LA OBRA DE JUAN GALLEGOS CUELLAR
Juan Gallegos Cuellar |
Esta Crónica, debe ser considerada como una
continuación de la que publiqué recientemente, “EL
GRUPO ESCOLAR «MANZANO JIMÉNEZ»”. En ella enumeraba las obras públicas que
emprendió la corporación municipal
que presidió Juan Gallegos Cuellar, las cuales dieron un gran
impulso al pueblo, dotándolo de unas instalaciones modernas que han perdurado
durante muchos decenios.
Recordemos que fueron: la mejora de la captación, y nueva conducción y
distribución por el interior del pueblo de las aguas potables; construcción de
un Mercado de Abastos; ampliación del antiguo Cementerio; nueva Casa Cuartel de
la Guardia civil; nuevo Grupo Escolar; arreglo de muchas calles con nuevas pavimentaciones
y mejora de acerados con bordillos de piedra. Más algunas otras de menor entidad,
pero no menos importantes, como la llegada del teléfono y el telégrafo, o la
puesta en funcionamiento de una Clínica de Urgencias. Ya en mi
anterior Crónica centré el tema en la construcción de Grupo Escolar, ahora
quiero describir, más someramente que en la anterior, las otras obras que se
realizaron en el pueblo durante esos años de alcaldía de Juan Gallegos Cuellar. Todas estas obras fueron llevadas a cabo en el transcurso de pocos años.
Entre 1924 y 1929, aunque alguna de ellas, como la traída del agua potable y la
pavimentación de las calles, que debido a la magnitud de las mismas, se alargaron
más allá de esa etapa. Estamos en la época de la Dictadura del general Miguel Primo de
Rivera, que empezó en septiembre de 1923 y finalizó en enero de 1930. Como dijo Baltasar Peña en su libro "Pequeña Historia de la Villa de Campillos", página 116, sobre Juan Gallegos: “Bien ingratamente supieron pagarle los campilleros, asesinándolo en el año 1936. La plaza de la Iglesia, que hoy lleva su nombre, constituirá para el mañana —sí se mantiene y es justo que así se haga —testimonio de gratitud para quien tan celosamente contribuyó a engrandecerla”. Hoy día, lo que antes era la plaza de la Iglesia, el nombre de Juan Gallegos, lo lleva la calle de la Plaza de Abastos, que más que calle es callejuela. No se cuando se ha hecho el cambio, porque en Google Maps, sigue apareciendo como "Plaza Gallego Cuellar". Personalmente creo que Juan Gallegos Cuellar, para mí de los mejores alcaldes que ha tenido Campillos, se merece algo más que esa pequeña calle. LA DICTADURA DEL GENERAL PRIMO DE RIVERAPara
entender bien, por qué se pudo realizar todo esto en tan poco tiempo, hay que conocer
como fue la política económica y de obras públicas que emprendió la Dictadura
de Primo de Rivera. Para ello, hay que analizarla bajo dos aspectos, el
político y social, y el económico. Desde el
punto de vista político y social, se consiguió el fin de la guerra en el norte
de África, el restablecimiento del orden público, y la integración en la tarea de gobierno de la Dictadura del partido socialista (Largo Caballero fue miembro del
Consejo de Estado). Acompañado todo ello de medidas favorables a los obreros, tales como
casas baratas, subsidios, seguros de maternidad y accidentes, jubilación,
dotaciones sanitarias y escolares, etc. A las cuestiones políticas hemos de añadir
las de carácter económico, que se vieron beneficiadas
por la bonanza de los felices años veinte, aprovechándose de la favorable coyuntura internacional de dicho
periodo, durante el cual hubo un notable crecimiento económico. Los objetivos de la dictadura en esta
materia fueron, fundamentalmente, impulsar el desarrollo de la industria
nacional a través de la concesión de ayudas, y una muy marcada política
proteccionista. Su política económica se basó en una
mayor intervención del Estado, que se tradujo en el fomento de las obras
públicas – hidráulicas, carreteras y ferroviarias –, y que culminó con la
creación de monopolios de titularidad pública, de entre los que destacaron
CAMPSA (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos) y la CTNE (Compañía
Telefónica Nacional de España), que han llegado hasta el siglo XXI. Se creó la primera Confederación
Hidrográfica, la del Ebro, para el regadío y la producción de energía eléctrica; se proyectaron embalses
y trasvases, como el de las aguas del Ebro y el Tajo, a las
huertas del Levante y Andalucía. Con
la aprobación por Real Decreto-Ley de 9 de febrero de 1926 del Circuito
Nacional de Firmes Especiales, y con el fin de fomentar el turismo y satisfacer
principalmente la circulación del automóvil, se transformó y modernizó la red
principal de las carreteras españolas. Se
mejoraron las características técnicas de muchas carreteras, que se
reformaron con firmes especiales, y además se suprimieron muchos pasos a nivel,
se ampliaron las curvas dotándolas de mayor anchura y de peralte, y se
mejoraron las travesías, en lo que fue posible. Se mejoraron unos 7.000
kilómetros de carreteras, que fueron señaladas en las
guías de 1930 como las mejores de Europa. También en 1926 se aprobó un ambicioso proyecto de construcciones ferroviarias, el llamado Plan Guadalhorce, por el cual se proyectó la construcción de miles de kilómetros de vías de ferrocarril, algunas de las cuales, como la que debía unir a Jerez de la Frontera con Almargen, de 120 kilómetros de recorrido. Con ésta línea, se pretendía enlazar la línea Sevilla-Cádiz con la Bobadilla-Algeciras, a través de la Sierra de Cádiz. El general Primo de Rivera, había nacido en Jerez de la Frontera, y conocedor de la problemática de su pueblo, quiso impulsar este proyecto encaminado a romper el aislamiento de la comarca y darle salida a sus productos agrícolas y ganaderos. Las obras en la
primera sección, entre Jerez y Arcos de la Frontera, comenzaron en noviembre de
1926. Los trabajos de construcción de las dos siguientes secciones, Arcos de la
Frontera-Olvera y Olvera-Almargen, se iniciarían algo más tarde. Los trabajos
avanzaron a buen ritmo durante los primeros años, a pesar de la complicada
orografía presente en la zona de la Sierra de Cádiz. Pero la caída de la
dictadura de Primo de Rivera en enero de 1930 y la llegada de la Segunda
República en 1931, alteró la situación. La mala coyuntura económica de la
tercera década del siglo XX, supuso que el ritmo de los trabajos decreciese.
Para entonces estos se hallaban muy avanzados en las secciones primera y segunda.
Aunque las dificultades presupuestarias supusieron que estas apenas avanzasen.
A esto se sumó el estallido de la Guerra Civil, que paralizó toda la
construcción. Algunas infraestructuras ya construidas, sufrieron daños durante
la contienda. El proyecto quedó finalmente abandonado a comienzos de la década
de 1960. La Vía Verde de la Sierra, es lo que
hoy ha sobrevivido de aquel faraónico proyecto, con más de 36 kilómetros de
desmontes y terraplenes para allanar los desniveles, cinco estaciones, treinta
túneles y cuatro de viaductos, algunos con más de dos centenares de metros de
longitud. Ha sido reconocida por dos veces como mejor vía
verde de Europa. Los accesos
principales a esta vía verde son sus extremos en Puerto Serrano y
Olvera, que hoy es transitada por caminantes y ciclistas, siendo un foco muy importante de turismo para la zona. En 1928, se
creó el Patronato Nacional de Turismo, con el fin de estimular
el turismo interior y atraer el turismo extranjero, inaugurándose los primeros Paradores de Turismo. También se montaron durante
la dictadura las grandes Exposiciones de 1929, la Internacional de Barcelona y
la Iberoamericana de Sevilla. El esfuerzo inversor
en obras públicas se tuvo que financiar primordialmente a través del
endeudamiento del Estado. Este déficit presupuestario se cubrió con emisiones
de deuda pública. Sin embargo, hubo problemas que no se
abordaron, como el problema agrario que siguió vigente, las oligarquías
políticas no se sanearon y los caciques, aunque en menor medida, continuaron
controlando los resortes del poder local. Desde el
ayuntamiento de Campillos se aprovechó este impulso económico a nivel nacional,
para sacar al pueblo de su ostracismo y abandono. Al igual que el
gobierno, la corporación municipal, no dudó en endeudarse para emprender todas
las obras civiles que el pueblo necesitaba. Hay que recordar que la mayor parte del equipo
gobernante en el ayuntamiento de Campillos, estaba afiliado al partido «Unión Patriótica»,
creado desde el poder por el dictador, y por tanto estaban alineados con las
políticas que el gobierno estaba realizando. Como ya dije en la Crónica sobre
el Grupo Escolar, «Unión Patriótica» era una fuerza
política que se hizo cargo de la administración del Estado llevando a la práctica
el lema de “menos política, más
administración”. «Unión
Patriótica» había arraigado fuertemente en
Campillos, con más de mil afiliados. Su
directiva, eran los principales cargos municipales, con Federico Manzano
Jiménez como jefe del partido.
Muestra de esta devoción por Primo de
Revira, en 1926, a la calle Real le cambiaron el nombre, pasando a llamarse “General Primo de Rivera”. Cinco años más tarde pasó
a llamarse “Carlos Marx”, y otros cinco años más tarde “Generalísimo Franco”.
Una muestra de lo convulso de aquellos tiempos.
El sindicato
socialista “1º de Mayo”, fiel colaborador con la dictadura de Primo de Rivera,
pidió como contrapartida, que a Pablo Iglesias, el fundador del PSOE, también
se le pusiera una calle.
A raíz de este
acuerdo, la calle Silla, pasó en 1926 a llamarse “Pablo Iglesias”. Diez años
más tarde, volvió a cambiar el nombre, pasando a llamarse “General Mola”. Este
es el juego del nombre de las calles y el poder político, que en nombre de
cierta “Memoria”, aún continúa. LA NUEVA CASA CUARTEL DE LA GUARDIA CIVILEn la Crónica sobre el “Grupo Escolar”, escribí que cuando en el año
1915, las escuelas que estaban en la calle Santa Ana, nº 36, se trasladaron a
la calle Real, esa casa de 366,66 m2, de propiedad municipal, fue usada como
cuartel de la Guardia civil. También dije, que en el cuartel
“había siete u ocho casitas que no tenían
puertas, tenían cortinas”. Es fácil imaginar, las pésimas
condiciones en que vivían los guardias civiles y sus familias, y el estado ruinoso
en que se encontraba el edificio. En septiembre de 1924, la Guardia civil llegó a amenazar al
ayuntamiento con que se marcharía del pueblo sino se le daba un acuartelamiento
más digno. Estaba de alcalde, en ese momento, Antonio Palop Casasola. En el pleno del 27 de septiembre, el ayuntamiento acordó adquirir un edificio
de nueva planta. Pero debido a la urgencia con que era necesario el Cuartel, se
exceptuarían los trámites que la ley requería, por lo que no se sacaría a
subasta. MISCELÁNEA CAMPILLERA (343)
Se realizaron varias gestiones para localizar
edificios en alquiler que cumplieran los requisitos necesarios, pero no dieron ningún
resultado positivo. Desde el ayuntamiento, tuvieron conocimiento de que un grupo de propietarios
afincados en Campillos, estaban en disposición de construirlo para después arrendarlo.
Pero finalmente, los citados propietarios desistieron de su arrendamiento “por no encontrar remuneradora la renta”.
Sin embargo, uno de los copropietarios, don Francisco de la Macorra Rodríguez, se
hizo cargo de todos los derechos, y se ofreció para la construcción del nuevo
Cuartel. |
Francisco de la Macorra Rodríguez, vivía en la calle Real, nº 18, tenía 57 años. Estaba casado con María Victoria Souvirón del Río. Había sido Diputado Provincial en Málaga.
Tres meses
después, y en vista de que el tiempo transcurría y el problema no se
solucionaba, el ayuntamiento recibió de la Jefatura de Línea de la Guardia
Civil, escrito anunciando que para el invierno, si no mediaba solución, las fuerzas
abandonarían la población.
En vista de
ello, el 27 de enero de 1925, siendo ya alcalde Juan Gallegos Cuellar, se
celebró una sesión extraordinaria de la Corporación municipal. En ella se
acordó que: “Visto que de nuevo el
problema estaba latente y que la no solución acarrearía gravísimos problemas y
perjuicios a la población, tanto por la indefinición y falta de garantía en el
orden y seguridad social y personal, cuanto en el de vigilancia y seguridad de
campos y propiedades, la Corporación unánimemente acordó, fuesen cuales fuesen
los sacrificios y gravámenes, facultar al Sr, Alcalde Don Juan Gallegos Cuellar
la contratación directa con el señor Macorra para comprar el mencionado
inmueble que fue acordada en 70.000 pesetas y la condición básica de su pago al
contado”. MISCELÁNEA (343)
Para la construcción del Cuartel de la Guardia Civil, se hizo una
emisión de obligaciones de empréstito por parte del Ayuntamiento, por un total
de 45.000 pesetas, que se dividieron en 180 títulos de 250 pesetas. El 1 de
enero de 1926, se resolvió el concurso y se adjudicaron las acciones, en
distintas cuantías, a un total de cincuenta y seis vecinos que las adquirieron.
De las 400.000 pesetas que se aprobaron en el presupuesto
extraordinario concertado con el Banco de Crédito Local
de España, solicitado en la sesión del 30 de junio de 1927, 22.500 pesetas, el 50% del total, se destinó para el pago de las
acciones del Cuartel de la Guardia Civil (Ver Crónica del "Grupo Escolar").
El cuartel que se
construyó, era de forma cuadrangular, de una sola planta, ocupaba una superficie de 2.425 m2 (MISCELÁNEA 351),
en los que había nueve pabellones, oficina, cuadras para los caballos, huerto
con árboles y patio. Según Baltasar Peña, “reúne perfectas
condiciones y amplitud suficiente para los
fines a que se le destina. Tenemos que considerar poco acertados sus planos, ya que más parece una casa de labor que
una construcción militar”.
Estaba ubicado en
calle Santa María del Reposo. Junto a él estaba el antiguo campo de futbol.
Dicha superficie, hoy la ocupan el Hogar del Jubilado, la Biblioteca municipal
y el nuevo colegio “Manzano Jiménez”.
Casa Cuartel y Campo de fútbol. Foto tomada desde el edificio San Pedro |
A punto de inaugurarse el nuevo Cuartel, en el pleno
del 26 de febrero de 1926, se acordó abrir una suscripción popular para la adquisición
de una bandera para la nueva Casa cuartel de la Guardia civil, siendo la cuota
máxima en dos pesetas por vecino. (MISCELÁNEA 346)
En el pleno del 12 de marzo, se fijó como fecha para
la inauguración de la Casa cuartel el 21 de marzo de 1926, coincidiendo con la
festividad del patrón de Campillos, San Benito Abad. Se acordó también preparar
un plan de festejos para dicho acto, en el curso del cual, se entregaría a la
Guardia civil la nueva bandera costeada por el vecindario. El costo del festejo
supuso 2.146,35 pesetas. (MISCELÁNEA 347)
En aquellas fechas, Campillos
celebraba las Fiestas del Patrón el 21 de marzo. La liturgia de la Iglesia Católica celebra a San Benito
Abad en dos ocasiones. El 21 de marzo, es la fecha tradicional para conmemorar
el Tránsito de San Benito, o sea, el día de su muerte y entrada al cielo. El día
11 de julio, se celebra la solemnidad que recuerda el traslado de las
reliquias de San Benito desde la abadía de Montecasino hasta el monasterio de
Fleury, en Francia. Esta última fecha, fue elegida por el Papa Pablo VI para conmemorar a San
Benito como Patrón de Europa.
El
acto de la inauguración fue recogido en la prensa de Antequera por el semanario
La Verdad, el día 27 de marzo de
1926, con dos artículos:
FIESTA PATRIÓTICA EN CAMPILLOSEl acto que el domingo (21) presenciamos en la vecina Villa de Campillos es de los que honran al pueblo en que se realizan, y al Alcalde durante cuyo mando se ejecutan.Queriendo hacer honor a su pasado, recordando que Campillos siempre fue patriota y religioso, haciendo gala de su reconocida cultura y de su amor a cuanto civilización y progreso significa, ha entregado a la Guardia civil un albergue digno y decoroso para que en él se aloje la fuerza de la benemérita, y para mi bendita Institución, y pensando en idealizar esa donación que quizás a muchos resultara prosaica y material, por no parar mientes en el significado moral que encierra, ha regalado igualmente una Bandera para que, tremolando en la parte más visible del inmueble, diga al caminante que aquél edificio es de España, que los que allí se cobijan son de España y para España, y que cualquier necesitado que a su puerta llame se dará pronta cuenta de que entró en recinto español al oír latir los generosos corazones de los que se hallan diligentes siempre para acudir al socorro del desvalido, al remedio del damnificado, a la salvación del que tiene en peligro su honor o su vida.Y con el fin de realzar el hecho y revestirlo de toda solemnidad han querido ponerlo bajo el amparo de la Iglesia, siendo bendecidos el Cuartel y la Bandera, al objeto de que uniéndose el ideal de la Patria y el ideal religioso, salga la unión sublime, estrecha y fraternal del pueblo honrado y bueno, representado por su digna Autoridad municipal; y del soldado centinela avanzado del orden, sufrido y abnegado, caracterizado en la figura del prestigioso Jefe de Línea.La angelical madrina señorita de Palop, el celoso Alcalde señor Gallegos, el ilustrado Teniente Coronel Primer Jefe de la Comandancia de la Guardia Civil don Isidro Torres Soto (1870), y el digno y activo Teniente Jefe de la Línea don Domingo García Poveda (1894), a cuyos esfuerzos se debe la inauguración que se celebra, son las principales figuras de este retablo honroso y venerado que al revés del de la farsa, es escenario vivo donde la verdad más sana conmueve y emociona, y hace verter lágrimas a los presentes, porque todo es allí realidad; sentidas las patrióticas y elocuentes palabras que se pronuncian; real la emoción que invade a cuantos en el acto intervienen; ciertas y muy ciertas las lágrimas que el ardor patrio arranca del corazón conmovido, y que la emoción hace que indiscretas asomen a los ojos.Por eso yo, sencillo espectador, desde hoy Campillos amado, te quiero y te venero, porque haciéndote grande has sabido cumplir, y cumplir bien, con un sagrado deber de ciudadanía digno de imitar, y digno de que todos te agradezcan como, humilde y modesto, te sé agradecer yo.JAVIER ORTIZ TALLO.
*********
En la precisión de reducir el original dado a cajas, damos preferencia al tratar del importante acto realizado en Campillos, al artículo que recibimos del joven e ilustrado Teniente de la Benemérita, Sr. Ortiz Tallo, con quien son sabidos los vínculos que nos unen; y retiramos la mayor parte del texto que teníamos hecho.Antequera también quiso asociarse al júbilo de la vecina y querida población, al ver realizado coincidiendo con la fiesta de San Benito, su patrón, el hermoso proyecto, iniciativa del Ayuntamiento actual.Invitados por el Alcalde de dicho pueblo, marcharon de aquí (Antequera), D. Carlos Moreno F. de Rodas (alcalde de Antequera), D. José Rojas Arreses-Rojas, el Capitán de la Guardia civil de esta ciudad D. José de la Herrans, D. Juan Blázquez Pareja, D. José Rojas Pérez y D. Manuel León Sorzano.Celebróse solemne función religiosa en la iglesia parroquial, profusamente iluminada, ocupando la cátedra sagrada el elocuente orador R. P. Alberto Coggio. Terminada la misa y bendecida la bandera, la numerosa comitiva trasladóse al nuevo cuartel, amplio y bonito edificio situado a la entrada de la ciudad. En él, con gran holgura y completamente independizadas, hay diez viviendas todas ellas muy higiénicas. La destinada al oficial, en pabellón separado de aquéllas por un hermoso patio, tiene ocho magnificas habitaciones.En el centro del patio principal habíase colocado una tribuna y en ella artístico altar, ante el cual, la encantadora señorita de Palop Campos hizo entrega de la bandera, al Teniente coronel don Isidro Torres, y dio lectura a bien redactadas cuartillas, recibiendo muchos aplausos.En tonos de elevado patriotismo y de elogio para la Guardia Civil, pronunciaron discursos elocuentes, los párrocos, señores García y Flores, siendo aplaudidísimos.El popular alcalde de Campillos don Juan Gallegos leyó unas cuartillas que la falta de espacio, muy a pesar nuestro, nos impide publicar, agradeciendo a los asistentes su presencia. Con gran modestia que avalora su labor, dijo, que declinaba la gloria que en la obra realizada pudiera corresponderle, en sus compañeros de Corporación, y en el Teniente de la Guardia Civil señor García Poveda, que tales méritos atesora, y ha sabido aumentar las simpatías de los campiñenses hacia el benemérito Cuerpo, que a ello se debe, el que pobres y ricos, sin distinción de clases, hayan contribuido con su óvolo, para llevar a cabo la empresa.Al señor Gallegos, ovaciónesele.Finalmente, el Teniente coronel señor Torres, que representaba al Director general de la Guardia civil, dio lectura a hermosísimo trabajo, tributándosele al final de cada párrafo merecido homenaje.Dirigiéndose a los niños de las escuelas que con sus profesores ocuparan sitio preferente, en bellísimas frases explicóles el concepto de Patria, y terminó vitoreando con la muchedumbre, a España, al Rey, y a Campillos. Lástima es, que no podamos insertar el magnífico discurso.Luego se celebró el esplendido almuerzo con que la Corporación municipal obsequiara a unos setenta comensales.Muy bien por Campillos, que sabe hacer cosas buenas.
También fue recogido el acto por la
Revista Técnica de la Guardia Civil. Número 195, del mes de mayo de 1926, firmado el artículo por “Un vecino de Teba”
EN CAMPILLOS (MÁLAGA)Hemos asistido al memorable acto de la entrega de la Casa Cuartel que mediante suscripción popular esta noble villa construyó con destino al puesto de la Guardia civil en la misma establecido.El nuevo edificio reúne todas las condiciones de capacidad, higiene, comodidad y defensa apetecibles; con sus patios ventilados, sus pabellones independientes y dependencias generales, ofrece agradable albergue donde los guardias civiles podrán reposar de sus fatigas al retorno del penoso servicio de su Instituto. También el Jefe de la línea cuenta con magnifica vivienda en la misma casa.El pueblo de Campillos no se contentó con satisfacer la necesidad material del alojamiento de la Benemérita; quiso más: quiso avalorar su obra con acto de sublime delicadeza, y éste había de consistir, dado el carácter del edificio y la condición militar de sus moradores, en la donación de una bandera, que es el regalo más puro y el más ansiado por los que un día juraron defenderla hasta perder la vida.Ese emblema que ondea en el frontispicio de la Casa Cuartel de Campillos, indicará al desvalido al necesitado de amparo y protección de la fuerza, brazo secular de la Justicia, donde están los que día y noche velan por las vidas y haciendas de sus conciudadanos.La bendición del glorioso símbolo se celebró con todas ceremonias de ritual. Fue su madrina la bella y angelical señorita Catalina Palop Campos, que ungida del más puro fervor patriótico religioso pronunció felices palabras de alabanza a los preclaros españoles que llevaron triunfantes la bandera hispana por todos los ámbitos del viejo y nuevo mundo.De sus preciosas manos recibió la gloriosa enseña el bizarro teniente coronel D. Isidro Torres, quien con breves pero brillantes frases expresó la gratitud del Cuerpo que representaba, ante el edificante y conmovedor espectáculo que emocionados presenciábamos.Breve también y muy sentido fue el elocuente discurso que seguidamente oímos del virtuoso párroco Sr. Flores, y no menos persuasiva y honda la patriótica oración del ilustre arcipreste don Ramón García, que nos recordó los hechos más salientes de la historia de España, cuyo último episodio ha sido la proeza de nuestros aviadores militares en su vuelo de uno a otro hemisferio.El dignísimo alcalde D. Juan Gallegos, dedicó a la Guardia civil frases de elogio y dijo que su labor, evidentemente moralizadora, es el punto de apoyo de la seguridad de las personas, de la paz social y de los derechos ciudadanos.Y, por último, el ilustrado Jefe de la Comandancia Sr. Torres, cuyas aptitudes literarias son de todos reconocidas y que ostentaba la representación del Excmo. Sr. General Director del Cuerpo, hizo gala de su portentosa cultura cantando las bellezas de Campillos y el romanticismo de sus hidalgos hijos que en un rasgo de patriótica generosidad dotaron al destacamento de esa bandera que ha de ser venerada y defendida hasta el heroísmo por los que en sagrado depósito la reciben.La fiesta terminó con un espléndido banquete, que sirvió de motivo a nuevas manifestaciones de júbilo patriótico, vitoreándose a España, al Rey, al Instituto y a la honrada y noble villa de Campillos.Nuestro aplauso más sincero y nuestra cordial felicitación a las autoridades de Campillos, a su simpático y honrado vecindario y a las ilustres personalidades que haciéndose eco del general sentir rivalizaron en elocuencia para expresar el alcance y trascendencia del acto celebrado.El teniente Sr. García Poveda y el alcalde señor Gallegos, dentro de sus respectivas actuaciones, fueron los paladines de la obra que coronó la buena voluntad y el esfuerzo de todos. Campillos ha dado un alto ejemplo digno de imitar.Marzo de 1926.UN VECINO DE TEBA
El párroco D. Ramón García Ruiz, la Srta. Catalina Palop Campos y D. Juan Gallegos Cuellar, en la puerta de la Iglesia tras la bendición de la bandera |
En la foto vemos juntos al cura párroco D. Ramón García y al alcalde D. Juan Gallegos. El destino volvería a unirlos en la hora de la muerte, en la madrugada del 3 de agosto de 1936, cuando fueron sacados de la cárcel y asesinados, junto al también sacerdote D. Cecilio Sánchez Molina y al maestro de escuela D. Rafael Núñez Núñez, en las proximidades del cortijo de la Alberquilla. Después de matarlos, quemaron los cadáveres.
De D. Ramón García Ruiz, a pesar de llevar treinta años en Campillos de párroco, se dispone de poca información. Se sabe que nació el 28 de noviembre de 1872, que sus padres se llamaban Antonio y Dolores, y que vivía en la Puerta Teba, con sus sobrinas Concha y Dolores Chías García de 46 y 44 años, respectivamente. Posiblemente fuera de la provincia de Sevilla.
Entrega de la bandera al teniente coronel de la Guardia civil D. Isidro Torres Soto, acompañado del teniente D. Domingo García Poveda |
Página de "La Unión Ilustrada" del 2 de abril de 1926 |
MEJORA DE LA RED DE SUMINISTRO DE AGUA POTABLE
Hagamos algo de
historia, y veamos qué contaba Baltasar Peña en su libro “Pequeña historia de la villa de Campillos” sobre el suministro de
agua potable al pueblo
Población escasísima de aguas potables la de Campillos, se ha surtido siempre de los pozos llamados Algibejo, Romeroso y Cañuelo, todos ellos situados a gran distancia. El abasto de ese artículo de primera necesidad, hecho por aguadores que tenían que usar caballerías para la conducción de los cántaros, resultó siempre costosísimo, puesto que ya en 1779 costaba el cántaro no muy grande tres cuartos o diez maravedís. En el año citado se acordó hacer venir un ingeniero para que reconociera los veneros, y veinte y un año después sabemos que estaban terminadas las fuentes y cañerías.
El depósito antiguo de las aguas y parte de la cañería o acueducto se hicieron el 1813, quedando la obra en suspenso hasta 1819. En esta última fecha se hizo un reparto de 100.000 reales para el acueducto y se vendió una huerta en el Prado para la cañería. Roturas y obstrucciones de la cañería, y la escasez de las aguas filtradas que se recogían en el depósito, hicieron distintas veces estériles los sacrificios que el pueblo se impuso. (Páginas 182 y 184)
Pascual Madoz, en su “Diccionario
Geográfico–Estadístico-Histórico de España
y sus posesiones de Ultramar. 1846 1850”, también decía sobre el
suministro de agua potable a Campillos.
Para el surtido del vecindario hay agua suficiente y bien distribuida. En el centro de la plaza de la Constitución, se eleva una fuente de piedra blanca que da cuatro caños de agua regular, vacían en un vaso circular de 5 varas de diámetro y descuella en medio una columna cuadrada y labrada al capricho, sostenedora de una taza también circular en su remate; alrededor de dicha fuente hay 12 marmolillos de igual piedra, con cadenas gruesas de hierro, que van del vértice de unos a otros, quedando cuatro entradas para el uso público. En la misma plaza y muy cerca del rincón del Este, un pilar que recibe el derrame de la fuente principal.En la de la Cruz Blanca, otro pilar con un solo caño y su vaso correspondiente, y otro pequeña con vaso de piedra y un solo caño al extremo de la calle del Médico (Medio).El agua de estos se toma de un manantial en la Cañada de las Encinas, distante 1/4 de legua entre Norte y Oeste, desde cuyo sitio viene en cañería, ramificándose después a los referidos puntos.Y por último, además de los pozos que hay en casi todas las casas, con agua dulce y salobre, que sirve para el aseo y servicio de las mismas y para las bestias y ganados, se encuentran otros (manantiales) a las inmediaciones de la población y a distancia de 1/2 cuarto de legua en dirección al Norte, uno muy grande llamado El Aljibejo, con agua delgada y abundante, que suele usarse cuando escasean las fuentes y pilares mencionados.
La legua era una antigua unidad de longitud que expresaba
la distancia que una persona podía andar durante una hora. Por tanto 1/4 de legua se anda en 1/4 de
hora.
A finales de 1908, se planteó que debido a la poca y mala agua potable de que se provee y distribuye a la población, se recomendaba un esfuerzo económico al ayuntamiento, para traerla de los ricos manantiales de Almargen (MISCELÁNEA - 339).
Este proyecto no se
llevó a cabo hasta los años sesenta del siglo pasado, siendo alcalde D. Manuel
Recio Campos, realizándose la acometida del agua de los manantiales de Majavea
en Almargen, distante más de 20 kilómetros de Campillos, con una conducción de
fibrocemento de 250 mm.
Federico Manzano
Sancho, que era concejal en el ayuntamiento que presidía Juan Gallegos Cuellar,
cuenta en su Diario que “El 30 de junio
de 1927 aprobamos un presupuesto extraordinario de 400.000 pesetas que fue
cubierto con un empréstito del Banco de Crédito Local, de las que 171.980,92 pesetas eran para captación
de más agua en los nacimientos, arreglo de los que había, tubería de hierro
para la conducción del líquido al pueblo, red de distribución interior también
de hierro, con suministro a casas particulares e instalación de varias fuentes
públicas”. (Página 53)
El 5 de marzo de 1928, en el pleno municipal se
examinaron los proyectos de la nueva conducción
y mejora de captación de agua potable, el de la construcción de un nuevo
Mercado y el de ampliación del Cementerio.
En el Anexo de la Gaceta de
Madrid, número 336 del 1 de diciembre de 1928, sale a
pública subasta la contrata para la ejecución de las tres obras. El expediente
del Cementerio importa 51.799,35, el del Mercado 68.097,79 y el de Agua 171.980,92 pesetas.
AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE CAMPILLOS
Se anuncia subasta para contratar la ejecución de las obras siguientes:
Las de mejora de captación y nueva conducción, y distribución interior de las aguas potables por tuberías de hierro, bajo el tipo de 171.980,92 pesetas.
Obras de nueva construcción de un Mercado, en 68.097,79 pesetas.
Obras de ampliación del Cementerio, en 51.799, 35 pesetas.
La traída de aguas fue la única obra, que por dificultades con el contratista, tardó varios años en ponerse en servicio. La antigua conducción de atanores de barro resultaba insuficiente para las necesidades de un pueblo que crecía año tras año. Constantemente se interrumpía el suministro, hasta el punto de que en muchas temporadas tenían los vecinos que desplazarse hasta Los Arcos, en la carretera del Saucejo, ya que de allí no pasaba el agua.
Las alcubillas derruidas y abiertas eran utilizadas no solamente para recoger agua introduciendo toda clase de vasijas, sino incluso para menesteres de aseo y aun para otros que no tenemos por qué detallar. Los casos de fiebres paratíficas eran frecuentísimos. Hemos oído comentar que al verificar un análisis de estas aguas un laboratorio madrileño se consideró obligado a telegrafiar al Ayuntamiento por su impotabilidad y contaminación.
La antigua conducción de barro fue sustituida por otra de hierro: se ampliaron y sanearon las captaciones del Manantial de la Cañada de la Encinas, único del que dispone la villa; se construyó un amplio depósito de reserva con altura suficiente a fin de dar presión; se suprimieron los antiguos arcos que atravesaban el Arroyo del Rincón, entubándola por el nuevo puente de la carretera; se mejoraron las fuentes públicas y se comenzó la red de distribución interior.
Esta obra, fue proyectada por el ayudante de Obras Públicas, Don José Gallardo Pérez, que renunció a sus honorarios, en recuerdo de su padre Don Francisco Gallardo, hijo de Campillos, que con su trabajo y tesón logró labrarse una desahogada posición económica. El Ayuntamiento correspondió a este desinterés otorgando a Don José Gallardo el título de hijo adoptivo de la villa.
AMPLIACIÓN DEL CEMENTERIO
Otra de
las obras que acometió el ayuntamiento presidido por Juan Gallegos Cuellar, fue
la ampliación del Cementerio. Para ello, en el presupuesto extraordinario solicitado en la sesión del 30 de junio de 1927, concertado con el Banco de Crédito Local
de España, por un importe de 400.000 pesetas, para el
cementerio se presupuestó 56.825,39 pesetas.
En España,
hasta 1787 los enterramientos se realizaban en el interior y en los atrios de
las Iglesias parroquiales, situadas dentro del núcleo urbano. La falta de
higiene y salubridad características de dichos enterramientos, provocaban la
aparición de enfermedades epidémicas que se propagaban rápidamente entre la
población, debido a la cercanía de las viviendas con las Iglesias. El hedor era
insoportable, debido a lo cual, muchos vecinos dejaban de ir a misa.
El 3
de abril de 1787, Carlos III, publicó una Real Cédula en la que decía que los
cementerios debían de construirse fuera de las poblaciones, en sitios
ventilados y distantes de las casas de los vecinos. El problema era que había que construir estos
cementerios, y había escasez de fondos en las arcas municipales.
La Real Cédula no
llegó a cumplirse en la mayoría de los lugares.
La costumbre y la tradición eran más fuertes que la ley, que luchaba contra una
práctica tan peligrosa para la higiene y la sanidad pública. El 26 de abril de 1804, una circular
de Carlos IV hubo de recordarla y exigir su aplicación.
Siguiendo esas
directrices, el antiguo cementerio de Campillos se terminó de construir en su actual
ubicación, al pie del Calvario, en 1806.
Según se puede leer en
el Diccionario de Pascual Madoz, antes mencionado, a mediados del siglo XIX, el
cementerio de Campillos, tiene 280 varas cuadradas (unos 196 m2), y se encontraba
al Oeste de la población. Era un tamaño a todas luces insuficiente para una
población en crecimiento.
En diciembre 1908 el
vecino D. Juan Moreno Padilla, hace un generoso ofrecimiento, cediendo gratuitamente todo el terreno
necesario, en el lugar denominado de las eras de San Benito para cementerio,
reservándose una parcela para la inhumación de su familia (MISCELÁNEA - 339)
Pero no fue hasta la llegada
a la alcaldía de Juan Gallegos Cuellar, cuando se decidió acometer la
problemática del cementerio. En la sesión municipal del 13 de febrero de 1925,
se facultó a la primera autoridad para que gestionara la construcción de un
nuevo Cementerio.
Hubieron
de pasar dos años, para que el ayuntamiento en la
sesión del 30 de junio de 1927, aprobara el presupuesto extraordinario concertado con el Banco de Crédito Local
de España, por un importe de 400.000 pesetas, de las que para la construcción de un nuevo
cementerio, se asignaron 56.825,39 pesetas. Finalmente la fórmula que se eligió
fue la de ampliación del cementerio existente, en vez de construir uno nuevo.
En el Anexo de la Gaceta de Madrid número 336 del 1 de diciembre de 1928, salen a pública subasta para contratar la ejecución de las tres obras El expediente del cementerio importa 51.799,35, el del Mercado 68.097,79 y el de Agua 171.980,92 pesetas.
Tras la subasta, la obra de ampliación del Cementerio fue adjudicada
el 7 de enero de 1929 a D. José Morillo Aguilar (Guzmanes, 13), en 41.399
pesetas.
Para la ampliación del Cementerio, se acordó con los propietarios D. Antonio
Llamas Avilés y D. Francisco Padilla Sánchez, que el ayuntamiento abonaría el
importe de las tierras que haya de menester para la ampliación, a razón de
1.000 pesetas fanega.
El cementerio se amplió y se dotó de sala de autopsia, capilla y demás servicios sanitarios. Posteriormente, los Ayuntamientos han ido ampliando el número de nichos y muchos particulares han construido decorosos panteones. (BPH – 117)
CONSTRUCCIÓN DE LA PLAZA DE ABASTOS
Rincón de la plaza del
Cardenal Spínola, donde diariamente, al aire libre, se instalaba el Mercado. |
Desde un principio, la
Corporación municipal pensó en ubicar la nueva Plaza de Abastos, en el solar número
2 de la calle San Sebastián, propiedad de la familia Aurioles Casasola. Para
ello en junio de 1927 fueron a visitar en Casarabonela a D. Manuel Aurioles Casasola,
para negociar la venta.
Como
ya he contado, en la sesión del 30 de junio de 1927, se aprobó el presupuesto extraordinario concertado con el Banco de Crédito Local
de España, por un importe de 400.000 pesetas, de las que para la construcción de la Plaza
de Abastos, se asignaron 68.097,79 pesetas.
En el Anexo de la Gaceta de Madrid núm. 336 del 1 de diciembre de 1928, salen a pública subasta para contratar la ejecución de las tres obras El expediente del cementerio importa 51.799,35, el del Mercado 68.097,79 y el de Agua 171.980,92 pesetas.
Tras la subasta, la obra de construcción del Mercado fue adjudicada el
7 de enero de 1929, al igual que la ampliación del Cementerio también a D. José
Morillo Aguilar, en 54.378 pesetas.
Poco más de un mes más tarde, el 18 de febrero el pleno municipal, acordó
adquirir en 12.000 pesetas la casa número 2 de la calle San Sebastián a las
hermanas Aurioles Casasola para la construcción del Mercado.
El Director técnico fue el arquitecto madrileño Don José Joaquín González Edo, el mismo que el del Grupo Escolar.
Como la superficie del nuevo Mercado se quedaba algo escasa, el 23 de
septiembre de ese mismo año, se acordó, previa conformidad con los interesados,
tomar 72 m2 del patio de la casa número 1 de la calle Santa Ana, propiedad de
doña María Josefa Aurioles Casasola, y 30 m2 del de Doña Ana Casasola Fuentes
(Santa Ana 5), a razón de 15 pesetas m2.
17 DE AGOSTO DE 1924. INAUGURACIÓN DEL CAMPO DE FÚTBOL
Aunque este hecho
ocurrió cuatro meses antes de la llegada de Juan Gallegos Cuellar a la alcaldía,
me ha parecido oportuno traerlo a la Crónica por lo significativo del acto.
La noticia la vi en la
prensa de Antequera, y habla de un partido de fútbol que se iba a celebrarse
entre los equipos de Ronda y Antequera, para inaugurar un campo de fútbol en
Campillos. Se ve que en Campillos no había un equipo que practicara éste
deporte o quizás sus practicantes eran muy noveles, y tuvieron que recurrir a dos equipos vecinos para inaugurar el campo. De todas formas, hay que decir que la Liga española de fútbol no empezó hasta cuatro años más tarde, en la temporada 28/29, y que Campillos fue un poco pionero en éste deporte.
Ignoro cual sería la
ubicación del campo de fútbol. Quizás fuera la misma que tuvo el que en los
años cuarenta del siglo pasado, se denominó “San Fernando”, enfrente del Grupo
Escolar y al lado del Cuartel de la Guardia civil.
PARTIDOS DE FÚTBOLNuevamente resurge e! simpático deporte en nuestra ciudad, donde apenas ha sido mantenido por unos pequeños equipos, que, faltos de campo donde entrenarse, no han logrado despertar la afición al modo que en otros pueblos y capitales, y al no recibir facilidades y estímulos decaen en su entusiasmo, hasta que quedan casi extinguidas las sociedades que los componen.El «Antequera F. C.», que con tan buenos elementos cuenta, tiene sus intermitencias de actividad y pasividad, y ahora de nuevo se está entrenando ante la perspectiva de dos partidos que por su importancia requieren que el equipo que represente a Antequera ponga en buen lugar el nombre de ésta en lo que al moderno pugilato se refiere.Serán estos partidos, uno, el próximo domingo 17, en Campillos, donde se celebrará la inauguración de un campo de deportes por los equipos de «Ronda F. C.» y «Antequera F. C»; y el otro, en nuestra ciudad, el día 20, con motivo de la feria, jugándose una copa, regalo de la Casa Berdún, entre el mismo equipo local y el «Osuna C. D.»19240803 EL SOL DE ANTEQUERA
PARTIDO DE FÚTBOL EN CAMPILLOS
Para la inauguración de un campo de deportes en el vecino pueblo de Campillos, organizan los aficionados al Fútbol para el día 17 del actual, un partido, en el que han de contender el «Ronda F. C.» y el «Antequera F. C.»El primero de éstos es muy fuerte, debido a su mucho entrenamiento, como lo ha demostrado venciéndonos dos veces. Ahora bien; el «Antequera», —que aunque lleva más de un año sin jugar, y va a la lucha después de ligero entrenamiento,— tiene buenos jugadores y no debe mostrarse apático frente al enemigo, sino luchar con el mismo entusiasmo que hoy tiene.19240809 LA VERDAD
TELÉFONO
El teléfono se inauguró en Campillos el 3 de
diciembre de 1925
Málaga 3, 8 noche. Se ha inaugurado hoy, con asistencia de las autoridades locales y provinciales, el nuevo centro telefónico de Campillos.Después de la bendición del cuadro, se dirigieron expresivos telefonemas de salutación al presidente del Consejo, obispo, etc.19251204 026 ABC
Foto de "La Unión Ilustrada" del 20 de diciembre de 1925 |
El sacerdote que realiza la bendición es D. Cecilio Sánchez Molina. Había nacido en Campillos. Tenía 56 años. Vivía en la calle Guzmanes con sus hermanas Carmen y Rafaela de 58 y 49 años, respectivamente.
https://verdadhistoricacampillos.blogspot.com/2022/05/declaraciones-de-testigos-fc_21.html
Ya en junio de 1916,
siendo alcalde D. Salvador Hinojosa Carvajal, la Corporación se dirigió al
Director General de Correos y Telégrafos, solicitando la implantación de una
estación telegráfica en Campillos, corriendo el ayuntamiento con los gastos,
incluyendo la vivienda para el Jefe. (MISCELÁNEA - 341)
Pero no sería hasta
septiembre de 1926, cuando se alquiló en 720 pesetas anuales (60 mensuales) a
Doña Carmen Hinojosa Carvajal la casa número 6 de la calle Santa Ana, con
destino a la Oficina de Telégrafos, y para vivienda del Oficial encargado.
Dos años más tarde, en
junio de 1928, se trasladó la instalación de Telégrafos a la calle Guzmanes, número
19, casa propiedad de D. Manuel Enríquez Pangusión. El alquiler fue por tres
años, y por las mismas 720 pesetas, estando incluida la vivienda para el Jefe.
CLÍNICA DE URGENCIA
En octubre de 1926, se
alquiló a D. Antonio Palop Casasola una vivienda en la calle Real, número 79,
para la instalación en ella de una clínica médica municipal. El precio del
alquiler era de 40 pesetas mensuales. Se le denominó Clínica de Urgencia, y
estaba provista de todos los utensilios propios de una instalación de este
tipo, camas, material quirúrgico, etc. A la Diputación de Málaga, se le
solicitó que concediera una subvención de 6.000 pesetas, que al parecer se le
daba a todas las clínicas de este tipo.
Dos meses más tarde se
nombró director de la Clínica al médico D. Jacobo Lanzas Orellana. La Clínica
entró en servicio a primeros de 1927.
De D. Jacobo Lanzas
tendré ocasión de escribir en futuras Crónicas, pues fue un testigo en primera
línea de los sucesos que ocurrieron en Campillos durante la Guerra civil. De él
ya hablé en la Crónica sobre el ataque al Cuartel de la guardia civil de El
Saucejo, cuando citaba a Fernando Parejo.
A modo de
introducción, solo diré que D. Jacobo Lanzas Orellana, había nacido en 1901 en Alameda. Como era previsible, en
aquella época militaba en “Unión Patriótica”. Casó en 1931 con Dña. Joaquina Fontalba
Giles, de Peñarrubia. Tuvo un hijo D. Virgilio Lanzas Fontalba, con quien he
mantenido una larga correspondencia.
Comentarios
Publicar un comentario