CAMPILLOS. OCHO SEMANAS DE TERROR EN EL VERANO DE 1936. SEGUNDA PARTE

 

PLAZA DE LA LIBERTAD, 1932

En la Crónica anterior, hablé sobre los sucesos ocurridos en Campillos durante los primeros diez días de la Guerra civil. Añado el enlace para los que no hayan tenido la ocasión de leerlo.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/05/campillos-ocho-semanas-de-terror-en-el.html

En esta segunda parte, continúo con el relato de los hechos que ocurrieron a partir de la fecha donde terminé en la primera parte, y finalizaré la misma con la descripción de los sucesos que ocurrieron el 15 de agosto de 1936, cuando fueron sacadas de la cárcel de Campillos veintidós personas, y asesinadas veinte ellas por parte de las milicias del Frente Popular.

En una tercera parte, describiré lo ocurrido en los días anteriores a la entrada de las tropas nacionales en Campillos, hecho que se efectuó el 13 de septiembre de 1936.

29 DE JULIO

Continúan las detenciones

Tengo el honor de participar a usted que en el día de hoy, por fuerza cívica de esta localidad compuesta por José Valencia Valencia, han sido ingresados en éste Departamento Municipal:
  • Juan García García
  • Vicente Campos Giles
  • Francisco Padilla Santa Cruz
  • Alfonso Alés Palop
  • Juan Ramón Alés Palop
Quedando a disposición de su respetable Autoridad.
Le saluda
Campillos 29 julio 1936
El encargado del Depósito Municipal:
Francisco González (Escribano)


José Valencia Valencia, era el cabo de los Guardas de Campo, y por orden del Comité, ese día, acompañado de varios individuos que le ayudaban, detienen y conducen a la cárcel, a las siguientes personas:

JUAN GARCÍA GARCÍA (†), en su propio domicilio, calle Vallejos nº 37. Labrador, soltero. Natural de Campillos y de 49 años de edad. Afiliado a Acción Popular.

VICENTE CAMPOS GILES (†), en su propio domicilio, calle San Sebastián nº 21. Empleado de banca, soltero. Natural de Campillos y de 31 años de edad. Afiliado al Partido Agrario. Era hermano de Juan Campos Giles, asesinado tres días antes.

FRANCISCO PADILLA SANTA CRUZ (†). Le apodaban “El Minero”. Era de Tocina (Sevilla) y tenía 30 años. Vivía en la calle Santa Ana nº 21. Pertenecía a Falange.

JUAN RAMÓN ALÉS PALOP (†), en el cortijo del Puerto de su propiedad. Vivía en la calle Real nº 46. Labrador, soltero. Natural de Campillos de 35 años de edad. Estaba afiliado a Acción Popular.

ALFONSO ALÉS PALOP (†)
en el cortijo del Puerto. Vivía en la calle Real nº 94. Labrador, casado. Natural de Campillos de 32 años de edad. Era el secretario de la Junta Directiva de Acción Popular de Campillos.

Ese grupo de milicianos, encabezados por José Valencia Valencia, también fueron a detener a José María Casasola Casasola, y según declaró su madre, Dolores Casasola Fontalva, como estaba enferma de gravedad una hermana de él, desistieron de su detención, manifestando posteriormente el alcalde Pedro Velasco a José María, cuando fue a pedirle explicaciones, que el hecho de ir a detenerlo había sido una equivocación.

Eran ocho los hermanos Casasola Casasola, cuatro varones y cuatro hembras, que vivían con su madre Dolores Casasola Fontalva, en la calle Guzmanes nº 15. El padre, José María Casasola Durán, ya había fallecido. Pero no se libraron los hermanos de la persecución, porque en la madrugada del día 24 de agosto, volvieron a ir por ellos, como ya veremos.

Según la Causa General, el día 29 de julio fueron saqueados y robados los domicilios de Juan Gallegos Cuellar en la calle Real nº 26, Ana Padilla Sánchez en la calle Lavados nº 73, Pedro y Juan Casasola Lasarte en la calle Lavados nº 29, José María Hinojosa Carvajal en la calle Real nº 9, María Josefa Hinojosa Carvajal en la calle San Sebastián nº 9 y Salvador Hinojosa Carvajal en la calle Santa Ana nº 4.

Pasada la guerra, Isabel Hinojosa Lacarcel, hija de Salvador Hinojosa y hermana del poeta José María Hinojosa Lacarcel, denunció al alcalde Pedro Velasco Olmo “por orden suya se perpetró el robo de las alhajas y dinero que poseía en su domicilio, encomendando a un cerrajero de ésta localidad llamado Leal, que violentase el armario en donde tenían ocultos los anteriores objetos”.

31 DE JULIO

Ese día, se produjo la detención de otra persona en Campillos, aunque esa persona era natural de Peñarrubia.

En la calle Real nº 111, domicilio del médico Jacobo Lanzas Orellana, estaba residiendo MIGUEL GILES FONTALVA (†), un tío de su esposa Joaquina Fontalva Giles. Tenía 48 años, estaba soltero y estaba afiliado al Partido Agrario.

Ese día fueron a Campillos a buscarlo, los hermanos Pedro y Juan Rivas Trujillo de Peñarrubia, llevándoselo detenido. Al llegar a Peñarrubia, lo encerraron en una casa de la calle Antequera, que la habían habilitado como cárcel.

El día 2 de agosto, cuando lo iban a maniatar para llevárselo al campo para asesinarlo, junto con otros vecinos más, Miguel Giles se arrojó por el balcón de dicha casa, y al quedar mal herido en el suelo, en la misma puerta de la cárcel lo mataron a tiros.


De los sucesos ocurridos en Peñarrubia durante esas primeras ocho semanas de la Guerra civil, ya me ocuparé en una futura Crónica.

31 DE JULIO Y 1 DE AGOSTO

Llegan a Campillos refugiados procedentes de La Puebla de Cazalla (Sevilla). Algunos de ellos continuaron hacia Málaga, pero otros permanecieron en Campillos, donde se les dio acogida. En el siguiente enlace, desarrollé esa Crónica:

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2023/03/el-comite-del-frente-popular-de.html

1 DE AGOSTO

Detienen, y es conducida a la cárcel municipal, a CARMEN CASASOLA LASARTE 
(†). Estaba, en ese momento, en el domicilio de Ana Casasola Fuentes, en calle Santa Ana nº 5. Tenía 47 años. Cuando la detuvieron se encontraba en compañía de su esposo Antonio España Parrado.

Ana Casasola Fuentes era la esposa de José Jordán, que se encontraba detenido en la cárcel desde el día 23 de julio. Aunque los hermanos Casasola le llamaban prima, Ana era en realidad prima hermana de su padre, José María Casasola Carvajal. Ella solo tenía 36 años, y era más joven que los hermanos Casasola.

3 DE AGOSTO

Detienen y es conducida a la cárcel municipal, a MARÍA JOSEFA CASASOLA LASARTE 
(†), soltera de 43 años, también en el domicilio de Ana Casasola Fuentes.

Ambas detenciones fueron realizadas por el cabo de los municipales Matías Delgado Escribano, junto con tres mujeres, conocidas por la “Caimana”, la “Palilla” y la mujer del “Brigido”.

Carmen y María Josefa, eran hermanas de Juan y Pedro Casasola, que habían sido asesinados el 26 de julio anterior. En el momento de ser detenidas, posiblemente ellas ignoraran la muerte de sus hermanos, ya que las noticias que tenían era que desde el cuartel de la Guardia civil se los habían llevado a Málaga para interrogarlos.

Ninguna de las dos eran militantes de partidos políticos, pero sí estaban muy involucradas en las asociaciones religiosas de mujeres, que en aquella época existían en Campillos.

En octubre de 1931, cuando en las Cortes Constituyentes, se estaba discutiendo el carácter religioso de la nueva Constitución republicana, un grupo de mujeres de Campillos, mandaron a diversas personalidades el siguiente telegrama:

Dirigido al presidente del Consejo de Ministros, al presidente de las Cortes Constituyentes y a los diputados señores Guerra del Río, Saborit, Companys, Baeza Medina y Martínez de Velasco, se ha transmitido el siguiente telegrama:
Asociaciones religiosas Campillos (Málaga), integradas más de 300 mujeres católicas, piden no se aprueben artículos Constitución atentatorios derechos Iglesia, familia cristiana y Órdenes religiosas. Especialmente lo relativo a enseñanza y expulsión Compañía de Jesús.- Catalina Aurioles (Casasola).- Presidenta Conferencias S. Vicente, Dolores Moreno (Cuellar).- Presidenta María Sagrarios, Carmen Casasola (Lasarte).- Presidenta Hijas de María, Carmen Herrera.- Secretaria Catecismo, Ana Jordán (Villavicencio).”
ABC 19311013 016 y 028
El Siglo Futuro 19311030 004
La Época 19311013 004

También podemos ver que en el pleno del Ayuntamiento del 21 de octubre de 1933, el concejal Cristóbal Barquero Reina, pidió que se actuara contra las hermanas Casasola:

El Sr. Cristóbal Barquero dice al Ayuntamiento que las Sras. Casasola que viven en la calle de Fermín Galán (Lavados), con el engaño de darles un caramelo, hacen “resar” a los niños y pide que se evite, contestando el Sr. Benito Luna que ello es misión exclusiva de los padres de los niños.

Detienen ese mismo día 3 de agosto, a PEDRO CAMPOS PÉREZ 
(†en su domicilio de la calle San Sebastián nº 23, por el cabo de los municipales Matías Delgado Escribano, siendo conducido a la cárcel. Tenía 49 años de edad y de profesión era labrador

En la madrugada de ese mismo 3 de agosto, sacan de la cárcel a Juan Gallegos Cuellar, alcalde de Campillos durante la Dictadura de Primo de Rivera, a Rafael Núñez Núñez, maestro nacional, a don Ramón García Ruiz, cura párroco y a don Cecilio Sánchez Molina, presbítero.

Con el pretexto de que necesitan tomarles declaración en Antequera, se dirigen por la carretera de Campillos a Antequera, hasta llegar a los terrenos del cortijo de "La Alberquilla", en donde se paran y los hacen descender del coche, acribillándolos a tiros en la cuneta. Los cadáveres quedaron insepultos, siendo quemados con gasolina a los tres días, y los restos dispersados por el campo.

Que con relación a los asesinatos de don Juan Gallegos Cuellar, don Rafael Núñez Núñez, don Ramón García Ruiz y don Cecilio Sánchez Molina, capitaneada por un tal “Babita” vecino de dicha villa y empleado ferroviario, acompañándole también un tal Diego Morgado Berdún (Bermudo) (a) [...], a los cuales los fusilaron en terrenos de la finca La Alberquilla, termino municipal de Antequera. 
ANTONIO GONZÁLEZ MALDONADO

Según testimonios de los familiares de las víctimas, realizados para la Causa General, en las muertes intervinieron José Escribano Haro (a) “[...]” (CNT), Benito Sánchez Trigo (a) el “Bobo” y Antonio González Maldonado (a) el “Mentirilla”.

† D. Ramón García Ruiz, había nacido el 28 de noviembre de 1872. Hijo de Antonio y Dolores. Ordenado sacerdote el 3 de abril 1897. Fue cura ecónomo de Cañete la Real, párroco de Campillos, y desde el 5 de febrero de 1907, arcipreste. Vivía en la Puerta Teba, nº 60. En compañía de don Ramón García, vivían dos sobrinas suyas, Concepción y Dolores Chías García de 46 y 44 años de edad. La primera de las cuales murió de tuberculosis, y la segunda se fue a vivir a Gilena (Sevilla) cuando las tropas nacionales ocuparon Campillos.


† D. Cecilio Sánchez Molina, de 57 años de edad, coadjutor de la iglesia parroquial de Ntra. Sra. del Reposo. Había nacido en Campillos el 3 de febrero de 1880. Hijo de Manuel Sánchez Tornería y Rafaela Molina Vera. Ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1897. Fue cura ecónomo de Cañete la Real, y finalmente cura regente y coadjutor de Campillos. Vivía en la calle Guzmanes nº 33, con sus hermanas Carmen, de 58 años, y Rafaela Sánchez Molina de 49.



† D. Juan Gallegos Cuellar de 55 años de edad y de profesión labrador. Hijo de Juan Gallegos Palacios y Dolores Cuellar Luna. Estaba casado con Juana María Palop Casasola (58 años), sin descendencia. Era militante del partido Acción Popular. Vivía en calle Real, nº 26. Había sido alcalde de Campillos desde 1924 a 1930.

https://cronicasdelvientosolano.blogspot.com/2022/08/la-obra-de-juan-gallegos-cuellar.html


† D. Rafael Núñez Núñez de 40 años de edad y de profesión Maestro de escuela. Era natural de Periana (Málaga). Hijo de Diego Núñez Barroso y Dolores Núñez Moreno. Estaba casado con Dolores Alés Palop, por tanto, concuñado de Federico Manzano Sancho, que estaba casado con Trinidad Alés Palop. En el momento de su muerte era padre de dos hijos, llamados Rafael y Alfonso, de seis y dos años de edad respectivamente. A los tres meses de su asesinato nació su tercer hijo llamado Juan Ramón. Era hermano del farmacéutico Diego Núñez Núñez, soltero, de 30 años de edad, que sería asesinado también en Campillos, el día 28 de agosto de 1936. Vivía en la calle Real nº 46. Era militante del partido Acción Popular.


Cuando las tropas nacionales toman Campillos, a mediados de septiembre, Federico Manzano Sancho regresa de Granada a Campillos, y cuenta en su diario, refiriéndose a Juan Gallegos:

Cuando regreso a Campillos, recojo sus calcinados restos mezclados con tierra y algunos pedazos de huesos. Entre ellos encuentro la alianza de oro de tío Juan que le doy a tía Juana. Posteriormente ésta le erigió una Cruz en el sitio de su muerte, que aún existe, y un Panteón en el Cementerio. En éste se enterró ella después, y ruego a mis sucesores lo respeten y cuiden.


Ya vimos anteriormente, que en la Causa General se decía que el día 29 de julio, se producía el saqueo del domicilio de Juan Gallegos Cuellar en la calle Real nº 26. Sin embargo, Federico Manzano Sancho, en su diario, la fecha del asalto la fija en el 4 de agosto:

Desde que prendieron a tío Juan Gallegos, tía Juana (Palop Casasola) se ha ido a vivir a casa de su hermano Antonio Palop (calle Real nº 30) y hoy, después de haber matado y quemado a aquél, ocupan su casa y la convierten en cuartel de Milicianos. La llenan de pintadas, la saquean de ropa, despensa y todo lo transportable, destrozan todos sus papeles y documentos, entre ellos, las letras que respondían del Abono y créditos recibidos del Sindicato por los labradores, y libros de los mismos.

8 DE AGOSTO

El 8 de agosto llegan unas personas al domicilio de don JOSÉ SÁNCHEZ MOLINA (†), en la calle San Sebastián nº 8, preguntando por él. Ante el temor de que descarguen sus odios con sus familiares se presenta a ellos, y es inmediatamente, detenido. BALTASAR PEÑA HINOJOSA

Según declaraciones de Antonio González Maldonado (a) “Mentirilla”, en el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia número 5859 general y 78 de 1940, del Juzgado Militar de Instrucción nº 44 de Málaga, seguido contra él.

Que sabe también, que a don José Sánchez Molina le detuvieron dos individuos de Antequera, desconocidos para él y un tal José Albarrán Bermudo, los cuales le conducían en el coche de un tal Reina (Juan Reina García) que se unió a ellos juntamente con Diego Morgado, y que el declarante se subió a uno de los estribos del coche hasta el kilómetro dos de la carretera de Almargen, donde hicieron descender al señor Sánchez Molina, metiéndole en un olivar existente en la margen derecha de dicha carretera, y allí fue asesinado por Diego Morgado……..declarante y una vez cometido el hecho de referencia regresaron al pueblo.


El lugar donde lo asesinaron es conocido por la “haza de Don Manuel”

Federico Manzano Sancho, dice sobre él en su diario:

Matan y entierran en la carretera de Almargen a mi íntimo y extraordinario amigo D. José Sánchez Molina. Si hubiera vivido ¡Qué gran labor social hubiera hecho y qué gran ejemplo nos habría dado por lo sociólogo que era, y que ya había empezado parcelando sus tierras a medias con los obreros! ¡Cuántas veces y con qué satisfacción me decía: “Ya se gana Valencia 4.000 pts.”, “Salguero ya va por las 3.000”, y así toda una preocupación constante por el bienestar de sus servidores!
Aunque leí un escrito en que un obrero se dirigía al Comité pidiendo su muerte, para mí, que fue instigado por otro señor que me reservo, con ánimo de quedarse con sus negocios de abono, banca y estación de Servicio de gasolina.

† D. José Sánchez Molina 41 años de edad. Sus padres eran Rafael Sánchez González y Dolores Molina Clavijo. Estaba casado con Dolores Aurioles Casasola, y era padre de cuatro hijos llamados Rafael, Dolores, Catalina y Pilar de 7, 5, 3 y 1 año de edad respectivamente. Era militante del partido Acción Popular. Vivía en la calle San Sebastián nº 8. Era banquero, tenía unas tierras, y era también el propietario del surtidor de gasolina del pueblo.

Banca José Sánchez Molina

La noche del 8 de agosto, sobre las diez de la noche, detienen en su domicilio en la calle Santa Ana nº 32, a FRANCISCO AVILÉS CASASOLA (†), que era el Secretario del Juzgado de Campillos. Según declaración de su esposa, Leonor Herrera García, en la Causa General, fueron varios individuos, entre los que se encontraban “El Casero Pilatos”, “El Antequerano” y el chófer Juan Tenorio Morillo. Le dijeron que era para ir a la cárcel, y al ver Francisco Avilés que lo llevaban en dirección a la Puerta Teba, que no era el camino de la cárcel, se negó a seguir andando.

Consciente de lo que le esperaba, se aferró a los hierros de la reja de una ventana, rogando a voces que no se lo llevaran. Le dieron varias puñaladas, algunas de ellas en las manos para que se soltara de las ventanas a las que se agarraba para no ir. Finalmente, fue asesinado en las proximidades del puente que cruza el arroyo Rincón por el camino a la Estación, conocido antiguamente por el puente de Tablas.

Declaración de Antonio González Maldonado (a) el “Mentirilla”:

Con relación a las circunstancias que concurrieron en el asesinato de don Francisco Avilés Casasola, manifiesta que hallándose de guardia el declarante en servicio de patrullas en unión del individuo llamado Diego Morgado Bermudo y en circunstancias de que regresaban de entrevistarse con un guardia del Cementerio, al llegar a la altura de la calle Molinos oyeron voces en demanda de auxilio, dirigiéndose acto seguido a la Puerta Teba donde preguntaron a la Guardia, que dice no recuerda quienes la componían, que quien había salido por allí chillando y les contestaron que Francisco Avilés, por cuya causa aceleraron el paso, oyendo momentos después una detonación de disparo de arma de fuego, y en esos momentos se les acercó un individuo conocido por el Antequerano, y le solicitó a Diego Morgado una pistola para rematarlo, avanzando hasta el lugar donde se hallaba el señor Avilés, el cual yacía en tierra al parecer cadáver, y el citado Morgado que le acompañaba le hizo un disparo con un rifle y el apodado “Antequerano” le registró la ropa sacándole una cartera que contenía documentos y dineros, un llavero con su cadena y la petaca; que de la cartera se hizo cargo el citado Morgado, y el llavero y petaca fue tirado al suelo por el susodicho Morgado, que el declarante recogió del suelo la petaca e hizo entrega de ella a Eduardo Romero Barquero, vecino de ésta localidad y cuñado por afinidad del asesinado, y éste a su vez se la entregó a la familia.


Eduardo Romero Barquero, de 41 años, era cuñado de Francisco Avilés Casasola. Sus esposas eran hermanas. Estaba casado con Dolores Herrera García, y vivía en Puerta Teba nº 59. Eduardo declara en el sumario:

En la mañana del 8 de Agosto de 1936, es cierto que Antonio González Maldonado, se presentó en mi casa entregándome la petaca de mi cuñado Francisco Avilés Casasola y diciéndome que la noche anterior lo habían matado, asegurándole que lo habían hecho dos forasteros que tenían los monos azules.
Con anterioridad también es cierto que el González Maldonado, me había encargado previniera a mi cuñado Avilés Casasola que no saliera de su casa, ni de día ni de noche, porque había oído rumores acerca de quererlo matar, y así le di el encargo a mi cuñado, si bien no le dije que lo iban a matar porque era muy duro, pero si el que no saliera de casa.


† D. Francisco Avilés Casasola 44 años de edad y profesión Secretario del Juzgado Municipal. Era hijo de Benito Avilés Durán y Carmen Casasola Anoría. Estaba casado con Leonor Herrera García (33 años) y era padre de cinco hijas llamadas Carmen, Dolores, Francisca, Mercedes y Pilar de 10, 6, 4, 3 años y 9 meses respectivamente. No estaba afiliado a partido político alguno. Vivía en la calle Santa Ana nº 32.



12 DE AGOSTO

El día 5 de agosto tubo lugar el paso del Estrecho por un pequeño convoy, que luego sería llamado por los nacionales el “Convoy de la Victoria”, que burló la vigilancia de la flota republicana, y llevó desde Ceuta a Algeciras a 1.600 hombres, 6 cañones de campaña, 100 toneladas de munición y dos ambulancias.

Hasta ese día, los pilotos nacionales habían llevado en vuelo desde África a la península tres de las seis banderas del Tercio, y tres de los quince tabores de Regulares, a los que debían agregarse los dos tabores pasados en barco en la noche del 18 al 19 de julio.

En 17 jornadas, del 19 de julio al 4 de agosto, fueron ocho los batallones trasladados a la Península, más de un tercio de los existentes en África. Quedaban otros trece batallones que transportar. Con las tropas que llegaron el día 5 de agosto en el convoy, ascendían a diez los batallones africanos en suelo andaluz.

Aludiendo a las tropas transportadas, Queipo de Llano desde Sevilla, dijo en su charla radiofónica de la noche del mismo día 5, que «son ya cerca de seis mil las fuerzas de choque con que contamos en España».

Con esta fuerza militar en el sur de la península, Queipo de Llano se encontró con la capacidad de emprender acciones militares de más envergadura, y se puso como objetivo conectar mediante un corredor las capitales de Córdoba con Granada. Esta última, se encontraba en poder de los sublevados desde el 20 de julio, pero aislada. Para ello, se le confirió al general José Enrique Varela Iglesias, el mando de todas las tropas del ejército nacional que iban a operar en esa comarca.

La capital granadina, estaba rodeada por otras provincias donde el golpe había fracasado, aunque nunca se vio sometida a una presión agobiante, ya que conservaba una amplia zona de influencia y seguridad, que llegaba a los quince o veinte kilómetros en las direcciones oeste, norte y este, y más de cuarenta hacia el sur.

En esas primeras semanas de la guerra, hasta la caída de Antequera el 12 de agosto, predominaba la euforia en el bando gubernamental y se consideraba que la caída de Granada era inminente y fácil, dado el "cerco de hierro" impuesto a la guarnición insurrecta, con escasa tropa y sin posibilidades de enlazar con Sevilla. Durante ese tiempo, Granada estuvo siendo sometida a un intenso y cómodo bombardeo por parte de la aviación republicana.

12 DE AGOSTO. LA TOMA DE ANTEQUERA POR LOS NACIONALES

La misión de la columna que formó el general Varela, era la ocupación de Antequera, objetivo fundamental para establecer las comunicaciones con Granada y posteriormente ocupar Málaga.

Las fuerzas que constituían la columna que debía ocupar Antequera, se concentraron en Puente Genil, Estepa, La Roda y Casariche. La misma estaba compuesta por:
  • Un Tabor de Regulares de Ceuta, en La Roda;
  • Un Tabor de Regulares de Melilla, en Estepa;
  • Una compañía de Marinería, en Estepa;
  • Una compañía de Sanidad Militar, en Lora de Estepa;
  • Una compañía de Zapadores de cuatro secciones, en Casariche;
  • Una compañía de Tercio, en Casariche;
  • La 2ª Compañía del Regimiento de Infantería Granada nº 6, en Puente Genil;
Además de tres baterías de artillería, cinco autos blindados, dos secciones de obuses, un escuadrón y una sección de ametralladoras, tres estaciones ópticas y una de radio, etc.

Todas estas fuerzas estaban concentradas en sus puntos correspondientes a primera hora de la tarde del día 11 de agosto. El jefe de la misma era el coronel Eduardo Sáenz de Buruaga.

Coronel Sáenz de Buruaga, en el centro

La columna emprendió la marcha a las tres de la madrugada del día 12. A las 3,45 salió de Estepa el general Varela con su ayudante y escolta para dirigir la operación.

El movimiento se ejecutó siguiendo, las fuerzas de vanguardia, el itinerario de la carretera que va de La Roda a Fuente de Piedra. Una vez ocupado este pueblo, continuó la vanguardia y se ocupó también Humilladero, ambos pueblos sin resistencia alguna. En Mollina hubo alguna lucha, pero la fuerza enemiga era casi nula, por lo que se venció fácilmente.

Después de dejar perfectamente guarnecidos dichos pueblos y nombradas Comisiones gestoras, se preparó el avance sobre Antequera, efectuándose un ataque fijo en el Norte, y otro envolvente por el Oeste y el Sur.

El asalto se dio después de una intensa preparación artillera y con la actuación de la aviación nacional. Ese día, volando en un Nieuport, se le ordenó al aviador Joaquín García-Morato proteger a la columna del general Varela que avanzaba sobre Antequera. Tres Vickers Vildebeest republicanos, protegidos por un caza, se dirigieron a bombardear a estas tropas. García-Morato impidió el bombardeo, derribando uno de los Vickers que cayó en la zona de Cártama.

La novedad de este combate es que fue el primero en el que se enfrentaron aviones de ambos bandos con una nueva decoración para evitar errores: Cruz de San Andrés en el timón de los nacionales, que no se confundía con la bandera tricolor de los aviones gubernamentales.

Todos los objetivos de esta operación se alcanzaron con escasa resistencia por parte del enemigo, y al anochecer del día 12 de agosto, quedaron las distintas fuerzas que componían la columna, a las puertas de Antequera.

Por la Verónica, entraron las primeras vanguardias del general Varela en Antequera a eso de las diez de la noche. Media hora más tarde entraba el general con su cuartel general y escolta, pernoctando esa noche en Antequera.

Según parece en esa vanguardia, como buenos conocedores de la ciudad, iba el teniente legionario de Campillos, Juan Salguero Infantes, y también el antequerano Francisco Blázquez Bores, que era capitán médico.

Teniente Legionario Juan Salguero Infantes. Había conseguido el empleo de teniente en la Academia de Infantería del Alcázar de Toledo, en julio de 1935. Pertenecía al Tercio 2º de la Legión en Ceuta (Duque de Alba). Murió en el frente de Madrid en la Ciudad Universitaria, el 26 de noviembre de 1936. Sus padres eran Juan Salguero Morales (56 años) y Emilia Infantes Pineda (50 años) Vivían en la calle San Sebastián nº 11.

La conquista de Antequera hizo temer a los mandos del Frente Popular, que la columna se dirigiese hacia la capital malagueña, distante sólo unos cincuenta kilómetros. Sin embargo, de momento el objetivo principal de los generales Queipo de Llano y José Enrique Varela, solo era el levantamiento del cerco de Granada, hecho que se produjo el 18 de agosto, una estrategia determinante para la futura conquista de Málaga, al contribuir al aislamiento de la capital malagueña, quedando embolsada y sólo conectada con la zona gubernamental por la carretera de la costa en dirección a Motril y Almería.

Así se conquistó Antequera el día 12 de agosto, Archidona el 15 y finalmente Loja el 18, desde donde enlazaron con otras fuerzas salidas de Granada. Esta unión se produjo en la “Venta del Pulgar”, a 10 kilómetros de Loja.

Una vez las tropas del general Varela, entraron en Granada, Federico Manzano escribe en su diario:

Algunos días después llega a Granada el teniente legionario Juanito Salguero, gran amigo y pariente, y almorzamos con él, mi tío Federico (Manzano Jiménez) y yo, en un Restaurant y nos dice que han tomado Bobadilla, y que por el cortijo de la Alberquilla han matado y quemado a algunos de Campillos, y que el Capitán no le quiso dar permiso para ir a ocupar este pueblo y salvar a su padre.

13 DE AGOSTO

Al amanecer del día 13, entraron el resto de las tropas en Antequera. Durante el día se dedicó el general Varela a la organización de la defensa interior y exterior del pueblo, y al nombramiento de la Comisión gestora y demás autoridades civiles y militares.

Ese día, de las 12 a las 12,15, varios aviones procedentes de Málaga bombardearon Antequera, cayendo una bomba en el patio del cuartel de la Guardia Civil, produciendo una auténtica masacre, 24 muertos y 44 heridos, la mayoría era personal civil.

Durante los días posteriores a la conquista de Antequera, los primeros bombardeos por los aviones del Frente Popular fueron muy precisos. Posteriormente se supo que un Carabinero, que no había sido detenido, desde la terraza de su casa comunicaba a sus correligionarios en la Sierra del Torcal, la localización de los objetivos mediante un heliógrafo. En los bombardeos buscaban a Varela y su cuartel general.

14 DE AGOSTO

A las 10,45 horas de la mañana, salió de Antequera una columna al mando del coronel Sáenz de Buruaga con objeto de tomar Bobadilla, pueblo y estación, no encontrando resistencia alguna. La población huyó en dos trenes en dirección a Málaga.

Se dejó en Bobadilla estación una guarnición compuesta de una compañía de fusiles y dos ametralladoras de Caballería. Por la compañía de Ingenieros se procedió a la voladura de las vías férreas de Málaga y Ronda.

En Campillos, al tener noticias de la ocupación de Bobadilla por las tropas nacionales, y según palabras del alcalde Pedro Velasco Olmo, “que dado el natural pánico existente en Campillos, se quedó dicha población casi deshabitada”. Parte de la población huyó en dirección a Ardales.

Al tener noticias en Ardales del avance de las tropas nacionales a Bobadilla, y que quizás siguieran hacia Campillos, decidieron acudir a ayudar al pueblo vecino.

Declaraciones de José Martín Villalba (a) el “Alpargatero”, vecino de Ardales, en el Procedimiento Sumarísimo nº 2815 de 1939 de Málaga, abierto contra él:

…dispuso el Jefe las Milicias, llamado “Pepe el de Naza” que había que ir a Campillos, como así lo efectuaron y la misma noche que llegaron al pueblo, el Comité de Campillos, dijeron a la milicias de Ardales, que sacaran a los presos para matarlos, y “Pepe el de Naza”, jefe de estas, cogió a seis milicianos y a dos sargentos, y se los llevaron para cumplimentar la orden, que fue en el mismo paso a nivel de Campillos. Los dos sargentos que hicieron estas muertes fueron (José) Salardón (Duarte) y “Barlito”; y los milicianos Manuel Florido Báez (a) “Peliche”, Manuel Sánchez (a) “Tejeringuero”; “El Churrasco”, el hijo de “Charcón” (fallecido); Manuel el de la “Rebuja” (fallecido) y el “Canastero” (fallecido). A los dos días de haber sido asesinados los presos de Campillos, se vinieron para Ardales.


En otra parte de la declaración dice:

Que es cierto que estuvo en Campillos con otros cincuenta milicianos mandado por “Pepe el de Naza” y otros, y que Salardón, “Barlito” y otros seis o siete sacaron los presos para asesinarlos.
Que los milicianos de Ardales estaban alojados en dos grupos, uno en la casa de Hinojosa, que fueron los que fueron a matar a los presos, y otro donde está el Juzgado Militar, entre los que se encontraba el declarante.

Cerca de la media noche del día 14 de agosto, unos camiones y varios coches, paran en la puerta del Ayuntamiento. De ellos se bajan unos quince milicianos que forman un semicírculo alrededor de la puerta de la cárcel.

Juan Durán Molina (25 años), abogado y miembro del Comité de Campillos, y antiguo alcalde del pueblo, al ver la situación, fue al despacho del alcalde, Pedro Velasco Olmo, “manifestándole que en la cárcel había unos milicianos que se decía eran de Ardales los cuales pretendían llevarse a todos los detenidos de derechas que allí se encontraban, saliendo el indagado (Pedro Velasco) juntamente con el tal Juan Durán, y al tratar de oponerse a tal hecho, fueron desarmados y obligados nuevamente a penetrar en el Ayuntamiento, recordando que también, que un tal (José) Mesa Llamas, miembro del Comité, le manifestó, a los pocos momentos, que también le habían desarmado”. PEDRO VELASCO OLMO

Aquí tenemos una contradicción. El ardaleño José Martín Villalba dice que: “el Comité de Campillos, dijeron a la milicias de Ardales, que sacaran a los presos para matarlos”, mientras que Pedro Velasco, presidente del Comité de Campillos, dice que “al tratar de oponerse a tal hecho, fueron desarmados”. Pienso que no es posible que unos forasteros tomen la decisión de matar a más de veinte vecinos de Campillos, sin el consentimiento explicito del Comité local, que tiene a sus órdenes un grupo mucho más numeroso de milicianos para oponerse a ese hecho. No es creíble la historia de que fueron desarmados, y ajenos a esas muertes.

Según declaración de Francisco Llamas Padilla, uno de los presos que se encontraba en el interior de la cárcel, y fue uno de los que sacaron, dentro de la prisión solo entraron los milicianos de Ardales, “quedándose los de Campillos fuera, seguramente con la intención de no ser reconocidos”.

Aquí vemos que las milicias de Campillos, colaboraron en los acontecimientos.

A día de hoy, no tenemos información para saber si las milicias iban preparadas con un listado de las personas que había que sacar de la cárcel para ser asesinadas, o si fue una elección aleatoria de presos. Lo que sí parece ser, es que no vaciaron totalmente la cárcel. Según Baltasar Peña, dice en su libro: “Los pocos detenidos que quedan en la prisión están inmovilizados por el terror”.

15 DE AGOSTO

En las primeras horas de la noche del 15 de agosto, veintidós personas entre ellas tres señoras, son sacadas amarradas de la cárcel, y subidas al remolque del camión que está en la puerta del ayuntamiento. El camión era de esos que son descubiertos y con barandillas. Les dijeron que iban a Málaga.

Al camión le siguieron varios coches, en los que iban también algunos presos, y los milicianos que iban a realizar las ejecuciones. Algunos de estos milicianos iban subidos en el estribo de los vehículos.

Según declaraciones de Antonio González Maldonado (a) “Mentirilla”, además de él y Juan Berdún Trigo (a) “Carabina” (CNT), en los coches iban también milicianos de Campillos:

“Que las mismas las llevaron a cabo por las fuerzas de Milicias del pueblo, que […] iban conducidos por fuerzas de las Milicias del pueblo de Ardales cuyo jefe era un tal Florido, y que a éstos les acompañaban Pedro Avilés Valcárcel, chófer de Obras Públicas y un tal Manuel Florido, vecino de Campillos y carnicero de oficio, que estos dos individuos iban para indicarles el sitio de las ejecuciones"

Enfilan los camiones hacia la carretera de Málaga por "El Arquillo", y pasado el paso nivel del ferrocarril, a la altura del Puente Hierro (puente del tren Campillos-Bobadilla, sobre el arroyo Rincón), sucede algo que nadie esperaba: uno de los detenidos, Pedro Cañamero Vargas, que era zapatero, mientras estuvo en la cárcel, había machacado una cuchara y realizado una chaveta, que la ocultó entre las mangas. Con ella, cortó las cuerdas que le amarraban, se deshizo de sus ligaduras, y pudo cortar también las cuerdas que ataban a los más cercanos a él.

Cuando estuvo liberado, pegó un puñetazo al cristal de la ventanilla trasera de la cabina del camión, y le asestó una puñalada al chófer que lo conducía, en la espalda, produciéndole una herida en el hombro. El chófer al sentirse herido, detuvo bruscamente el camión.

En el jaleo que se formó se pudieron escapar dos personas, Tomás Palop Campos y Francisco Padilla Santa Cruz (a) “El Minero”, que saltaron del camión y emprendieron la huida, amparados por la oscuridad de la noche. Los milicianos dispararon contra ellos, pero no pudieron detener a los fugitivos.

Francisco Padilla fue herido por los disparos en una pierna, y con ella arrastrando, se alejó del lugar, ocultándose entre los trigales. Posteriormente buscó refugio en la casilla del guardagujas que había en “Los Prados” en la carretera de Málaga.

Las personas que habían permanecido maniatadas en el camión, comenzaron a ser empujadas para que bajasen del mismo, rodeados de milicianos con los fusiles preparados, y sin otra luz que las de los faros de los automóviles. Un coche enfocó en dirección al camión para iluminar la zona.

El primero que bajó fue Benito Avilés Casasola, seguido de María Casasola Lasarte y de Francisco Llamas Padilla, que pidió a Juan Berdún Trigo (a) “Carabina” que no le matasen, sin que éste le diese respuesta. A los tres los colocaron delante de los faros de un coche.

En aquel momento los milicianos empezaron a disparar contra los tres, pero ocurrió que Francisco Llamas, en el momento de iniciarse los disparos consiguió escabullirse y darse a la fuga, sin ser alcanzado por los disparos que le hacían.

Al sentir el tiroteo, la guardia existente en la Estación, que estaba compuesta por Carabineros, comenzó a hacer fuego en dirección al Puente Hierro, donde se hallaba el camión con los detenidos que estaban asesinando. Dos milicianos fueron mandados a avisar a los Carabineros para que no disparasen contra ellos.


Pasado ese momento, las restantes personas que permanecían en el camión son empujados fuera del mismo, “y entre un estruendo de tiros caen revueltos y agonizantes”. Esa noche fueron asesinados diecinueve personas inocentes, por las milicias del Frente Popular de Ardales y Campillos. Sería la una o las dos de la madrugada del día 15 de agosto.

Los milicianos de Campillos que intervinieron en las ejecuciones, según declaración de Carmen Garrido, esposa de Antonio Campos Pérez, y de Carmen Becerra, esposa de Félix Enríquez Molina, “en la muerte intervinieron uno conocido por “el Brígido”, José Morgado Bermudo, otro conocido por “el Teoro” y Antonio González Maldonado (Mentirilla)”


A la mañana siguiente fueron a quemar los cadáveres. Cuando entraron los nacionales en Campillos, solo encontraron restos calcinados.

Esa mañana, el grupo de caballería de las milicias de Campillos, al mando de José Valencia Valencia, cabo de los Guardas de Campo, que habían salido al campo en busca de los tres fugitivos, encuentran herido a Francisco Padilla Santa Cruz, y en el mismo sitio que lo encuentran, “La Carguilla”, lo rematan.

“Que sabe que estas fuerzas la componían un individuo conocido por Benito Sánchez Trigo, dos sobrinos de Benito Sánchez, y Melero “El Gitano”, y varios más que no recuerda”.

Parece ser, que un porquero que estaba en el campo con los cochinos, vio a Francisco Padilla, y dio el chivatazo al Comité. Fueron a por él y lo mataron.

El nombre de las veinte personas asesinadas era:

† D. Juan Ramón Alés Palop 35 años de edad y de profesión labrador (propietario). Estaba soltero. Era hermano de Alfonso. Era militante del partido Acción Popular. Natural de Campillos, hijo de Alfonso Alés Casero y Teresa Alés Casasola. Vivía en la calle Real nº 46.

† D. Alfonso Alés Palop 32 años de edad y de profesión labrador (propietario). Estaba casado con Mercedes Palop Campos y era padre de dos hijos llamados Teresa y Alfonso de 4 y 2 años de edad respectivamente. Natural de Campillos, hijo de Alfonso Alés Casero y Teresa Alés Casasola, y hermano de Juan Ramón. Era el secretario local del partido Acción Popular. Vivía en la calle Real nº 94.

† D. Benito Avilés Casasola 49 años de edad y de profesión labrador. Estaba casado con María Orellana Martínez, y era padre de tres hijas llamadas Luisa, Francisca y Carmen de 10, 9 y 7 años de edad respectivamente. Era militante de Acción Popular. Natural de Campillos, hijo de Francisco Avilés Durán y Luisa Casasola Durán, y primo de Francisco Avilés Casasola, asesinado una semana antes, el 8 de agosto en el Puente de Tablas.

† D. Antonio Campos Pérez 51 años de edad y de profesión labrador. Natural de Campillos, hijo de Pedro Campos Asiego y Catalina Pérez Kerle. Estaba casado con Carmen Garrido Burón, natural de Écija; y era padre de dos hijas llamadas Catalina y Concepción de 11 y 9 años de edad respectivamente. Era hermano de Pedro. Era militante del partido Agrario. Vivía en la calle Real nº 59.

† D. Pedro Campos Pérez 49 años de edad. Natural de Campillos, hijo de Pedro Campos Asiego y Catalina Pérez Kerle. Se encontraba viudo de Dolores Campos Fontalva, y era padre de tres hijos llamados Catalina, Pedro y Carmen de 19, 18 y 17 años de edad respectivamente. Era hermano de Antonio Campos. No estaba afiliado a ningún partido político. Vivía en la calle San Sebastián nº 23. Era Fiscal en el Juzgado Municipal.

† D. Pedro Campos Campos 18 años de edad. Estudiante. Soltero. Hijo del anterior. Era militante del partido Acción Popular. No dispongo de información de cuando y como fue detenido.

† D. Vicente Campos Giles 31 años de edad y de profesión empleado de banca. Natural de Campillos, hijo de Francisco Campos Asiego e Isidora Giles Fontalva. Estaba soltero. Era militante del partido Agrario. Era hermano de Juan Campos Giles, asesinado tres semanas antes, el 26 de julio. También era hermano de Francisco Campos Giles, que había sido asesinado el 2 de agosto en Peñarrubia.

† Doña Carmen Casasola Lasarte 47 años de edad y de profesión sus labores. Estaba casada con Antonio España Parrado, natural de Casariche. No tenía hijos. No estaba afiliada a ningún partido político. Vivía en la calle Lavados nº 29. Era de Pedrera (Sevilla) e hija de José María Casasola Carvajal y Josefa Lasarte Carvajal.

† Doña María Josefa Casasola Lasarte 43 años de edad y de profesión sus labores. Soltera. No estaba afiliada a ningún partido político. Vivía en la calle Lavados nº 29. Era también de Pedrera (Sevilla). H
ermana de Carmen, y ambas hermanas de Juan y Pedro Casasola Lasarte, asesinados el día 26 de julio.  

† D. Pedro Cañamero Vargas 21 años de edad y de profesión jornalero y zapatero. Natural de Campillos e hijo de José Cañamero Mora y Josefa Vargas López. Estaba soltero, y era militante de Falange. Vivía en Puerta Teba nº 46. Su hermano Francisco, que era Guarda Jurado del Sindicato Agrícola, había participado en los incidentes del 28 mayo.

† D. Félix Enríquez Molina 26 años de edad y de profesión labrador (industrial). Natural de Campillos. Hijo de Félix Enríquez Pangusion y Salud Molina Clavijo. Estaba casado con Carmen Becerra Garrido. Sin hijos. 
Primo de José Sánchez Molina, asesinado el 8 de agosto, una semana antes. Vivía en calle Guzmanes nº 8. Era militante de Falange y estaba afiliado al partido Acción Popular. 

† D. Juan Gallardo Rueda 34 años de edad y de profesión albañil. Natural de Campillos. Hijo de Miguel Gallardo y de Rosario Rueda. Estaba viudo de Leonor Peral Molina, y era padre de tres hijos llamados Miguel, Rosario y Leonor de 5, 3 y 2 años de edad respectivamente. Era militante del partido Acción Popular. Vivía en el domicilio de sus suegros, Diego Peral Campos y Ana Molina Gallardo, en la Puerta Teba nº 58. Leonor Peral Molina, posiblemente falleciera en el parto de la hija más pequeña.

† D. Juan García García 49 años de edad y de profesión labrador. Natural de Campillos. Hijo de Miguel García Padilla y Ana García Campos. Estaba soltero. Era militante del partido Agrario. Vivía en la calle Vallejos nº 31.

† D. José Jordán y Fernández de Villavicencio 37 años de edad y de profesión labrador (propietario). Natural de Teba. Hijo de José Jordán Varea y de Emilia Fernández de Villavicencio y Asiego. Estaba casado con Ana Casasola Fuentes, y era padre de siete hijos llamados Emilia, José, Rafael, Josefa, Ana, Asunción y Luisa de 11, 10, 8, 7, 6, 5 y 2 años de edad respectivamente. Era militante del partido Acción Popular. Vivía en la calle Santa Ana nº 5.


† D. Antonio Mesa Rebollo 62 años de edad y de profesión labrador. Natural de Campillos. Hijo de Benito Mesa Berdún y Catalina Rebollo Jiménez. Estaba casado con Rosario Rueda Casasola y era padre de una muchacha llamada Catalina, de 32 años de edad. Era militante del partido Acción Popular. Vivía en la calle San Sebastián nº 39.

† Doña María Morgado Morillo 50 años de edad y de profesión sus labores. Natural de Campillos, hija de Jerónimo Morgado Rebollo e Isabel Morillo Sánchez. Estaba casada con Lucas Mora Avilés y era madre de dos hijos llamados Jerónimo y Lucas de 23 y 18 años de edad respectivamente. Estaba detenida desde el 29 de mayo de 1936, por los sucesos que ocurrieron en Campillos el día anterior. Vivía en calle Alta nº 80. Su hijo Jerónimo murió el 30 de agosto en Málaga.

† D. Alonso Padilla Pérez 49 años de edad y de profesión labrador (propietario). Natural de Campillos, hijo de Ildefonso Padilla Espinosa y Francisca Pérez Valencia. Estaba casado con Encarnación García García y era padre de cuatro hijos llamados Alonso, Francisca, Miguel y Ana de 19, 17, 15 y 11 años de edad respectivamente. No estaba afiliado a partido político alguno. Vivía en la calle San Benito nº 21.

† D. Pedro Padilla Ruiz 27 años de edad y de profesión albañil. Natural de Campillos, hijo de Francisco Padilla Holgado y Dolores Ruiz. Estaba casado con Ana Palacios Mora y era padre de una niña llamada Dolores de tres meses de edad. Era militante de Falange y estaba afiliado a Acción Popular. Vivía en la calle Santa Ana nº 41.

† D. Francisco Padilla Santa Cruz 30 años de edad y de profesión labrador. Natural de Tocina (Sevilla), hijo de Cosme Padilla Valencia y de María Josefa Santa Cruz Muñoz. Estaba soltero. Militante de Falange. Vivía en la calle Santa Ana nº 21. El padre, Cosme Padilla Valencia (64 años), era militante de Acción Popular, siendo también detenido por los sucesos del 28 de mayo en Campillos. Eran varios hermanos: Francisco, Pedro, Florentina, María, Antonio y Cosme.

† D. Cosme Padilla Santa Cruz 21 años de edad y de profesión labrador. Natural de Tocina (Sevilla), hijo de Cosme Padilla Valencia y de María Josefa Santa Cruz. Estaba soltero. 
Vivía en la calle Santa Ana nº 21. Era hermano de Francisco, y militante de Falange.

La noche en que fueron asesinadas varias personas, no se encontraba en la Clínica. Fue llamado a ella para que curara a un chófer de una herida en la espalda producida por arma blanca. Le produjo gran extrañeza la explicación que el lesionado le dio de cómo se la había producido. A la mañana siguiente se enteró de que había sido herido por un muchacho llamado Cañamero, cuando lo conducían junto con otras personas de derecha a asesinar. 
JACOBO LANZAS ORELLANA

Según me contó Francisco Guerrero Berdún, el hermano de mi suegro Salvador, con quien mantuve largas charlas sobre los hechos ocurridos en aquella época, él pudo hablar con Francisco Llamas Padilla, uno de los fugados la noche del 15 de agosto, y le contó que junto con Tomás Palop Campos, se fueron al cortijo Nuevo (cerca de donde está ahora el circuito de motos) y allí durmieron esa noche. A la noche siguiente se fueron a Sierra Yeguas, a casa de unas amistades del padre de Tomás Palop. Se ocultaron en el interior de un “tinaó” enterrado en el suelo y encima le pusieron una tapadera grande de madera, a la que le pusieron unas macetas encima. Los “tinaó” eran unos graneros que se hacían en el suelo; eran como despensas donde se conservaban también las patatas, los tocinos. Parece ser que, después de unos días, aquí se separaron los dos, alcanzando ambos las líneas nacionales, Tomás en Fuente Piedra y Francisco en Martín de la Jara.

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