1876. LA ÚLTIMA MUERTE POR GARROTE VIL EN CAMPILLOS

 


El origen de ésta crónica estuvo en la lectura del libro de D. Baltasar Peña Hinojosa, Pequeña Historia de la Villa de Campillos, que en su página 106 dice:

Un hecho luctuoso ensombreció por entonces la alegría de los campilleros. En el lugar denominado la Ceretilla se levantó, afortunadamente por última vez, la horca para ejecutar a una mujer llamada Josefa. Era natural de Antequera y había servido como niñera en Carratraca a los familiares de un destacado político malagueño.
Por divergencia con la familia abandonó dicha crianza, y al parecer pocos días después muerto el niño que había tenido a su cuidado se le inculpó de haberlo envenenado. Josefa fue conducida desde la cárcel por la calle Real hacia el lugar de la ejecución, entre el pesar de todos los vecinos que veían cómo iba a terminar aquella mujer joven y llena de vida. Según cuentan, sin que podamos asegurar si ello es leyenda o realidad, en el momento de ser ejecutada se le derramó la leche de sus pechos, y en el lugar donde se levantó el tablado fatídico, durante muchos años, no volvió a crecer hierba alguna. Años más tarde una persona en trance de muerte se confesó autora de aquel crimen, por lo cual no es de extrañar que la fantasía popular haya guardado y romanceado el recuerdo de estos hechos.

Quise saber algo más de aquel suceso y me puso a buscar en las hemerotecas de la época. No era fácil porque había pasado siglo y medio de cuando ocurrió. Pero estaba convencido que una noticia como esa debía haber sido recogida por la prensa. La búsqueda tuvo éxito.

Como veremos, la historia que le llegó a D. Baltasar Peña por transmisión oral, difiere algo de lo que ocurrió realmente. Por lo pronto, la ejecución no fue por la horca, sino por garrote vil, y la muchacha no era de Antequera sino de Casarabonela. Pero esto, en nada desmerece la historia contada por D. Baltasar.

Lo que sí quiero resaltar aquí, son los errores que se comenten en las historias transmitidas oralmente. Sé de muchas historias que han llegado a mis oídos, y que cuando he querido contrastarlas, no se parecen mucho a lo que fue la realidad. Una misma escena vivida por dos personas distintas, se recuerdan de distinta manera, porque la memoria, sin pretenderlo, manipula nuestros recuerdos y cuando los intentamos relatar, sin pretenderlo, los modificamos. La memoria es frágil y absolutamente subjetiva. A la historia transmitida de forma oral se le ha dado demasiada importancia, y sobre ella se han construido dogmas y medio-verdades que desgraciadamente han enraizado en la sociedad.

Los hechos que dieron lugar a la ejecución por garrote vil, ocurrieron en Carratraca el 12 de octubre de 1873. El pueblo de Carratraca pertenecía al partido judicial de Campillos, junto con Almargen, Ardales, Cañete la Real, Cuevas del Becerro, Peñarrubia, Sierra de Yeguas y Teba.

Josefa Ortiz Ponce, era una joven de Casarabonela de unos 24 años de edad, y tenía una hija de tres meses, a la que amamantaba. Fue contratada en Carratraca para que se encargase de cuidar, y amamantar también, a un niño de tres meses, cuya madre no podía criarlo. El bebé se llamaba Ildefonso Castillo, era hijo de don Enrique Castillo, farmacéutico de Carratraca. La joven nodriza, de buen aspecto y de presencia humilde, se trasladó con su familia desde Casarabonela a Carratraca, donde empezó a ejercer sus funciones el día 10 de octubre de 1873.

Pero antes de seguir adelante con el relato, veamos el contexto histórico en el que se desarrolló. Hacía ocho meses que se había proclamado por las Cortes la Primera República española, concretamente el 11 de febrero de 1873, tras la renuncia al trono del rey Amadeo I de Saboya.

El problema más urgente que tuvo que atender el primer Gobierno de la República, presidido por Estanislao Figueras, fue restablecer el orden que estaba siendo alterado por los republicanos federales más radicales. Estos habían entendido la proclamación de la República como una nueva revolución. Se habían hecho, por la fuerza, con el poder en muchos lugares, donde habían formado «juntas revolucionarias» que no reconocían al gobierno de Figueras, porque, según decían, era un gobierno de coalición con los antiguos monárquicos.

Fueron convocadas elecciones a Cortes Constituyentes, que tuvieron lugar los días 10, 11, 12 y 13 de mayo de 1873, obteniendo los republicanos federales 343 escaños, y el resto de fuerzas políticas, 31. La primera sesión de las Cortes Constituyentes, se produjo el 1 de junio de 1873.

En cuanto se reunieron las Cortes, Estanislao Figueras devolvió sus poderes a la Cámara y propuso que se nombrara nuevo presidente del gobierno a su ministro de Gobernación, Francisco Pi y Margall.

En el programa de gobierno que presentó Pi y Margall a las Cortes, se señaló como una de sus prioridades la aprobación de la Constitución de la República, por lo que inmediatamente se eligió una comisión de veinticinco miembros encargada de redactar el proyecto. Uno de sus integrantes, el moderado Emilio Castelar, presentó en veinticuatro horas un proyecto que sería asumido por el conjunto de la comisión, siendo presentado a las Cortes para su debate.

Su artículo más discutido, al que se presentaron la mayoría de las enmiendas, fue el primero, donde se establecía la división territorial de España; a las regiones se les definía como Estados, y se incluía entre ellos a Cuba y a Puerto Rico, como una forma de intentar resolver el problema colonial.

Componen la Nación Española los Estados de Andalucía Alta, Andalucía Baja, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Cataluña, Cuba, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia, Regiones Vascongadas. Los Estados podrán conservar las actuales provincias o modificarlas, según sus necesidades territoriales.

Los republicanos federales más radicales, que querían instaurar inmediatamente una República Federal, sin esperar a que las Cortes Constituyentes aprobaran la nueva Constitución, tal y como defendía el presidente Francisco Pi y Margall, iniciaron el 12 de julio en Cartagena, la conocida rebelión cantonal.

El Cantón de Málaga fue proclamado el 22 de julio, tras el levantamiento de las milicias del dirigente local Eduardo Carvajal Reboul. Al día siguiente un telegrama del gobernador civil, Francisco Sorlier, anunciaba la proclamación del Cantón Federal Malagueño Independiente.

Durante los días siguientes se sucedieron enfrentamientos entre distintas facciones hasta que las tropas del general Pavía entraron en la ciudad, sin ninguna oposición, poniendo fin al cantón malagueño el 19 de septiembre. La independencia de Málaga apenas duró dos meses.

1.- EL ENVENENAMIENTO. 12 DE OCTUBRE DE 1873

Tres semanas después del fin de esta independencia malagueña, ocurrieron los sucesos de Carratraca. Para describirlos, me voy a limitar a transcribir los artículos de prensa que he encontrado hablando de ello.

Un crimen tan horrible como poco común en los fastos judiciarios de nuestro país, se ha cometido en Carratraca, según cuentan los diarios malagueños.
Una familia acomodada de aquella población contrató una nodriza para que se encargase de un niño de tres meses, cuya madre no podía criarlo; la nodriza era natural de Casarabonela, joven de buen aspecto y presencia humilde, y cuando convinieron en las condiciones de su ocupación, se trasladó con su familia desde dicha villa a la población de Carratraca, donde empezó a ejercer sus funciones el día 10 del actual.
Nada ocurrió hasta la noche del 12 en que la madre de la criatura oyó que esta lloraba con suma frecuencia, y asistiéndola de continuo, no podía calcular lo que la aquejaba, si bien atribuía aquel malestar a alguno de los muchos e inexplicables padecimientos propios de esta edad tan tierna.
Así las cosas, la madre tuvo necesidad de salir a las ocho de la mañana, le dejó encomendado el cuidado del niño a la nodriza; esta a su vez, y mientras almorzaba, se la encomendó a la criada; pero de repente, esta empezó a dar gritos llamando a la familia y diciendo que la criatura echaba humo y fuego por la boca.
La escena que se siguió a este aviso no puede describirse. La llegada de la madre, enterada del suceso, su alarma, su llanto, sus gritos desgarradores y la acumulación de muchas personas en la casa consternaban a todos.
La nodriza había acudido instantáneamente y se empeñaba en hacer mamar al niño a la fuerza; pero arrancándoselo de los brazos las personas presentes y abriéndole la boca con el auxilio de los dedos, le hicieron vomitar, arrojando gran cantidad de cabezas de fósforo, algunas duras aún, pero que todas producían gran humareda.
El facultativo de Málaga D. Miguel Uriarte, que se halla en aquella población, se presentó inmediatamente y en unión del padre del niño, facultativo también, dispuso lo conveniente para atajar los progresos del daño causado a la infeliz criatura.
Todavía, sin embargo, la criminal nodriza pugnaba por darle el pecho; pero el Sr. Uriarte y el teniente cura de la parroquia la condujeron a otra habitación, donde empleando toda clase de medios y arguyéndola con sus contradicciones, lograron una declaración horrible, sin nombre, una declaración que espanta al ánimo más tranquilo; la declaración de que le había dado fósforos porque no la dejaba dormir, y que toda la noche había ido alimentando el numero de ellos, asombrándose de que al amanecer viviese el niño todavía...
El pueblo está indignado: el monstruoso hecho referido es objeto de todas las más calurosas conversaciones y de los más irritantes comentarios; la reo se halla en poder de los tribunales y el niño, confiado a los Sres. Uriarte y Linares, médico de la población, sigue en peligro de muerte, sin una segura esperanza de salvación.
18731018 02 y 03 El Avisador Malagueño.
18731018 02 La Correspondencia de España.
18731019 03 La Época.
18731020 02 El Imparcial
18731020 04 La Esperanza.
18731020 04 La Igualdad

El bebé falleció una semana después, el 19 de octubre.  

«La misma persona que nos comunicó el horrendo crimen cometido en Carratraca por una nodriza con un niño de tres meses, a quien durante una noche estuvo suministrando fósforos, nos dice en carta del 20 que después de siete días de una agonía terrible, en que los mayores padecimientos se han significado en dicha criatura por el lamentable estado en que tiene los labios, lengua y toda la boca, a consecuencia de la actividad fosfórica, han experimentado sus padres el indecible dolor de que se le reviente un ojo. Las consecuencias de este inaudito crimen son acerbas ahora, por lo mismo que ha causado terribles destrozos en la economía y el organismo del desgraciado niño.

18731025 04 La Época.
18731029 03 La Discusión.  

Llegado a este punto se nos abre un hueco de un año, en el que no he encontrado ninguna noticia sobre este suceso, hasta el 30 de noviembre de 1874, fecha en que debía de celebrarse en Málaga el juicio contra la nodriza, que según parece fue suspendido.

Parece que la causa que debió verse el lunes ante el Jurado de Málaga, que es la instruida contra la nodriza que en Carratraca envenenó al niño que lactaba, se suspendió hasta nuevo señalamiento por haberse observado vicios muy graves en la sustanciación.

18741204 03 La Iberia

Pocos días después, el 29 de diciembre de 1874, se produjo el golpe militar del general Martínez Campos contra la Primera República, que dio lugar a la Restauración borbónica en la figura de Alfonso XII, hijo de la reina Isabel II. Se formó un gobierno provisional, dirigido por el malagueño Antonio Cánovas del Castillo, el cual fue confirmado por el rey Alfonso XII, nada más desembarcar en Barcelona el 9 de enero de 1875.

Hay que avanzar otros seis meses para encontrar la aprobación de la sentencia de muerte de Josefa Ortiz Ponce por el Tribunal Supremo. Durante ese tiempo, debió celebrarse el juicio condenatorio.

El Tribunal Supremo ha aprobado la sentencia de muerte impuesta a una nodriza que dio muerte en Carratraca a una criatura que amamantaba.  

18750908 01 La Correspondencia de España.

Un mes más tarde, se presentó ante el ministro de Gracia y Justicia, don Fernando Calderón Collantes, una petición de indulto, que no fue aprobado.

Ayer ha sido presentada al señor ministro de Gracia y Justicia, con gran recomendación, una instancia de indulto a favor de una mujer sentenciada a la ultima pena en Campillos, provincia de Málaga, y contra la cual existe ya la circunstancia de haber opinado el Tribunal Supremo que debe ejecutoriarse la sentencia.

El señor ministro se ocupará con perentoriedad de este asunto. No creemos que sea esta la resolución de carácter personal por la cual espera un periódico de hoy que un infeliz será objeto de cierta gracia inestimable.
18751013 06 La Correspondencia de España.
18751013 02 El Siglo Futuro

 

Está pendiente de informe del Consejo de Estado el expediente de indulto de Josefa Ortiz Ponce, condenada a la última pena por la Audiencia de Granada

18751013 03 La Correspondencia de España.
18751014 02 El Siglo Futuro

El 20 de enero de 1876, se celebraron las primeras elecciones a Cortes del reinado de Alfonso XII. Sólo podían votar los varones mayores de 25 años. Las ganó el partido conservador de Antonio Cánovas del Castillo. Fueron constituyentes y dieron lugar a la Constitución de 1876, vigente hasta el golpe de Estado de Primo de Rivera en 1923. Fue elegido diputado por el distrito de Campillos, José Alarcón Luján. Era ministro de Gobernación el antequerano Francisco Romero Robledo.


2.- LA EJECUCIÓN. 15 DE FEBRERO DE 1876

Parece que el ejecutor de justicia, que acaba de ejercer en Málaga su ministerio, pasará desde allí a Campillos, donde debe sufrir la pena capital la nodriza que envenenó en Carratraca al niño que lactaba.

18760211 03 El Imparcial
18760211 03 El Siglo Futuro

El martes se verificará en Campillos la ejecución en garrote de la nodriza Josefa Ortiz, que mató en Carratraca al niño que lactaba.

18760213 03 El Imparcial
18760214 03 El Siglo Futuro
18760214 02 El Globo

El garrote vil estaba formado por un arco de hierro que sujetaba la cabeza del condenado a un poste vertical, en el que había dispuesto un punzón. Luego de recibir los últimos sacramentos por el sacerdote, el verdugo le quitaba la vida apretando el tornillo del garrote vil, que introducía con gran violencia y rapidez el punzón en la base del cráneo. La causa de la muerte era la rotura de cuello, lo que daba lugar a una muerte instantánea. Pero a veces, si el verdugo no era muy experimentado, cabía la posibilidad que el reo pasase sus últimos momentos en este mundo, sufriendo la larga agonía de un estrangulamiento.

Los verdugos eran funcionarios dependientes del Ministerio de Justicia, y ejercían su profesión en el lugar donde eran requeridos por las sentencias judiciales. El que actuó en Campillos pertenecía al Distrito de Granada. No eran muy bien vistos por el pueblo llano.

Parece que el ejecutor de justicia que en Málaga acaba de ejercer su terrible oficio, hubo de ser convenientemente custodiado durante su permanencia en aquella ciudad con motivo de la efervescencia hostil que contra él se notaba, y escoltado también ha tenido que marchar a Campillos, donde es probable que mañana de garrote a la nodriza infanticida de que hemos hablado.

Pero no es esto solo; pues según el “Mediodía”, se ha dado el caso de que al llegar el ejecutor a Bobadilla de paso para Campillos, le fue imposible hallar acémila que le condujese, por lo que ordenó el Jefe de la escolta que se le comprase un burro, y como tampoco hubiera quien se prestase a vendérselo, ha tenido que recorrer a pie el camino.
18760215 03 El Imparcial

Hay que recordar que no existía aún la línea ferroviaria que lleva de Bobadilla a Campillos, y el trayecto había de hacerse en burro. El tren se inauguró en 1891, quince años más tarde.

Un diario de Málaga dice que, al llegar a Bobadilla el verdugo con el objeto de que le trasladara a Campillos a donde va a desempeñar su ministerio, quiso alquilar una bestia de las muchas que sirven en la estación para llevar los viajeros que se dirigen a los pueblos cercanos. Enterados los dueños de quién era la persona que tal cosa deseaba, negáronse todos a la vez a hacerlo, sin que tuviesen mejor aceptación las ofertas de compra que el ejecutor les hizo, prefiriendo quizá los pobres arrieros no comer aquel día a satisfacer los deseos del verdugo. Por último, en vista de que todo era nulo para vencer la repugnancia de aquellos hombres, decidió marchar a pie hasta Campillos en unión de la fuerza de Guardia civil que le custodiaba.

18760216 03 El Globo

El día de la ejecución, martes 15 de febrero de 1876, era alcalde de Campillos, D. Diego Rueda Moreno.

El “Mediodía” de Málaga publica una interesante carta de Campillos, donde anteayer habrá sido ejecutada la reo Josefa Ortiz, autora del infanticidio perpetrado con fósforos en el niño que lactaba, hijo del farmacéutico de Carratraca, señor Castillo.

La desgraciada ignoraba la suerte que le esperase hasta el momento de entrar en capilla. Dentro de su misma prisión hallábase criando a una hija suya, contenta con la esperanza de recobrar su libertad y contraer matrimonio con el padre de aquella tierna criatura.
La llegada del ejecutor de justicia a Campillos hizo que todas las mujeres del pueblo empezasen a cerrar las puertas y a dar gritos desconsoladores.
18760217 03 El Imparcial
18760218 03 El Globo
18760219 04 La Época

En “El Avisador Malagueño” hallamos algunas noticias de Josefa Ortiz Ponce, que ha sido ajusticiada en Campillos, en la mañana del 15 del actual:

"A principios de Octubre del año 1873 (por error dice 1874) Josefa Ortiz Ponce, natural de Casarabonela, y de unos 24 años de edad, se encargó en Carratraca de lactar al niño Ildefonso Castillo, hijo de D. Enrique Castillo, farmacéutico de esta villa y persona apreciada por todo el vecindario.
No se sabe por qué causa ni a qué sugestiones obedeciendo, el 13 del mismo mes, cinco días después de haber comenzado a amamantar al niño, dio a éste una disolución de fósforos que le ocasionó la muerte el 19, cuyo crimen fue comentado por la prensa según V. recordará.
Instruido el sumario resultó la culpabilidad de la Josefa Ortiz, habiéndosele impuesto luego la pena capital, cuya noticia supimos en esta población a fines de Septiembre, siéndole ocultada a la reo, la cual ignoraba por completo la suerte que la humana justicia le tenía reservada, demostrando hasta en los momentos en que ya estaba en el pueblo el ejecutor, más alegría que nunca, oyéndosela cantar y embriagarse con la esperanza de casarse dentro de poco con su amante, que es un gitano, y del cual tiene una niña de 19 meses (dos años y medio) que aun lactaba y que contaba tres meses cuando su madre cometió el delito que ha expiado”
18760219 02 El Globo

El quince a las diez y media fue ajusticiada en Campillos la joven nodriza Josefa Ortiz, que envenenó hace dos años en Carratraca a la criatura que lactaba.

Fue trasladada al patíbulo, por el lamentable estado en que se hallaba, sobre un colchón que hubo que poner en el carro. En una carta que tenemos a la vista se hacen grandísimos elogios del celo desplegado por el clero y por las señoras de las conferencias de San Vicente de Paul, que procuraron levantar el abatido espíritu de la desgraciada.
Diario de Córdoba 18760218 03

Según el Mediodía, de Málaga, el ejecutor de justicia del distrito de Granada, que acaba de ejercer en Málaga y Campillos su terrible oficio, pasará de Campillos a Martos, Estepona y Almería, volviendo tal vez a Málaga.

La desgraciada nodriza, Josefa Ortiz, sufrió la última pena en Campillos el día 15, como estaba anunciado. Al presentarse en la capilla el ejecutor con objeto de colocarle la hopa (especie de túnica o sotana cerrada que se le ponía a los ajusticiados), empezó aquella a gritar: “¡No; por Dios, tened piedad de mi!" cayendo desmayada y perdiendo por completo el conocimiento.
Era su estado tal, que hubo que colocar un colchón en el carro que la condujo al patíbulo y tenderla en él. Por último, entre los rezos y exhortaciones de los sacerdotes, entregó su alma a Dios. Un clamor inmenso siguió a este momento.
De pueblos de cinco leguas a la redonda había acudido gente a presenciar aquella ejecución, haciendo treinta y seis años que en Campillos no se verificaba ninguna.
18760220 02 y 03 El Globo
18760219 02 El Imparcial
18760219 03 El Siglo Futuro

Volviendo a la historia contada por D. Baltasar Peña, refiere el lugar de ejecución como la Ceretilla. He intentado localizar el lugar, y solo lo he encontrado una enciclopedia que habla de la loma de la Ceretilla, pero sin decir donde se localizaba. He tenido que recurrir a personas muy mayores para poder ubicar ese lugar. Gracias al tío Frasco, del que ya hablé en la crónica sobre Manuel Azaña, y desgraciadamente, recientemente fallecido (D.E.P.), pude saber que el lugar estaba o está, en el ángulo que forman las carreteras de Almargen y Sierra de Yeguas, cerca del cerro del Calvario. Si alguno de los lectores de este Blog tiene otra información, le agradecería me la facilitara.

No quiero cerrar esta crónica, sin dar mi modesta opinión sobre este suceso. Pienso en una muchacha que nunca ha salido de su pueblo, posiblemente analfabeta, y que de buenas a primeras se encuentra en un pueblo extraño, dentro de una farmacia con muchos cacharros raros que ella no sabe para que sirven, y criando a dos bebés, el suyo y el de la "señora". 

A los dos días de estar allí, éste último bebé le da una mala noche, que seguro contagió en el llanto a su niña. Ella sin, saber que hacer, y para que no molesten a los "señores" que están durmiendo, busca cualquier cosa para distraer al bebé. Y no encuentra otra cosa que unos fósforos, que posiblemente ella no sepa lo que son, y se los da al niño para entretenerlo y que se tranquilice. Como el niño se calla, le sigue dando más. El resultado es envenenamiento del bebé, pienso que por una negligencia, motivada por la ignorancia.

La segunda parte, es la repugnancia que produce la condena a muerte de una madre que en ese momento tendría 27 años, y que estaba amamantando aún, a una niña pequeñita de dos años y medio. Las dos, madre e hija, llevaban en la cárcel de Campillos más de dos años, y se habían ganado el cariño de toda la población. La escena en que separan a la hija de los brazos de la madre, debió ser de romper el corazón. Una justicia que toma la decisión de quitar la vida a una joven mujer de esta manera, no merece llevar ese nombre. Muy fuerte con el débil, muy débil con el fuerte.


Comentarios

  1. Qué historia tan dura y triste. Muy bien documentada. Gracias

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  2. Buenas noches. Este lugar del que hablas en esta historia es el bombe. Más tarde se construyó allí la cooperativa de las bacas.
    Esta historia me la contó mi abuela cuando yo era niña, Pero ella me decía que la que había envenenado al niño era una mujer que trabajaba como criada en la casa del farmacéutico tal y como contaba Baltasar Peña, confesó estando enferma de muerte .
    La hija de Josefa murió poco tiempo después que ajusticiado a la madre

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu comentario. No sé que edad tendría tu abuela, pero teniendo en cuenta que la ejecución fue en 1876, con toda seguridad, lo que ella te relató fue lo que a ella le habían transmitido sus antepasados.
      La información sobre la muerte de su hija es muy importante, porque quiere decir que no hay descendientes actuales de la victima

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