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Escudo en madera de Ronda |
A principios de 1931, la ciudad de Ronda era una sociedad enormemente dual en la que malvivían importantes contingentes de la población, dentro de una coyuntura económica que, como sucedía también en Málaga capital, estaba afectada por las consecuencias de la crisis de 1929.
Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, que trajeron la Segunda República, se desarrollaron en la provincia de Málaga sin que hubiera graves alteraciones del orden público.
Por esas fechas, Ronda tenía unos 33.000 habitantes, por lo que según el artículo 35 de la Ley Municipal del 2 de octubre de 1877, el número de representantes municipales que le correspondía elegir eran veintinueve, de los cuales uno sería alcalde, seis tenientes de alcalde y los veintidós restantes, concejales. Eran elegidos por un periodo de cuatro años.
A efectos de elección de concejales, dicha ley también indicaba (artículo 34) que el censo de población determinaba el número de distritos en que se dividía cada término municipal, que en el caso de Ronda, eran seis. A su vez los distritos se dividían en secciones, con sus mesas electorales correspondientes.
A cada distrito le correspondía un número determinado de concejales, proporcional al número de electores de ese distrito. En cada distrito, se formaba una lista única de candidatos, en la que estaban escritos los nombres de todas las personas que se presentaban a las elecciones municipales por dicho distrito, independientemente del partido que representaran.
En los seis distritos de Ronda, se elegían cuatro, cinco o seis concejales. Pues bien, según el artículo 42 de la Ley Municipal de 1877, en los distritos donde se eligieran cuatro o cinco concejales, el elector debía elegir un máximo de tres de la lista, y en el caso de que fueran seis, el número máximo a elegir eran cuatro. Una forma muy distinta de elegir concejales a como se realiza hoy día, pero perfectamente homologable en cualquier democracia actual.
El modo de votar era mediante la introducción en la urna de una papeleta blanca, doblada, en la cual estaría escrita a mano o impreso el nombre de los candidatos a los que se votaba, de entre los que se presentaban en su distrito. Esto implicaba, en una población con un alto índice de analfabetismo, que a mucha gente había que ayudarle a votar, lo que suponía condicionar el voto de esas personas, o lo que es peor, la compra del voto.
Esto que acabo de describir, ya lo expliqué más detalladamente en mi Crónica «LAS ELECCIONES MUNICIPALES EN CAMPILLOS DEL 12 DE ABRIL DE 1931. LA SEGUNDA REPÚBLICA»
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/las-elecciones-municipales-en-campillos.html
Desde la revolución de septiembre de 1868, que destronó a la reina Isabel II, y que fue conocida como la “Revolución Gloriosa”, en Ronda ya habían existido organizaciones republicanas, que contaban con Casinos y Centros Instructivos de Obreros.
LOS REPUBLICANOS DE RONDA
El Centro de Alianza Republicana de Ronda ha nombrado la siguiente Junta directiva:
Presidente, D. Juan J. de Hoyos
Tesorero-contador, D. José García Romero
Secretarlo, D. Rafael Espejo González
Bibliotecario, D. Salvador Badillo Jaén
Vocales, D. José Godoy Sedeño, D. Juan González Jiménez, D. Francisco Rojas Ortiz y D. José Herrero Palazón.
19310116 002 La Libertad
Para estas elecciones municipales, en Ronda, los republicanos del «Partido Republicano Radical (A. Lerroux), «Acción Republicana» (M. Azaña), «Partido Radical Socialista» (Marcelino Domingo), se presentaron coaligados bajo la agrupación «Alianza Republicana».
Ese 12 de abril, día de las elecciones municipales, en el único pueblo de la provincia de Málaga donde se produjeron incidentes de cierta importancia, fue en Ronda. Según unas versiones, el alcalde, don Francisco Ruiz Pérez, suspendió las elecciones en algunas secciones por no haberse constituido legalmente las mesas electorales. Según otras versiones, los problemas aparecieron al correrse el rumor de que en un colegio electoral se estaba realizando la compra de votos.
Fuera por una cosa o por la otra, el caso es que hacia el mediodía de ese día, un grupo de unos trescientos individuos, se dirigieron hacia algunos colegios lanzando gritos subversivos, asaltando los mismos, y entre insultos y agresiones, rompieron las urnas, amenazando en convertir las calles en un campo de batalla si se atacaba a la limpieza electoral.
El alcalde, se puso en contacto con el capitán de la Guardia civil, don Carmelo Izquierdo Carvajal, requiriendo su auxilio ante la alteración del orden público que se estaba produciendo. El capitán, para disolver los grupos, tuvo que utilizar la fuerza, aunque de una forma moderada, resultando algunas personas heridas.
El alcalde comunicó al gobernador civil don Diego González-Conde (marqués de Villamantilla de Perales), los incidentes que estaban ocurriendo en Ronda, recibiendo de éste la orden de cerrar y suspender las elecciones en esos colegios electorales.
Dos días después, el 14 de abril, se proclamó en toda España la Segunda República, y el día 16 de abril, siguiendo órdenes telegráficas del Gobernador civil, se celebró en el Ayuntamiento de Ronda, una sesión municipal que estuvo presidida por el alcalde en funciones, Salvador Núñez García, por ausencia del titular Francisco Ruiz, en la que quedó constituida la nueva corporación municipal de Ronda, con solo seis concejales, los que fueron elegidos en el único distrito donde se pudo votar.
Esos concejales eran Antonio Salcedo Berlanga, Salvador Badillo Jaén, Manuel Vallecillo Quiñones, Alfonso Pérez Aguilar, Enrique Buendía Martínez y Antonio Corró Ruiz. Tres de los concejales eran de la «Alianza Republicana» y uno de «Acción Nacional». Se nombró como alcalde provisional a don Alfonso Pérez Aguilar.
Pocos días después, se celebraron las elecciones en aquellos colegios donde fueron suspendidas el día 12, y con los resultados completados, se constituyó la noche del 21 de abril el primer ayuntamiento republicano de Ronda. No he podido saber la filiación exacta de cada uno de ellos, pero había al menos nueve miembros de «Acción Republicana», nueve del partido Radical, cinco del partido «Radical Socialista», y uno de «Acción Nacional».
Por votación de los concejales, fue elegido alcalde don Juan Ruiz-Peinado Vallejo de «Acción Republicana», el partido de Manuel Azaña, que obtuvo veinticuatro votos, por solo uno de Alfonso Pérez Aguilar. Tres puestos de concejal aún no se ha habían cubierto.
Juan Ruiz-Peinado Vallejo, sería alcalde hasta mayo de 1933, fecha en que fue suspendido de su cargo de alcalde y concejal por orden judicial, como ya veremos.
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Juan Ruiz-Peinado Vallejo |
1º
Teniente de alcalde Alfonso
Pérez Aguilar
2º
Teniente de alcalde Antonio
Serra Massaguer (1905) Acción
Republicana
3º
Teniente de alcalde Rafael
Espejo González
4º
Teniente de alcalde Antonio
Salcedo Berlanga Radical
5º
Teniente de alcalde Juan
Jiménez del Pozo Acción
Republicana
6º
Teniente de alcalde José
León Torquemada Acción
Republicana
1º
Síndico Manuel
Vallecillo Quiñones Radical
2º Síndico José García Romero
Tres meses más tarde, a mediados de julio de 1931, al circular por la población rumores sobre un posible traslado de dicho capitán, se organizó en Ronda una gran manifestación pidiendo que fuera anulado dicho traslado:
Ronda
16, 8n. Con motivo de los rumores sobre el posible traslado del capitán de la
Guardia civil, señor Izquierdo Carvajal, desfiló por la Carrera de Espinel una
importante manifestación (18.000 personas) con objeto de entregar al
Ayuntamiento, para que lo eleven al Gobierno, la petición de que sea anulada
dicha orden de traslado.
En
la manifestación figuraban todas las Asociaciones afiliadas a la Casa del
Pueblo, con sus respectivas banderas; nutridas representaciones de los pueblos
comarcanos y numerosísimos colonos de los cortijos y de la campiña. Solamente
la Agrupación Socialista de Arriate mandó 800 afiliados. También iban en la
manifestación varias banderas rojas y republicanas, destacando la de la conjunción
republicano-socialista, que rodeaba un gran grupo de mujeres. Cerraban la
marcha 200 colonos a caballo, llevando mujeres a la grupa.
Constantemente
se daban gritos de “¡Viva la libertad!”, “¡Viva el capitán de la Guardia
civil!”, “¡Viva el partido socialista!”.
El
comercio cerró sus puertas, y la Benemérita se había situado previamente en los
puntos estratégicos de la carrera para mantener el orden, que, en definitiva,
no se alteró más que con un leve incidente.
19310717
037 ABC
19310721 011 y 043 ABC
El partido socialista (PSOE), tuvo muy poca relevancia en Ronda durante los primeros años de la Segunda República, de hecho, no quedó constituido en la ciudad rondeña hasta agosto de 1931, gracias al maestro de escuela don Antonio Paz Martín, por lo que no llegó a tener la presencia de los partidos republicanos que formaron parte de la corporación municipal elegida en abril de 1931.
En septiembre de 1931, siguiendo la línea de la supresión de todos los símbolos monárquicos, se encargó a don Manuel Domínguez, un artesano local, la elaboración de una talla en madera de un nuevo escudo de armas de Ronda para presidir la sala de sesiones. Lo podemos ver en el encabezamiento de ésta Crónica.
Durante toda la Segunda República, la influencia de la
masonería en el gobierno municipal de Ronda fue notable.
La masonería no es un partido político, ni un
sindicato, ni una religión, ni una secta. Es una asociación cuyo fin es el
perfeccionamiento moral y cultural de sus miembros. Entre sus lemas destaca la
defensa de la libertad, la solidaridad y la fraternidad, pilares básicos de la
dignidad humana. Sus miembros tienen prohibido hablar de política y de
religión, porque, según ellos, conducen casi siempre a posturas antagónicas,
contrarias a la tolerancia que debe reinar en los templos masónicos.
Sin embargo, durante los años de la Segunda República,
muchos políticos importantes fueron masones y no ocultaron su condición. Igual
ocurrió en el gobierno municipal de Ronda, donde muchos de los concejales e
incluso algún alcalde de Ronda fueron masones.
Desde el primer momento de la proclamación de la
Segunda República, los masones son llamados a defenderla como algo propio, ya
que tambián defendía la libertad, la igualdad y la justicia, y estos eran
precisamente los grandes referentes para la consecución de un mundo más cercano
al ideal masónico.
Los orígenes de la Masonería en la comarca de Ronda, arrancan en las últimas décadas del siglo XIX, para decaer en las primeras del siglo XX. Fue la implantación en septiembre de 1923, de la dictadura del general Primo de Rivera, lo que hizo que se formaran nuevas Logias masónicas, constituidas por una nueva generación de personas, descontentas con la situación política del país.
En este contexto fue en el que se produjo la fundación, a
comienzos de 1925, de la Logia “Giner”, en la que iban a ser iniciados algunos
de los más cualificados representantes de las izquierdas de la
comarca rondeña. Entre los siete fundadores estaban Rafael Espejo González,
agente comercial, y Antonio Salcedo Berlanga, cordelero, que en abril de 1931
serían elegidos concejales del Ayuntamiento de Ronda. El Venerable Maestro en 1927,
fue Pablo Dorado Lara, de profesión ebanista, y desde 1928 hasta al menos 1930
fue Francisco Díaz Vecina de profesión zapatero.
A
esta Logia pertenecieron todo tipo de hombres, casi todos eran
trabajadores de profesiones liberales, modestos comerciantes,
empleados de la banca, funcionarios, ferroviarios, militares, agricultores,
etc., pertenecientes a la clase media de un talante progresista, y
afines al republicanismo, algunos de los cuales tuvieron cargos de relevancia
en el consistorio.
La Logia “Giner”, mostró desde su fundación una fuerte admiración por la figura del Gran Maestre de la Regional y jefe del «Partido Republicano Radical en Andalucía», Diego Martínez Barrio. Algunos de ellos estaban afiliados a dicho partido.
De los veintinueve concejales que formaban la corporación rondeña, al menos nueve pertenecían a la logia “Giner”, entre ellos, como ya he dicho, dos de los fundadores de la misma, Rafael Espejo y Antonio Salcedo, que serían los tercer y cuarto tenientes de alcalde de esa primera corporación. Otro de los masones elegidos como concejal, Salvador Badillo Jaén, sería alcalde en 1936.
Entre los masones rondeños había socialistas, republicanos moderados, miembros del partido Radical, de «Acción Republicana», «Radical socialistas», etc. y la conciliación entre hermanos con ideologías tan dispares, se reveló como una tarea imposible, produciéndose en el Ayuntamiento enfrentamientos constantes entre aquellos que en 1931 habían hecho posible la llegada de la República.
Cuatro concejales masones, fueron a Málaga a protestar ante el Gobernador civil por el comportamiento del segundo teniente de Alcalde.
Se entrevistaron con el señor Coloma Rubio los concejales del Ayuntamiento de Ronda, señores (Rafael) Espejo González, (Miguel) Rengel Reina, (Salvador) Badillo Jaén y (Manuel) García Ramírez, los que protestaron del segundo teniente alcalde del Ayuntamiento de la ciudad de la serranía, señor Serra Massaguer, por injurias a la Corporación y a varios ediles, muy dignos de respeto y consideración.19311103 010 Amanecer
Antonio Serra Massaguer, era el segundo teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Ronda. Muy joven, había nacido en 1905. Se ve que tenía un carácter muy fuerte y dictatorial, como podremos comprobar más adelante.
En las primeras elecciones generales de la Segunda República, consideradas a Cortes Constituyentes, celebradas el 28 de junio de 1931, se produjo un rotundo triunfo de la Conjunción Republicano-Socialista.
Aunque no formaban un grupo político, era el colectivo más numeroso en el Congreso, por encima del PSOE que había ganado las elecciones con 115 diputados. Ese centenar y medio de Diputados masones se sumaban a la extensa nómina de miembros de la institución que, a partir de 1931, iban a ocupar puestos muy relevantes en la vida política española, bien al frente de los ministerios, de puestos directivos en la administración, en los Ayuntamientos o en diversas instancias de poder durante el período republicano.
Entre la proclamación de la Segunda República, el 14 de abril de 1931, y el fin de la Guerra Civil, el 1 de abril de 1939, se sucedieron un total de doce presidentes del Consejo de Ministros, de los cuales ocho pertenecieron a la Masonería. La influencia del pensamiento masónico en la redacción de la Constitución republicana de 1931, es manifiesta.La Compañía de Jesús, a la que los masones consideraban
como “esa odiosa secta, es el mayor enemigo de nuestra Orden,
así como de todo lo que representa progreso y libertad, siempre dispuesta a dar
el zarpazo para anular las conquistas de la democracia, para lo que cuenta con
un sinnúmero de inconscientes o sugestionados, a quien cuida de especial manera
para emplearlos en sus ruines campañas”, pronto fue objetivo del
Ayuntamiento de Ronda, y un mes más tarde de su constitución, pedía lo
siguiente al Consejo de Ministros:
Alcalde a presidente Consejo de Ministros.- MadridAyuntamiento de mi presidencia, en sesión celebrada el 18 actual (mayo 1931), acordó unánimemente, interpretando así deseos pueblo, que supo comportarse dentro del mayor respeto con ocasión sucesos últimos, solicitar V. E. sean dictadas oportunas órdenes para expulsión territorio español de la Compañía de Jesús, por creer que su permanencia en la nación puede ser peligrosa para tranquilidad patria.Ronda, 19 mayo 1931.- Juan Ruiz-Peinado (Alcalde)19310523 001 Crisol
EL PARO OBRERO
Desde hacía muchos años, el paro obrero era un problema ya endémico de toda la comarca rondeña. Así vemos como en febrero de 1931, antes de la llegada de la República, se intentaba paliar el mismo:
Ronda 10, 11m. Han comenzado las obras de reparación de las carreteras de Ronda a Jerez y de Ronda a Málaga, dándose ocupación a gran número de obreros, con lo que se resolverá, en parte, la grave crisis por que se venía atravesando la clase jornalera.Por el ministro de Fomento se harán los oportunos libramientos de cantidades para atender dichas obras.19310211 022 ABC
A las pocas semanas de la llegada de la nueva corporación municipal, para paliar la situación de los obreros parados, el ayuntamiento acuerda invertir inmediatamente todos los recursos disponibles, que no eran muchos, ya que arrastraba serios problemas económicos, en obras públicas.
Otra de las primeras medidas que se tomaron, tras una reunión de patronos y obreros, fue la creación de una Bolsa de Trabajo. En esa misma reunión, se acordaron las condiciones económicas para la cosecha del cereal de ese verano.
Ronda 7, 11m. Ha quedado constituida una Bolsa de Trabajo, en la que habrá un registro de obreros parados, donde los patronos se obligan a elegir los jornaleros.En la reunión de patronos y obreros agrícolas, celebrada en el Ayuntamiento, se acordó rigiera el siguiente contrato de trabajo:Jornada máxima de seis horas; retribución de 0,50 por hora de labores de escarda y similares; labores de cava, igual salario, rebasándose la jornada en media hora. En las operaciones con ajuste de comida, se reducirá 1,25 pesetas del total salario.19310508 034 ABC
Pero las dificultades económicas por las que pasaba el ayuntamiento, le impedían poder tomar medidas más contundentes ante la gravedad y continuidad de la crisis de los sectores más desfavorecidos, como obreros y campesinos. Intentó incluso desviar fondos destinados a la construcción de carreteras, para atender a las apremiantes y continuas necesidades de las familias más necesitadas.
La situación de crisis económica afectaba también a un importante sector de comerciantes e industriales, que solicitaron al ayuntamiento una moratoria en el pago de sus impuestos, argumentando que se encontraban en una muy difícil situación.
Estas dificultades económicas eran tales, que debido a las deudas que tenía contraídas con el Estado, la Hacienda Pública le tenía embargadas las cuentas al Ayuntamiento. Esto llevó a que en la sesión del 2 septiembre de 1931, se aprobara enviar un telegrama a Madrid:
«No habiendo fondos
en las cajas de este Municipio se suspende la operación de pagos. Díganos qué
hacemos, pues en el plazo de cuatro días de no haber contestación categórica y
satisfactoria respecto al embargo y retenciones por parte de Hacienda, este Ayuntamiento,
según acuerdo tomado por la corporación en sesión de anoche, dimitirá».
A primeros de noviembre de
1931, cuando iba a comenzar en el campo la recogida de la aceituna, la “Asociación de Obreros Agrícolas” de
Ronda, presentó a los patronos unas Bases de Trabajo en las que planteaban las
condiciones laborales que ellos requerían para realizar dicha labor agraria en
el término municipal de Ronda: contratación, horarios, condiciones económicas,
etc. Dichas Bases no fueron aceptadas por la patronal agraria, por lo que para
el día 9 de noviembre, se anunció una huelga general de los obreros del campo.
Para mediar en el conflicto,
el gobernador civil de Málaga, Miguel Coloma Rubio, mandó a la ciudad rondeña a
dos delegados gubernativos, los cuales eran vocales de la Delegación Provincial
de Trabajo.
Los representantes de los patronos y de los obreros, gracias a la mediación de los delegados del Gobernador civil, llegaron a un acuerdo y aprobaron unas nuevas Bases de Trabajo.
Pasados los meses de la recogida de la aceituna, el problema del paro obrero volvió a recrudecerse, sin que desde los poderes locales pudieran darle una solución.
Ronda 20, 4t. Ante la angustiosa situación por la que atraviesa la clase trabajadora, el alcalde ha citado a una reunión a los contribuyentes para estudiar el medio de mejorarla.A tal objeto se solicitará del ministro de Obras Públicas el pronto cumplimiento de la promesa que hizo en su reciente viaje, de que empezarían las obras de la carretera a Gaucín, único medio de aliviar la actual crisis.También se interesará del presidente de la Diputación la continuación de los caminos vecinales entre los pueblos de la serranía, hoy paralizados.19320221 058 ABC
Esta visita de Indalecio
Prieto ya la traté en mi Crónica «LA
VISITA DEL MINISTRO DE OBRAS PÚBLICAS, INDALECIO PRIETO AL PANTANO DEL CHORRO»
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2024/01/la-visita-deministro-de-obras-publicas.html
Sobre toda la problemática
agraria a la que tuvo que enfrentarse del Gobierno provisional de la República,
en ese año de 1931, con la promulgación de una serie de Decretos que
posteriormente se convertirían en Leyes, y el impacto que tuvieron esos
Decretos en la comarca rondeña, como por ejemplo la ley de Términos
Municipales, ya hablé en mi Crónica «LOS
PROBLEMAS DEL CAMPO A LA LLEGADA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA»
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2024/04/los-problemas-del-campo-la-llegada-de.html
Pasados los primeros momentos de confusión tras la llegada de la Segunda República, la derecha católica empezó a organizarse alrededor del partido «Acción Nacional». Su promotor fue Ángel Herrera Oria. Surgió como un frente político para defender a la religión católica, a la propiedad y a la familia. Cuando Herrera Oria renunció a la presidencia del partido en octubre de 1931, se constituyó un comité dirigido por José María Gil-Robles de tendencias republicanas, y por Antonio Goicoechea, partidario del retorno de la monarquía.
Herrera Oria, pocos meses antes del inicio de la Guerra Civil, comenzó la carrera eclesiástica en el seminario de San Carlos, en la ciudad suiza de Friburgo, siendo ordenado sacerdote en julio de 1940. Llegó a ser obispo de Málaga y cardenal de la Iglesia católica.
En Ronda, «Acción Nacional» se constituyó en marzo de 1932. Un mes más tarde, el partido tuvo que cambiar el nombre por el de «Acción Popular», a causa de una orden del Gobierno republicano-socialista de Manuel Azaña, en la que se limitaba el uso de la palabra «nacional».
Ronda 3, 11m. Ha quedado constituido el partido de «Acción Nacional». Durante el acto de constitución reinó gran entusiasmo. El partido empezará en breve una activísima campaña de propaganda.
19320304 021 ABC
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José María Pemán |
Ronda 11, 10m. Organizada por «Acción Nacional ha dado en el teatro Espinel una conferencia don José María Pemán, a quien presentó el presidente de la Juventud, señor Sánchez Gómez. El señor Pemán dedicó su conferencia a las mujeres que ocupaban el local, expresando que los hombres hacen las leyes, pero ellas hacen las costumbres, muriendo por asfixia aquellas si no están amparadas por estas.Definió la «Acción Nacional», calificándola de agrupación de verdaderas derechas para constituir el frente único y obtener dentro de la legalidad la parte de gobernación que les corresponde. […]Estableció luego un paralelo entre la religión católica y la masonería que está creando las caricaturas de la religión y calificó a la familia como último baluarte en el que se refugiará la actual sociedad.El orador dirigió fuertes censuras a la enseñanza monopolizadora, que tiende a descristianizar a los niños en nombre de la libertad. Censuró la tendencia socialista de la reforma agraria, advirtiendo a los obreros que nunca serán propietarios, sino que los convertirá en colonos del Estado al que conocerán por los agentes recaudadores. […]Calurosas ovaciones subrayaron los principales párrafos de la maravillosa pieza oratoria del señor Pemán. El acto transcurrió y terminó dentro del más perfecto orden.19320412 026 ABC
“PASOS LARGOS”, VUELVE A RONDA
Cuando salió del penal del Puerto de Santa María, y regresa a Ronda, no encontraba ningún tipo de trabajo para poder vivir, y fue Diego Villarejo Moreno, aquél hacendado al que secuestró, el que viéndolo torpe, viejo y enfermo le ofrece trabajar como guarda en una de sus fincas.
Sobre la vida de “Pasos Largos”, ya escribí la Crónica «JUAN JOSÉ MINGOLLA GALLARDO, “PASOS LARGOS”»
https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/02/juan-jose-mingolla-gallardo-pasos-largos.html
De una inspección llevada a cabo por el Interventor municipal, en las cuentas de arbitrios del Ayuntamiento de Ronda, se desprendía que del año 1927 quedaban en descubierto 13.708'19 pesetas, y del año 1928 quedaban asimismo en descubierto 21.779'62, que hacen un total de pesetas 35.487'81. En ambos años fue el gestor de la recaudación de los arbitrios municipales el actual alcalde don Juan Ruiz-Peinado. Estos descubiertos obedecían, a no haberse hecho efectivas una cierta cantidad de cartas de pago pendientes de cobro.
Con estas cartas de pago pendientes de cobro, a pesar de haber pasado cuatro o cinco años, no se había seguido los oportunos expedientes de apremio, por lo que desde la corporación, se le hacía responsable al gestor, que era el actual alcalde, por su negligencia e ineptitud del quebranto económico a los intereses del municipio, y se pedía que debía cobrarse esas pesetas de su fianza.
En la sesión celebrada el viernes 27 de mayo de 1932, acordó la corporación, conceder un plazo al alcalde señor Ruiz-Peinado, de «Acción Republicana», para que repusiera al municipio las cantidades de las que es responsable como gestor de arbitrios. Se acordó también, darlo a conocer a las autoridades, tanto gubernativas que judiciales, para que procedieran en consecuencia.
Tres días más tarde, la noche del lunes 30 de mayo, el Ayuntamiento de Ronda volvió a celebrar una sesión para proceder a la elección de primer y segundo teniente de alcalde. Los ánimos de los concejales se encontraban muy excitados, con motivo de la cuestión de arbitrios que afectaban al alcalde.
Después de finalizada de la votación, que resultó favorable al concejal Radical-Socialista, don Eduardo de Hoyos Domingo (1893), los concejales de «Acción Republicana», señores Antonio Serra Massaguer y Juan Jiménez del Pozo, segundo y quinto teniente de alcalde, increparon y censuraron el proceder de algunos de los concejales miembros de «Alianza Republicana», mayoritaria en la corporación, y de la que su partido formaba parte, por el resultado de la votación, que se esperaba favorable al señor Serra.
Con motivo de las protestas de unos y de otros, se promovió un fuerte escándalo en el Salón de Plenos entre todos los miembros de la corporación municipal. El alcalde Juan Ruiz-Peinado, no cesaba de agitar la campanilla para imponer el orden, pero las llamadas eran ineficaces, ya que el griterío ahogaba el sonido de la misma.
Cuando el escándalo era mayor, después de graves insultos, el concejal señor Antonio Serra abofeteó al señor Eduardo de Hoyos, teniendo que intervenir los guardias municipales.
En vista del mal cariz que tomaba la sesión, el alcalde se vio obligado a suspenderla. Una vez suspendida, los concejales y tenientes de alcalde salieron a la calle, en donde se reprodujo el escándalo por haberse vuelto a increpar los señores Serra y Hoyos.
Tuvieron que intervenir los compañeros de los dos concejales y los guardias municipales, para que terminara el incidente. Se pidió que las autoridades superiores intervinieran para depurar responsabilidades.
Una semana después, la tarde del viernes 3 de junio de 1932, volvió a celebrar sesión la Corporación municipal. Debido al escándalo ocurrido en la sesión anterior, acudió mucho público para asistir a la misma, pero esta, sin embargo, se celebró dentro del mayor orden.
Se procedió a volver a votar el cargo de primer teniente de alcalde, del que había sido destituido el señor Eduardo Hoyos, y de la votación salió elegido, esta vez sí, el señor Serra Massaguer, que obtuvo once votos. Este señor, con tan solo veintisiete años, contaba con grandes simpatías en la Corporación municipal, era el segundo teniente de alcalde, y al pasar a ser el primero dejaba vacante ese puesto.
Se produjo otra votación y salió elegido para segundo teniente de alcalde, el concejal señor Antonio Salcedo Berlanga del partido «Radical», que obtuvo catorce votos.
Terminados los ruegos y preguntas, el alcalde levantó la sesión municipal.
Momentos después de terminarse la sesión, en los pasillos del Ayuntamiento, el concejal del partido «Radical-Socialista», don Eduardo Hoyos, sacó un palo que llevaba escondido debajo de la americana, agrediendo con él, y por la espalda, al concejal señor Serra cuando este se hallaba distraído hablando con otro compañero.
El público protestó indignado contra la agresión. Los concejales pedían a gritos la detención del agresor, contra el que se dirigieron algunos en actitud amenazadora.
El tumulto trascendió a la calle, y en la plaza, frente al Ayuntamiento, se fueron congregado numerosos grupos que comentaban el hecho con gran indignación. El escándalo fue creciendo hasta tal punto, que fue necesaria la presencia de la Guardia civil y de la Policía.
El señor Eduardo Hoyos fue detenido e ingresó en la cárcel, siendo custodiado en el trayecto por un capitán y una pareja de la Guardia civil, por la Policía local y por la guardia municipal, siendo preciso cortar el paso a la multitud, que pretendía seguirle y agredirlo.
Después, el público volvió al Ayuntamiento, esperando la salida del señor Serra, a quien aplaudió, siguiéndole hasta el Casino. El alcalde les dirigió la palabra, pidiéndole que se disolvieran, y prometiendo que se haría justicia. Las lesiones sufridas por el señor Serra, eran de carácter leve.
A consecuencia de este incidente, se presentó un escrito en la siguiente sesión municipal, firmado por varios concejales pertenecientes a las minorías «Radical» y de «Acción Republicana», en que se pedía la incompatibilidad moral del señor Eduardo de Hoyos con la Corporación, lo que fue acordado sin ningún voto en contra, y con tres concejales que votaron en blanco. Desde entonces el señor Hoyos permaneció apartado de la actividad municipal.
LA INAUGURACIÓN DEL DOMICILIO SOCIAL DE
«ACCIÓN POPULAR»
El domingo 7
de agosto de 1932, estaba prevista la inauguración en Ronda, del nuevo
domicilio social de «Acción Popular», el partido de José María Gil-Robles,
situado en la calle Prim, número 35 (hoy calle María Cabrera). Como acto principal
de la inauguración, se iba a dar una conferencia en el mismo, para lo cual se
había invitado al marqués de Crópani y al Arcipreste de la Catedral de Málaga,
don Andrés Coll Pérez, que acompañados de don Álvaro Príes Gross y de don
Ricardo Fernández de la Torre, salieron esa mañana de Málaga en coche, con el
propósito de asistir a dicho acto.
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Andrés Coll |
La dirección
de «Acción Popular» de Ronda había pedido autorización a la alcaldía para
celebrar el mitin en su nuevo domicilio social. También pidió y obtuvo el
correspondiente permiso del Gobernador civil de la provincia señor Miguel
Coloma Rubio, el cual había abandonado el cargo pocos días antes (3 de agosto).
El alcalde de Ronda señor Juan Ruiz-Peinado, de «Acción Republicana», que desde
el primer momento se había opuesto a que se inaugurase el Círculo de «Acción
Popular», ese día entregó el mando del municipio al primer teniente de alcalde el
señor Antonio Serra Massaguer, y se marchó a Málaga.
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Díaz-Villamil |
Los
representantes de «Acción Popular», con protestas muy razonadas y respetuosas,
y alegando el derecho que les asistía, llegaron a convencer al comisario
enviado por el mandatario municipal, de que tenían perfecto derecho a celebrar
la reunión.
La conferencia
se celebró, a las cinco de la tarde, en medio del mayor entusiasmo. En él
participaron el magistral de la catedral de Málaga, don Andrés Coll Pérez, y
don Agustín Cabeza de Vaca, marqués de Crópani.
Apenas llevaría el señor Coll cinco minutos hablando, se presentó en el local el Inspector jefe de Policía quien suspendió unos minutos el uso de la palabra, preguntando al presidente si el acto era reunión pública, y si todos los reunidos eran afiliados.El señor marqués de Crópani, en nombre del presidente, dio contestación detallada a todas las preguntas del señor Inspector, ilustrándole de paso de la legalidad con que se estaba procediendo, conforme a lo prevenido y ordenado en la Ley de Asociaciones, convenciéndole de que dado el carácter privado de la conferencia, y celebrarse ésta en el domicilio social, y ser afiliados todos los asistentes, estaba relevada la directiva de solicitar permiso para el acto de la autoridad municipal, que debía ser la más obligada a respetar la ley, que amparaba el derecho de la directiva.El Inspector-jefe quedó convencido, y autorizó el acto con su presencia, quedándose como delegado de la autoridad a escuchar la conferencia, colocándose en el primer sillón a la derecha del presidente, después de recibir las atenciones que por su cargo tenía estricto derecho; deferencia que el señor Inspector agradeció con corteses y atentas palabras.19320810 01 El Cronista
Cuando hubo
terminado el acto, el público comenzó a abandonar el salón, y al salir a la
calle los señores que habían formado la presidencia, les estaba esperando el
primer teniente de alcalde señor Antonio Serra, acompañado de policías y de
guardias municipales.
Según iban
saliendo, siguiendo órdenes del señor Serra, los policías iban deteniendo a la
directiva local de «Acción Popular», a los oradores que habían participado en
el acto, y a las personas de Málaga que les habían acompañado, sin dignarse en
contestar al requerimiento, que por los detenidos se les hacía, de los motivos
de su detención. Los organizadores manifestaban que tenían permiso del
gobernador saliente de Málaga para celebrar el acto, y se negaban a ser
detenidos como no fuera mediante un mandamiento judicial.
Los policías callaban, y los detenidos para evitar la sombra de resistencia a la autoridad, se prestaron a acompañar a la policía hasta la Inspección de Policía, situada en los bajos del Ayuntamiento, llevando detrás a todas las personas que asistieron al acto, y a todos los que en el trayecto se unían al grupo.
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Antiguo Ayuntamiento de Ronda |
Llegados todos a la Inspección se presentó a ellos en el acto un señor alto y grueso, quien con el rostro muy congestionado, y con maneras muy poco sociales preguntó nervioso y azorado: «¿Qué ha pasado aquí?... ¿quién ha dado gritos subversivos?». Era el señor Antonio Serra Massaguer.
Poco a poco se
fue serenando el ambiente, debido en gran parte a que el señor teniente de alcalde
se ausentó de la Inspección, y que los policías extremaron su atención,
tratando a los detenidos corno se tratan a las personas.
Se fue tomando
la filiación a todos los detenidos y dándoles la libertad a continuación, salvo
el señor marqués de Crópani, el canónigo señor Andrés Coll y el señor Luis
Delgado Orozco, quienes, previo un atestado policiaco, fueron conducidos en un
coche a la prisión.
El señor Coll
requirió al jefe de policía, que los acompañaba, para que les indicase los
motivos de su prisión. Este les leyó el oficio firmado por él y dirigido al
jefe de la prisión, en el que consta que quedaban detenidos, a disposición del
Juzgado de Instrucción, por haber dado gritos subversivos y por haber
desobedecido a la autoridad.
Conocido el hecho en Málaga a las nueve y media de la noche, se trasladaron al Gobierno civil los señores don Ángel Fernández Ruano, don Esteban Pérez Bryan, don Adolfo Gross y don Juan Rein Loring, para entrevistarse con el gobernador, señor Díaz-Villamil, y darle cuenta de las noticias que acababan de recibir de Ronda, por las que se deducían que los señores Coll y Crópani, habían ingresado en la cárcel.El señor Fernández Ruano hizo presente al señor Díaz-Villamil, que parece que se trataba de una maniobra del alcalde de aquella ciudad, puesto que ya en dos ocasiones distintas en que había sido dicha reunión autorizada por el anterior gobernador, señor Coloma, habíase opuesto sistemáticamente a que dicho acto se celebrara, y en esta ocasión, aprovechando la salida del señor Coloma, ha intentado la suspensión del acto, autorizado con arreglo a la ley, y ordenando por último la detención de los señores Coll y Crópani.El gobernador contestó a la comisión de «Acción Popular», que desconocía por completo lo que hubiese ocurrido, pues únicamente sabía la noticia que le facilitó el alcalde por teléfono, de que había tenido que proceder a la detención de dichos señores, pero que no obstante esto, llamaría de nuevo a Ronda para que, con la urgencia necesaria, le informasen de todo lo ocurrido, y si por parte de dichos señores había falta o delito, que pasaran inmediatamente a disposición del juzgado correspondiente.Los comisionados salieron muy satisfechos de la acogida que les dispensó el señor Díaz-Villamil, y de la buena disposición en que lo encontraron de hacer justicia en este asunto.EL JUZGADO DECRETA LIBERTAD DE LOS DETENIDOSCumpliendo órdenes del gobernador civil, los detenidos, pasaron en las primeras horas de la mañana del día siguiente, a disposición del Juzgado Instructor de Ronda, pero cuál no sería la sorpresa del representante judicial, al observar que el alcalde no le enviaba el atestado correspondiente para poder resolver sobre el asunto.Después de algunas gestiones, se consiguió que llegara el atestado de la alcaldía relatando los hechos acontecidos, e inmediatamente de ser conocidos por el digno juez de aquella ciudad, decretó la libertad de los detenidos.19320809 01 El Cronista
La autoridad
judicial, una vez efectuadas las naturales averiguaciones y diligencias, estimó
que no podía intervenir en el caso, ya que el delito de que se les acusaba era
de incumbencia gubernativa, por lo que los puso en libertad a las once de la
mañana.
Cuando no habían hecho más que llegar a la puerta de la calle los libertados, se les sorprende nuevamente con otra orden del alcalde para que sean detenidos por orden gubernativa, siendo conducidos de nuevo al Ayuntamiento.El alcalde interino señor Serra, verificada esta nueva detención, dio cuenta por teléfono al gobernador civil, anunciándole que dichos señores habían sido detenidos y puestos a disposición de su autoridad.El gobernador ordenó por teléfono al alcalde, que inmediatamente le enviara un informe detenido de todos los hechos ocurridos en Ronda con motivo de este asunto, y que en el primer tren, que llega a Málaga a las nueve de la noche, viniera dicho informe a mano de un agente de Policía, y que mientras tanto los señores Coll y marqués de Crópani, continuaran en una fonda en calidad de detenidos, en espera de la resolución procedente.19320809 01 El Cronista
Sobre las diez
de la noche del lunes 8 de agosto, llegó a poder del Gobernador civil la
información que tenía solicitada al primer teniente de alcalde de Ronda.
Después de estudiar el informe, como asimismo el expediente instruido por la
policía gubernativa, y que sin perjuicio de la responsabilidad que pudiera
alcanzarles en su momento, ordenó por teléfono al señor Serra que
inmediatamente fueran puestos en libertad.
A pesar de las
órdenes del gobernador, don Andrés Coll y el marqués de Crópani, seguían
todavía el día 9 por la mañana detenidos por lo que el marqués, a las once y
media, celebró una conferencia con el gobernador de la provincia, quien le
comunicó que la noche anterior, por teléfono había ordenado al señor Antonio Serra,
que pusiera inmediatamente en libertad a los detenidos.
Pero el señor Serra, creyéndose más autoridad que el gobernador, no tuvo a bien cumplimentar la orden gubernativa, con lo cual queda demostrada plenamente la veracidad del título de este escrito, a saber de que el señor Serra ha batido el record de las alcaldadas, porque la ha extendido hasta desobedecer la orden de un superior jerárquico, el señor gobernador de la provincia, quien tiene tal estimación de su autoridad, que no tuvo empacho en hacer saber al señor marqués, en su conferencia telefónica, que no está dispuesto a consentir ninguna alcaldada en los pueblos sujetos a su mando.19320810 01 El Cronista
Málaga 9, 2t. El gobernador civil manifestó a los periodistas que había puesto en libertad a los miembros de «Acción Popular» detenidos el domingo en Ronda. Les ha impuesto multas de 500 pesetas a cada uno de los señores Coll, canónigo, marqués de Crópani y (Luis) Delgado.Los directivos de «Acción Popular» señores José Bohórquez Rubiales y Arturo González García, han sido multados con 250 pesetas.19320810 018 ABC
CONGRESO COMARCAL
DE LA CNT EN RONDA
Pero en la provincia de Málaga, existían otras zonas donde su influencia era más limitada, como ocurría en Vélez-Málaga, Marbella y en la serranía de Ronda, donde había un gran protagonismo de la CNT, o en la comarca de Antequera donde el "Sindicato de Obreros Agrícolas", creado por el radio Comunista de Antequera en septiembre de 1931, era la fuerza que coordinaba y dirigía las movilizaciones campesinas.
En Málaga capital en concreto, desde el 30 de abril de 1930, fecha en que el sindicato anarquista fue legalizado tras siete años de clandestinidad, se fue reorganizando, mostrando sus primeras señales de recuperación en el mitin que celebrarían en la Plaza de Toros malagueña la tarde del 1 de mayo de 1931, recién inaugurado el régimen republicano, para conmemorar la Fiesta del Trabajo, el cual acabaría siendo un éxito, presentándose en ese momento como el sindicato más fuerte de la capital.
La CNT siguió exhibiendo su fortaleza durante el otoño de 1931, en el que se desarrollaron una serie de huelgas en la ciudad, impulsadas por dicho sindicato, demostrando que estaba bien organizado y que su implantación en la capital malagueña estaba bien asentada.
La CNT abogaba por la acción directa; su estrategia de movilización tendía a convertir las huelgas en revolucionarias, superando el ámbito de lo puramente laboral y entrando en el terreno político. En el mitin al que antes me he referido en la Plaza de Toros, pedían la “abolición de la pena de muerte, la desaparición de la Guardia civil, la confiscación de los bienes de la iglesia, y repartirlos entre el pueblo, el desarme de las fuerzas encubiertas afectas al régimen pasado y entregar dichas armas al pueblo”
Por su parte, la UGT, bajo la influencia del PSOE, siguiendo el modelo organizativo socialista, supeditaba las huelgas a lo estrictamente laboral, pero eso no impedía que sus agrupaciones recurriesen a la acción directa y al conflicto, cuando les parecía conveniente.
La CNT dio, en principio, un cierto margen de confianza a la joven República, aunque especificaba que, ante cualquier actuación gubernativa que fuera desfavorable al movimiento obrero, comenzaría una ofensiva contra la misma.
La fuerza con que contaba el anarco-sindicalismo en la capital rondeña, era el sindicato de albañiles «Nueva Vida», con 300 afiliados, y el «Sindicato Único de Campesinos», que disponía de 280.
En la comarca de la serranía de Ronda existía un grupo de pueblos en los que el anarco-sindicalismo había hundido sus raíces, en base a una serie de personas que lideraban dicho movimiento. Habría que señalar, además de Ronda, las poblaciones de Arriate, Benaoján, Ronda la Vieja, Montecorto, Jubrique, y sobre todo Montejaque, pequeño pueblo del partido judicial de Ronda, donde existían un grupo de hombres experimentados, dispuestos en todo momento a trabajar por la organización y las ideas que les eran afines, liderados por el alcalde Pedro López Calle, quien alcanzaría un gran protagonismo en la retaguardia rondeña durante la guerra civil.
La gran fuerza del sindicalismo anarquista en la sierra de Ronda, se evidencia en la celebración de un congreso comarcal entre los día 22 y 26 de octubre de 1932, al que asistieron representantes de sindicatos y sociedades obreras de veintiuna localidades de las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga, que en su conjunto reunían a casi trece mil afiliados a la central anarco-sindicalista.
Asistieron además de estas delegaciones, una delegación de la Federación Provincial de Sindicatos de Málaga, una nutrida representación de la Federación Comarcal de Sindicatos Únicos de Morón de la Frontera. También el Comité de la Confederación Regional del Trabajo de Andalucía y Extremadura, las Comarcales de Cádiz y Utrera, y el Comité Pro-presos de Morón.
La finalidad principal del congreso era la constitución de una Federación Comarcal de Sindicatos “que aunara los esfuerzos de todos los productores, en la lucha por conseguir un mayor nivel económico, moral y de cultura, aspiraciones inmediatas de aquel movimiento social”.
Las ponencias respondían a varios ejes temáticos, conforme a los problemas inmediatos a los que se venían enfrentando los sindicatos: la ley de Términos Municipales y el paro forzoso; el debate sobre las aspiraciones del sindicalismo anarquista; la transformación social y la unidad moral frente al capitalismo, y el análisis de la situación política. A lo largo del Congreso se abordó también la situación de los presos y la constitución de un comité de apoyo.
Ronda 27.- Ha terminado el Congreso comarcal organizado por la Confederación Nacional del Trabajo. Como final se ha celebrado un mitin en el teatro Espinel al que asistió una enorme concurrencia. Hablaron los delegados de Jerez de la Frontera y Cádiz, y el camarada Epifanio Sánchez, que ostentaba la representación de Andalucía y Extremadura.Los oradores fueron aplaudidos, terminando el acto dentro del mayor orden.19321027 002 La Tierra
LA VISITA DE JOSÉ MARÍA GIL ROBLES A RONDA
El viernes 6 de enero de 1933, día de Reyes, estaba prevista la visita a Ronda del líder nacional de «Acción Popular», diputado a Cortes por Salamanca, don José María Gil Robles, el cual daría por la mañana una conferencia en el teatro Espinel, para a continuación asistir a una comida que se le ofrecería en el local de «Acción Popular», al que concurrirían las personas más destacadas del partido en Ronda y Málaga.
La tarde anterior a su llegada, Gil Robles había estado en Málaga procedente de Gibraltar. Ese día, después de almorzar, había ido a Alhaurín el Grande, y en el local de «Acción Popular» había pronunciado un discurso que fue muy aplaudido. Terminado el acto regresó a Málaga, presidiendo la Asamblea local del partido. Por la noche, en el hotel Miramar, donde se hospedaba, se celebró un banquete íntimo en su honor.
En Ronda, esa noche de Reyes, sobre las dos de la madrugada, con el ánimo de boicotear el acto que debía celebrarse por la mañana, algunas personas trataron de incendiar el edificio que ocupaba el Centro de «Acción Popular», en la calle de Prim. Una de las puertas fue rociada con gasolina y se le prendió fuego. Solo ardió la puerta de la calle. El local era alquilado, y en el mismo edificio vivía el dueño del mismo, el capitán de Infantería retirado, Miguel Zarazúa Suarez.
A las dos de la madrugada pasaban por la calle donde está situado el centro del partido «Acción Popular» los tenientes de alcalde señores (Antonio) Serra y (Juan) Jiménez (ambos de «Acción Republicana») y varios amigos, cuando observaron que ardían las puertas de entrada a dicho centro, y la de la casa contigua al mismo.Tanto los citados tenientes de alcalde como sus amigos, se lanzaron a apagar el fuego, echando sus abrigos sobre las llamas y ahogándolas así.Momentos después habían conseguido evitar el siniestro, que a aquella hora, poco concurrida la calle, no se hubiese advertido a tiempo de ponerle remedio.Avisado el dueño del local, don Miguel Zarazúa, capitán retirado, éste se mostró en una violenta actitud, desconfiando de la versión que se le daba, y acusando a los señores Serra y Jiménez, y a sus amigos de ser los incendiarios. El señor Serra se indignó, y dio varios golpes al referido señor Zarazúa.Este hacía culpable a los componentes del grupo, como miembros de «Acción Republicana», con objeto de crear un estado de alarma para justificar la probable suspensión del mitin organizado por «Acción Popular», en el que debía hablar el señor Gil Robles.El señor Serra, en funciones de alcalde, ordenó detención del dueño del local, que no ha sido puesto en libertad, hasta esta mañana a las doce.19330107 07 El Popular
En Ronda, durante toda la mañana del día 6 de enero, la efervescencia en algunos grupos de personas, fue grande, estando dispuestos a impedir el acto político de «Acción Popular».
Como estaba previsto, a las doce de la mañana del día 6, llegó a Ronda procedente de Málaga el señor Gil Robles, asistiendo al reparto de juguetes entre los niños pobres. A continuación, se dirigió al teatro Espinel, donde estaba programado el mitin organizado por «Acción Popular».
El teatro Espinel se hallaba totalmente ocupado. En las butacas y en los palcos, predominaba el personal femenino. Al aparecer en el escenario el señor Gil Robles, fue objeto de una gran ovación, pero hubo también algunas protestas y silbidos, que partieron de las partes más altas del teatro. El orador recomendó calma y respeto para la exposición de ideas:
Si hay entre los señores que me escuchan, alguno que sienta afanes de polémica, puede venir aquí al estrado, para que la concurrencia aprecie de qué lado está la razón y nos juzgue a todos. Y si no están dispuestos a defender con las armas de la razón las discrepancias que nos separan, suplico en nombre de la cortesía, que es mi norma y el respeto al adversario, que es mi ley, que se abstengan de interrumpir.19330107 01 El Cronista
El señor Gil Robles, en su discurso, desarrolló el programa de «Acción Popular», explicando la actuación de su minoría en el Parlamento, especialmente en la cuestión obrera, hablando de su intervención en las Cortes a favor de una ley contra el paro forzoso, que fue rechazado por la izquierda. Censuró la Reforma Agraria, y habló de la ley de Términos Municipales, afirmando que es un arma poderosísima en manos de los caciques de las Casas del Pueblo. Atacó duramente al Gobierno, y en especial a los socialistas. Terminó haciendo un llamamiento a todas las derechas, cualquiera que sea su matiz, para lograr una fuerte organización en las elecciones próximas.
Cuando Gil Robles, terminada su conferencia, se dirigía al local de «Acción Popular», fue objeto de manifestaciones de desagrado por unos grupos, que intentaron seguir el coche que le conducía, impidiéndolo la Guardia civil, que cuidaba del orden. Al llegar los invitados a la sede social del partido, donde había de celebrarse el agasajo, se observaron en la fachada inequívocas pruebas del intento de incendio registrado en la noche ultima.
Al llegar la comitiva a dicho lugar, la situación adquirió caracteres graves. Ante el local, se había congregado una verdadera muchedumbre. De ésta se destacaron algunos grupos, que la emprendieron a pedradas con el edificio, pretendiendo asaltar el local. En pocos minutos, una nube de piedras cayó sobre las puertas y los balcones, quedando toda la fachada destrozada, y rotos los cristales.
Durante el acto un grupo de mozalbetes, capitaneados por el concejal señor (Eduardo) Hoyos (Radical-socialista), arrojaron piedras sobre los cristales del edificio, rompiéndolos por completo. También, y con ayuda de grandes maderos y piedras […], destrozaron la puerta de acceso al local y la de subida a la parte alta del mismo. Alguno de los de “Acción Popular”, al querer entrar en el local, se vio en grave peligro por el gran número de piedras que los mozalbetes tiraban.Daban prestancia y carácter a estas hazañas los guardias municipales que escoltaban a los alborotadores, seguramente para evitar que estos angelitos de Dios, sufrieran las iras de los de dentro. La protección fue eficaz.Algunas veces los llamaban por sus nombres, seguramente para que rectificaran la puntería.19330107 01 El Cronista
La sorna del periodista no era exagerada. Podemos ver en la foto, la pasividad de los agentes municipales ante los ataques al edificio.
Pocos momentos después, un grupo de mozalbetes, capitaneado por un individuo grueso, que, según nos aseguran, es concejal, apedreó la fachada e intentó forzar las puertas y ventanas, que fueron seguidamente cerradas. Los revoltosos se hicieron por unos instantes los amos de la situación, pues las llamadas a la Alcaldía y a los jefes de las fuerzas de Seguridad y Guardia civil no surtían efecto alguno, hasta que un redactor de un periódico de Málaga, que es amigo particular del alcalde de Ronda, consiguió ponerse al habla con éste, el cual ordenó que unos guardias municipales dispersaran a los revoltosos.19330107 020 ABC
La policía tuvo que dar una carga para despejar los alrededores del local, acudiendo poco después la Guardia civil de Caballería e Infantería, que acordonó las calles adyacentes. Poco después de montado el servicio de vigilancia, renació la calma en Ronda.
El banquete siguió su curso, y al final se pronunciaron brillantes discursos por los señores García González, Fernández Ruano y Gil Robles que fue largamente aplaudido y vitoreado. Se han comentado mucho los incidentes que dejamos relatados.19330107 020 ABC
Terminado el almuerzo, el señor Gil Robles, salió de Ronda, en automóvil con rumbo desconocido. Desde Ronda, se cursaron telefonemas de protesta al gobernador civil por los hechos ocurridos.