PABLO IGLESIAS EN TEBA. LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS OBREROS

PABLO IGLESIAS POSSE

La primera manifestación de la existencia de un movimiento sindical organizado en Campillos y su comarca, la encontramos en el segundo Congreso de la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), celebrado en el teatro Cervantes de Sevilla, entre el 24 y el 26 de septiembre de 1882. Al mismo asistieron 254 delegados que representaban a 495 secciones de 133 localidades. De las 495 secciones, 104 eran representantes de oficios relacionadas con la agricultura.

Entre las asistentes al Congreso, las federaciones locales más importantes de Málaga por el número de afiliados, estaban las de Antequera, cuya sección de agricultores contaba con 1.971 federados, Campillos con 788, Ronda con 600, Arriate con 500 y Casabermeja con 500. Por primera vez en los congresos anarcosindicalistas, la federación andaluza era mayoritaria.

La FTRE era una organización anarquista fundada un año antes en Barcelona por iniciativa de un grupo de anarcosindicalistas catalanes. Sólo tuvo siete años de vida ya que se disolvió en 1888. A pesar de su origen catalán, el perfil de los militantes era predominantemente andaluz, con gran peso de las organizaciones agrarias, que durante una década se habían aglutinado en la Unión de Trabajadores del Campo (UTC).

Llama la atención que en nuestra comarca, que fue abanderada del sindicalismo socialista en la provincia de Málaga en los inicios del siglo XX, las primeras organizaciones sindicales tuvieran un carácter marcadamente anarquista.

LA FTRE EN SEPTIEMBRE DE 1882

COMARCAS

FEDERADOS

SECCIONES

FEDERACIONES LOCALES

ANDALUCÍA DEL ESTE

19.181

179

69

ANDALUCÍA DEL OESTE

19.168

179

61

ARAGÓN

688

14

3

CASTILLA LA VIEJA

936

19

6

CASTILLA LA NUEVA

515

16

3

CATALUÑA

13.201

193

53

GALICIA

914

13

3

MURCIA

265

5

5

PAIS VASCO

710

13

3

VALENCIA

2.355

32

12

TOTALES

57.933

663

218

 

ANTECEDENTES DE LA FEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE LA REGIÓN ESPAÑOLA (FTRE)

En España, los primeros pasos del movimiento obrero, datan de los años treinta y cuarenta del siglo XIX, cuando el Gobierno concedió la autorización a los trabajadores para agruparse en sociedades mutualistas y cooperativas, aunque dejaba en manos de los dirigentes políticos regionales el reconocimiento de las mismas. Existían algunas asociaciones obreras, pero actuaban en la clandestinidad.

Hasta mediados de los años sesenta de ese siglo, no hubo una cierta tolerancia gubernamental para el asociacionismo, lo que permitió a los trabajadores construir las sociedades de resistencia obrera.

Con el pronunciamiento revolucionario que se produjo en septiembre de 1868, conocido por «La Gloriosa», que destronaría a la reina isabel II, se inició lo que después se conoció como el «sexenio revolucionario», que duraría hasta la Restauración borbónica en diciembre de 1874.

El sexenio supuso la apertura de la sociedad española a un nuevo sistema político en el que tendrían cabida, como consecuencia de la ampliación de su base sociológica, la conquista de los más diversos derechos individuales, tales como el sufragio universal para los varones mayores de 25 años, la libertad de conciencia y culto, los derechos de reunión y asociación, etc.

El derecho de asociación, previamente ignorado cuando no reprimido, se convirtió en uno de los postulados básicos de la nueva política. Tan solo dos meses después del derrocamiento de Isabel II, se promulgó el Decreto de 20 de noviembre de 1868, firmado por el ministro de Gobernación Práxedes Mateo Sagasta, que proclamaba en su artículo 1º: “Queda sancionado el derecho que a todos los ciudadanos asiste para constituir libremente asociaciones públicas”.

De acuerdo con esto, se estableció un sistema de total libertad para asociarse y de libre constitución de asociaciones, sin la supervisión inicial del poder público. Este decreto fue elevado a ley el 20 de junio de 1869, siete meses más tarde (Gaceta de Madrid, de 21 de junio de 1869), constituyendo, por tanto, la primera Ley de Asociaciones en el derecho español.

El gobierno provisional surgido a raíz de «La Gloriosa», convocó elecciones a Cortes Constituyentes (Gaceta del 7 de diciembre de 1868), que se celebraron del 15 al 18 de enero de 1869, las primeras por sufragio universal (masculino). En ellas tenían derecho al voto, casi cuatro millones de varones mayores de 25 años, de los cuales más de la mitad eran analfabetos. Tras la celebración de las mismas, comenzó un proceso constituyente en el que el derecho de asociación tendría un destacado protagonismo.

La Constitución española de 6 de junio de 1869, fue la primera de clara tendencia democrática, en la que destacó su amplia declaración de derechos. Entre ellos, y por primera vez, declara solemnemente: «Tampoco podrá ser privado ningún español: del derecho de asociarse para todos los fines de la vida humana que no sean contrarios a la moral pública» (artículo 17.3).

También se establecieron restricciones al ejercicio del derecho de asociación. En el artículo 19 se decía: «A toda asociación cuyos individuos delinquieren por los medios que la misma les proporcione, podrá imponérsele la pena de disolución. La autoridad gubernativa podrá suspender la asociación que delinca, sometiendo incontinenti a los reos al juez competente. Toda asociación cuyo objeto o cuyos medios comprometan la seguridad del Estado podrá ser disuelta por una ley».

En una Circular del Ministerio de la Gobernación publicada en la Gaceta de Madrid, el 26 de septiembre de 1869, se incidió en un mayor control estatal de las asociaciones al ordenar a los alcaldes “que cuiden en los pueblos de su residencia del puntual cumplimiento de estas instrucciones, haciendo uso al efecto de todo el lleno de sus facultades, y requiriendo en caso necesario el auxilio de la fuerza pública”.

LA PRIMERA INTERNACIONAL EN ESPAÑA

En el año de 1864, se fundó en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), conocida también por la «Primera Internacional». Sus fines eran la organización política del proletariado en Europa y del resto del mundo, en su lucha contra el capitalismo. Era un símbolo de la solidaridad internacional entre los obreros por encima de las fronteras. Agrupó inicialmente a los sindicalistas ingleses, a los anarquistas y socialistas franceses, y también a los republicanos italianos. Hasta cuatro años más tarde, finales de 1868, en España la existencia de la «Primera Internacional» no tuvo repercusión alguna.

En el movimiento obrero revolucionario internacional surgido de la AIT, existió desde el primer momento, grandes discrepancias entre los partidarios de Mijaíl Bakunin (Rusia, 1814) y Karl Marx. (Alemania, 1818). Los seguidores del primero, se agruparon en lo que se dio a llamar el “Anarquismo” como un movimiento internacional organizado. Los partidarios del segundo, dieron lugar a un conjunto de corrientes ideológicas conocidas como “Marxismo”.

La apertura democrática que supuso «La Gloriosa», motivó la llegada a España, en noviembre de 1868, del italiano Giuseppe Fanelli, enviado por la sección anarquista de la «Primera Internacional», liderada por Mijaíl Bakunin, con la misión de difundir las ideas anarquistas y ayudar a la creación de la sección española de la «Internacional». Desde ésta, creyeron en la posibilidad de dar a la revolución «Gloriosa» española de 1868, un giro conforme a los planes revolucionarios de la AIT.

Giuseppe Fanelli
Los predicamentos de Fanelli, solo consiguieron una muy modesta implantación en Madrid y Barcelona, donde un pequeño grupo de personas formaron a primeros de 1869, una sección española de la AIT. Dicho grupo comenzó a participar en diversos debates confrontando ideas, aprovechando cualquier tribuna para poder mostrar los ideales de la «Internacional».

En 1870 fundaron en Madrid el semanario La Solidaridad, e impulsaron la celebración en Barcelona, en junio de ese año, de un congreso en el que se debatió las formas organizativas e ideológicas de la «Internacional» en España. Casi todos los delegados que asistieron fueron catalanes. Fue el primer congreso obrero que se desarrolló en España. Allí nació la «Federación Regional Española de la AIT» (FRE-AIT). Los primeros núcleos donde arraiga la FRE-AIT son los grandes centros urbanos.

LA PERSECUCIÓN A LA «PRIMERA INTERNACIONAL»

El 18 de marzo de 1871 estalló un movimiento insurreccional en la capital francesa que se denominó la «Commune de París», que durante sesenta días gobernó la ciudad de París, instaurando el primer gobierno de la clase obrera en el mundo, cuyo espíritu era el socialismo autogestionario. Según Tuñón de Lara, en España provocó una «psicosis de terror no solo en los medios conservadores y de derechas, sino también en la mayoría de los medios burgueses» de toda Europa. Fue un acontecimiento que iba a tener una enorme repercusión sobre la continuidad de la «Internacional».

En la sesión del Congreso de los Diputados, celebrada el 22 de mayo de 1871 (Gaceta de Madrid del 23/05/1871), el ministro de la Gobernación, Mateo Sagasta dijo:

Hace algún tiempo hay en España ciertos agentes de sociedades que tienen por objeto trabajar la clase obrera. De algún tiempo a ésta parte estos agentes han recibido poderoso auxilio. Mientras han estado solos han adelantado poco; pero ayudados ahora por emisarios de la Internacional, emisarios que pasan ya de 300, van adelantando algo más. Estos emisarios, que usan de todos los disfraces, trajes y nombres menos los suyos propios, y que trabajan en todas las industrias menos en la que les es peculiar, se ocupan en promover huelgas, en corromper con dádivas a los holgazanes, en amenazar a los trabajadores honrados, y en ofrecer a la clase obrera en general un porvenir de bienandanza imposible de obtener, para impulsarles a la perturbación social. […]
En su derecho están los obreros pidiendo el salario que gusten, y en su derecho los empresarios concediendo o negando la petición. Lo que es criminal es promover artificialmente las huelgas, apartar del trabajo a los obreros honrados y perturbar la sociedad.

El 28 de mayo de 1871, Mateo Sagasta enviaba una circular a los gobernadores civiles en la que les otorgaba amplios poderes para actuar contra la «Internacional». El 3 de junio anunció en el Congreso de los Diputados, que no toleraría la propaganda subversiva. El 14 de junio afirmó que la finalidad de la Internacional era «destruir la familia, destruir la sociedad, borrar la patria, hacer desaparecer por la fuerza todos los elementos de la civilización conocidos»

El 18 de octubre de 1871, (Gaceta de Madrid del 19/10/1871) en el Congreso de los Diputados se trató ampliamente de la «Internacional», de su legitimidad. Al amparo de los sucesos revolucionarios en Francia, se instó a la ilegalización de la sección española de la «Internacional».

«Pedimos al Congreso se sirva declarar, de acuerdo con las explicaciones que acaba de dar el Sr. Ministro de la Gobernación, que la sociedad conocida con el nombre de La Internacional no es de las consentidas por la Constitución del Estado.
Palacio del Congreso 18 de Octubre de 1871»

En la Gaceta del 17 de enero de 1872, se publicó una Circular, que lleva la firma de Mateo Sagasta, dirigida a los Gobernadores civiles provinciales, en la que se da la orden de perseguir a la «Internacional» en España, de la que afirmaba que era "la utopía filosofal del crimen".

Considere, pues, V. S. a La Internacional como fuera de la Constitución del Estado, y dentro del Código penal, por hallarse comprendida en su art. 198 y los demás con él concordantes, y por todo lo que declaradamente encierra de atentatorio a la integridad y seguridad de la patria y ofensivo a la moral pública en sus denegaciones del Estado, de la propiedad y de la familia, impidiendo, en su consecuencia, resueltamente en lo que a la órbita de su autoridad corresponda, y hasta por medio de la fuerza en los casos procedentes, todo acto público que en cualquiera forma de manifestaciones tienda a establecer entre nosotros su criminal Organización, deteniendo y entregando inmediatamente sus perpetradores a la acción de los Tribunales.

El esfuerzo por parte del Gobierno español de ilegalizar la «Internacional», era totalmente inútil. Nada podía ya oponerse a la asociación de los trabajadores. Además los principios fundamentales de esta organización, principalmente el anarquismo, había hundido sus raíces en las sociedad rural andaluza e industrial catalana, y su extirpación era una tarea imposible.

Ante la actitud del Gobierno, la «Federación Regional Española de la AIT» (FRE-AIT), comenzó a tomar medidas para actuar en la clandestinidad, para lo que decidió constituir grupos secretos que serían los encargados de continuar sus actividades en caso de que fuera prohibida la organización totalmente.

LA ESCISIÓN ENTRE EL MARXISMO Y EL ANARQUISMO

Las grandes tensiones, fruto de las diferencias programáticas existentes entre Karl Marx y los partidarios del socialismo, por una parte, y Mijaíl Bakunin y los partidarios del anarquismo colectivista, por otra parte, llevaron a la escisión entre ambos sectores. Este hecho se produjo a primeros de septiembre de 1872, en el V Congreso de La Haya. Las secciones andaluzas y catalanas se pusieron del lado de Bakunin y el anarquismo.


Algunos meses después, en diciembre de 1872, se celebra en el Teatro Moratín de Córdoba, el primer congreso anarquista andaluz que registra la historia. En aquellos momentos la FRE-AIT, contaba con unos 29.000 afiliados. En el mismo, se rechazaron las resoluciones del V Congreso de La Haya, y se alinearon completamente con la nueva Internacional anarquista, como único camino para la revolución social.

La división en España entre los partidarios de Marx y los de Bakunin, fue ligeramente anterior a la escisión que se produjo en el Congreso de La Haya.

Paul Lafargue (Cuba, 1842), yerno de Marx, entró en España en diciembre de 1871, huyendo de la persecución policíaca por los sucesos de París. Era miembro del Consejo Federal de la AIT y fiel propagandista de las ideas de Marx.

Paul Lafargue
Se estableció en Madrid, donde contactó con algunos miembros locales de la «Internacional», como Pablo Iglesias Posse, sobre los que acabaría teniendo una influencia muy importante. Paul Lafargue trajo a España El Capital de Karl Marx, obra que era desconocida en nuestro país. En definitiva, introdujo la línea marxista en España, consistente en la acción política de la clase obrera organizada en partidos políticos, al margen de los partidos burgueses; este era uno de los principales puntos de desacuerdo con los anarquistas.

Pablo Iglesias se había afiliado a la Primera Internacional en 1869, con solo diecinueve años. En las luchas desencadenadas dentro de la FRE-AIT entre los partidarios de Mijaíl Bakunin y los de Karl Marx, Pablo Iglesias se mantuvo fiel a los principios del marxismo, por lo que fue expulsado de la FRE-AIT, junto a un grupo de ocho marxistas madrileños.

Los nueve expulsados, junto con cinco afiliados más, constituyeron el 8 de julio de 1872 la Nueva Federación Madrileña, siendo reconocida como miembro de la AIT, independientemente de la Federación Regional Española (FRE).

DISOLUCIÓN DE TODAS LAS ASOCIACIONES Y SOCIEDADES POLÍTICAS

En los estertores de la Primera República, el 3 de enero de 1874, se dio paso a un gobierno del general Francisco Serrano, que al asumir la presidencia del poder Ejecutivo de la República, se fijó como objetivo acabar con la rebelión cantonal y la guerra carlista, con la intención posterior de convocar unas Cortes que decidieran la forma de gobierno.

Inmediatamente se suspendieron todos los derechos constitucionales, y el día 10 de enero se decretó la disolución de todas las reuniones y sociedades políticas, con especial mención de la «Internacional». Desde estos momentos se acentuaron las persecuciones, los registros y cierres de locales, la suspensión de la prensa, el encarcelamiento de los militantes, etc.

La enorme represión, así como su ilegalización por parte del gobierno, provocó que durante los siguientes años la «Federación Regional Española de la AIT» (FRE-AIT), tuviese que verse relegada a actuar en la clandestinidad. Entre alguna que otra división interna, y el hecho de la imposibilidad de la realización de congresos nacionales, provocó que en febrero de 1881 la propia FRE anunciara su disolución.

Cuando en enero de 1874 la 
«Internacional» fue prohibida en España, el grupo de la Nueva Federación Madrileña, utilizó como cobertura legal la Asociación del Arte de Imprimir, una cooperativa de tipógrafos fundada en 1871, a la que en marzo de 1873 se había unido Pablo Iglesias. Éste, en mayo de 1874, fue elegido presidente de la misma al frente de una directiva totalmente renovada.

Esta Asociación de corte marxista, liderada por Pablo Iglesias, acabaría formando en una fonda madrileña de la calle de Tetuán, a espaldas de la Puerta del Sol, al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el 2 de mayo de 1879. El primer secretario general fue Pablo Iglesias. Ese mismo año se crearon las agrupaciones socialistas de Barcelona y Guadalajara.

LA RESTAURACIÓN DEL ASOCIACIONISMO OBRERO

Con la llegada de Práxedes Mateo Sagasta a la presidencia del Consejo de Ministros, el 8 de febrero de 1881, durante el reinado de Alfonso XII, se volvió a reconocer el derecho de asociación, poniendo fin así al periodo de obligada clandestinidad de la FRE-AIT, que anunció su disolución, dando lugar al nacimiento de una nueva organización anarquista.

Práxedes Mateo Sagasta
En Barcelona el 24 septiembre de 1881 se produjo el congreso fundacional de la «Federación de Trabajadores de la Región Española» (FTRE), en el que participaron 140 delegados.

Tras casi diez años de persecución y de clandestinidad, el movimiento anarquista español lejos de desaparecer había resurgido con mucha fuerza, pasando de 30.000 afiliados en 1873, con la FRE-AIT, a 60.000 en 1882, con la FTRE.

Como ya vimos al inicio de esta Crónica, entre el 24 y el 26 de septiembre de 1882, se celebró en Sevilla, el segundo congreso. En el mismo estuvieron representadas ciento treinta Federaciones Locales andaluzas, que agrupaban a más 38.000 afiliados.

El perfil de la nueva «Federación de Trabajadores de la Región Española» (FTRE) era muy distinto del de la FRE-AIT. A diferencia de 1873, cuando predominaban las zonas industriales y urbanas de Barcelona, Valencia y Madrid, el perfil de los nuevos militantes en 1882 era fuertemente andaluz, con gran peso de las organizaciones agrarias.

El 2 de diciembre de 1882, la Federación de Trabajadores de la Región Española, a nivel nacional, el número de federados de ambos sexos pasaba de 64.000.

  • Federaciones comarcales.                       11
  • Uniones de oficios símiles                         8
  • Federaciones locales                             247
  • Secciones federadas.                            763

Una de las últimas secciones que se había adherido a la Federación, era la “Sección de Oficios Varios” de Campillos.

En nuestra comarca, además de la Campillos, también pertenecía a la FTRE-AIT la de Ardales con medio centenar de miembros.

Referente a esta organización de Ardales, he encontrado en la prensa una carta de don Manuel Díaz, fundador de la misma, en la que se queja de la detención de cinco de sus socios, quizás miembros de la directiva, a la par que se había decretado la disolución de la sociedad.

Señor Director de La Discusión
Mí distinguido amigo y correligionario: Ruego a Vd., encarecidamente se digne dar cabida en el periódico que tan dignamente dirige a las siguientes líneas:
Hace como unos ocho meses, que en mi pueblo natal, Ardales (Málaga,) por iniciativa del que suscribe, se formó una sociedad cooperativa de trabajadores, con arreglo a las leyes.
Excuso decir a Vd., señor director, que el objeto de los asociados es dejar mensualmente una peseta en fondo para poder remediar en tiempos de paralización algunas de sus múltiples necesidades, objeto natural de toda sociedad de este carácter, bajo ningún concepto político-social.
Pues bien, señor director, hoy he sabido con sentimiento, al par que con asombro, que se ha disuelto aquella, habiendo sido detenidos cinco de sus socios y conducidos a disposición del señor juez de primera instancia de Campillos.
Como dejo indicado, aquella asociación no ha revestido nunca espíritu político ni ha estado en relaciones directas, ni indirectas con las de tal especie.
He aquí, pues, la causa de mi extrañeza, cuando he sabido su disolución, y el único motivo que me impulsa a suplicar de la amabilidad de Vd. la inserción del presente comunicado, pues quiero hacer constar tanto el objeto con que ha vivido dicha sociedad, cuanto mi firme convencimiento de que sus asociados, son en total ajenos a los lamentables sucesos que hoy llaman la atención general sobre las tristes provincias andaluzas (1).
Señor Director, de almas nobles y generosas es el defender a los oprimidos e inocentes, y como Vd. reúne dichas cualidades, abrigo la esperanza que por medio de su digno periódico de publicidad a lo expuesto.
Con este motivo le anticipa las gracias su atento y S. S. Q. B. S. M. —Manuel Díaz
18830320 02 La Discusión

(1) Se refiere a los sucesos de la llamada Mano Negra que se produjeron en el bienio 1882-1883, en el campo andaluz, que tenían su origen en un anarco-comunismo distinto del anarquismo colectivista de Bakunin.

Además de encarcelar a los cinco, la guardia civil, supongo que por orden del Gobernador civil, se incautó de los fondos de la caja de socorros mutuos. En la prensa del 13 de abril aparece que fueron puestos en libertad por orden del juez de Campillos.

A principios de 1883, los miembros de FTRE de Ardales ya se quejaban de que:

“Los burgueses de esta localidad se coaligan para no admitir a los federados en sus trabajos, y no contentos con tan censurable conducta les amenazan con perseguirlos y deportarlos; pero lejos de enfriarse el entusiasmo de nuestros compañeros de cada día es mayor el número de los federados y celebran asambleas muy numerosas.
Como existen muchos enfermos, los demás compañeros los socorren. También por medio de una suscripción voluntaria han reedificado la habitación de un federado que un temporal derribó. La actitud enérgica de los anárquico-colectivistas de Ardales y la práctica de la solidaridad, ha logrado, en parte, que la gran Bestia, de cada día sea más cobarde”

Sobre la sección de Campillos, vemos que a primeros febrero se autodenomina Sección de Agricultores. En un comunicado que envía en agosto de 1883 a la Comisión Federal de la FTRE, dice que “La sección de Agricultores se ha reorganizado y desarrolla considerablemente”

En el Congreso Regional que se celebra en el Teatro Apolo de Valencia los días 4, 5, 6, 7 y 8 de octubre de 1893, la organización de Campillos participó como Federación Local. En total hubo 91 Federaciones Locales representadas. La delegación Campillos dio el voto favorable a la aprobación de unos nuevos Estatutos.

La desaparición de la FTRE en 1888, provocó a principios de los años noventa una atomización en el anarquismo español, que a partir de entonces incluyó en su seno a individuos, sociedades, grupos y círculos, la mayoría de las veces inclinados hacia el análisis ideológico y a la difusión doctrinal, más que hacia la acción sindical.

LOS INICIOS DEL SOCIALISMO

En noviembre de 1885, al fallecer el rey Alfonso XII, meses antes de que naciera Alfonso XIII, comienza la regencia de María Cristina de Habsburgo.

En 1885 se constituye la Agrupación Socialista Malagueña. Fue la primera agrupación de Andalucía, y la quinta de España. Nació de un “Ateneo Obrero” fundado un año antes por Rafael Salinas Sánchez, a quien hay que considerar como el padre del socialismo malagueño. Su arraigo fue de carácter urbano, ya que se constituyó principalmente con obreros textiles, toneleros, metalúrgicos y trabajadores del muelle.

El 30 de Junio de 1887 (Gaceta del 12 de Julio de 1887) se aprobó una nueva Ley de Asociaciones, que reconocía asociaciones religiosas, políticas, científicas, artísticas, patronales y obreras. La primera asociación obrera que se creó al amparo de esta nueva ley fue la Unión General de Trabajadores (UGT), en agosto de 1888. Con ella, y con el semanario El Socialista, que había empezado a publicarse en marzo de 1886, se completó el entramado institucional del socialismo español.

El socialismo fue en sus inicios un movimiento predominantemente urbano, que prestó escasa atención a las organizaciones campesinas, lo que no deja de llamar la atención si tenemos en cuenta que a finales del siglo XIX, aproximadamente un 65 por ciento de los trabajadores españoles eran agricultores, frente a un 15 por ciento que eran industriales, incluido el artesanado.

A mediados de la década de los ochenta, se inició una grave crisis económica que afectó a la provincia de Málaga, con sus secuelas de pérdida de empleo, hundimiento de empresas y descenso general de las actividades económicas. Las repercusiones de la crisis se dejaron sentir con fuerza sobre los sectores sociales más vulnerables. Jornaleros agrícolas y pequeños campesinos, en el mundo rural, y obreros industriales y artesanos, en el ámbito urbano, fueron los más perjudicados.

Esto llevó a muchos malagueños a emigrar al otro lado del océano en busca de mejores condiciones de vida. En el período comprendido entre 1887 y 1897, Málaga registró una disminución de población de un 6,6%. En 1894 se calculaba que pasaban de cincuenta mil las personas de uno y otro sexo que habían embarcado para Brasil, Argentina, Chile y Uruguay.

En los años posteriores a 1892 se produjo una crisis en las organizaciones socialistas andaluzas, entrando las mismas en una fase de atonía de la que no saldrían hasta principios del nuevo siglo, arrastrando en su declive a la UGT que pasó de las 12 secciones federadas en 1893, en toda Andalucía, a ninguna después de 1896.

Debido a la crisis, fueron frecuentes las acciones de protesta contra la escasez de alimentos, como los que ocurrieron en Teba a primeros de abril de 1897.

Ronda, 6.- El jefe de la comandancia de la Guardia civil, D. Jerónimo Delgado, recibió a las ocho de la mañana de hoy un parte telegráfico de Teba, pueblo de esta provincia, participándole que se había alterado el orden público y pidiéndole que enviara las fuerzas que tuviera disponibles a fin de restablecer la tranquilidad.
En el tren de la una han salido para aquella población las parejas francas de servicio.
Se ha dispuesto además la reconcentración de las fuerzas de esta zona.
Se sabe que han llegado a Teba treinta guardias procedentes de Málaga y Antequera.
18970407 02 El Imparcial

Han terminado los desórdenes que los trabajadoras hambrientos produjeron en Teba.
Los amotinados quemaron las casetas de Consumos y apalearon a los empleados del ramo y a algunas autoridades.
El Ayuntamiento ha acordado suprimir el impuesto de consumos.
18970408 002 La Justicia

Ronda 8 —La verdadera causa de la alteración del orden público, ocurrida anteayer en Teba, atribuyese a ciertas palabras denigrantes, para la sufrida clase obrera, pronunciadas en la reunión de contribuyentes por el circunstante Sr. Moreno.
Me aseguran que dicho señor protestó del acuerdo tomado por sus compañeros, en el que se fijaba una peseta diaria de socorro para cada padre de familia, aduciendo como razones el que los obreros bien podían pasar la vida alimentándose de gachas hechas con harina de maíz.
La vida del Sr Moreno corrió un verdadero peligro, cuando poco después de pronunciadas llegaban aquellas palabras a oídos do los menesterosos; en vista de esto abandonó la población.
18970409 02 El País

Este clima de tensión social imperante en los últimos años del siglo XIX, fue el origen para que los trabajadores volvieran a organizarse en sociedades de resistencia, y del avance de las organizaciones obreras. El socialismo malagueño fue recuperando fuerzas, en parte gracias a la integración en el mismo de los trabajadores del campo, en particular los de la comarca de Campillos y Teba.

En Campillos empezó a constituir la Agrupación socialista en 1891, en base al importante núcleo de trabajadores agrícolas que antes militaban en las filas de la FRTE.

Desde ese momento, la cuestión agraria empezó a ser tenida en cuenta por el socialismo español. El punto de inflexión en ese cambio de actitud, hay que buscarlo en la huelga que protagonizaron los agricultores de Teba en enero de 1902, que fue el primer conflicto agrario en el que los socialistas desempeñaron un papel importante, con la presencia directa de Pablo Iglesias y el lanzamiento de una amplia campaña de solidaridad en todo el país con los obreros tebeños. Una huelga que concluyó, después de más de cuatro meses de resistencia.

Tal como recogía un editorial de El Socialista, desde ese momento la presencia del campesinado en las filas socialistas y de la UGT a nivel nacional, podía considerarse una realidad

Puede considerarse un hecho la entrada de los obreros agrícolas en el campo de la actividad para defender sus intereses y trabajar, en unión de sus compañeros de la mina y de la fábrica, por derrocar el sistema capitalista…Quieren mejorar su mísera condición, dejar de ser cosas para ser hombres, instruirse, educarse y ponerse en condiciones de liberarse totalmente…Su fuerza, su empuje serán grandes, y el Estado, la representación de la gente adinerada y esta misma, sentirán la poderosa influencia de los oprimidos y se verán obligados a conducirse con ellos de muy distinta manera que hasta aquí.
19020418 El Socialista.

LA HUELGA DE TEBA EN 1902

Desde principios del siglo XX se asistió en toda España a un fuerte impulso asociativo y reivindicativo por parte de los trabajadores, que protagonizaron a lo largo de 1901 conflictos en demanda de mejoras salariales y laborales.

En el verano de 1901 se constituyó en Peñarrubia una Sociedad de Obreros Canteros

Se ha constituido en este pueblo de la provincia de Málaga una Sociedad de Obreros Canteros y similares con el título de «La Peña», la cual desea ponerse en correspondencia con todas las demás del mismo oficio de España. Dicha colectividad piensa ingresar en breve en la Unión General de Trabajadores.
19010802 03 El Socialista.

Unos meses más tarde, lo mismo ocurre en Teba con la creación de la Sociedad de Agricultores y Canteros «La Roca» que se movió en la órbita socialista desde su mismo nacimiento, y en el que canteros y agricultores iniciaron conjuntamente el proceso de organización obrera en Teba. En el inicio de la organización tuvieron una mayor relevancia el gremio de los canteros.

Teba.- Se ha constituido la Sociedad de Canteros, celebrando el acto con un refresco, en el que se pronunciaron entusiastas discursos.
19011004 04 El Socialista.

Teba.- La Sociedad de Canteros «La Roca» celebró junta general el 1º del corriente, en la que usaron la palabra varios compañeros recomendando la asociación, el compañerismo y la solidaridad, a fin de de hacer efectivo el mejoramiento de los trabajadores.
19011115 04 El Socialista

A primeros de 1902, los obreros de Cañete siguieron los mismos pasos.

Cañete la Real.- Se ha constituido en este pueblo una Sociedad de Obreros agrícolas y similares. Reina mucha animación entre estos compañeros, que se proponen defender con entereza los intereses del trabajo.
19020103 04 El Socialista.

Los orígenes del movimiento obrero en Teba se pueden considerar como relativamente tardíos, en relación con otros pueblos de la comarca. Ya vimos los antecedentes de Campillos y Ardales, con la FTRE-AIT.

Esto no impidió que el movimiento obrero tebeño ejerciera una gran influencia, no solo en los pueblos próximos, sino que también se convirtió en uno de los principales baluartes del socialismo en la provincia de Málaga, además de poner las bases de la introducción del socialismo en el campo español.

Baltasar Peña en su libro “Pequeña Historia de la Villa de Campillos”, página 119 escribe:

Creemos necesario hacer en este momento un breve bosquejo de los movimientos societarios, así como de las vicisitudes de las sociedades obreras que arraigaron en esta zona desde principio del actual siglo.
Los antecedentes de todo ello hay que buscarlos en la construcción del dique de Gibraltar. Casi toda la piedra empleada en el mismo lo fue de las canteras de Teba y de Peñarrubia, Esta actividad motivó una crecida emigración hacia estos pueblos, sobre todo hacía Teba, en donde llegaron varios cientos de canteros del Norte y de Almería. Los elevados jornales que proporcionaban estos trabajos hicieron que el pueblo de Teba gozara de unos años en que la plata corría con prodigalidad, pero también infiltraron en sus obreros el afán de defensa, constituyéndose en el mismo una de las primeras sociedades obreras y de las más importantes de España. Pablo Iglesias vino personalmente a tomar parte en un mitin en dicho pueblo.
Terminaron los trabajos de los canteros, terminó de correr el dinero, pero quedó en cambio el fermento societario y el afán de lucha de clases… […]


Desde 1704, año de la pérdida por España de Gibraltar, el puerto marítimo gibraltareño estaba ubicado en la parte norte del Peñón. Tenía escasa capacidad, por lo que la flota tenía que anclar en plena bahía. Para proteger a la Royal Navy y a sus instalaciones navales, los británicos tenían la necesidad de construir en el Peñón un puerto mayor, a prueba de torpedos.

Se decidió por parte de la autoridades británicas, hacer un nuevo puerto con muelles más al sur, que contase además con facilidades para reparar los barcos averiados. Para ello, había que extender la cabeza del antiguo espigón hacia el sur, y emplazar un muelle aislado entre el nuevo muelle y el antiguo del norte, con entrada por ambos lados.

Las obras del nuevo puerto comenzaron en 1895 y no se concluyeron hasta 1904, y costaron cinco millones de libras. Esto requirió una extensa explotación de las canteras de Peñarrubia y Teba, de donde se extrajo la mayor parte de la piedra, además de la llegada de mucha mano de obra para la construcción del puerto y de los astilleros.

La explotación de las canteras de Peñarrubia y Teba las realizaba un compañía inglesa. El transporte de las piedras se realizaba en el ferrocarril Bobadilla – Algeciras, inaugurado a finales de 1892, y que se había construido también con capital británico.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/07/la-llegada-del-ferrocarril-campillos.html

En Teba, los grandes propietarios, desde un principio vieron con muy malos ojos que los trabajadores se asociaran, y, según El Socialista, “…a más de observar una conducta intransigente, realizaban toda suerte de gestiones (...) para quebrantar o destruir la Sociedad que los obreros tenían”

Teba. —Ciertos burgueses de esta población ven con disgusto la existencia de la Sociedad de Canteros, y alguno de ellos—Rafael Galán Herrera — ha manifestado que no parará hasta que logre verla muerta, llegando, si es preciso, a procurar que se paralice el trabajo en las canteras.
Aquellos obreros se han reído de las bravatas del tal burgués, por estar decididos a conservar su organización, ocurra lo que ocurra.
Legalizada ésta, consideran tarea imposible la de ese orgulloso explotador, que, por lo visto, entiende que mientras quienes viven a costa de otros están en su derecho buscando el modo de acrecer su fortuna, los obreros no puedan asociarse para mejorar algo su mala situación.
Pero ya irá viendo que está muy equivocado.
19020124 03 El Socialista

A finales de enero de 1902 la Sociedad de Agricultores y Canteros, que ya contaba con un millar de socios, fueron a la huelga en señal de protesta por el despido de varios jornaleros que habían exigido a un propietario el despido de un capataz acusado de maltratar a un obrero.

Málaga 26.- En Teba se han declarado en huelga los obreros agrícolas, por no estar conformes con los jornales y con las comidas que les dan los labradores.
Hasta ahora la tranquilidad es absoluta, pero no obstante, el gobernador ha ordenado la concentración de fuerzas de la Guardia civil, por lo que pueda suceder.
19020127 02 El País

Los agricultores de Teba, inmediatamente de declarar la huelga, se pusieron en contacto con la Dirección Nacional del PSOE para que “formulasen en su nombre la reclamación correspondiente ante el gobernador de Málaga y el ministro de la Gobernación”. También solicitaban que alguien les aconsejara “en las críticas circunstancias por que atraviesan”.

Alfonso González
Nada más recibida la notificación, una comisión del Comité Nacional del PSOE, al frente de la cual iba Pablo Iglesias, fue a entrevistarse con el ministro de Gobernación, Alfonso González Lozano.

Ayer tarde visitó al señor ministro de la Gobernación una Comisión de socialistas, presidida por Pablo Iglesias, con objeto de denunciarle abusos cometidos por las autoridades locales de Teba (Málaga) contra unos obreros del campo que están en huelga provocada por los patronos.

El señor ministro prometió a los comisionados enterarse de dichos abusos y ordenar a las autoridades que los repriman, caso de que aquellos existan.
Para dicho pueblo saldrá en breve el compañero Iglesias.
19020128 01 El Día

VISITA AL MINISTRO DE LA GOBERNACIÓN.
El lunes de esta semana, por la tarde, visitó al ministro de la Gobernación una Comisión del Comité Nacional de nuestro Partido.
El compañero Iglesias, en nombre de la misma, hizo presente al ministro de la Gobernación la actitud provocativa de los patronos de Teba para con los obreros, principalmente con los del campo, que se hallan en huelga por culpa de aquéllos, así como los abusos cometidos por las autoridades locales, y solicitó de él que hiciera cumplir la ley a quienes tratan de pisotearla impidiendo a los obreros que estén asociados y lanzarlos por derroteros que éstos no quieren ir.
El ministro prometió hacer que las autoridades ajusten su conducta a la ley y respeten el derecho que tienen los obreros a mejorar su condición.
19020131 03 El Socialista

No conforme con esta gestión, Pablo Iglesias, que en esas fechas tenía 51 años, autorizado por Comité Nacional, el 31 de enero sale de Madrid en ferrocarril para visitar Teba, con el fin de apoyar y mediar en la huelga de trabajadores del campo.


Así lo relata él mismo, pocos días después, en el semanario El Socialista, el 7 de febrero de 1902:

AUXILIÉMOSLOS
Llamado por los obreros asociados de Teba, y autorizado por el Comité Nacional del Partido Socialista para llevar su representación, el jueves último (30/01) partí para dicho punto.
Los trabajadores de Teba, en su casi totalidad agrícolas, no son partidarios de los procedimientos que preconizan los anarquistas, sino de la táctica que en la lucha con los patronos recomiendan los hombres del Partido Obrero.
Por eso, en la huelga forzosa que mantienen, y de la que se dio cuenta en el número pasado, observan una actitud pacífica y ordenada, y por eso también, al ver el cúmulo de abusos que patronos y autoridades cometían con ellos acudieron a los socialistas, tanto para que éstos formulasen en su nombre la reclamación correspondiente ante el gobernador de Málaga y el ministro de la Gobernación, según se ha hecho, como para que uno de ellos fuese a aconsejarles en las críticas circunstancias por que atraviesan.
Esa conformidad con la táctica que tantas veces han recomendado los socialistas a los obreros que procuran su mejoramiento por medio de las Sociedades de resistencia, no la han mostrado únicamente los trabajadores agrícolas de Teba, sino también los de Peñarrubia, Campillos, Cañete, Ardales y otros pueblos de la provincia de Málaga. Así me lo expusieron las Comisiones de esos pueblos, que, en unión de la de Teba, salieron a esperarme a la estación de Bobadilla.
Como se comprenderá, tuve una gran satisfacción al enterarme de que toda esa masa obrera agrícola opinaba que hoy por hoy no es el camino de la violencia, sino el de la lucha pacífica, el que deben seguir para mejorar su desdichada condición.
Acompañado de esas Comisiones y de gran número de obreros de Teba, llegué a esta población, y después de dirigir un cariñoso saludo a todos los trabajadores que fueron conmigo hasta la casa donde me alojé y de agradecerles las atenciones que me habían guardado, procuré enterarme del estado en que se hallaba la huelga en Teba y de la marcha que llevaban las Sociedades en los otros pueblos.
Dijéronme los de Teba que los trabajadores mantenían con firmeza su reclamación —despedida de un manijero que insultaba a la Sociedad y ofendía con sus dichos a los operarios que estaban a su cargo—, y que los patronos, a más de observar una conducta intransigente, realizaban toda suerte de gestiones, muchas de ellas contrarias a la ley, para quebrantar o destruir la Sociedad que los obreros tenían.
Los de Cañete, Ardales y otros puntos me relataron infinidad de abusos y tropelías que los monterillas cometen con ellos por haberse asociado unos, y por intentar asociarse otros. Según estos compañeros, para dichas autoridades es un delito el ejercitar el derecho de asociación.
Manifesté a los compañeros de Teba que era digna de aplauso la entereza que los 1.200 huelguistas mostraban, pero que no debían excluir nunca los términos de transacción si éstos podían evitar que la lucha se prolongase y los sufrimientos y privaciones llegasen a un grado extremo, y expuse a los de Ardales, Cañete y otros pueblos que les precisaba defender con energía los derechos de asociación y reunión, puesto que sin el ejercicio de ambos les sería absolutamente imposible mejorar su estado.
Díjeles a todos también que en la lucha contra los desmanes y atropellos de las autoridades tendrían siempre a su lado al Partido Socialista y a los obreros asociados de la industria.
Lo mismo unos que otros compañeros mostráronse decididos a perseverar en la obra de organización que han comenzado, y a no perdonar sacrificio alguno hasta conseguir que los alcaldes respeten el derecho que tienen a asociarse.
Al siguiente día, cuando acababa de hablar con algunos compañeros acerca de la conveniencia de hallar una fórmula de arreglo para poner término a la huelga, me visitaron el teniente de la Guardia Civil y el corresponsal de un periódico de Málaga, los cuales me preguntaron si tendría inconveniente en hablar con el alcalde y con los labradores del pueblo sobre el asunto que a todos nos preocupaba, y como les respondiese que no, el teniente de la Guardia Civil llegó a expresar su creencia de que mi entrevista con los citados señores daría por resultado el término del conflicto.
A las tres de la tarde me avisté en el Ayuntamiento con el alcalde y algunos labradores, y tras una larga conversación acerca de las causas que produjeron la huelga y del desarrollo alcanzado por ésta, propúseles la siguiente base de arreglo: no despedir al manijero; que su patrono le amonestase para que en lo sucesivo no faltara a ningún trabajador, y que todo el personal volviese al trabajo en las mismas condiciones en que antes estaba. Al principio pareció bien esta solución; pero como uno de los labradores dijese que él no despedía el personal que había buscado para cuidar el ganado, y, por lo tanto, no aceptaba el último punto, los demás se manifestaron conformes con él, si bien indicando algunos que se ocuparía el personal del ganado en otras faenas.
No aceptada la que yo creía solución conveniente para todos, me despedí de aquellos señores.
Después de esto, se celebró un mitin, que el día anterior se había anunciado, en el cual dirigimos la palabra a numeroso auditorio dos canteros, dos agricultores y el que estas líneas escribe. Todos recomendamos mucha unión, mucha previsión en las luchas sucesivas y mucha prudencia. Yo, a más de indicar que había fracasado una proposición de avenencia por mí presentada a los patronos y de recomendar que si se presentaba alguna otra que fuera decorosa para los obreros, se aceptase, traté de lo mucho que importa a los obreros agrícolas la vida municipal y, por lo tanto, de que deben prepararse para tener intervención en los Ayuntamientos. Les recomendé asimismo que tomasen con interés la elección de diputados, a fin de enviar al Parlamento quienes los defiendan de veras, y les excité, por último, a que juzgasen procedimiento funesto para su causa el de atentar contra la vida de los burgueses o contra las propiedades.
Terminado el mitin, me reuní con la Junta Directiva de la Sociedad obrera y la expuse detalladamente lo ocurrido en mi entrevista con el alcalde y los patronos, pidiéndola luego que se fijara en la respuesta que me habían dado algunos de aquéllos al rechazar la solución que yo proponía, por si podía estimarse como base de arreglo.
Esa respuesta fue, como ya queda dicho, que aceptaban la amonestación al manijero y colocar a toda la gente, aunque parte de ella no fuera en el mismo trabajo que antes hacía.
La Junta Directiva, deseosa de demostrar que no había intransigencia de parte de los obreros, acordó aceptar esa proposición si la confirmaban todos los labradores, y someterla luego a la aprobación de los huelguistas.
Para tratar de esto se pidió cita a dichos señores, y obtenida que fue, nos presentamos a ellos los individuos que la Directiva designó de Comisión, haciéndoles presente que la representación de los huelguistas mostraba su conformidad con la proposición que a mí me hicieran por la tarde. Uno de los labradores nos manifestó que las cosas habían cambiado desde la celebración del mitin, por ciertas palabras que, según él, dijera uno de los compañeros canteros; otro, el patrono del manijero causante de la huelga, dijo que por su parte estaba decidido a no admitir obreros asociados, y un tercero dio también como base al cambio de opinión de los labradores ciertas palabras que le habían dicho pronunciara un individuo de la Directiva.
La Comisión, negando exactitud a lo que afirmó el primer labrador, y respondiendo pertinentemente a lo que dijeron los otros dos, declaró que los obreros no podían llevar más lejos su transigencia.
¿Qué conducta debía yo seguir ante la obstinación de esos patronos, su deseo de someter por hambre a los huelguistas, o acaso su afán de promover una cuestión de orden público?
Creo sinceramente que la que he seguido. Aconsejarles que no se salgan ni un ápice de la legalidad, pero que resistan firmemente a las ilegales pretensiones de aquéllos.
Las gentes imparciales habrán de reconocer que los obreros de Teba no podían transigir más. Pidieron primeramente que se despidiera al manijero que los maltrataba, y cedieron en ese punto, dándose por satisfechos con que se le amonestase. Reclamaban volver a los mismos puestos que anteriormente ocupaban, y también cedieron en eso, con tal que se diese colocación a sus brazos. ¿No han llegado hasta donde podían llegar?
A lo que se niegan, por lo que no pueden pasar sin combatir hasta lo último, es a renunciar a asociarse para mejorar su condición, a matar su Sociedad. Los que eso pretenden, no sólo son unos tiranos, sino que van contra la ley fundamental del Estado.
Ante esta conducta de los patronos de Teba y ante los atropellos que las autoridades de Cañete, Ardales y otros pueblos de Málaga cometen con los obreros asociados y con los que quieren asociarse, el Partido Socialista y los trabajadores que pelean por su mejoramiento sabrán cumplir con su deber. ¿Cuál es éste? Enviar a los primeros todos los recursos que puedan para que no se rindan por hambre, y prestarles todo el apoyo moral que necesiten si las autoridades se extralimitan con ellos; ayudar a los segundos en su obra de organización, formulando enérgicas protestas ante los Poderes públicos siempre que las autoridades de aquellos pueblos realicen con dichos compañeros algún desmán.
¡Socialistas! Hay quien nos acusa de que no nos preocuparnos de nuestros camaradas los obreros agrícolas. Demostremos con hechos que entren por los ojos de todos que eso es falso.
¡Obreros asociados de la industria! Hay quien asegura que miráis con indiferencia la triste suerte de los asalariados de la tierra. Acreditad con actos ostensibles que vuestra solidaridad con ellos es un hecho. ¡A auxiliar materialmente a los huelguistas de Teba! ¡A prepararnos para reclamar con energía contra los desafueros que con ellos o con cualesquiera otros trabajadores del campo se cometan!—PABLO IGLESIAS.

Escritas las anteriores líneas, recibo carta de los compañeros de Teba participándome lo que sigue:
«El día de su salida, a las ocho de la noche, estando en el local de la Sociedad la Junta Directiva haciendo la recaudación de cuotas a 50 socios, se presentó la autoridad local acompañada del teniente de la Guardia Civil del distrito de Campillos, exigiendo que los individuos que pagaban cuotas saliesen a la calle, y diciendo que al que no lo hiciera pronto se le llevaría a la cárcel. Después examinaron los libros de la Sociedad y levantaron acta, suponemos, de dicha inspección.»
No hay que ser muy lince para ver en lo que comunican los compañeros de Teba un principio de nuevas arbitrariedades con aquellos trabajadores. Veremos si el gobernador de Málaga y el ministro de la Gobernación las consienten. — P. I.
19020207 02 El Socialista

En paralelo desde El Socialista se abrió una colecta dirigida a “Cuantas colectividades e individuos deseen auxiliar a los huelguistas de Teba, pueden remitir los fondos al administrador de El Socialista, que se encargará de hacerlos llegar a su destino”.

A la firmeza y el denuedo de los compañeros de Teba en la lucha que están sosteniendo por el principio de asociación responden los trabajadores de todas partes enviando su óbolo para que no tengan que rendirse por hambre y protestando contra la conducta de aquellos burgueses y de las autoridades que los apoyan en su ilegal proceder.
19020221 02 El Socialista

Fue el primer conflicto agrario en el que los socialistas desempeñaron un papel importante, con la presencia directa de Pablo Iglesias y el lanzamiento de una amplia campaña de solidaridad en todo el país.

Fueron más de mil huelguistas, apoyados sin reserva por los socialistas. La huelga se mantuvo por espacio de más de cuatro meses, durante los cuales se acentuaron las privaciones y las humillaciones sufridas por los trabajadores de Teba.

Los vínculos existentes entre los propietarios agrarios y el poder político eran tan manifiestos, que la administración local y provincial se puso al servicio de los grandes propietarios, a cuyos intereses se subordinaron las autoridades en su rechazo y oposición al sindicalismo y a las luchas obreras. El alcalde, uno de los que más se distinguió en la represión, era Joaquín Peñalver Durán, y el Gobernador civil Cristino Martos y Llobel.

Cristino Martos

Los patronos, agrupados en un Círculo de Labradores, realizaron toda suerte de gestiones para quebrantar o destruir la sociedad que los obreros habían creado. Apelaron a todos los medios y a toda clase de amenazas para hacer que los obreros de otros oficios que formaban la Sociedad, la abandonasen.

Una de sus pretensiones era que los obreros agrícolas, que formaban una sola Sociedad con los canteros, se separaran de éstos, con la idea de que separados, los agricultores no tendrían capacidad ni energía para mantener su organización. Los huelguistas sin embargo estaban resueltamente decididos a no aceptar arreglo alguno que no tenga por base el reconocimiento de su Asociación.

Los propietarios tomaron la decisión de contratar trabajadores de otras localidades en el que los obreros no estuvieran asociados, y según recoge La Unión Mercantil del 3 de junio 1902, aquellos estaban “conjurados a no dar trabajo a los obreros de dicha villa, imponiéndose la multa de cuatro mil pesetas al patrono que falte a este juramento”. Pretendían que los obreros se rindieran por hambre.

A pesar de que la Sociedad obrera, procuró que todos sus individuos procedieran con la mayor corrección y no perdieran la calma, fueron acusados de perturbadores y díscolos, y el Gobernador civil reforzó el pueblo con más fuerzas de la Guardia Civil.

Continúa empeñada y continúan las autoridades cometiendo atropellos.
A los oficios del alcalde ordenando que la Sociedad dé de baja a 23 compañeros y a las coacciones ejercidas sobre un asociado, ha venido a sumarse el procesamiento del presidente de la Sociedad «La Roca» y el de la Sociedad de Peñarrubia.
Un patrono llamado Juan González ha despedido a un obrero que le servía desde hace quince años por negarse a dejar la Sociedad, y así por el mismo orden otros muchos atropellos y vejaciones.
La lucha está empeñadísima, y sólo una gran prudencia por parte de los obreros impide que se llegue al terreno de la violencia.
19020214 02 El Socialista

El lunes 10 de febrero, dos semanas después de la primera visita, de nuevo una comisión del Comité Nacional liderada por el Secretario del mismo Juan José Morato, se entrevistó con el ministro de la Gobernación Alfonso González.

Una Comisión del Comité Nacional ha visitado al ministro de la Gobernación para denunciarle abusos y atropellos de las autoridades y de la Guardia Civil cometidos contra trabajadores asociados en poblaciones rurales.
Morato, en nombre de la Comisión, relató minuciosamente al Sr. González las coacciones que cometen, a pesar del gobernador de la provincia, las autoridades de Teba y de otros pueblos de Málaga contra los obreros asociados, a los que amenazan y maltratan, llegando a enviar de oficio orden de que se diera de baja en las Sociedades a tales y a cuales individuos, comprendiendo hasta 21 uno de los oficios.
Hizo saber Morato que se ha llegado en Teba al punto de ofrecer dinero el alcalde y el teniente de la Guardia Civil a un individuo influyente en la organización de su oficio si abandonaba la Sociedad, prometiéndole que lo pasaría mal si no aceptaba la oferta.
[…]
La Comisión hizo constar su decidido propósito de promover viva campaña el Gobierno no lograba que sus autoridades respetaran e hicieran respetar el derecho de todos, y que, aun sabiendo la responsabilidad en que incurrían, denunciarían públicamente y censurarían, como el caso lo requiriera, los atropellos de la Guardia Civil, bien entendido, que sin mendigar gracia jamás.
En el mismo sentido que Morato hablaron otros individuos de la Comisión, prometiendo el ministro enterarse y poner remedio a los males, si los hubiera; con lo cual terminó la entrevista.
19020214 02 El Socialista

Por seguir un orden cronológico, reseñaré que en Ardales, según indica El Socialista (14/2/1902 y 28/02/1902), también se iba a constituir una Sociedad de Agricultores y similares.

Las reuniones con el ministro de Gobernación, sirvieron para poco, y desde El Socialista, llamaron a una movilización de protesta contra las autoridades

Los desafueros de las autoridades continúan, puesto que el día 9 (febrero), por la noche, fue preso el vicepresidente de la Sociedad, que no ha realizado ningún acto punible.
Si los atropellos prosiguen—lo que revelará que el ministro de la Gobernación no puede o no quiere poner coto a los desmanes de sus subordinados—aconsejaremos a todos los obreros conscientes que celebren reuniones de protesta, no ya contra los que quieren impedir a los obreros de Teba que ejerzan el derecho de asociación, sino también contra las autoridades, altas y bajas, que pisotean la ley.
19020221 02 El Socialista

Pablo Iglesias seguía insistiendo que todo debía realizarse dentro de la legalidad:

Lo ocurrido en Teba, donde las autoridades se ha puesto manifiestamente de parte de los patronos, se repite constantemente, y por eso necesitan estar muy convencidos lo obreros de que les conviene seguir, por ahora, dentro de la legalidad, para no seguir a los que constantemente predican la violencia.
Si los gobiernos se limitaran a cumplir la ley igual con los patronos que con los obreros, y estos vieran que dentro de la legalidad se atendían sus reclamaciones, seguramente hubieran sido muchos menos los que al fin han acabado por decidirse por la violencia.
19020220 01 La Época

Algunos de los huelguistas, para mantener mejor su resistencia, se marchaban a trabajar a otros pueblos, dejando a sus familias a cargo de la Sociedad, que los atendía con los recursos que la solidaridad obrera le proporcionaba, mientras las coacciones por parte de los patronos seguían:

Una Comisión, compuesta nada menos que del alcalde, segundo alcalde, secretario y depositario, se ha presentado en el local de la Sociedad a revisar los libros de la misma.
Mientras dicha Comisión realizó la inspección indicada, varios policías impedían la entrada en el local a los socios.
Por mantener uno de éstos su derecho a penetrar en él, le tuvieron preso veinticuatro horas y van a imponerle cuatro días de arresto, lo mismo que al vicepresidente.
A las juntas que celebra la Sociedad no va solamente un delegado del alcalde, sino tres o cuatro individuos de la policía, cuando la actitud tranquila, sensata y por todo extremo correcta demostrada por estos trabajadores desde el principio de la huelga ha hecho siempre innecesario ese lujo de vigilancia.
Al tesorero, la Comisión que inspeccionó los libros le ha hecho presentar el arca de los fondos, para ver la cantidad que en ella había.
A los canteros que pertenecen a la Sociedad y trabajaban en puntos comprendidos dentro del radio municipal, donde siempre lo han hecho, se les ha prohibido continuar allí, dejando, en cambio, que sigan trabajando en los mismos sitios a los canteros que no pertenecen a la Sociedad.
19020228 02 El Socialista

Se trata de pobres braceros, a quienes se les ha puesto en la disyuntiva de abandonar la asociación o morirse de hambre por no encontrar trabajo.
A tal extremo ha llegado esa tiranía, que los obreros se han visto en la dura necesidad de abandonar sus mujeres, sus hijos y sus casas, dirigiéndose por grupos a los pueblos cercanos, con objeto de encontrar trabajo, y con él el sustento de la vida que se les niega en la tierra donde nacieron.
19020306 01 El País

El 1 de marzo, Pablo Iglesias, firmando como presidente del Comité Nacional del PSOE, mandó una carta al Presidente del Consejo de Ministros, Mateo Sagasta, quejándose de la desidia del ministro de Gobernación, Alfonso Lozano, y expresando que agotados todos los recursos de la reclamación, iban a comenzar a emplear los de la denuncia y la protesta. “Vamos a llevar a todas partes el relato de infamias, de cobardías, de indignidades; vamos a mostrar nuestra solidaridad estrecha con los obreros del campo y pedimos que en semejante empresa nos ayuden todas las Organizaciones celebrando reuniones en breve plazo, agitando a la opinión, ya que no para poner remedio al mal, para denunciar su existencia y condenar a quienes le ocasionan y a quienes, pudiendo, no le curan”. En el escrito se hacía extensivo el problema a los pueblos de Teba, Cañete, Campillos y Peñarrubia.

«Excmo. Sr. Presidente del Consejo de Ministros:
Repetidas veces ha denunciado este Comité a los señores ministros de la Gobernación abusos y atropellos de autoridades locales.
Últimamente se ha pedido que se llame al cumplimiento de su deber a los alcaldes de Teba y de otros pueblos de la provincia de Málaga, que no contentos con amparar en sus coacciones a los patronos contra los obreros, las cometen a su vez atroces usando de su autoridad y de la fuerza pública a sus órdenes.
De tales abusos y coacciones se ha llegado hasta presentar prueba documentada, siendo inútiles todas las gestiones que se han realizado.
Por tal razón, este Comité ha resuelto empezar activa campaña de protesta y denuncia, participándolo así al señor ministro de la Gobernación […]
No hemos de repetir lo que verdaderamente se ha manifestado a V. E. ni hemos de hacer relato ni indicación de nuevas atrocidades cometidas en Teba, Cañete la Real, Campillos, Peñarrubia, en pueblos de la provincia de Valladolid y de otras provincias; y no hacemos relato ni indicación, porque estamos convencidos de que es inútil. El Gobierno, o no quiere, o no puede, o no sabe obligar a sus subalternos a que cumplan con su deber estricto. Por ello toda gestión cerca de él pidiendo no más que respeto a la ley, es tiempo perdido».
19020307 01 El Socialista

Con la seguridad de que ni el gobernador civil, ni el ministro iban a hacer nada en defensa de los obreros, las autoridades de Teba continuaron atropellando la ley para obligar a los agricultores a abandonar la Asociación. La persecución se proyectó incluso fuera del término municipal.

Fueron varios de aquéllos a trabajar a Antequera, e inmediatamente el alcalde de Teba se dirigió al de dicha localidad excitándole a que hiciese todo lo posible para que no se les diese ocupación y tuvieran que irse a otra parte; cosa que no logró, porque los patronos que los emplearon estaban satisfechos de su comportamiento.
19020307 02 El Socialista

Como ya vimos que ocurrió en Ardales:

Los obreros agricultores de Cuevas del Becerro, van a constituirse en Sociedad de resistencia. Ya han enviado al Gobierno civil el Reglamento porque piensan regirse.
19020307 04 El Socialista

Por iniciativa de la Sociedad de Cañete se han organizado en Cuevas del Becerro, pueblo inmediato al anterior, los obreros agrícolas y similares.
Se ve por este hecho que los atropellos que cometen los patronos y las autoridades de Teba no causan desaliento alguno en los obreros del campo de aquella comarca. Han visto esos compañeros que su unión puede servir para mejorar su suerte, y a ella acuden con entusiasmo.
19020319 02 El Socialista

Lo mismo ocurrió en Serrato.

Merced a las gestiones de los compañeros de Cañete, se han organizado los obreros de la aldea de Serrato.
19020402 03 El Socialista

El 23 de abril fue nombrado nuevo Gobernador civil de Málaga, D. Luis López-Ballesteros y Fernández, que como se demostró poco después, estaba dispuesto a ser más dialogante y a atender las reivindicaciones de los agricultores de Teba que el anterior gobernador.

Luis López-Ballesteros

Por situarnos en el contexto histórico nacional, el 17 de mayo de 1902, al alcanzar la mayoría de edad a los 16 años, Alfonso XIII asumió el poder efectivo como rey de España.

La huelga de Teba había concienciado y movilizado a todos los obreros agrícolas, y la unión comarcal de todas las asociaciones agrarias era un hecho:

El 25 de mayo celebraron una Conferencia en Peñarrubia los delegados de las Sociedades de Obreros agrícolas de dicho punto, Campillos, Árdales, Cañete la Real, Almargen, Serrato, Cuevas del Becerro y Teba. En ella se han tomado acuerdos respecto a las condiciones del trabajo, siendo una de ellas la abolición del destajo en la presente recolección
19020606 03 El Socialista

A finales de mayo, la huelga duraba ya cuatro meses, y no había perspectiva de solución alguna. Para implicar a las autoridades provinciales a una mediación con patronos y autoridad local, la directiva de la Asociación decidió realizar una marcha a pie a Málaga, en la que participarían todos los vecinos de Teba que pudieran realizarla.

El día 30 de mayo, se pusieron en marcha de 600 a 700 personas, por la carretera de Ardales y Pizarra en dirección a Málaga. Le esperaban unos largos setenta kilómetros. Los menos fuertes, mujeres y niños, viajarían por vía férrea hasta la capital.

Según el corresponsal de La Unión Mercantil, el día 31 sobre las tres de la mañana, pasaron por Pizarra “unos 700 hombres del pueblo de Teba, que a marcha forzada seguían la dirección de la capital para unirse con otros tantos que bajarían en el tren de mediodía”. Observando a los caminantes opinaba que, “no habrá un vecino de este pueblo que diga que les notó a dichos socios el menor conato de trasgresión de la ley, pues más bien parecía una caravana de hombres escuálidos y hambrientos, que seres dispuestos al escándalo o alteración de ninguna clase”.

Al llegar a mediodía del día 31 a Málaga, intentaron realizar una manifestación, que fue impedida por el Gobernador civil, señor López-Ballesteros.

El presidente de la Sociedad obrera, don Antonio Guerrero Andrade, se presentó al gobernador, el cual se negó en absoluto a recibir comisiones que parecían impuestas por la fuerza del número, dando un plazo de tres horas para que los recién llegados regresasen a Teba.

Les pidió que nombraran a una comisión a la que escucharía en sus quejas contra el alcalde, y que les haría justicia, pero no estaba dispuesto a concederles audiencia, hasta tanto que estuviesen todos en el pueblo. Con esta medida trataba de evitar la costumbre de venir a Málaga con cualquier pretexto pueblos enteros de la provincia. También negó autorización para que los obreros celebraran un mitin esa noche del 31.

Los obreros obedecieron al gobernador, pero antes se dirigieron al Centro Obrero de Málaga, donde entregaron a cada huelguista o vecino de Teba, un socorro de cinco pesetas.

El día 1 de junio, a las dos y media, una comisión compuesta por los señores Antonio Guerrero Andrade, presidente de la Asociación obrera y Antonio Ríos Romero, ambos agricultores, Antonio Barba Guerrero y Rafael Guerrero Cueto, ambos canteros, conferenció con el gobernador civil don Luis López-Ballesteros. Solicitaron que la primera autoridad interviniese para que terminara la huelga que venían sosteniendo desde hace algún tiempo.

El gobernador les convocó para el día siguiente para conferenciar de nuevo, esta vez con la presencia del alcalde de Teba don Joaquín Peñalver Durán y el señor Jerez, de la Federación de sociedades obreras de Málaga, para llegar a una fórmula de arreglo.

La conclusión de esta conferencia fue, que se debían reunir en Teba los obreros y patronos agrícolas para llegar a un acuerdo conveniente. El Alcalde intervendría en este asunto y procuraría arreglarlo todo en la mejor forma posible respecto a los patronos y los contratos que tengan firmados para trabajar a destajo. Si en esta reunión no quedaba del todo solucionado el conflicto, el gobernador civil prometió a los comisionados, marchar a Teba para buscar una fórmula de avenencia que ponga término a una situación tan difícil.

EL FINAL DE LA HUELGA

Después de más de cuatro meses de porfiada lucha, el acuerdo llegaba en la noche del día 6 de junio durante la reunión mantenida en el ayuntamiento de Teba y que fue suscrito por trabajadores y propietarios. Concluía la huelga con la vuelta al trabajo sin represalias, con el reconocimiento del derecho de asociación y con un ligero aumento del salario para la siega.

En la noche última, previa convocatoria del Alcalde Presidente, don Joaquín Peñalver Durán, se celebró una conferencia final, en el Ayuntamiento, presidida por dicho señor, en la que ostentaron la representación de este centro obrero, los compañeros Rafael Guerrero Cueto, vicepresidentes Matías Fontalva Sevillano, Antonio Guerrero Andrade y Diego Maldonado (…), y la de los labradores por una comisión formada por los señores Diego Durán Villavicencio, don Rafael Rioboó Hinojosa, don Javier Martín de la Hinojosa, don Francisco Gil Berdugo,
[…]
En dicha conferencia, reinó gran cordialidad, y se acordaron los siguientes extremos:
· Respetar los contratos existentes de siega con forasteros;
· Dar ocupación, en adelante, sin distinción de estar o no los obreros asociados;
· Libertad de contratación sin limitaciones en las formas de trabajo y sin sujeción a tarifas que puedan menoscabar este principio;
· Ofrecimiento de que los societarios armonizaran, con los que no tengan este carácter, en las faenas en que conjuntamente presten sus servicios.
[…]
Teba, 7 de junio.- El Corresponsal
19020610 02 La Unión Mercantil

Los huelguistas de Teba han vencido. Así nos lo comunican en su última carta.
Cuatro meses largos de lucha, en que se ha puesto a prueba su temple, su constancia y su prudencia, y en que han sufrido privaciones, disgustos y contrariedades, no han sido estériles para la causa del trabajo.
Peleaban principalmente estos compañeros por el derecho de asociación, contra el cual iban algunos patronos, y el derecho de asociación ha sido reconocido por aquéllos. A más de esto, han logrado los huelguistas ser admitidos todos en el trabajo, que cesen en él los que ocuparon sus puestos, y que se abone a cada obrero en la temporada de la siega 50 pesetas más de lo que antes ganaban.
19020620 01 El Socialista.

En ese mismo número del semanario El Socialista, anunciaba que la suscripción nacional a favor de los obreros agrícolas de Teba en huelga, quedaba cerrada con la cantidad de 5.246 pesetas.

Inmediatamente después del acuerdo, los asociados de Teba procedieron a la separación de los gremios de agricultores y canteros en dos sociedades distintas. Para ello los agricultores crearon una nueva organización obrera a la que denominaron “La Estrella”.

Los Agricultores de Teba han constituido Sociedad aparte de los compañeros canteros, pero viviendo con estos en la más estrecha armonía y hallándose dispuestos a marchar de acuerdo con ellos en todas las cuestiones de trabajo.
19020620 02 El Socialista

Ha renovado su Junta Directiva la Sociedad de Canteros (La Roca).
19020620 04 El Socialista

La Sociedad de Agricultores de Teba “La Estrella”, fundada recientemente por pertenecer antes sus individuos a “La Roca”, creada por los obreros canteros, ha elegido a los compañeros que han de constituir la Directiva.
19020627 03 El Socialista

La sociedad de agricultores “La Estrella”, tuvo una corta vida. La secuela de paro y hambre que padeció Andalucía en 1905, provocó la desaparición de “La Roca” y “La Estrella”. Dejaron de pagar las cuotas de afiliación y fueron dadas de baja en la UGT. A esto se unió la finalización de los trabajos de extracción de piedra para el nuevo muelle de Gibraltar, que provocó la marcha de Teba de la mayoría de los canteros que allí trabajaban.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/09/la-hambruna-de-1905.html

Los Agricultores del Centro Obrero de Campillos ingresaron en la Unión General de Trabajadores en junio de 1902, y los de Teba en octubre de 1903.

La Sociedad Obrera de Campillos, que se compone de 1.342 individuos, la mayor parte obreros del campo, ha solicitado su ingreso en la Unión General de Trabajadores.
19020613 04 El Socialista

La Sociedad de Agricultores de Peñarrubia tiene el propósito de ingresar en la Unión General de Trabajadores.
19020509 03 El Socialista

En julio de 1908 toma el relevo de “La Estrella”, la Sociedad de obreros agrícolas y similares “Adelante”, que se convirtió hasta 1936 en el referente asociativo de los trabajadores de Teba. Contaba en sus filas con militantes socialistas, republicanos y societarios.

Estos fueron los primeros pasos en el proceso de implantación de la organización socialista en la provincia de Málaga, que constituyó junto con Linares, los núcleos más tempranos del asentamiento social-ugetista en Andalucía.


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