gradas y otras localidades se apiñaban los obreros.

El escenario estaba elegantemente adornado con colgaduras encarnadas de raso y severo estrado. El auditorio acogió con una gran salva de aplausos al señor Lamamié de Clairac. En el escenario tomaron asiento con el orador, el vicepresidente del Sindicato local y presidente de Acción Popular, don Francisco Hinojosa Lasarte, teniendo a su derecha a la presidenta de Acción Popular femenina, señorita Ana Jordán Villavicencio, don José María Hinojosa, don José Lamamié de Clairac, don Salvador Hinojosa Carvajal; y a la izquierda, doña Concepción Palop Casasola, tesorera de Acción Popular femenina, y el delegado gubernativo, don Francisco Quintas.

Poco después de las cuatro y media, el presidente concede la palabra a don José María Hinojosa, que hizo la presentación del orador, exponiendo sus campañas de propaganda por toda España. Dice que es el valiente defensor de la Iglesia y de la ínclita Compañía de Jesús, que por todo suelo patrio va sembrando las redentoras semillas de la doctrina tradicionalista.

Protesta enérgicamente del encarcelamiento de doce católicos tradicionalistas practicadas en la madrugada del sábado, que luego fueron puestos en libertad, y de las dificultades que para la celebración del acto se habían presentado por determinados elementos. Ataca a los socialistas y censura la actitud del alcalde, que para granjearse honores, comete los más viles atropellos.

Su protesta se hacía más enérgica, al referirse a una nueva y arbitraria detención del obrero y correligionario José Guzmán Durán, que sin motivo alguno, cometiendo un grave atropello, fue encarcelado anoche y aun permanece en la cárcel.

Sigue diciendo Hinojosa que el señor Lamamié de Clairac, es uno de los buenos elementos que se salvaron del naufragio del 14 de abril, y aún cuando su número es corto, en el Parlamento, puede decirse que tienen la representación de toda España. Su actuación es todavía más valerosa, si se tiene en cuenta que en las Cortes espera a la minoría agraria siempre la jauría de los jabalíes con intención de despedazarla.

Una de las defensas más ardientes y fervorosas del señor Lamamié de Clairac, fue la de la españolísima Compañía de Jesús, cuyo fundador, Ignacio de Loyola, tanto hizo para combatir con la Compañía los avances de la Reforma.

Terminó el señor Hinojosa su brillante disertación, cediendo la palabra al señor Lamamié de Clairac. Fue muy aplaudido al terminar su discurso. Al levantarse el orador es ovacionado largamente.

Comienza diciendo que vean todos como los atropellos y coacciones de la autoridad municipal han dado por resultado que este mitin que se pretendía esconder entre las paredes del Sindicato, se celebre en el mayor teatro de Campillos, y así ocurre que lo que se pretendía reducir a un fracaso, resulta un triunfo.

El señor Lamamié de Clairac, que durante el acto fue interrumpido varias veces con vivas a Cristo, a la Iglesia Católica y a los diputados católicos, fue objeto, al final, de una gran ovación, terminando el acto con el mayor orden.

Después del mitin, nos trasladamos a la estación de Bobadilla para despedir al diputado tradicionalista, que tomó el expreso de Madrid.

Durante la celebración del acto, unos muchachos se entretuvieron en arrojar sobre el techo del edificio varias piedras. Jóvenes de derechas salieron del teatro y vigilaron los alrededores, con lo que las tropelías de los inquietos muchachos concluyeron.

Una distinguida y bella señorita, que a la salida del mitin se sentó a la puerta de su casa, fue objeto de una vergonzosa agresión, que afortunadamente no tuvo mayores consecuencias. Unas niñas, con un envase de conserva atado a una cuerda, le dieron un golpe en la espalda, al mismo tiempo que se deban a la fuga.

Todos estos actos fueron unánimemente reprobados, pero no alcanzaron más trascendencia que la que dejamos expresada.

EL GOLPE DE ESTADO DEL GENERAL SANJURJO

Un mes más tarde, el 10 de agosto de 1932, se produce el intento de golpe de estado del general Sanjurjo. Como consecuencia del mismo, se detuvo a millares de personas por toda España, aunque nada tuvieran que ver con la intentona golpista. 

Entre los detenidos por orden gubernativa, estuvo José María Hinojosa, al que ingresaron en la cárcel de Málaga el 13 de agosto. Nada tenía que ver con el golpe, pero su condición de derechas y católico, lo llevó junto a otros miembros de la Comunión Tradicionalista, de Acción Española y del Partido Nacionalista Español a un injusto encarcelamiento. Permaneció en la cárcel, diecisiete días, hasta el 30 de agosto.

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Para la realización de esta Crónica, me he basado en los artículos aparecidos, entre el 10 y el 14 de julio de 1932, en los periódicos LA UNIÓN MERCANTIL y EL SIGLO FUTURO

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